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martes, 6 de octubre de 2020

EU: A CHANTAJEAR, PARA VARIAR

 El candidato Demócrata a la presidencia estadounidense, Joseph Biden, ha logrado obtener el respaldo de un buen grupo de halcones Republicanos. Primero fue un grupo de senadores y congresistas. Pero luego llegó el turno de un grupo de profesionales de Inteligencia y de política exterior, que con frecuencia trabajaron para presidentes Republicanos. Entre quienes están en dicho grupo se encuentra por ejemplo John Dimitri Negroponte, un tipo de lo más siniestro, hombre de la Central de Inteligencia Americana (CIA) en Vietnam, embajador en Honduras durante el escándalo Irán-contras (los contras atacaban Nicaragua desde territorio hondureño), embajador en México en una época en que se consolidaron los cárteles de la droga, primer embajador en Iraq tras la caída de Saddam Hussein, director de Inteligencia Nacional con George W. Bush...Negroponte es partidario de mayor dureza en la política contra Rusia y también contra China, al menos en el mar del sur de China, y se considera afín a la política del mandatario Barack Obama para mantener el máximo de presencia militar estadounidense en el exterior.

      Los secretos ya no son muchos. Ahora se sabe por documentos desclasificados de Inteligencia Nacional en Estados Unidos que fue Hillary Clinton quien se encargó de armar en buena medida el escándalo de una supuesta connivencia entre el actual presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin. Los documentos los desclasificó John Ratcliffe, actual director de Inteligencia Nacional, y demuestran el papel de Obama y de quien fuera su director de la CIA, John Brennan, quien le advirtió de los planes de la señora Clinton, que de paso eludió ser investigada por su mal uso del correo electrónico. Ratcliffe dejó en claro que "no se trata de desinformación rusa", sobre todo que un informe de Brennan no podía provenir de los rusos. Se trata de revelaciones que ha estado tratando de censurar Twitter. En su momento, la Agencia Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) fue informada de los planes de la señora Clinton. En concreto, en el FBI fueron informados James Comey (alguien que debía investigar los correos de la señora Clinton) y Peter Strzok. Por otra parte, Trump tuvo que nombrar recientemente a regañadientes a Gina Haspel director de la CIA. Antigua jefe de estación del organismo en Londres, capital británica, en una época que corresponde en parte al principio del mandato de Trump, habría sido informada de planes del FBI para lanzar una campaña anti-Trump, pero  no hizo nada, por decir lo menos, para frenar la andanada. Haspel se ha estado negando rotundamente a que se desclasifiquen documentos sobre el Russiagate. El FBI no está autorizado a intervenir en una campaña presidencialen Estados Unidos, menos aún para subvertirla. El papel de la CIA es otro. El FBI puede lanzar la operación de desestabilización desde otro país; Gran Bretaña, por ejemplo, y es de lo que habría sido advertida Haspel. Se supone que la CIA "coordina" la Inteligencia estadounidense en un país extranjero. Haspel debió saber algo del "golpe blando" que se cocinaba contra Trump.

     El modo de tratar a Trump podrá ser mayoritario, y dar más aún esa impresión por los medios de comunicación masiva, pero lo anterior no quiere decir que se trate de procedimientos democráticos, y menos aún legales. Resulta un poco extraño que se sume a las andanadas gente como Noam Chomsky al inaugurar la Cumbre de la Internacional Progresista, que está encabezada por el Demócrata Bernie Sanders. Para Chomsky, hay que repetir que ante Trump, el mundo está "preocupado, si no horrorizado". Se supone así que si Trump es reelegido, "esto será terminal", por el riesgo de una guerra nuclear, porque así lo marca el "reloj del Apocalipsis", cuyas manecillas están cerca de la medianoche. Es más, 100 segundos para la medianoche. Por otra parte, como con Trump se supone que la democracia está en riesgo, Chomsky se puede permitir decir lo siguiente: "la amenaza es tomada muy en serio en las altas esferas. Para mencionar unos ejemplos, dos respetados comandantes jubilados de alto rango publicaron una carta abierta al presidente del Estado Mayor Conjunto, general Milley, revisando su responsabilidad constitucional de enviar al ejército a destituir por la fuerza a un 'presidente ingobernable' que se niegue a abandonar el cargo después de una derrota electoral". Parece que, siguiendo las palabras de Chomsky, Trump quisiera terminar con "el experimento estadounidense". De remate, ante la "pandemia", "la malignidad de la Casa Blanca está a la cabeza de esta monstruosa criminalidad". En suma: querer regenerar a Estados Unidos y sacarlos de la corrupción en la que los tiene el "Estado profundo", que se permite todos los golpes bajos y los chantajes, es "criminal". Chomsky no habla más que en términos de chantaje: "una tarea primordial de la Internacional Progresista, acaba de decir, es asegurar que todxs (sic) entremos en pánico ahora (!!!!!), y actuemos en consecuencia". Para terminar de entender que Chomsky es la última Coca en el desierto, lo siguiente: "nos reunimos en un momento extraordinario, un momento que es, de hecho, único en la historia de la humanidad, un momento tanto de mal augurio y presagio al igual que brillante de esperanzas por un futuro mejor. La internacional Progresista tiene un papel crucial que desempeñar en determinar qué dirección tomará la historia". Al fin salió la venta del producto: o la Internacional Progresista o el fin del mundo. Existe la opción de tirar a Trump o ver cómo estalla la guerra nuclear, se acaba la democracia, se daña para siempre el medio ambiente y la "pandemia" se lleva a los 700 millones de contagiados, según las siempre muy "exactas" estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si lo chantajean, por lo demás, Trump se debe dejar. !Vaya! ¿Qué hacen algunos líderes progresistas latinoamericanos en lo que Obama llamaría "el lado correcto de la Historia", junto a gente como Negroponte y el partido de los esclavistas? Pongámonos en sintonía con Estados Unidos (da click en el botón de reproducción).



LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

 La Internacional Progresista (IP) del político Demócrata estadounidense Bernie Sanders se ha tragado a buena parte del progresismo latinoam...