Resulta extraño que la izquierda haya coincidido con los autodenominados "liberales" en festinar la tentativa de impeachment lanzada por la líder Demócrata estadounidense (presidente de la Cámara de Representantes) Nancy Pelosi (foto) contra el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Trump fue acusado de suspender ayuda militar a Ucrania y de chantajear al presidente ucraniano actual, Volodímir Zelenski (foto), a cambio de información comprometedora sobre Hunter Biden, el hijo del precandidato Demócrata a la Casa Blanca, Joseph Joe Biden, una persona oscura.
Hunter Biden habría estado haciendo negocios sucios con una empresa ucraniana, Burisma, dedicada al gas, y en la mira del Departamento de Estado estadounidense desde 2014 por crímenes financieros. Fue el entonces vicepresidente estadounidense, no otro que Biden, quien habría ayudado a su hijo Hunter a entrar en la junta directiva de Burisma. Así pues, el asunto data de antes de que Trump llegara a la Casa Blanca. Trump pudo enterarse de que los recursos que su país mandaba a Ucrania se perdían en el camino (por ejemplo, en las fábricas de chocolate del antiguo presidente Petró Poroshenko), pero, más allá de falsedades divulgadas por medios de comunicación masiva interesados, no habría presionado a Zelenski, quien parece tener un comportamiento más correcto que algunos de sus predecesores.
Un supuesto topo de la Central de Inteligencia Americana (CIA) habría "delatado" a Trump, pero resulta que el ex oficial de esa central de espionaje, Edward Ned Price, trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional del gobierno de Barack Obama. El enviado especial de Estados Unidos para asuntos de Ucrania, Kurt Douglas Volcker, también ex oficial de la CIA, y quien renunció inesperadamente a su cargo para denunciar a Trump, trabajó para el Instituto McCain, cuyos principales donantes son la Open Society de George Soros y Arabia Saudita. Por si no quedara claro que hay problemas entre Trump y el "Estado profundo" estadounidense, el hasta hace poco asesor de seguridad nacional John Bolton, un auténtico halcón, también buscó hundir a Trump. Hace rato que la izquierda -la latinoamericana, por ejemplo- no entiende que al buscar la caída del actual mandatario estadounidense favorece a dicho "Estado profundo" y se coloca del lado a la vez de los Demócratas y de ciertos republicanos "halcones". Como sea, por lo pronto el asunto del impeachment contra Trump (foto, abajo) no lo ha hecho caer, y los Demócratas no controlan la instancia necesaria del Senado.
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