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martes, 24 de noviembre de 2020

FIESTA EN AMÉRICA

 El siguiente es el mapa de las máquinas de conteo electoral en los estados de los Estados Unidos. En color naranja aparecen las máquinas de conteo de votos contratadas con la empresa Dominion Voting Systems.


No deja de resultar llamativo que Dominion haya realizado el conteo entero en Georgia e importante en Arizona, los estados de los Grandes Lagos, como Michigan y Wisconsin, y sobre todo en Pennsylvania y parte de Nueva York y Nueva Jersey. Dominion, radicada en Toronto pero con su cuartel general en Denver, en el estado estadounidense de Colorado, cabildeó en el Congreso para que le asignaran conteos, contratando a la empresa Brownstein Farber  Hyatt & Schrek. Una de las lobbystas de esta empresa es Nadeam Elshami, jefa del staff de Nancy Pelosi, portavoz Demócrata de la Cámara estadounidense de Representantes. Tan sólo en Georgia, Dominion empleó a ocho lobbystas. Dominion fue adquirida hace poco por Staple Street Capital, hedge fund localizado en Nueva York. Un miembro del equipo ejecutivo de esta empresa es William Earl Kennard, quien fuera embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE) durante el mandato del presidente Barack Obama. Kennard fue nombrado asimismo miembro del equipo de WarnerMedia ligado a AT&T (American Telephone and Telegraph), que controla Cable News Network (CNN). Por lo visto, el sistema de conteo de votos en Estados Unidos se vende y se compra, algo que no debiera extrañar donde impera para todo el negocio.

      La "falla" en la manera de contar de Dominion fue encontrada primero en el condado de Antrim. Michigan. En Georgia, "fallas" similares - con "caída del sistema" -aparecieron en los condados de Morgan y Spalding. Dominion llamó simpáticamente a quienes contaban los votos para explicar que la "caída" se había debido a una "actualización del sistema" en la noche. Al rato, Dominion estaba con "fallas" en el condado de Oakland, Michigan. En Rock County, Michigan, la "falla"trasladó más de 9 mil 500 votos del mandatario Donald Trump al candidato Demócrata Joseph Biden. En Pennsylvania, Dominion fue usada en los condados de Armstrong, Carbon, Clarion, Crawford, Dauphin, Delaware, Erie, Fayette, Fulton, Luzerne, Montgomery, Pike, Warren y York. Desde un principio hubo llamadas advirtiendo de que las máquinas estaban presentando "fallas" y retrasos. En Arizona también se reportaron problemas, por ejemplo en el condado de Maricopa.

     Como se puede apreciar en el mapa, Georgia fue prácticamente el único estado (en naranja, arriba de Florida) en asignarle todo el conteo a Dominion, pese a la oposición, incluso, de Demócratas. Una prueba de las máquinas de conteo en ese estado en 2019 detectó "fallas" en seis condados. Desde hace tiempo, un Comité del Senado estadounidense había advertido que Dominion era vulnerable al hackeo y no garantizaba la integridad del sistema electoral estadounidense. Cabe señalar que el sistema de voto de Dominion pasa por un código de barras que le dificulta al elector comprobar por quién votó, según la organización Citizen Oversight, que demostró por lo demás cómo en 2016 Hillary Clinton le robó las elecciones Demócratas a Bernard Sanders.¿Fueron "fallas" aisladas o un fraude sistemático? El modo de funcionamiento de Dominion deja bastante lugar a dudas.

     Curiosamente, el general de la Fuerza Aérea retirado Thomas McInerney informó de que le había sido revelado un plan para robar las elecciones de 2020. Por este camino reaparecieron los sistemas The Hammer y Scorecard para alterar desde los servicios de inteligencia resultados electorales estadounidenses. Un reporte previo en el mismo sentido fue hecho en marzo de 2017 por Alan Jones y Mary Flanning.

     En otros niveles, hay también evidencias de alteraciones, como en el caso del empleado del servicio postal de Estados Unidos que fue obligado a cambiar las fechas de votos retrasados en Michigan. Entretanto, en el mismo estado, en horas de la mañana del 4 de noviembre y sin testigos unos 138 mil votos cambiaron de Trump a Biden. No es todo: a las 4:30 de la mañana del 4 de noviembre llegaron a Detroit centenares de miles de votos en camiones de basura. ¿Es una forma especial de votar a Biden? Ya se han establecido muchos hechos, sin que se hayan nombrado aquí todos. CNN decidió dar a conocer los hechos de la siguiente inaudita manera: "el intento de Trump por robar la elección se desmorona". El clima se puso feo: mientras la política Demócrata Alexandria Ocasio-Cortez pidió listas de trumpistas para exigirles "cuentas", distintos jueces se pusieron a perseguir a quienes ofrecieron evidencias de fraude, como si en la ley de Estados Unidos las testificaciones bajo juramento (affidavits) no fueran por sí mismas evidencias (entonces centenares o miles de estadounidenses se habrían puesto de repente a mentir deportivamente delante de la ley). 

     Este es el estilo de proceder: no juegan más que a "tener intereses", como les llaman a sus beneficios, pero si se hilan esos intereses se está en la "conspiración". Así, algunos se preguntaron qué hacía el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) a través de su líder, Klaus Schwab, ante el Consejo de Negocios de Chicago. Es Schwab, nadie más, quien dijo en esta ocasión y escribió por lo demás que el "Gran Reinicio" del capitalismo busca fundir las identidades biológica, física y digital. The New York Times afirmó que esta afirmación era "conspiracionista de extrema derecha " el mismo día en que Schwab la recitaba en Chicago.

     Como lo ha hecho notar el analista Paul Craig Roberts, el sistema de Justicia estadounidense: 1) se olvidó de indiciar a los funcionarios que orquestaron el show del Russiagate y cometieron felonías federales, 2) se olvidó de indiciar a Biden y su hijo metidos ambos hasta las cachas en asuntos de corrupción, y 3) parece ahora querer descartar testimonios bajo juramento (y por escrito) como si no hubiera castigo penal para el perjurio en Estados Unidos y no se tratara de evidencias. ¿Tienen el tapabocas en los ojos?

     Una parte de los Republicanos puede querer salvar finalmente la reputación de Estados Unidos y no hacer más olas, a reserva de lo que pueda llegar a la Corte Suprema o hasta la Cámara de Representantes. No está descartado que todo sea producto de un exceso de whisky en la cabeza del abogado de Trump, Rudolph Giuliani. Pero si algunos, incluyendo buena parte de la izquierda latinoamericana, están en el fondo escogiendo a Biden, no falta mucho para mostrarles qué clase de elección hicieron. Se puede adelantar que Wall Street y el Pentágono han estado de fiesta.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...