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viernes, 22 de mayo de 2020

RUSIA: COVID, COVID, COVID.....

Rusia muestra algunos de los absurdos a los que ha llegado el manejo de la crisis sanitaria por la Covid 19. La enfermedad se presentó por primera vez en territorio ruso el 19 de marzo del año en curso. Hasta el 17 de mayo, Rusia tenía unos 272 mil infectados y 2 mil 537 muertos. Antes de entrar al absurdo, cabe señalar que la tasa de letalidad (muertos/contagiados) de Rusia (0,9 %) es de las más bajas del mundo, y no indica para nada una pandemia (por comparación, México tiene una tasa de letalidad que se ha ido acercando del 10 %, aunque sin ser aún "pandémica").
        Pues bien, antes de marzo, según lo hace notar en Sovross.ru el autor Valentín Katasonov, entre enero y febrero de 2020 fallecieron en Rusia unas 307 mil 254 personas, entre enfermedades, accidentes, asesinatos, suicidios, etcétera. En concreto, por enfermedad murieron poco más de 285 mil personas, casi 143 mil por mes, y ninguna por la Covid 19. Por enfermedades infecciosas y pulmonares, murieron entre enero y febrero, en pleno invierno, 15 mil 381 personas. "Siente la diferencia", dice irónicamente Katasonov. La mortalidad mensual por enfermedades es de 143 mil personas, y por Covid 19, de mil 300 personas. Así, las muertes por Covid 19 son el 0,9 % del total, lo que, como señala el articulista de Sovross.ru, no coincide para nada con el espacio de la nueva epidemia en los medios de comunicación masiva. Por neumonía, lo más cercano a la Covid 19, murieron en enero-febrero 4 mil 125 personas, y por otras enfermedades respiratorias, 6 mil 139 personas. Ya que se habla de neumonía (la novena causa de decesos en México), la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el año 2015, por ejemplo, fue la causa de 920 mil 136 muertes de niños menores de cinco años en el mundo (hasta ahora hay 333 mil muertes por la Covid 19 en el mundo).
     La cifra de personas contagiadas en Rusia es muy alta y no faltaba el medio de comunicación masiva que estuviera listo para el próximo escándalo, pero resulta simplemente que Moscú hace muchas pruebas, aunque no todas fiables (la precisión de las pruebas que hace la empresa Vector sería de un 60 %). Se han hecho casi 7 millones de pruebas y desde el 17 de mayo la curva de contagios se ha aplanado. Dicho sea de paso, la mortalidad entre ancianos es muy baja en Rusia, menos del 20 % (edad promedio de muertos en Estados Unidos, 80 años, y en Rusia, bastante menor, aunque también prevaleciente en la tercera edad), aunque sea porque la esperanza de vida rusa es de unos 72 años. Ironías aparte, el cuidado de los adultos mayores parece ser mejor en la Federación Rusa que en países de Europa Occidental o en Estados Unidos. Si las pruebas permiten una detección temprana y el tratamiento, cabe volver sobre el hecho de que Rusia tiende a tratar con hidroxicloroquina por disposición oficial y gracias a la ayuda china.
     La pregunta que se hace Sovross.ru es por qué se detuvo la actividad en Rusia pese a lo demostrado sobre la Covid 19. Parte de la respuesta está en la obediencia a la OMS y sus predicciones, sólo que, hay que recordarlo, esta organización sugirió multiplicar las pruebas (el famoso "pruebas, pruebas y más pruebas" del director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus), pero nunca ordenó cuarentenas, y llegó a lo sumo a sugerir "aislar, probar, tratar y rastrear" !a los enfermos! La idea de los confinamientos surgió de otra parte y está en el espíritu de las declaraciones de Bill Gates. Sovross.ru recuerda que alguna vez la OMS tuvo criterios específicos para decretar pandemias, pero que fueron cancelados. Esta vez, se estimó una letalidad del 3,4 %, pero ha resultado ser de entre 0,2 y 0,3 %, lo cual no tiene nada que ver con una pandemia.
     "Los funcionarios no están acostumbrados a hacer preguntas", concluye Sovross.ru. El doctor francés Didier Raoult (tratado con mala fe por Sputnik France), partidario del tratamiento hidroxicloroquina+azitromicina, hizo notar que los funcionarios, los médicos incluidos, probablemente ni siquiera leen: sus asesores les pasan notitas o un briefing. Tampoco parece que algunos medios de comunicación rusos razonen demasiado: la agencia oficial Sputnik Mundo criticó tranquilamente que en Brasil acaba de oficializarse el uso de la cloroquina y la hidroxicloroquina "sin evidencias científicas  y en contra de las recomendaciones" (!), siendo que Rusia usa casi lo mismo para tratar la enfermedad. ¿Sin evidencia científica y en contra de las recomendaciones se está matando a los pacientes rusos? Por su parte, el secretario de Salud mexicano, Jorge Alcocer, volvió a despertarse únicamente para alabar unas pruebas positivas de Remdesivir en 7 pacientes (!), mientras la universidad pública "alerta" contra los daños de la hidroxicloroquina. Bastó con que el presidente estadounidense Donald Trump dijera que la estaba tomando para que la mayoría de los medios de comunicación masiva alertaran sobre la "letalidad" del fármaco, en algo así como un deseo reprimido freudiano.
     Lo que sí, la heroicidad de la tecnocracia médica cambia. En México, cualquiera que caiga en un hospital puede ser llevado a la sala de la Covid 19, así haya llegado en realidad con un preinfarto o con un pie diabético ("pásele, ahorita lo atendemos", y el paciente sin la Covid 19 se arriesga a una historia delirante con "códigos morados" y otras señales logísticas para agarrar a los contagiados y hacer estadística). En Rusia, en cambio, una madre puede llevar a su hijo con una leve bronquitis o puede llegar una señora con cáncer terminal y el hospital no los tratará, niet, porque la orden victoriosa del gobierno es "salvar de la Covid 19", así estén vacías las camas y no se esté atendiendo a nadie. Los galenos esperan al enfermo con la Covid 19 y no se admite nada más. Ordenes son órdenes. Lo más llamativo es la historia de la enfermera que no aguantó el calor y prefirió atender casi en traje de baño a los pacientes con la Covid 19 (foto, abajo) en la ciudad de Tula, hacia la frontera europea. No pasó de una amonestación, ya que se trata de una buena trabajadora, e igual pudo recibir la tan de moda Orden de San Jorge.
      Todavía falta la ciencia ficción de la llegada de la "nueva normalidad", puesto que, según la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, no hay medicamento contra la Covid 19, por lo que se avecinan medidas estrambóticas en los centros de trabajo. Es la misma importación desde Estasdos Unidos que de las medidas aeroportuarias luego de los autoatentados del 11/S de 2001. !Control y más control!¿Habrá "nueva normalidad" en Rusia?

LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

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