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viernes, 16 de octubre de 2020

EN SERIO: GRACIAS, CHICAS

 Uno de estos días va a dejar de quedar claro si las mujeres son seres humanos como cualesquiera otros, o si constituyen un gremio o un estamento aparte, a la usanza medieval, pese a que hoy se nombren "grupo de presión". Y vaya que hay toda una forma de presionar y chantajear.


     En la imagen de arriba está en una arteria importante del centro de la Ciudad de México, capital mexicana, un grupo de mujeres policías llamadas "Ateneas". La imagen se distingue de muchas otras de policías en el mundo persiguiendo a manifestantes, dejándolos sin un ojo, por ejemplo (como a los "chalecos amarillos" en Francia o a los manifestantes chilenos por parte de Carabineros), o pateándolos en el suelo, o arrinconándolos contra alguna pared, etcétera. Resulta que la "chica de Berkeley" y #LadyProtocolos que gobierna la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, creó este cuerpo policíaco prácticamente desarmado (apenas llevan extinguidores por si hay algún incendio) para contener cierto tipo de manifestaciones.

     Cuando hace algunas semanas el grupo "Ateneas" estuvo conteniendo una manifestación de feministas, fue agredido por éstas, así estuviera integrado únicamente por mujeres, y salieron varias policías lesionadas: recibieron botellazos, pintura con aerosol, batazos, vidriazos y hasta se les lanzaron sus extinguidores (no faltó la que se hizo acreedora a un martillazo en la cabeza ni quien comenzara a incendiarse por recibir una bomba mólotov). La conducta de las feministas fue vandálica y la agresión provino de ellas; sus palabras contra las "Ateneas" son difíciles de reproducir. Sheinbaum tuvo que recordarles a las manifestantes que la luchadora social estadounidense Angela Davis (comunista, por cierto) peleó por el reconocimiento de las mujeres como personas. Pues bien, es lo último que les pasó por la cabeza, si les pasó, a las manifestantes feministas. Al parecer, una mujer uniformada no es una persona, y una feminista tiene por su parte derecho de excepción e impunidad para destrozar lo que encuentre a su paso: no tiene por qué comportarse como "una como cualquier otra", sino que sus "derechos y libertades" la exoneran. Las "Ateneas" no entendieron por qué fueron agredidas con tal lujo de violencia: "somos mujeres", afirmaron. Al parecer, no se percataron de que no son personas, al menos no para las feministas, desde el momento en que portan uniforme y representan la autoridad (!el patriarcado, seguramente!). Y éso que, además, se da el caso de que una "Atenea" pueda tener mejor formación que una manifestante, así se distraiga como muchos seres humanos hoy (ver foto, abajo): la policía Gabriela Torres Sánchez , por ejemplo, subdirectora de las "Ateneas", tiene dos carreras (licenciatura en derecho y otra en contabilidad) y no reniega de su "parte femenina", como la ex senadora sonorense del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional y ahora senadora por Acción Nacional, Lilly Téllez, quien se dice "fuerte y femenina", pero no feminista.

(policías trabajando, algo ya clásico en la Ciudad de México)


     El otro asunto espectacular es el siguiente. Desafortunadamente, ha sido por intervención externa que México se ha decidido a liberar a Brenda Quevedo Cruz (foto, abajo), una joven ahora de 40 años, en la medida en que fue torturada y lleva de manera inaudita 13 años en prisión sin sentencia, acusada de participar en el secuestro de Hugo Alberto Miranda Wallace (en realidad, Hugo León Miranda).

 


 Hugo Alberto es el hijo de toda una dama que no ha sido tocada por el enorme respeto que se les tiene a las mujeres, más si son madres. Se trata de Isabel Miranda de Wallace, ex candidata de Acción Nacional a la jefatura del Distrito Federal (Ciudad de México) y líder de la organización Alto al Secuestro. Esta señora, que invoca a cada rato su condición de tal, miente como respira y es algo extremadamente fácil de probar: en el caso de la supuesta secuestradora francesa Florence Cassez, hace años, se ensañó con la detenida y utilizó por ejemplo como "testigo" a un tal Ezequiel, cuando el expediente mostró a las claras que la marca de uno de sus dedos era una petequia (mancha en este caso de nacimiento) y no un "piquete de Florence la secuestradora", entre otras sensacionales irregularidades "acusatorias". Por ser una dama, Miranda de Wallace ha tenido derecho a todas las impunidades, entre ellas la que le otorgó el extraviado Miguel Angel Mancera, ex jefe de gobierno de la capital mexicana,  y el respaldo de grandes intereses de derecha, incluído el de el hoy detenido en Estados Unidos ex súperpolicía Genaro García Luna, y el del presidente Felipe Calderón. El padre biológico del presunto secuestrado no es José Enrique del Socorro Wallace, sino Carlos León Miranda (primo hermano de la doñita), y el mismo "secuestrado" hizo uso de sus tarjetas de crédito y fue visto en un aeropuerto citadino después de haber sido descuartizado con una sierra eléctrica. 

     Los periodistas Anabel Hernández y más recientemente Ricardo Raphael han documentado exhaustivamente qué clase de alimaña es doña Isabel Miranda de Wallace. Y resulta que es una mujer. Por lo visto, ser mujer no es garantía de nada y no debería mover a impunidad, ni a derechos especiales: simplemente se les pide ser "uno como cualquier otro", como se le pediría a quien abusa por creer que es más importante ser varón que ser Hombre (persona). Ser mujer es ser persona, con todo lo que implica, es decir, que hay que hacerse persona, porque no se "nace persona". De todos modos, a estas alturas se sabe quién desde Estados Unidos instiga y financía ciertas "causas" feministas. Que los machines que de repente han recuperado la vista o mienten para convivir se estacionen en esta versión muy cool de la renuncia al patriarcado, distinto del machismo (da click en el primer botón de reproducción). Si otros están más chapados a la antigua, tienen al himno de los machos, "Mujeres divinas", para chillar a gusto (click en el segundo botón). Y las mujeres... pues a lanzar botellazos y a torturar inocentes. Todo como es debido.





FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...