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domingo, 18 de octubre de 2020

COVID 19: SABROSO, EL NEGOCIO

 Rick Bright es un inmunólogo estadounidense (e investigador en materia de vacunas) que renunció hace poco al gobierno del mandatario Donald Trump. En un documental, Bright, hombre del mandatario Barack Obama, a quien le debe el puesto, se ufanó de haber desoído las órdenes de Trump y limitado el uso de la hidroxicloroquina contra la Covid 19 sólo a los hospitales. Los medios de comunicación masiva predominantes juegan bien su papel, ocultando información clave. Desde finales de agosto, Harvey Risch, profesor de epidemiología en la universidad de Harvard, médico por la universidad de San Diego, doctorado por la de Chicago y autor de unos 300 artículos científicos denunció que Anthony Fauci, el "epidemiólogo de la Casa Blanca" y admirador de Hillary Clinton, mintió sobre la hidroxicloroquina y utilizó influencias para que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) buscara suprimirla. Risch citó el éxito de cientos de médicos en Estados Unidos y de miles en el mundo con el fármaco mencionado. El médico fue claro en que no debía prescribirse la hidroxicloroquina sola, sino con zinc y el antibiótico azitromicina, ante los primeros síntomas de la Covid 19. Risch se pronunció junto con otros médicos. De este modo, no existe ningún "consenso médico" sobre el fármaco ni Fauci es el representante de dicho "consenso". Desde mayo, 600 médicos en Estados Unidos le escribieron una carta a Trump criticando los "confinamientos" de Fauci. Se advirtió que éste estaba procediendo sin las suficientes pruebas científicas. Fauci ya se había comportado así en el pasado, en los '80, ante el surgimiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA): se pudieron evitar unas 17 mil muertes con el uso de Bactrim, a petición de muchos doctores, pero Fauci se negó, con los mismos argumentos de ahora; quería "medicina basada en evidencias", ensayos "randomizados", etcétera. Al final, quienes proponían el Bactrim contra un tipo particular de neumonía lograron el estudio randomizado, pero entretanto se introdujo el AZT.

     En la actualidad existen por lo menos 83 artículos científicos revisados por pares que dan cuenta de la utilidad de la hidroxicloroquina. Un análisis global de 142 estudios ha probado que el tratamiento temprano es 100 % positivo. En el caso de tratamiento tardío, sigue siendo positivo hasta en un 62 % de los casos. Las buenas experiencias se han multiplicado, como con el doctor Brian Tyson y su serie de mil 700 pacientes recuperados con el tratamiento (todos sobrevivieron), que puede incluir doxiciclina (Imperial Valley, California). Ni siquiera se requiere de hospitalización. Desde hace rato se probó que con el uso más rápido de hidroxicloroquina se pudieron haber evitado por lo menos 30 % de muertes en Brasil, cuya curva va como sea a la baja. Ya se ha hablado aquí de otras experiencias y más de la mitad de la Humanidad se está protegiendo con el fármaco o tiene la posibilidad de acceder a él para minimizar los riesgos. Así las cosas, haber afirmado que un medicamento que es prescrito desde hace décadas a millones de personas, sin receta, es potencialmente "tóxico" es una aberración, así se repita una y otra vez en las agencias noticiosas como "consenso científico". El doctor marsellés (Francia) Didier Raoult ha afirmado que nunca había visto tal fraude con dicha supuesta "toxicidad" y que bien vale la pena preguntarse por qué la gente se deja estafar a este punto, y por qué además se olvida al día siguiente que ha sido estafada de esa manera. Cabría interrogarse si la actitud de gente como Bright o Fauci no ha provocado miles de muertes evitables, pero no faltan quienes, denegando un montón de pruebas, buscan más bien que el fraude reditúe, políticamente para empezar, al culparse a Trump de una "mala gestión" del asunto. Es fácil probar que hay quienes no buscan más que la rentabilidad política: los países del Grupo de Lima, por ejemplo, se dicen preocupados por la mortalidad de la Covid 19 en Venezuela, cuando en este país se han sanado 90 % de los infectados. Curiosamente, todos los países de dicho Grupo tienen más muertos por la Covid 19 que los venezolanos.

      La Organización Mundial de la Salud (OMS), que hizo ensayos de manera sesgada (hidroxicloroquina sola y en pacientes hospitalizados) acaba de "informar" que el fármaco, según los Solidarity Therapeutics Trials, "no ayuda a tratar la Covid 19" ni a prevenirla. Al "igual que algunos otros medicamentos" (en realidad ya se sabía que el remdesivir no es de gran ayuda ni el ritonavir/litonavir), se supone que la hidroxicloroquina tiene "escaso o ningún efecto" en evitar que el paciente fallezca en cuestión de un mes o en la recuperación de los pacientes hospitalizados. Por lo visto, no hay manera de sacar la OMS de lo que dijo querer desde un principio: la vacuna, pero no cualquiera, además. La favorita se está encargando a una empresa farmaceútica, AstraZeneca, con un largo historial de corupción con tal de venderle al público, de tal modo que ya se pasó por alto el incidente de la mielitis transversa en un voluntario (la enfermedad es típica de este tipo de vacunas en algunos pacientes). La empresa se ha especializado en sobornos a médicos rusos y chinos y recibe cualquier cantidad de dinero gubernamental, protegiéndose al mismo tiempo legalmente de cualquier demanda en caso de fallar en los pedidos.AstraZeneca está trabajando entre otros en acuerdo con Biomedical Advanced Research and Authority (BARDA), que hasta hace poco dirigió...Rick Bright, sí, el hombre de Obama y el mismo que saboteó a Trump en el asunto de la hidroxicloroquina.

     El grado de burla es tal que ahora las grandes autoridades dan cualquier cifra sobre la duración de la epidemia y la de la aplicación de la vacuna, pese a los ofrecimientos de Rusia. Ni siquiera el tema de los "rebrotes" está claro, puesto que se están aplicando en varios países más pruebas y se sabe que entre otras cosas pueden dar falsos positivos, por lo que tampoco se trata de hacer PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) a lo loco. Más contagios no significan forzosamente más muertos (menos si se hacen más pruebas). Está claramente demostrado en el caso de Francia (lo mostró el líder de la organización Los Patriotas, Florian Philippot), pero el gobierno del presidente Emmanuel Macron se lanzó ahora al toque de queda. Mucho indica que hay en todo algo más que el virus e incluso que el negocio de la vacuna, pero no es mucho lo que se puede hacer contra la opacidad de los medios de comunicación masiva, que al parecer no le rinden cuentas a nadie por el "servicio" proporcionado, suponiendo que lo sea. No al público, en todo caso, que pone los enfermos o los estafados. Por cierto: Fauci un día declara que la Covid 19 puede ser "diez veces más grave que la gripe estacional" y luego escribe en el New England Journal of Medicine que la primera se parece más a una gripe estacional severa o a una influenza "pandémica" (como las de 1957 y 1968) que a enfermedades como el SARS (el primero, el actual es SARS-Cov-2) o el MERS (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente). Si bien el número de muertos por la Covid 19 ya supera el promedio de fallecidos por gripe estacional (más de un millón contra 650 mil), se está lejos de problemáticas como las de los dos años mencionados y la letalidad (IFR, Infection Fatality Rate) es 24 veces más baja que la prevista por la OMS para declarar "pandemia" (además de no superar a la de la influenza). El comportamiento del SARS-Cov-2 sigue siendo difícil de predecir. El de los negociantes menos. Se vive en un sistema, no en otro. Que lo diga si no la cara gozosa de Rick Bright (foto). !Déjate estafar, vamos!




FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...