Ante la cercanía de las elecciones estadounidenses, no está de más repasar el historial de política exterior del ex vicepresidente y hoy candidato Demócrata, Joseph Biden. Como miembro del Comité del Senado para Relaciones Exteriores que alguna vez fue, Biden no tuvo empacho en apoyar las guerras contra Yugoslavia en los años '90, bajo las presidencias de William Clinton. Con la administración Bush Sr., Biden estuvo a favor de las guerras en Afganistán y contra Iraq. Por lo demás, Biden estuvo entre quienes propusieron una "intervención humanitaria" en Libia y luego la injerencia en Siria, ya con Barack Obama en la Casa Blanca. Como cabeza del Comité del Senado ya mencionado, a Biden no le incomodó inventarse que Saddam Hussein era "una amenaza para la seguridad nacional" estadounidense en 2002, por lo que votó por el uso de la fuerza contra Iraq. Difundió igualmente la creencia, que a la postre resultó falsa, de que Hussein tenía armas de destrucción masiva. Biden tenía en 2002 una gran influencia desde el Senado sobre el presidente George W. Bush y el hecho es que las decisiones fueron bipartidistas (Demócratas y Republicanos juntos). Dicho sea de paso, el hoy candidato Demócrata siempre supo quiénes financiaban el terrorismo y le daban armas: en un seminario en Harvard en 2014, apuntó el dedo hacia Arabia Saudita y los Emiratos Arabes Unidos (EAU) por transferir cientos de millones de dólares a distintos grupos extremistas en Siria. Es algo que no se hizo sin la aprobación de Estados Unidos. Fue la administración Obama la que durante años estuvo entrenando a fanáticos islamistas contra Siria en Jordania y Turquía. Culpar a Arabia Saudita y los EAU es nada más una parte de la historia, como denunciar a los saudiárabes en los atentados del 11/S de 2001 en la ciudad estadounidense de Nueva York.
Hace rato que en varios asuntos de política exterior se forjó un consenso bipartidista. Obama, los Clinton y Bush Sr estuvieron juntos en la condena contra Trump. Ser Demócrata no es garantía de mayor cosa: fue con James Carter a finales de los años '70 que se montó, por consejo del súperhalcón Zbigniew Brzezinski, la provocación extremista en Afganistán contra la Unión Soviética, lo que prosiguió tranquilamente después con el Republicano Ronald Reagan, un campeón de los "héroes de la libertad" de quien Obama se expresó con mucha admiración. Obama llegó a decirles a los Republicanos "aprendan de Reagan", y se deshizo en elogios sobre Nancy Reagan al momento de su muerte. En una de las tantas ocasiones en que el actual mandatario Donald Trump fue acusado de "dividir a los estadounidenses", comulgaron en la declaración Obama, Bush, Clinton...y James Earl Carter. Fue después de la muerte del negro George Floyd. Coincidieron con halcones como el ex jefe del Estado Mayor Conjunto, Michael Mullen, o más aún, el secretario de Defensa mad dog ("perro enfermo", como se hacía llamar) James Mattis. A estas alturas bien podrían estar coincidiendo con otro halcón, John Bolton. Mattis salió del gobierno en 2019 por oponerse a la retirada de tropas terrestres de Siria, ordenada por Trump. George W. Bush y Barack Obama coincidieron sin problemas en octubre de 2017 en sus críticas a Trump, y lo mejor es que Bush Jr. lo acusó de "matoneo". Para los latinoamericanos (en realidad Trump tiene apoyo en un buen porcentaje de latinos en Estados Unidos), cabe recordar que fue Barack Obama quien declaró que Venezuela es una "amenaza para la seguridad nacional" estadounidense. Como sea, la trayectoria de Biden desde los 90 dice mucho. Cabe recordar que el 13 de abril, el senador Bernard Sanders apoyó sin problemas la candidatura Demócrata de Biden. Sanders pidió incluso el apoyo de los Republicanos para el candidato. Para Sanders, Trump es "el presidente más peligroso de la historia moderna".
Nancy Pelosi, crazy Nancy, presidente de la Cámara de Representantes, no para nunca, y se ha preguntado si Trump es apto para gobernar, por lo que en vísperas de las elecciones cocina algo más: la instalación de una Comisión para permitirle al Congreso intervenir con la Enmienda 25 de la Constitución y "retirar al presidente de sus labores". No por haber bombardeado Yugoslavia, intervenido en Afganistán, destruido Iraq y Libia o por agredir de manera inaudita a Siria, sino...por dar positivo en la prueba de la Covid 19. Pero es Trump quien carece de racionalidad. Mientras tanto, algo que no sea negro, por favor (da click en el botón de reproducción):