Dos países gobernados por un partido comunista único lograron sortear bastante bien la crisis sanitaria del SARS-Cov-2. El primero de ellos es Vietnam, austero pero no en la miseria. En efecto, con 96 millones de habitantes, Vietnam ha conseguido sacar a 45 millones de la pobreza en los últimos años y dar un gran salto en el Indice de Desarrollo Humano (IDH), que logró el mayor incremento en el mundo hasta 2019. Apenas descubierto el brote epidémico en la ciudad china de Wuhan, Vietnam cerró su frontera de unos mil 300 kilómetros con China y prohibió vuelos internacionales hacia su territorio, además de cerrar las escuelas y hacer obligatorio el uso de cubrebocas. El contagio no fue impedido, pero se aisló a los contagiados y se hicieron férreas cuarentenas que fueron seguidas por toda la población: sí, porque se evitó que salieran a la calle quienes aún viven al día salvo para obtener arroz !gratuito! mediante dispensadores o "cajeros automáticos" (ver video, abajo). Se utilizó Facebook para dar información veraz a la población y en cada barrio, los "guardianes del vecindario" (Dan Pho) se encargaron de informar de los contagios y sus contactos (200 personas supervisadas en cada cuadra o sector) a las autoridades. En Vietnam, el 65 % de los habitantes está conectado a las redes sociales y se utilizó la aplicación NCOVI para que la población informara personalmente y en tiempo real de su situación.
El siguiente video (versión en inglés) muestra la campaña de higiene de manos que hizo Vietnam. El resultado del modo en que este país vecino de China enfrentó la epidemia es: cero muertos. Sí, cero muertos.
Cuba tuvo también una política bastante positiva, aunque con fallecimientos, que prácticamente se han reducido a cero. El índice de letalidad de Cuba (muertos/contagiados) se ubicó por debajo del promedio de la región de las Américas. La mayoría de los fallecidos fueron ancianos con patologías de riesgo.
En Cuba no se decretó confinamiento obligatorio, sino que se "sacó de circulación" a los contagiados, incluyendo los potenciales (en centros de aislamiento). Como en Vietnam, fueron movilizados miles de estudiantes de medicina para buscar al portador del virus "puerta a puerta". Barrios donde se ubicaran brotes de contagio fueron puestos en cuarentena. Otra vez, no hubo problemas de desafíos a las medidas decretadas por parte de población que tuviera que sobrevivir al día, aunque sí colas en los lugares de abastecimiento de comida racionada. Cabe señalar que en caso de emergencias, sean naturales o económicas (desde el "periodo especial" hasta las recientes decisiones por la baja de suministro de petróleo venezolano), la población cubana suele demostrar una gran capacidad de organización, al igual que la que tiene la vietnamita.
Cuba se apoyó en medicina propia, ayudada por la biotecnología, para fortalecer el sistema inmunológico ante el SARS-Cov-2, al grado de exportar, a solicitud de 80 países, el interferón alfa 2 b. Desde 2003 y contra lo que sostienen los Facebooks de algunos, los interferones mostraron resultados contra el SARS-Cov (el primero). En China, donde hubo colaboración sino-cubana, cabe hacer notar que ninguno de los 3 mil trabajadores de la salud que usaron gotas nasales de interferón se enfermaron por el SARS-Cov-2. Cuba utilizó también la Biomodulina T, originalmente destinada a ancianos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En los hogares de ancianos cubanos, funcionó contra la Covid 19, puesto que !no la contrajo casi ningún adulto mayor! La biomodulina T es un inmunomodulador biológico de origen natural no hemoderivado, y la produce en Cuba el Centro Nacional de Biopreparados (Biocen).
En América Latina, a la fecha Ecuador, Perú, Brasil y Chile se encontraban entre los 15 países del mundo con mayor mortalidad por millón de habitantes. Para tener una idea, Ecuador llegó a 220.8 muertos por millón de habitantes, mientras que Cuba se situó en...7.4 fallecimientos por millón. México se ubicaba al día de hoy en 132.9 decesos por millón de habitantes (Haití, !6,1!). Tal vez no sea de extrañar que otros países con buen IDH, como Costa Rica y Uruguay, tuvieran respectivamente 2,4 muertos por millón y 6,6 (Perú 202,8; Chile 173,8; Brasil 203,9). No tiene mayor caso hacer mofa de los médicos cubanos que llegaron a México a ayudar en el combate a la Covid 19, aunque quepa lamentar que en ocasiones la medicina cubana ofrecida en el exterior se convierta en un feroz negocio en asociación dudosa con gente local.
México no pudo darse el lujo de enviar médicos para ayudar en el exterior, y tuvo que reclutar a toda velocidad a quien se dejara, por falta de especialistas, enfermeras, etcétera, al cabo de décadas de desatención del sector salud. Lo peor es que en México no falta iniciativa científica (como en el Instituto Politécnico Nacional-IPN con la creación de Transferón y de pruebas rápidas), pero hasta hace poco el dinero oficial destinado a ciencia y tecnología se iba a empresas transnacionales, no obligadas a rendir cuentas ni a crear tecnología (hubo desvíos mayores a los de la "Estafa Maestra", algo que "La Comunidad Científica" curiosamente no ha pedido aclarar), y se desdeñaba por completo la investigación básica (en ciencias sociales fue arrumbada). Es la diferencia entre sistemas al servicio de la vida y sistemas al servicio del negocio.