El asunto terminó bastante mal. La corrupta Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo principal papel desde el principio de la crisis sanitaria internacional pareciera ser querer meter miedo, se deshizo de la hidroxicloroquina en los ensayos clínicos Solidarity Trial, con el argumento de que el antipalúdico no reduce la mortalidad entre los enfermos de la Covid 19. Es una falsedad, pero está visto que la OMS está a la espera de La Gran Vacuna. Desde hace ya meses, un estudio científico chino randomizado (aleatorizado) había demostrado la eficacia de la hidroxicloroquina y existe un estudio francés con más de 3 mil 700 pacientes que también ofrece pruebas científicas. Siguen llegando: así por ejemplo, dado que en India se da el antipalúdico como profiláctico al personal de salud, solo 45 de 4 mil 300 miembros de este personal en la lucha contra la Covid 19 han resultado infectados. Siguen apareciendo pruebas de que el coronavirus hace menos estragos en los países donde hay malaria y se toma el fármaco. Artículos científicos lo demuestran con todas las de la ley.
La OMS ya había hecho una primera suspensión del fármaco sobre la base de un fraude publicado en la revista The Lancet. Ahora se sabe que el "artículo científico", al final de cuentas retirado, se hizo con datos de una empresa cuasi-fantasma, la estadounidense Surgisphere, con aparentemente 5 integrantes pero nada más uno real. El ensayo británico Recovery también llegó sobre la base de un fraude a la conclusión de que la hidroxicloroquina no sirve . Las dosis empleadas por ejemplo en el tratamiento del doctor Vladimir (Zev) Zelenko son de 200 mg dos veces al día, combinadas con azitromicina (lo que jamás hizo la OMS) y zinc. El tratamiento del doctor francés Didier Raoult es similar. Dicho sea de paso, algunos doctores en Francia, como Violaine Guérin, fundadora de Covid19:DejemosPrescribirALosMédicos (LaissonsLesMédecinsPréscrire) han demostrado que la azitromicina sola también puede ser útil en algunos casos. Pues bien, en Recovery, en vez de 400 mg diarios, se utilizaron 2 mil 400 mg de hidroxicloroquina en las primeras 24 horas, suficientes para mandar al otro mundo a cualquiera, una "dosis para gorilas", como lo sugiere la publicación digital Zerohedge. Se alegó que es la dosis que se usa en disenteria amebiana, pero la hidroxicloroquina no se usa para esta enfermedad. Se abandonó este uso desde 1976.
¿Hay algún error que no hayan cometido? Esta es la pregunta que se ha hecho en un libro recién aparecido el doctor francés Christian Perrone, ex presidente del Alto Consejo de la Salud Pública para enfermedades infecciosas, quien sostiene que la campaña contra la hidroxicloroquina es de mala fe. Los países que no la han usado, como Francia, han acabado con tasas de mortalidad y letalidad (muertos/contagiados) más altas que los países que la han utilizado, sí sea parcialmente, incluso Estados Unidos, donde el fármaco acaba de ser prohibido en uso hospitalario, cuando de lo que se trata es de tomar aquél en los cinco primeros días de síntomas justamente para no ir a parar al hospital. La tasa de mortalidad en Francia ha sido de 450,6 por millón de habitantes (con Emmanuel Macron como presidente) contra 203.9 en Brasil (encabezado por Jair Bolsonaro). Se ha estudiado estadísticamente lo siguiente: a mayor conflicto de interés (sobre todo con la empresa farmaceútica estadounidense Gilead Sciences, productora del Remdesivir), mayor número de ataques contra la hidroxicloroquina. Por lo demás: ¿dónde quedó el Remdesivir, para lo único que se despertó el secretario de Salud mexicano, Jorge Alcocer, en la línea del señor Anthony Fauci, el dizque "epidemiólogo de la Casa Blanca"?
La denegación de la hidroxicloroquina ("es letal", no se la prueba con azitromicina ni con zinc, no se consideran los estudios randomizados existentes en China, la serie mundial más grande de pacientes tratados con el fármaco no cuenta,etcétera) ha resultado en una mezcla de arrogancia e ineptitud que ha impedido salvar vidas (!miles!), es algo que se tiene que saber, simplemente porque desde el principio se prefiere La Vacuna y algunos han encontrado por lo demás una ocasión para poner en marcha un experimento de ingeniería social de alcances que están por verse. Incluso Naciones Unidas y el embajador de México ante este organismo, Juan Ramón de la Fuente, han mostrado la misma mezcla mencionada líneas más arriba. De la Fuente declaró sin rodeos: "la salida de la pandemia es la vacuna". Hospitales mexicanos tienen pruebas de que la hidroxicloroquina funciona, sin descartar casos difíciles, pero no se oficializó nada. Tal vez ya se haya notado que el "bombón" Hugo López-Gatell, subsecretario mexicano de Salud,recita cifras cada noche como si estuviera haciendo un inventario, mientras la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, #LadyProtocolos, se refiere en estado nirvánico a los "lamentables decesos" como quien habla de "daños colaterales" en un parte de guerra (no ha sido el caso del mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha recordado que no se trata de simples cifras, sino de vidas y pérdidas humanas, con todo lo que ello implica).
Muchos científicos fallaron y demostraron lo que ya debería saberse: el sistema en el que se vive lo transforma todo en negocio, desde luego que la ciencia incluida, y deniega lo que no puede convertirse en beneficio para unos pocos intereses particulares. De remate, hay quien encima quiere aprovecharse para construir nuevas ciencias sociales, dizque "basadas en evidencias": para obtener el like, se invita desde luego a repetir como "evidencia" el último lugar común ideológico y a respaldarlo con cualquier dato que parezca darle solidez, probablemente al estilo de Surgisphere (que estafó también al New England Journal of Medicine), The Lancet y los "tomadores de decisiones" (¿es una profesión?) en las instancias internacionales. Aquí está el himno del capitalismo, puedes dar click en el botón de reproducción. ¿Un poquito más duro?¿O un poquito más suave?