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domingo, 28 de febrero de 2021

PAPI TWO

 El guarro acaparador Jean Meyer Barth, autor del panegírico de la mal llamada "cristiada", escribió hace algún tiempo en el periódico mexicano El Universal una historia que sugiere que, a partir de cierto momento, nuestro amigo el Fuhrer se empezaba a quedar sin amigas, porque Francia y Gran Bretaña se habían resuelto a defender Polonia de las ambiciones alemanas, así que las andaba buscando por otra parte. Supuestamente, el eterno malo de la película, Stalin, se había puesto a coquetearle a Fito antes de la caída de Madrid en la guerra civil española. Es decir que, además de todas sus amigas entre el gran capital británico, francés y estadounidense, nuestro bienamado Hitler se dejaba seducir por lo que, según el cerdo anticomunista Meyer, era la "iniciativa" del muy sanguinario "dictador" soviético. Así que el 23 de agosto de 1939 "cayó como bomba" el anuncio del pacto germáno-soviético. Seguramente duela que el Fuhrer se haya lanzado primero contra Occidente.

      Cada quien puede hacer una cronología a su gusto. Lo importante es que no falte a la verdad. Esta dice que menos de un mes después de que Hitler se anexara Austria (en el famoso  Anschluss), el 12 marzo de 1938, Stalin les propuso a Francia y Gran Bretaña un acuerdo de seguridad colectiva europea. Fue el 28 de marzo de 1939 que sucumbió la capital española, por lo que el "dato" de Meyer no deja de ser algo dudoso. La iniciativa de Stalin, que fue rechazada, iba dirigida en realidad a Gran Bretaña y Francia. Ocurre más bien que el 30 de septiembre de 1938, los soviéticos no fueron invitados a la Conferencia de Munich donde Gran Bretaña y Francia no tuvieron inconveniente en regalarle al Fuhrer los Sudetes checoslovacos. En marzo de 1939, el ejército alemán se adentró finalmente en territorio checoslovaco. En abril del mismo año, Stalin les propuso a británicos y franceses un pacto contra las agresiones nazis. La propuesta fue rechazada. Hubo cosas peores, que muestran en los hechos con quién sí querían y con quién no las potencias de Europa Occidental. El 27 de mayo de 1939, Gran Bretaña mandó a tratativas con la Unión Soviética a un funcionario de última categoría, el oficial William Strang, para colmo un ferviente antibolchevique y, por si fuera poco, miembro de la pro-nazi Amistad de Becas Anglo-Alemana, fundada en 1935. Es lo que dice: te presento ya no a unas amigas, sino a mi amante...Digamos que a los soviéticos no les pareció del mejor gusto.

     La evidencia presentada arriba muestra, sobre la base de trabajos historiográficos documentados, que a diferencia de otros, Stalin estuvo buscando con insistencia un acuerdo para detener a Hitler. A la siguiente, nuestro Fuhrer se lanzó contra Polonia. Lo que afirma Meyer, en el sentido de que en este momento Occidente "al fin"se puso a hacer algo, es falso, o más bien, una verdad a medias: atención con la información que sigue, ya que corresponde al periodo inmediato posterior al Pacto Germano-Soviético (Molotov-Ribbentrop).

     James D.Mooney, director de la General Motors (estadounidense) en la Alemania nazi, trató de mediar para que no se enturbiaran las relaciones anglo-alemanas por el asunto polaco. Mooney, que había sido condecorado por Hitler, se entrevistó con éste  en marzo de 1940. Alemania todavía no había abierto fuego contra Francia, lo que ocurrió hasta mayo de ese año. Para el caso, es irrelevante que Francia y Gran Bretaña le hubieran declarado la guerra a Alemania, que no les hizo mucho caso, ocupada como lo estaba en tragarse a polacos. Mooney le aseguró a Hitler que "los estadounidenses habían comprendido muy bien la necesidad alemana de tener un espacio vital". Si Alemania quería seguir expandiéndose hacia el Este, no habría problema. En esta misma dirección trató de mediar el embajador estadounidense en Gran Bretaña, Joseph Kennedy. Si el apellido suena conocido, lo es, y era simpatizante de la Alemania nazi: se trataba del padre de John F. Kennedy, futuro presidente de Estados Unidos. En otros términos, por si no queda claro: aún después de invadida Polonia, y mientras Francia y Gran Bretaña decían haberle declarado la guerra a Alemania por el asunto polaco, se seguía tratando como fuera en Occidente de convencer a Hitler que siguiera en la dirección escogida, hacia el Este, y que la calmara con Europa Occidental. El periodo es conocido como el de la Phoney War("guerra falsa"). Franceses y británicos le declararon la guerra a un Hitler mala copa el 3 de septiembre de 1939, a las pocas horas de la invasión nazi a Polonia, pero Francia apenas se movió en la llamada también "guerra de broma" (drole de guerre), mientras altas personalidades estadounidenses trataban de convencer, como buenas amigas, a nuestro Fito ya algo pasado que no la agarrara en la dirección equivocada, sino que le siguiera en la buena. Pasaron 9 meses, todo un parto, antes de que el atrabancado Fuhrer se lanzara contra Francia y fue el lapso que se tomó Gran Bretaña, que no hizo mayor cosa por defender a Noruega, para mandar al continente a su Fuerza Expedicionaria casi a ver "si se ofrecía algo" para retirarse luego de inmediato, sin meter las manos por Polonia.

      Meyer Barth llegó a escribir: "el estratega del Kremlin no quería participar en una guerra que juzgaba inevitable (?) y que lo dejaría en situación de árbitro de Europa para recuperar los territorios perdidos en 1919 (?)". Esta frase carece de sentido, entre otras cosas porque la Unión Soviética (que no existía en 1919, por lo que tampoco podía tratarse de recuperar nada) no podía arbitrar nada en un continente copado entre la Alemania nazi, sus anexos, la Italia fascista, la España franquista, etcétera. Lo que sí "revela" Meyer es que Hitler supuestamente habría gritado "!me engañaron!" cuando Francia y Gran Bretaña le declararon la guerra. No tanto, puesto que todavía lo dejaron hacer en Polonia. El Fuhrer se tomó un tiempo más, hasta julio de 1940, en ir a largarle unas cuantas bombas a Inglaterra con la esperanza de que no pasara a mayores, la misma esperanza que había mantenido papito Kennedy. 

      Estábamos ¿en que Stalin qué cosa?¿No habrá mandado matar a John F. Kennedy con Novichok? Aquí, una foto de un amigo bien guapetón de la familia Kennedy,



   

    

     

viernes, 26 de febrero de 2021

CHEQUE EN BLANCO, A NADIE, DE PREFERENCIA

 La izquierda latinoamericana no comunista tiene algunos defectos, entre ellos el de aspirar a la gloria a la usanza del Antiguo Régimen , antes incluso que a la riqueza, lo que puede dar en maratones de oratoria como los que acostumbraba el líder cubano Fidel Castro o en retórica como la que exhibió en su reciente visita a México el presidente argentino Alberto Fernández, incapaz de soltar una frase sin citar a algún prócer, como si fuera campeonato de grandeza. No es mucha la diferencia con la derecha oligárquica o con populismos como el del mexicano Partido Revolucionario Institucional (PRI), salvo que se haya olvidado que el presidente José López Portillo se creía Quetzalcóatl  con crudo y el mandatario Carlos Salinas de Gortari algún tipo de émulo de Emiliano Zapata. No deja de llamar la atención que los haya escogidos para "hacer Historia", como si fuera asunto de elegidos y no de pueblos: en este caso, como ya se ha sugerido antes, la Cuarta Transformación mexicana pretende haber trascendido antes de haber dado resultados definitivos y de que sea el tiempo el que juzgue. La gloria no está desligada del anhelo cuasi religioso de "trascender", de agarrar de una buena vez lugar en la posteridad, y esta creencia permite por lo demás ahorrarse una conducta ética en la Tierra. Algunos, más pragmáticos, saben que gloria es como fama o reputación y juegan el juego cortesano: crearse una imagen para administrarla, sin importar que derive en "crea fama y échate a dormir". Para el caso, se puede recurrir a José Martí o incluso a Karl Marx, la cosa es significar que es en grande y que nadie se está ocupando de Pablo Pueblo o de Juan Pachanga. Esos tiempos pasaron, sin que deban ser idealizados, mucho menos como una "época muy bonita" (¿de asesinatos, torturas, desapariciones, exilios?) Cuando se observa a Fidel Castro en retrospectiva, no puede dejar de notarse la puesta en escena y las dotes de histrión, al grado que un comunista guatemalteco llegó a recetarle al cubano dedicarse mejor al teatro.

      Los autodenominados "demócratas liberales", ignorantes del liberalismo primigenio, juegan muy bien a lo que hace el mundo de los negocios. Ningún jefe se te acerca diciendo "te voy a explotar", sino que "vas a ganar más por tu trabajo". Pues bien, la izquierda del progretariado o progresista, no exenta de raigambre nacional-popular, promete "tu derecho a la felicidad" o "perder el miedo a ser feliz", además de humanizar el capitalismo, prestándose a la sospecha si la actitud no corresponde. En más de un caso, parece la creencia del necio: "que lo correcto de mi teología compense lo incorrecto de mi actitud", llevando a más de uno a preguntarse por qué se presenta la disociación entre lo pregonado y lo actuado. No es culpa de los próceres: el problema está en la manera de usarlos para engrandecimiento propio, personalísimo. Como en el Antiguo Régimen también, el asunto no deja de ser sacerdotal: se sermonea pero se hace "lo que da la gana", porque como los autodenominados "demócratas liberales" se cree haber conseguido con el poder patente de corso e impunidad, además del derecho y la libertad de conjugar la soberbia con la más crasa ignorancia. No queda claro qué hacen este tipo de arribistas en el lópezobradorismo mexicano, aunque no sean mayoría, ni por qué se tiene temor a dejarlos en segundo plano, mientras los medios de comunicación masiva, nada tontos, empujan a encontrar gloria y trascendencia en el parloteo autocomplaciente delante de los reflectores o de los micrófonos. No falta el espíritu de casta: si hay ungido, debe estar entre Sheinbaum, Ebrard Casaubon o Clouthier. No se ha escuchado que el asunto vaya a dirimirse entre María Luisa Albores González, Delfina Gómez o Adelfo Regino. Y empujan en el mismo sentido desde los "demócratas liberales" hasta sectores del lópezobradorismo, a la espera del candidato más polko posible. Ya se sabe que hay una fracción enquistada en Palacio cerca de la señora del jefe y su aplomo desmedido.

      Tampoco es propio de la izquierda mencionada el reconocimiento de errores a ser enmendados, como no lo es de lo que algunos llaman "izquierda democrática" (la que adultera la palabra "socialismo" para hacer socialdemocracia),. Pésimo sería que en verdad el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa haya dicho que "de los errores se habla al día siguiente de la victoria". Pésimo es que la Revolución Cubana haya instaurado la costumbre de la negociación cupular pasándole la cuenta al pueblo, después de lanzarlo a las armas. Historias no faltan: desde el turbio papel en recibir al líder guerrillero Joaquín Villalobos, asesino del poeta salvadoreño Roque Dalton, y el igualmente turbio suicidio de Salvador Cayetano Carpio (el proceso legal sobre el asesinato de Mélida Anaya Montes lo exoneró), hasta el hospedaje a Salinas de Gortari. La razón de Estado seguramente se puede entender. La actitud alejada de lo que se pregona y cercana a la intriga cortesana es otra cosa. Cuba creó durante un buen tiempo en grandes hoteles de La Habana conspiraciones -bastante lejos del juicio de realidad- que recrearon también una casta de adeptos a quienes, en el fondo, nunca se les reclamó mayor ética. Vale para el presidente nicaraguense Daniel Ortega y su hijastra Zoilamérica, así haya que defender al actual sandinismo de los intentos de "golpe blando" estadounidenses. Es curioso, pero no muy diferente del comportamiento impune de las oligarquías: entienden lo recibido como un cheque en blanco, "porque les es debido". Así pasó con algunos líderes del 68 mexicano, por ejemplo: Raúl Alvarez Garín, protegido de Elena Poniatowska, se creó un mito viviendo por décadas de la mentira y coincidiendo como "libertario" con la derecha empresarial en el ánimo de buscarle pleito al presidente Luis Echeverría Alvarez, inocente del caso, pero sin tocar jamás al ex regente capitalino Alfonso Corona del Rosal, siendo éste el gran culpable de los sucesos del 2 de octubre en Tlatelolco. Después de todo, es como entre los "demócratas liberales", nadie les puede dictar moral alguna, ni pedirles congruencia entre lo dicho y lo actuado en los hechos, ni que dejen sus formas apenas encubiertas de compadrazgo y acaparamiento. 

     Se acaba de descubrir en Francia con el escándalo Duhamel: el hijo de Bernard Kouchner abusado sexualmente en medio del silencio cómplice de la izquierda caviar. En La familia grande, Camille Kouchner considera que se calla -como tantas veces se ha callado ante comportamientos muy poco éticos de cierta izquierda y su intelectualidad, la procubana incluída- porque callar es una manera de "pertenecer" a un mundo -y no perder nunca un lugar en él- que después de todo considera, como las familias de ricos, que la ropa sucia se lava en casa, si es que el asunto no se trata de sepultar como "secreto de familia". Hasta ahora, salvo en muy, muy escasas excepciones, como la notable del brasileño Frei Betto, el progresismo latinoamericano, demasiado apegado al modo de proceder de los cubanos, no ha hecho examen de los errores cometidos, salvo excepciones como la boliviana por el empuje popular. El lópezobradorismo mexicano podría lograr algo similar por el simple propósito de querer erradicar la corrupción, pero al lado de gente honesta hay otra que despide un fuerte olor a formas clientelares o incluso nepotistas y ansias de gloria, al grado de perder contacto con la Tierra, como la secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval. No se trata de ver en blanco y negro al lópezobradorismo: como con todo, sería preferible ver qué contradicciones están en juego, en un proyecto que busca eliminar la corrupción estatal y las intermediaciones innecesarias, pero que no logra desprenderse de protagonismos de "amigotes", sin que lo quiera parar el líder. Es desaforado cuando al ansia de gloria se suman las posibilidades de vedettismo ofrecidas por los medios de comunicación masiva, algo de lo que los acaparadores "demócratas liberales" saben bastante, como de la desmesura en la ambición. Los años del seductor de la patria y sus sucesores fueron la repetición incesante de los mismos nombres, entre amigotes pero sin mucho trabajo de equipo: una parte del lópezobradorismo, no toda (por ejemplo la secretaria del Trabajo, Luisa Alcalde, ha sabido ir en sentido contrario) está en lo mismo, en la camarilla, y tal vez con mayor mediocridad que Zona Paz.

      En su idiotez, Venezuela, mediante su Premio Libertador, ha logrado durante años recompensar a quienes han proporcionado las coartadas ideales para no meterse con las costumbres oligárquicas de cierta parte del progresismo latinoamericano, desde una teoría de la dependencia que nunca se percató de que había una clase dominante nacional no capitalista hasta quien dió la justificación cultural barroca para dicha clase, pasando por la petulancia de los críticos al eurocentrismo en pleno siglo americano (estadounidense). En efecto, la justificación de la disociación entre "teología" y "actitud" está teorizada a manera de coartada y vivida como parte ineludible de costumbres incuestionables: ya debería haber llamado hace rato la atención el hecho de que el lópezobradorismo desprecie la meritocracia, al decir de varios exponentes de aquél. En fin, sería de esperar que por sus propios propósitos México decididamente vuelva a adelantarse en América Latina: que junto con la corrupción destierre los hábitos clientelares (¿colaborativos?) que le sirven de basamento. La oposición, está visto, es un grupo de cuates, salvo excepciones. Sería preferible que el lópezobradorismo aislara en su seno este tipo de prácticas que no le hacen ningún bien, así estén enquistadas en ámbitos bastante localizados (ni se diga cultura y educación: ahora la mujer de Paco Ignacio Taibo II, Paloma Saiz, lo acompaña sin saber nada de nada en el Instituto Nacional de Formación Política del Movimiento de Regeneración Nacional ). Es, en verdad, una camarilla sin ningún sentido del servicio público. No es que sea lo propio en exclusiva de la izquierda hablar del interés general ("de todos") y buscar apenas el beneficio personal. Es un resorte de toda dominación e incluye la manera de llenarse la boca de los "demócratas liberales", a quienes no hay que escarbar demasiado para encontrar que siguen la pista de los grandes negocios. Pruebas hay muchas de lo que no va en las izquierdas no comunistas y en sus disociaciones: se puede simpatizar con ellas, pero no debiera extendérseles un cheque en blanco. Aunque sea porque lo dijo Paquita (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 24 de febrero de 2021

RUSIA: ¿EU NO SABE DETENERSE?

 Rusia ya está acostumbrada. Cualquier cosa, así sea inventada, es buena en Estados Unidos y Europa Occidental para crear nuevas sanciones contra los rusos, pero sobre todo para cortarles los vínculos que puedan tener con la propia Europa.

      Estados Unidos, con Joseph Biden a la cabeza, ya anunció una nueva oleada de sanciones contra Rusia por un asunto de ciberataques y en defensa del opositor Alexei Navalny. En 2020 hubo un masivo ciberataque a nueve agencias gubernamentales estadounidenses y varias empresas privadas. En realidad, Washington no tiene pruebas de que haya sido Rusia. Los equipos de inteligencia sólo dicen que "probablemente" fue el Kremlin. Es Biden quien quiere ser más decidido en adjudicarle el ataque, a través de un software de la firma tejana SolarWinds, a Moscú. Lo más curioso es que el mandatario ruso Vladimir Putin ha propuesto la cooperación en el ciberespacio y que la asesora adjunta de ciberseguridad del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, Anne Neuberger, aseveró que se tardará varios meses en saber qué sucedió. No se conocen ni las dimensiones ni la escala del ciberataque, pero la administración Biden encontró una respuesta antes de la investigación. No está de más recordar que en el pasado se culpó erróneamente a Rusia del hackeo del servidor del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés). El dudoso Wikileaks dijo que se trató de un "trabajo interno" y se vinculó al hecho a la Central de Inteligencia Americana (CIA), pero como sea se culpó a Moscú. No hay una acusación contra Rusia que no resulte falsa, pero, como quien dice en México, los estadounidenses ya agarraron a Rusia "de su puerquito".

     Al parecer, no es el único terreno en el que los Demócratas se preparan a seguir molestando. El mandatario Donald Trump quiso sacar a las tropas estadounidenses que aún quedaban en Siria, pero el Pentágono le mintió al presidente sobre su número. Con Biden se ha decidido desde ya construir una nueva base militar estadounidense en suelo sirio. Desde el 6 de febrero del año en curso llegaron unos 50 camiones militares estadounidenses a la región de Hassaké para iniciar la construcción de la base. Cabe señalar que el nuevo secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin, supervisó durante la presidencia de Barack Obama todas las agresiones de la súperpotencia en Oriente Medio. Austin (un negro) creó un programa de 500 millones de dólares para financiar a "rebeldes" sirios, no se sabe si moderadamente radicales o radicalmente moderados.

     A diferencia de Trump, Biden tampoco planea largarse de Afganistán, donde los rusos han hecho una alianza temporal con los talibanes para impedir la entrada de gente del Estado Islámico. Con los talibanes alguna vez en el poder, disminuyó la producción de opio, pero desalojados aquéllos y con nuevos sujetos respaldados por los estadounidenses, dicha producción se incrementó significativamente, al igual que las muertes por consumo de heroína en Occidente. Este es otro ejemplo del tipo de cosas que hace el gran capital occidental y su gente: alianzas con el crimen organizado. Así lo mostró alguna vez un reportaje extenso sobre la base estadounidense de Bagram en Afganistán, desde la cual se utilizaba la repatriación de cadáveres para transportar heroína. Son estos estadounidenses los que ven con malos ojos los contactos rusos con los talibanes, que prohibían la producción de opio.

      Cabe señalar que recientemente, un alto jerarca militar del Pentágono declaró a Rusia "una amenaza para la Organización del Tratado del Atlántico Norte" (OTAN). Según Jonathan Hoffman, portavoz del Departamento estadounidense de Defensa, "vemos el afán de Rusia por socavar la seguridad y la estabilidad en todo el mundo con su enfoque autoritario. Lo notamos incluso en su cooperación con China". Puestos a decir cualquier cosa, ¿por qué no? Quienes socavaron a Trump y vieron con buenos ojos la llegada de Biden ya pueden saber no que Rusia es la gran amenaza ("todo el mundo" lo sabe), sino que Estados Unidos está dispuesto a seguir financiando terroristas (Siria), al crimen organizado (Afganistán), a gente que ha manejado "discursos de odio" contra los musulmanes (Navalny) y a inventar ficciones (en el caso de los ciberataques). ¿Debe entenderse que es lo normal porque "Estados Unidos está de vuelta"?¿O el asunto es no saber detenerse (da click en el botón de reproducción)?



domingo, 21 de febrero de 2021

Y AHORA, LA MISMA VACA...ES SAGRADA

 Si bien no se trata de minimizar la Covid 19, no se puede excluir que esta epidemia esté siendo utilizada para hacer pasar otro tipo de asuntos que tienen poco que ver con una crisis sanitaria que por lo demás, hay que decirlo de entrada, no es global, como lo puede comprobar cualquiera examinando las cifras de la enfermedad con el motor de búsqueda de Google y viendo lo que ocurre en gran parte de Africa y Asia. El actual SARS-Cov-2 es tres veces menos letal que el de 2003 (SARS-Cov) y diez veces menos letal que el de 2012 (MERS-Cov). Una persona contagiada de sarampión puede infectar a 20 más; una de SARS-Cov-2 a dos o tres. es decir, diez veces menos. 

     La forma de hablar de la actual epidemia no es muy grata: si se difunde diariamente y con bombo y platillo el número de fallecidos por cáncer o por diabetes, bien se puede terminar con un montón de gente asustada dispuesta a aceptar cualquier cosa, hasta una inyección de jugo de guanábana si es de Pfizer, con tal de librarla. La difusión es mínima sobre los recuperados: en el 85 % de los contagiados las formas de la Covid 19 son muy benignas, el 99 % se recupera y el 90 % de los que fallecen son personas de la tercera edad. No se ha armado un escándalo por el hecho de que cada año la gripe infecte a mil millones de personas y mate a 650 mil. El riesgo de saturación de los hospitales tampoco es una novedad, ya que ocurre con cierta frecuencia con la gripe estacional en países desarrollados. Se sabe poco, por ejemplo, que luego de ser reevaluados, tan sólo el 12 % de los certificados de defunción en Europa atribuidos a la Covid fueron realmente tales. 

      Si los medios de comunicación masiva hicieran con la gripe lo mismo que con el SARS-Cov-2, durante un buen tiempo se tendría cada día el anuncio de tres millones de nuevos casos y de dos mil muertos. Si se tratara de la tuberculosis, se reportarían a diario 50 mil nuevos casos y cinco mil muertos. Cada año, sin que se mueva un dedo, o casi, la tuberculosis afecta a 10 millones 400 mil personas y mata a un millón 800 mil personas, sin que se le pida a Pfizer, Moderna o AstraZeneca la "cura milagrosa". 

     Ya se sabe que es posible pensar que en varios países de Europa la muerte de ancianos (80 % del total) se debió en gran medida a las negligencias insultantes en los asilos. En otros casos, la negligencia al negar la existencia de tratamientos eficaces ha contribuido a fallecimientos probablemente evitables y a esa forma de "ejecución" que llega a ser la intubación, contra la cual alertaron médicos (sudcoreanos, por ejemplo) desde principios de la epidemia, llamando a medidas de oxigenación menos draconianas. 

     En el caso de México, que destaca por su alta letalidad (muertos/contagiados), que podría ser la más alta del mundo, y por su mortalidad, no todo puede ser atribuido a un sistema de salud que ciertamente fue recibido en ruinas, ni al hecho de que la gente se alimente de gansitos Marinela. Es indudable que los médicos fueron dejados al garete, que los medios de comunicación masiva descalificaron los tratamientos eficaces existentes, contribuyendo en grande a la desorientación, y que las autoridades de Salud no han hecho más que seguir, a su modo (la oposición tiene el suyo), los tics estadounidenses, de las grandes corporaciones farmaceúticas, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los grandes medios de comunicación masiva: es muy sencillo, no se ha seguido la pista de las curas, sino la del dinero o, más exactamente, la de la ganancia

      Después del autogol estadounidense del 11/S de 2001 se tomaron medidas en los aeropuertos contra el riesgo del terrorismo. Este parece haber pasado y se sabe por lo demás que respondió en más de una ocasión a operaciones llamadas "de falsa bandera". Aún así, en los aeropuertos del mundo se conservaron medidas de observancia obligada crónicas. Algo similar puede pasar con la actual epidemia mientras la intelectualidad, la de los autollamados "demócratas liberales" y la del progretariado, da por sentado en total sumisión que no hay más que vacunarse y aceptar la "nueva normalidad", que consiste en que el líder del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, afirme que ya nada será como antes, por la simple y sencilla razón de que el capital, al borde de una gran crisis desde antes de la epidemia, necesita hacer pasar su "cuarta revolución industrial" para ver si logra revertir un problema crónico con la caída tendencial de la tasa de ganancia. Unicamente se necesitan dos operaciones mentales muy sencillas para tragarse la última moda ideológica, que como lo hace el diablo consiste en hacer creer que no existe: confundir "el mundo" con Estados Unidos y luego Estados Unidos con el gran capital. Lo demás llega solo. Por cierto, no estaría mal que cada vez que alguien siente que está un poco más caliente que de costumbre o que lo enfrían un poquito deje de culpar al cambio climático. Es que viene en el próximo paquete y es parte de algo que muchos ecologistas no quieren reconocer: el corporate greenwashing, en concreto la forma de las corporaciones de hacerse pasar por "sustentables" cuando llevan a cabo prácticas no sustentables. Nunca está de más insistir no en la vacuna, sino en el carácter fraudulento del capitalismo actual.


 

 



viernes, 19 de febrero de 2021

RUSIA: STRANGERS IN THE NIGHT

 En cierto sentido, era de esperarse. El nuevo presidente estadounidense, Joseph Biden, suavizó un poco las cosas con China, "competidor estratégico", y las endureció con Rusia, de la que afirmó: "sus líderes intentan describirnos como si fuéramos tan corruptos como ellos. Pero el mundo, entre ellos los propios ciudadanos rusos, sabe que no es verdad". En suma: Estados Unidos sabe mejor que el mundo lo que quiere el mundo y mejor que los rusos lo que quieren los rusos. Además, los corruptos son los rusos, no los Demócratas con sus típicas maneras de ganar las elecciones (desde John F. Kennedy, por cierto, algo que se puede probar, aunque a veces tenga que decirse que el mismo Kennedy usó métodos "no siempre ortodoxos" y ocultarse, qué creen, que el padre del asesinado presidente era simpatizante de Hitler y amigo de la mafia, que colaboró activamente para la victoria Demócrata en las elecciones estadounidenses de 1960 ).

     Ya ha habido ocasión de hablar de cómo el gran capital promueve a gente dudosa, digamos que con "discursos de odio" o "supremacistas" y no, no se trata del mandatario Donald Trump. Apenas llegado a la presidencia, Biden le exigió a Putin la "liberación inmediata" del opositor Alexei Navalny. Antes de proseguir, cabe señalar que los Demócratas guardan una peculiar relación con Rusia. La ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, y la líder de la Cámara estadounidense de Representantes, Nancy Pelosi, querían saber durante el más reciente intento de juicio contra Trump si éste no había estado "al teléfono con el presidente ruso Vladimir Putin" durante los sucesos del 6 de enero en el Capitolio. Puede ser. Yo mismo hablo con Vlady Putin cada vez que tengo que hacer un blog y él me va diciendo el tipo de fake news que debo poner: por ejemplo, que entre el mafioso Samuel Mooney Giancana y una manita de Francis Albert Sinatra (Frank Sinatra, vaya) colaboraron para que Kennedy, en una cerrada contienda con Richard Nixon en 1960, consiguiera el voto negro en Chicago y "arreglos" en estados como Virginia Occidental. La mafia designó incluso al vicepresidente, Lyndon B. Johnson, pero los corruptos son los rusos y el sistema electoral estadounidense está en cambio fuera de toda sospecha. Por favor, que nos reciten algo sobre los "pesos y contrapesos" y “los derechos y las libertades".

     Navalny, para algunos el "Nelson Mandela" ruso, cuenta con un amplísimo apoyo de aproximadamente el 2 % de la población rusa, !burp!, que es lo que obtiene cualquier opositor pro-occidental. Como dice Biden, el mundo lo sabe. Navalny se inició en la política en los años '90 con los autodenominados liberales y llegó a fundar su propio partido, Narod (Pueblo), claro que sin ser populista, aunque tuviera un fuerte discurso contra los inmigrantes y en particular contra los musulmanes. Al parecer, se vale o hay que ocultarlo cuando se trata de ser hostil al "zar" (?) o "autócrata" Putin (el autócrata ejerce una autoridad ilimitada y gobierna para sí mismo, pero la más reciente Constitución rusa no dice éso, como sea la gracia es que suene a "zarista" y por ende a "imperio" y "amenaza"). Navalny le descubrió un gigantesco palacio a Putin, donde éste se dedicaría incluso a deleitarse con el table dance. No importa al parecer que dicho palacio, de mil millones de dólares,  esté en obra, no habitado por nadie, y que pertenezca al multimillonario Arkady Rotenberg. Ni siquiera es para gozarlo ni hacer orgías, sino para convertirlo en apartotel.

     Hasta el progretariado de izquierda latinoamericano, no muy alejado de los Demócratas y de "lo que sabe todo el mundo" (por lo que no es necesario indagar nada: ¿ya lo sabe el mundo, no?), se cree que en la Federación Rusa mandan la mafia y los oligarcas, sin considerar siquiera que el pacto con Putin fue que se mantuvieran lejos de la política. Es de lo más simpático cuando en el periódico mexicano El Universal alguien como el cerdo anticomunista Jean Meyer Barth sale a proferir !incoherencias! Textualmente: "la embajada norteamericana en Moscú pidió a sus conciudadanos no participar en las marchas, ni observarlas de cerca, algo que el gobierno ruso denunció como inadmisible injerencia". Perdón, pero lo que la frase dice es que "el gobierno ruso denunció como inadmisible injerencia que la embajada norteamericana en Moscú pidiera a sus conciudadanos no participar en las marchas ni observarlas de cerca". El lapsus traduce que debiera ser normal que la embajada se meta de lleno en los asuntos internos de cualquiera, tal vez hasta en la vida personal o la casa de Meyer. Por cierto, ¿tiene este señor pruebas fehacientes de que lo que llama "ciertos oscuros servicios rusos" llegaron a "intentar asesinar" a Navalny? Es por aquéllo de que el envenenamiento por Novichok parece una historia de Hollywood en la cual sólo falta James Bond al rescate. Las historias previas y similares de Alexander Litvinenko y Serguei Skripal terminaron en que eran "ciertos oscuros servicios occidentales" los que ponían este tipo de trampas.

       Se puede apoyar así a quien en el pasado gritaba como supremacista "!Deja de apoyar al Caúcaso!" y arengaba contra los inmigrantes de Asia Central. Lo que dijo Biden está clarísimo: en Washington se sabe mejor que en Moscú lo que quieren los rusos, y si lo sabe Washington, que lo sepa el mundo. El presidente Demócrata estadounidense arranca con un bonito estilo, propio de un partido que, como todo el mundo sabe (puesto que es de "todo el mundo" que se trata), es ajeno a corruptos, oligarcas y mafias. La vida es bella y los dejamos con papi (da click en el botón de narcoreproducción, es Sinatra).




     

miércoles, 17 de febrero de 2021

PUF, LA MISMA VACA...

 

 De la misma manera en que se magnificó el alcance del coronavirus SARS-Cov-2, ahora se hace lo mismo con el asunto de las vacunas, que fue decidido antes mismo de que se descubrieran tratamientos para la Covid 19. El virus fue formalmente identificado el 7 de enero de 2020 en China; la búsqueda de la vacuna fue anunciada ni más ni menos que en el Foro de Davos entre el 20 y el 24 de enero del mismo año, por la Coalición para las Innovaciones en Preparación de Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés). una organización promovida por el Foro Económico Mundial (WEF) y la Fundación Bill y Melinda Gates. Desde entonces, se decidió que no había más solución que la vacuna y se dejó a los médicos al garete con los tratamientos, repitiéndose que "no hay curas", pese a que las hay y eficaces. Lo que se estuvo haciendo, en un primer momento y con la gracejada del "tómate un paracetamol y véte a casa" fue exponer a muchos a llegar sin tratamiento a la fase de "tormenta de citoquinas" de la enfermedad y al riesgo de intubación, por la pura negligencia de no querer dar orientaciones sobre las curas disponibles, sistemáticamente puestas en duda pese a que varias terminaron validadas de manera perfectamente científica. Hasta hoy sigue esa forma de proceder: se han descubierto dos medicamentos que podrían curar rápidamente, incluso en 24 horas (sería el caso del monulpiravir), pero no se hace campaña para invertir ni un quinto en estas iniciativas. En cambio, debe saberse que la vacunación masiva es el mayor negocio jamás ofrecido en la Historia a las grandes empresas farmaceúticas (Big Pharma), a costa de los Estados, su endeudamiento y por ende de los contribuyentes, entre los cuales puede haber quienes "exigen lo mejor" confundiéndolo con "el dinero" o, para ser más precisos, el mundo de los grandes negocios. No es más que la "teoría Viagra": mientras más grande el negocio, mayores garantías.

     La Organización Mundial de la Salud (OMS), que salió a gritar "pruebas, pruebas, pruebas" cuando pueren arrojar bastantes falsos positivos, declaró la "pandemia" el 11 de marzo (para una enfermedad que, según se sabe hoy, mata en el peor de los casos al 0,001 % de la población). El director de la CEPI, Richard Hatchett, no es más que un experto en encerrar a los estadounidenses en caso de ataque terrorista. El confinamiento de la gente sana logró mucho: que el miembro de la familia que saliera de casa y se contagiara enfermara de vuelta a la familia entera (80% de los casos en China). El supuesto "gran científico" Anthony Fauci, hasta hoy "epidemiólogo de la Casa Blanca" y jefe del Instituto Nacional de Enfermedades Alérgicas e Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), está entre quienes corrieron a bloquear los tratamientos existentes y a dar luz verde a vacunas "de emergencia" hechas a partir de ARNm (ARN mensajero). Ya se ha dicho que en realidad no se trata de vacunas, sino de terapia génica. Dicho sea de paso, de la misma manera en que la OMS alteró la definición de "pandemia" (y hasta ahora no se ha probado que la Covid 19 haga muchos más estragos que la influenza estacional), adulteró la definición de "inmunidad de grupo" o "de rebaño" (herd inmunity) en noviembre de 2020 para argumentar que sólo se puede alcanzar mediante la vacunación, mientras que hasta entonces estaba escrito que podía lograrse también "mediante infección previa". ¿Por qué la OMS adulteró su criterio?¿Por cierto, no fue la OMS, junto con el Centro de Control de Enfermedades estadounidense (CDC), los que afirmaron que la Covid es "similar a la influenza estacional"?

     Actualmente, cinco empresas multinacionales controlan el 80 % del mercado global de vacunas (GSK, Merck&Co, Sanofi, Pfizer y Novavax). GSK se unió con Pfizer para la vacunación (Moderna tiene vínculos con Pfizer), y la OMS lo hizo en la iniciativa COVAX (abril de 2020) con la CEPI y la GAVI (Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización, por sus siglas en inglés), de Gates. 

     Hasta el 29 de enero, de acuerdo con los CDC estadounidenses dedicados al reporte de "eventos adversos" de las vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés), se habían registrado 11 mil 249 eventos adversos, incluyendo 501 muertes, a raíz de las vacunaciones (promedio de edad de los fallecidos: 77 años). Hubo además 690 reportes de reacciones anafilácticas (reacciones alérgicas graves, 76 % con Pfizer) y bastantes casos de afecciones cardíacas, en su mayoría a las 48 horas de recibida la dosis.. Cabe recordar que, de acuerdo con la propia definición de la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), las vacunas en marcha siguen siendo consideradas experimentales. Se sabe que la mayoría de los eventos adversos tuvieron lugar luego de la segunda dosis. Sucede además que estos eventos deben ser reportados por los fabricantes, que por lo general no informan sino de menos del 1 % de los mismos a las autoridades sanitarias. Al 15 de febrero, las cifras de los CDS habían subido a 653 muertes y 12,044 "eventos adversos". Gran Bretaña, con su propio sistema de reportes, tuvo ya 590 casos de desórdenes cardíacos con Pfizer. Los eventos adversos fueron exponencialmente más altos que entre los vacunados contra la gripe. No es ni de lejos lo grave, sino lo que pueda ocurrir a largo plazo, ya que en realidad se desconoce el impacto de las vacunas de ARNm, o más bien de estas terapias génicas, sobre los seres humanos (riesgos de cáncer, alteraciones genéticas en recién nacidos, etcétera...). Por lo demás, las terapias génicas probablemente no dan garantías contra variantes del virus, como la sudafricana y la brasileña, que podrían tener para colmo su origen en terapias mutagénicas como el uso -inútil- del antirretroviral Remdesivir. Las vacunas tradicionales (como las rusas o las chinas), hechas de virus inactivado y no de ARNm, otorgan mejores resultados frente a las nuevas variantes del virus, pero la decisión de los grandes negocios ha sido otra.

     En el caso de México, aunque no parezca cantaron al unísono la oposición y el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, hombre de Bloomberg/Johns Hopkins en Estados Unidos: mientras la primera llegó a pedir atronadoramente "pruebas, pruebas y más pruebas" y, nótese bien, no defendió en ningún momento ninguna cura existente, porque ni siquiera averiguó...pues esto mismo hizo el segundo, y todos enfilaron por la ruta estadounidense (Pfizer) y de Oxford/AstraZeneca. Que se sepa, no se ha hecho con estas vacunas y los efectos reportados la misma "gran vigilancia" que con los tratamientos contra la Covid que fueron obstaculizados en nombre del "La Ciencia". Al parecer, el gran negocio no está sujeto a vigilancia y lo que pueda competir con él sí lo está, lo que no tiene nada de raro: lo único es que en este caso muchos científicos y periodistas, increíblemente ignorantes e incapaces de indagar nada, podrían ser llamados más bien "perros guardianes" (aunque algunos ladran como los falderos). La Ciencia es ahora, lejos de un debate, una supuesta Verdad que se revela a través de médiums que tienen la peculiaridad de ladrar, incluso cuando nadie cabalga. ¿Todavía no se entiende por qué Haití u Honduras tienen resultados muy de lejos mejores a los de México ante la Covid 19? La vaca, perdón, la vacuna...(ponte al ritmo del gran negocio, mu, da click en el botón de reproducción).




sábado, 13 de febrero de 2021

OOOOTRAS AMIGAS....!TENÍA MÁS QUE DON CHAYO!

 Querendón, nuestro Fuhrer. Ya se ha hablado de algunas de sus amistades: Dunlop, Price Waterhouse, Unilever, Coco Channel, L'Oréal, Renault, Standard Oil, IBM, ITT, Ford, General Motors, Coca-Cola, DuPont, Adidas, Puma, Thyssen, IG Farben, Krupp....Para seguir con empresas que suenen, podría mencionarse lo bien que les iba en los años '30 a empresas como Gilette o Eastman Kodak, o ya empezada la guerra, a Texaco. En Alemania, se entiende.

       Ya se había mencionado que el primer ministro británico Winston Churchill lo admiraba, olvidándose de que cuando la perra es brava, hasta los de casa muerde. El presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt supo ser pragmático: en 1941, mientras entraba en guerra contra Japón, firmó un decreto secreto por el cual autorizaba a corporaciones estadounidenses a continuar con sus negocios "con países enemigos", así se violara el Acta de Comercio con el Enemigo. Bueno, la rápida victoria de la Alemania nazi sobre Francia era celebrada por hombres de negocios estadounidenses abiertamente, en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York. Algunos grandes medios de comunicación masiva no se quedaron atrás: en agosto de 1934, William Randolph Hearst (Demócrata), el magnate dueño de varios periódicos y revistas estadounidenses (por ejemplo, Cosmopolitan), visitó a Hitler y lo describió como "un hombre extraordinario" que había conseguido "el gran logro de salvar a Alemania del comunismo". 

     La Marina nazi recibió petróleo del empresario tejano William Rodhes Davies, ligado al empresario estadounidense Fred Koch, padre de los multimillonarios hermanos Koch, que se estuvieron peleando de lo lindo con el mandatario estadounidense Donald Trump aunque inicialmente lo ayudaran para llegar al cargo. Dow Chemical Company colaboró con la alemana IG Farben (la del gas Zyklon B en los campos de concentración) a mediados de los años '30, librando magnesio clave para la aviación, la fabricación de bombas incendiarias y municiones. Gracias al decreto de Roosevelt, durante la guerra pudieron tratar de manera encubierta con los nazis corporaciones estadounidenses como Phillips Petroleum, Mack Trucks y Firestone Tires. 

      La banca y Wall Street también se sumaron. El banquero estadounidense y formado en Harvard, Thomas H. McKittrick, dirigió el Bank fur Internationalen  con fuertes vínculos con oficiales nazis. McKittrick fue amigo de Allen Dulles, primer director de la Central de Inteligencia Americana (CIA) y estacionado en Suiza durante la guerra. Allen Dulles y su hermano John Foster Dulles trataron con los nazis hasta 1935, cuando cerraron sus oficinas berlinesas algo molestos por el trato germano a los judíos. En realidad, el primer campo de concentración nazi se había abierto desde 1933 en Dachau, cortesía para los opositores comunistas alemanes al nazismo. Los bancos Chase National Bank y National City Bank  desarrollaron vínculos con banqueros nazis y contribuyeron al saqueo de oro robado a los judíos. Ligados a Wall Street, hicieron negocios con los nazis el Bank of America, Morgan Bank, Read & Co. y el conocido Chase, cuyo jefe Winthrop Aldrich se encontró con Hitler en el otoño de 1933. Lo mismo hizo Henry Mann, del National City Bank, y le comunicaron al embajador de Roosevelt en la Alemania nazi, William Dodd, su voluntad de "trabajar con él" (con Hitler). Wall Street le garantizó durante los años '30 unos 7 mil millones de dólares a Hitler.

       En vez de decirse que Hitler llegó al poder por la vía democrática, lo que es falso (puesto que fue nombrado canciller imperial por el presidente Paul Von Hindenburg y ni siquiera por votos parlamentarios, del Reichstag), debería decirse que en 1927 Hitler pensó en suicidarse porque estaba repleto de deudas. Fue salvado por uno de los grandes industriales de Alemania, Emil Kirdorf, y por otro gran empresario, Albert Vogler. Les gustaba ese ímpetu anticomunista y antisindical. El 20 de febrero de 1933, en la residencia en Berlín de Hermann Goring, fundador de la Gestapo (policía secreta de la Alemania nazi), se reunieron la crema y nata de la industria alemana y Hitler, quien les ofreció a los empresarios  "destruir el comunismo". "O mis reglas o el comunismo". Pues la crema y nata no lo dudó ni un segundo.Sus reglas.

      Son muchas las cosas que ha venido destapando la historiografía actual y que los autodenominados "demócratas liberales" callan. Cualquiera con un mínimo sentido de orientación en el tiempo puede detectar en una cronología que "los aliados" se apersonaron en Normandía (1944) y antes en Sicilia (julio de 1943) cuando la suerte de la guerra ya se había definido en Stalingrado (2 de febrero de 1943). Entre las gracejadas de "los aliados" estuvo el bombardeo de la ciudad alemana de Dresden, no muy lejos de la frontera checoslovaca, a mediados de febrero de 1945. Las fuerzas aéreas británica y estadounidense no tocaron en sus bombardeos las instalaciones militares ni fabriles de la ciudad, que tampoco eran muchas (es más, ni la estación de tren). Bombardearon hospitales e iglesias y provocaron decenas de miles de muertos, entre 25 mil y 40 mil según las fuentes. Era una demostración de potencia aérea, algo que le faltaba al ejército soviético. Ahora se sabe incluso por declaraciones oficiales que, al igual que la manera de largar bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, lo de Dresden fue una "advertencia" -sin ninguna justificación militar- a los soviéticos, decidida por el primer ministro británico Winston Churchill. Con la aprobación de Roosevelt. Igual pudieron haber bombardeado Berlín, un poco más al norte, pero prefirieron hacer su brillante demostración en Dresden, que para el caso ni siquiera era un punto neurálgico. Y es que demostraciones, la verdad, los occidentales hicieron muchas, tantas que el Fuhrer se lo creyó hasta ir a morder erróneamente la mano de Churchill, pese al intento de componerla luego con el viaje de Rudolf Hess a escondidas a Gran Bretaña (Escocia) en 1941.

      El nazi-fascismo, fenómeno de masas, tuvo el apoyo del gran capital, aunque aspirara a una sociedad ultrajerarquizada por encima de éste, subordinándolo, y corporativizada (cooptando a las masas), inspiración de los populismos, latinoamericanos y otros. Era el gran capital de las democracias liberales que le entraron con gusto, es más, con ganas. Hoy se usa la palabra "fascismo" nada más para adjetivar y colocar una etiqueta para que la idea (el producto) venda, por sensacionalista, y meta miedo. Lo mismo ocurre con la palabra "populismo", dejando de lado la argumentación abstrusa de un Ernesto Laclau o las derivas convivialistas de Chantal Mouffe. Son formas de tratar de decir "algo que suene" cuando no se puede o no se quiere hablar con la verdad de la experiencia socialista porque es un tema asumido como tabú con frecuencia por conveniencia. Donde rige "lo que hay que tener" (éxito), pocos -aunque los hay- se arriesgan a parecer losers.

Los dejamos con un par de winners descansando: digo, felices de la vida, y sin contar a tantas amigas, porque aquí nada más es la oficial, Eva Braun...




jueves, 11 de febrero de 2021

ECUADOR: ABOMINABLEMENTE INNOBLE

 El mal llamado "correísmo" (o si se quiere, la Revolución Ciudadana) volvió a equivocarse: creyó que su candidato a presidente del Ecuador, Andrés Arauz, se impondría en la primera vuelta. Aquél ganó, pero por un 32 % que se antoja algo magro, y tendrá que ir a segunda vuelta. La buena noticia es que con Arauz la oligarquía de siempre quedó desbancada en la provincia de Guayas, donde se encuentra el centro económico del país, la ciudad de Guayaquil. La capital ecuatoriana, Quito, fiel a su conservadurismo y a sus tinterillos, se inclinó por el banquero Guillermo Lasso...guayaquileño. La provincia norteña del Carchi se fue con el candidato de Izquierda Democrática, Xavier Hervás, y la sierra (callejón andino de "ollas") y la Amazonía votaron por el candidato "indígena" (en realidad es mestizo) "Yaku" Pérez, a quien curiosamente no se le pone el "Yaku" entrecomillado, aunque su verdadero nombre sea Carlos Ranulfo y "Yaku Sacha" quiera decir "agua del monte" en lengua kichwa. El ex presidente Rafael Correa se preguntó en su cuenta de Twitter qué le han hecho al Ecuador que la moda es lo "abominablemente innoble" (¿es nada más en el Ecuador?). Se refería al comportamiento de Hervás, quien se hizo empresario sin problemas bajo la presidencia del mismo Correa sólo para sumarse a los "odiadores" de la Revolución Ciudadana (en nombre del supuesto "odio" que exudaría Correa). Ya el giro del presidente Lenín Moreno, procedente de Alianza País (en el origen el partido del "correísmo") fue "abominablemente innoble" y no falta alguna gente así en el entorno de Correa, aunque no sea el todo.

       Yaku Pérez seguramente sea parte de lo "abominablemente innoble".  Contra lo que se cree, no es de izquierda. La embajada (la que cuenta) intentó un "albazo" para darle el segundo lugar, y es que, entre otras cosas, Jefe Agua de Monte prometió un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, mientras se lanzó al mismo tiempo contra China, pese a ser el mismo Pérez de origen maoísta (la sempiterna historia de los ultras adelantándose a los deseos de la derecha empresarial). Para Agua de Monte, Lenín Moreno es "un buen hombre" y Guillermo Lasso alguien con quien se puede pactar, al grado que el dirigente indígena Leónidas Iza, un poco más cuerdo, sugirió que en el círculo íntimo de "Yaku" hay gente del banquero, pese a que el pseudoindígena se hace llamar "ecosocialista". El brazo político indígena, Pachakutik, que lanzó al ruedo a Pérez, es muy cercano de organizaciones no gubernamentales (ONGs) de Estados Unidos y la Unión Europea, y los líderes de la organización han sido entrenados por el Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés) y el Fondo Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), que entre 2016 y 2019 entregó 5 millones de dólares en subvenciones para ONGs ecuatorianas. En 2012, el dirigente de la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y co-fundador de Pachakutik, Auki Tituaña, se alió directamente con el candidato presidencial Lasso. Yaku Pérez llegó a defender a Fernando Villavicencio, un hombre de la Central de Inteligencia Americana (CIA) y el NED que asesoraba al dirigente indígena Clever Jiménez. Manuela Picq, la actual esposa franco-brasileña de Agua de Monte, especialista en estudios de género, trabajó para el gobierno Republicano del estado estadounidense de Florida (en la Oficina de Relaciones Internacionales de Jeb Bush), y, para variar, para la Open Society del magnate estadounidense pro Demócrata George Soros. Picq ha pasado también por el Amherst College de Estados Unidos y el Woodrow Wilson Center.  Pérez no tiene nada que ver con Evo Morales y apoyó el golpe contra él en Bolivia en 2019. Agua de Monte se ha lanzado contra el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, y desde luego que contra Venezuela, escala obligada. Agua de Monte acompaña una triste realidad: la ciudad de Cuenca, que está en una provincia (Azuay) de la que "Yaku" fue prefecto, es el refugio de comunidades enteras de estadounidenses que pueden pagar en dólares (puesto que el dólar es la moneda del Ecuador) y no tomarse siquiera la molestia de aprender español. Agua de Monte tenía buenas relaciones con el cónsul estadounidense en Cuenca.

       No todas las bases de la CONAIE están de acuerdo con sus dirigentes. Los entendidos que conocen bien el Ecuador saben de la larga tradición de vínculos entre indígenas ecuatorianos y Estados Unidos. Habría que agregar que no queda claro qué están viendo algunos universitarios en los pueblos originarios, como si éstos no tuvieran problemas con sus cacicazgos. Como sea, Agua de Monte terminó siendo el candidato del Consejo de las Américas, que aglutina muchas de las grandes corporaciones del planeta. Dicho lo anterior, "Yaku" propuso que el Ecuador "exporte barriles de agua", según lo dijo en un mitin en la provincia de Zamora Chinchipe.

       El agringamiento del Ecuador parece pasar un poco por todas partes, y desafortunadamente también por la cercanía de Arauz a la Internacional Progresista del Demócrata estadounidense Bernard Sanders. Hervás no dejó de hacer payasadas al estilo estadounidense y de reivindicar a "mujeres y jóvenes".

      Los mismos entendidos saben que no hay en el Ecuador tradición de fuerte empuje y organización popular como en Bolivia, por lo que las cosas pasan a jugarse en parte en una clase media que puede dar para todo: lo molesto es que ahora Arauz y su binomio, Carlos Rabascall, están orillados a buscar ampliar alianzas donde impera lo "abominablemente innoble". Los efectos pueden pesar si Arauz gana la segunda vuelta del 11 de abril, y cabe pensar que no se está, de una manera general en América Latina, ante "el regreso del progresismo", aunque sea porque los factores en juego no son los mismos y porque tampoco es película de Hollywood. Aquí seguimos con Paco Godoy (da click en el botón de reproducción).




martes, 9 de febrero de 2021

ELEGIDOS PARA LA GLORIA (THE RIGHT STUFF)...

 Seguramente pueda parecer extraño que se señale aquí a los Demócratas estadounidenses como "protofascistas" (antecedentes del fascismo), cuando la moda indica que es del ex mandatario Donald Trump que hay que decir que es "fascista".

    Durante la presidencia Demócrata de Barack Obama ocurrió algo muy particular. En Ucrania no nada más se produjo la anexión de Crimea. En el centro ucraniano -la capital Kíev-. y en el occidente del país aparecieron grupos simpatizantes de Stepán Bandera, un líder ucraniano aliado durante parte de la segunda Guerra Mundial con los nazis y cuya organización asesinó a miles de polacos y/o judíos. Pravy Sektor (Sector Derecho) y Svoboda (Libertad) fueron en particular las organizaciones que reivindicaron a Bandera y, a raíz del Euromaidán en 2014, se encontraron con puestos oficiales y legisladores, incluyendo a responsables directos de la masacre en la plaza del Maidán, a finales de febrero de ese año, que causaron la muerte de civiles y que luego repitieron su accionar paramilitar -en otra trampa/emboscada- en la Casa de los Sindicatos de la ciudad de Odessa. Obama reconoció sin problemas, en el año 2015, que Estados Unidos había participado en el golpe de Estado del Euromaidán, aunque se abstuvo de mencionar que por ello habían llegado al gobierno simpatizantes del nazismo y criminales. En la trama se había visto involucrada Victoria Nuland, hoy subsecretaria de Estado en el gabinete del presidente Joseph Biden. En los hechos en Kíev estuvo inmiscuido directamente el senador Republicano por Arizona, John McCain (por cierto que nacido en la Zona del Canal de Panamá), alguien muy contrario a Donald Trump y promotor, por lo demás, del Estado Islámico (EI). Era cuestión del Estado profundo: con un gobierno en Kíev con nazi-fascistas incluidos, Hunter Biden, hijo de Joseph Biden, pudo hacer negocios en Ucrania con la empresa Burisma Holdings, a partir de abril de 2014, es decir, al poco tiempo del ascenso al gobierno de los nazi-fascistas, y hasta 2019, todo mientras papá Biden -Joseph- viajaba con cierta frecuencia a territorio ucraniano. No se sabe que en Occidente se haya hecho el menor escándalo por esta manera de los Demócratas de solapar a nazi-fascistas. Por cierto, la Demócrata Hillary Clinton, como secretaria de Estado, se encargó del traslado de armas y hombres de Libia a Siria en apoyo al EI, cuyo fanatismo takfirista (ligado al wahabismo saudiárabe) no podría estar lejos de alguna forma de violencia de extrema derecha. La condena puede esperar siglos.

     Narendra Modi es una personalidad que se hizo primer ministro de India en 2014. Antes, como gobernador de la provincia de Gujarat, había estado inmiscuido con grupos paramilitares partidarios de la supremacía hinduísta y había solapado pogromos contra población musulmana que costaron la vida de cientos de personas, en particular en 2002, de tal modo que a Modi se le consideró peligroso y se le prohibió la entrada a Estados Unidos. Hasta hoy, en sus Memorias o algo así ("Una tierra prometida"), Obama no para en elogios para Modi, "el hombre que ayudó a su padre a vender té para mantener a su familia". De repente, los Demócratas, interesados en servirse de India para contrarrestar a China, se olvidaron de las prohibiciones a Modi y éste pudo visitar Estados Unidos dos veces seguidas en dos años a partir de 2015, mientras proseguía por cierto la persecusión de musulmanes en India, con todo y víctimas mortales. Obama, a su vez, se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en visitar dos veces India y en asistir como invitado de honor a las celebraciones del Día de la República en este país asiático. El asunto es todavía menos inocente, puesto que el supremacismo hinduísta reivindica la cultura aria. ¿Es necesario recordar que a quienes hacían los peores trabajos en los campos de concentración nazi se les denominaba "musulmanes"?

      Desde luego, el imperialismo practicado por los Demócratas, buena parte de los Republicanos y a fin de cuentas el establishment estadounidense no es el nazi-fascismo, pero hay pruebas de que lo solapa y llega a darle un empujoncito, al igual que a ciertos supremacismos  y a los peores terrorismos. En este marco, es un disparate completo tratar a Trump de "fascista", más si no tiene el apoyo del gran capital actual, que está del lado Demócrata (los grandes de la high tech, del Big Pharma, del complejo militar-industrial, de la agroindustria, de los medios de comunicación masiva, de las finanzas, etcétera...). Que los autodenominados "demócrata liberales" no defiendan a fin de cuentas más que los grandes negocios tal vez sea comprensible: alguien como el cada vez más deslavado ensayista mexicano Enrique Krauze puede festejar a Biden diciendo cosas absurdas, como que "la vergonzosa convergencia de un sector de la izquierda mexicana con el fascista Trump, recuerda el pacto de Stalin con Hitler. Tiempo después, Stalin renegó. .Pero la infamia quedó" (por cierto que Stalin nunca renegó y cualquier comunista bien nacido sabe que se trató de ganar tiempo para prepararse ante una agresión inminente). Pero que la izquierda repita que Trump es "fascista" y aplauda a rabiar a Biden es peor, salvo que de lo que se trate sea de una convergencia en una forma de frivolidad que indica la pertenencia "a lo mundano". Sin duda, es muy chic. Que no tenga nada que ver con lo que muestra una comparación de la trayectoria en los hechos entre los Demócratas y Trump no parece importar demasiado. Así pues, habría que saber qué significado se pone detrás de las palabras: si el apego a los hechos, a las pruebas, o a la mundanidad en la cual lo que interesa es siempre, siempre, dar a entender que se está muy in y nunca out

     Y que no digan que no son advenedizos:





domingo, 7 de febrero de 2021

MÁS AMIGAS, PARA VARIAR...

 Ambos, Fito y Benito, le hicieron ante todo al gran capital el grandísimo favor de deshacerse de la oposición comunista y un poco más allá. El nazi-fascismo no dejó de ser apoyado justamente por dicho gran capital: ya ha habido ocasión de hablar de las británicas Dunlop, Price Waterhouse y Unilever o de las francesas Coco Channel, L'Oréal y Renault, aunque no cabe olvidar en Alemania a Puma o Adidas.

     Estados Unidos no se quedó atrás. Abuelito Bush, Prescott Bush, estuvo haciendo negocios con los nazis alemanes hasta 1942, ya entrada la segunda Guerra Mundial. Aquél estaba conectado con la gran corporación alemana Thyssen (el "jefe" Thyssen entró al partido nazi en 1931), a través de la Union Banking Corporation. Don Prescott estuvo ligado a una empresa alemana que empleaba trabajo forzado, la Consolidated Silesian Steel Company.

     A ver, sin ir tan lejos. Al nazismo no le faltaba la chispa de la vida. Coca-Cola tenía una planta embotelladora en la ciudad alemana de Essen, le vendió 4 millones y medio de refrescos a la Alemania nazi nada más en 1939, comenzando la guerra mundial, y fue una de las principales empresas patrocinadoras de los juegos olímpicos de Berlín en 1936. A partir de 1940, Coca-Cola pudo llegar a los países que ya había ocupado Alemania.

      El caso de General Motors es bastante conocido, puesto que le permitió a Alemania la fabricación de los Opel desde 1931. El presidente de la empresa en los años '30, William Knudsen, era un gran admirador del Fuhrer. Knudsen tuvo encuentros con jerarcas nazis como Hermann Goering. Cuando desembarcaron en el Día D en Normandía, los estadounidenses se toparon con un ejército alemán rodando con General Motors. Por lo demás, es también muy conocido que Henry Ford era un fan de Hitler. En 1939, Ford tenía récords de beneficios en la Alemania nazi. En 1938, Hitler condecoró a Ford con la Orden del Aguila Alemana, de Primera Clase.

      ¿E IBM (International Business Machines)? Pues también, otra amiga. Su jefe en esa época, Thomas J. Watson, era otro fan de Fito. A partir de 1933 se incrementaron los negocios de IBM en Alemania, mediante la subsidiaria Dehomag. Ya que estamos con las amigas del jefe, ¿qué tal ITT (International Telegraph and Telephone)? Su fundador, Sosthenes Behn, se encontró con Hitler desde 1933 y se pusieron a los negocios, que involucraron a otro jerarca nazi, Heinrich Himmler.

      Lo que investigaciones recientes han podido establecer (los archivos se abren tarde o temprano)  es que Alemania pudo rearmarse en buena medida gracias a fabricantes estadounidenses de armamento e industriales como Pratt & Whitney, Douglas y Bendix Aviation, que le vendían patentes al país centroeuropeo.. En 1942, cuando Estados Unidos ya había entrado en guerra contra Japón, cerca del 33 % de los camiones del ejército alemán era producido en fábricas de Ford. Entre 1942 y 1944, la fábrica de Ford en la ciudad alemania de Colonia (Kohln) construyó una buena cantidad de vehículos artillados para los nazis. Muchos fueron utilizados en el frente del Este contra la Unión Soviética. El presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt sale un poco comprometido del asunto, y se sabe por lo demás que Estados Unidos no venció la Gran Depresión sino gracias a la guerra: parte de la administración Roosevelt tenía que ver con el hombre de negocios Edward Stettinius, vicepresidente de General Motors y luego director de la US Steel. En 1936, Roosevelt sabía por correspondencia con el embajador estadounidense en Alemania, William Dodd, que centenares de compañías estadounidenses tenían negocios en Alemania.  Volvamos sobre las automotrices: en 1939, cuando comenzaba la guerra Mundial, General Motors y Ford controlaban el 70 % del mercado de automóviles alemán. Albert Speer, ministro nazi de Armamento, declaró en su momento que sin General Motors la Alemania nazi no habría podido atacar Polonia en una operación relámpago. A principios de los 40, empezada la guerra, los alemanes fabricaban armas en fábricas que solían ser de capital estadounidense (unas 60 fábricas).

      ¿Y para aceitar la maquinaria?Desde diciembre de 1933, la petrolera estadounidense Standard Oil Company (Nueva Jersey) le ayudó a la Alemania hitleriana a producir gas. La empresa química DuPont tuvo fuertes vínculos con los nazis y en particular con IG Farben, directamente involucrada en los campos de concentración  (fabricó el gas Zyklon B).

     Hitler llegó al poder con la ayuda del gran capital alemán, también: el hombre de negocios Gustav Krupp, influyó para el ascenso del Fuhrer al igual que el magnate Fritz Thyssen. Este conocía a Hitler desde 1923. Pues bueno, Thyssen resultó ser el amigo de nuestro abuelito, Prescott Bush, el banquero, el papá de George H.W. Bush (a quien Prescott introdujo en la industria petrolera) y abuelo de George W. Bush, por cierto que contrario a Donald Trump y partidario del presidente estadounidense Joseph Biden.

      No queda claro quién vió con malos ojos el ascenso de Hitler en las democracias "liberales" occidentales. De todos modos, como todo el mundo sabe, aunque sea porque ya estamos en la total confusión de lo frívolo y lo serio, Stalin tuvo la culpa de todo y más, y en este blog hubo mano directa de Vladimir Putin. Puede que lo dicho no sean más que fake news y que no sea cierto que el gran capital y las democracias "liberales" impulsaron y quisieron manejar al nazi-fascismo. Digamos que no se ha hecho más que hablar de otras amigas más del Fuhrer Fito. No parece que el gran capital, el importante de la actualidad, haya estado con el mandatario Donald Trump, ni que este haya llevado a cabo una decidida política belicista, ni que haya perseguido a opositores (como lo hicieron Hitler y el italiano Benito Mussolini contra los comunistas desde antes de llegar al poder, en un gesto que el gran capital entendió muy bien), ni nada. No vale tampoco para el presidente brasileño Jair Bolsonaro (bajo cuyo gobierno salió libre Luiz Inácio Lula da Silva) o para el filipino Rodrigo Duterte. 

     Empleadas por los grandes medios de comunicación masiva y repercutidas en el mundo intelectual, las palabras en un sistema como el capitalismo remiten a un significado preciso: el rating, para lo que necesitan ofrecernos algún espectáculo y movernos ciertas emociones, como el miedo, por ejemplo. Se puede sospechar que hay algo de protofascista en alguien como Biden si tiene de su lado a todito el gran capital, entre otras cosas, pero el gran capital lo que hizo con el nazi-fascismo fue utilizar sociedades "inferiores" a la capitalista como golpeadoras (la unificación alemana y la italiana fueron muy tardías), así que aún hay otras cosas por delucidar. Lo que en su momento quiso hacer el gran capital con el nazi-fascismo fue invertir en él, porque, por lo que se ve, le pareció desde varios puntos de vista un buen negocio, aunque a la larga no fuera así.. Para lo demás, fuera del negocio lo que produce a estas alturas el capitalismo con su palabrería es puro sinsentido. Dicho de otro modo, un sentido -único- muy avezado del negocio se acompaña cada vez más de dichos que "tienen valor sin valor de uso", es decir, que más allá del negocio mismo no significan mayor cosa. Es blablablar. Y conste que hasta se ve simpático:




jueves, 4 de febrero de 2021

BUENO, OTRAS AMIGAS...

 En los últimos años ha podido verse como se tacha a cualquiera que "se desvíe" de lo establecido de "fascista", por ejemplo, cosa que se hizo con el ex mandatario estadounidense Donald Trump y en la coincidencia entre los autodenominados "demócratas liberales" (que de liberales no tienen mucho) y la izquierda progresista, que es en parte a lo que tiende a reducirse incluso Cuba.

      Winston Churchill, alguna vez primer ministro británico, dijo que "la democracia es el menos malo de los sistemas políticos". Con este tipo de humor, se podría optar también por el menos bueno de los socialismos. Aclaremos de una vez que los fascismos no llegan por la vía democrática al poder: no fue en todo caso así en Alemania con Adolfo Hitler, que no fue votado por el Reichstag (parlamento), sino nombrado canciller imperial por el presidente Paul Von Hindenburg, previa presión callejera, de provocaciones (como el incendio del Reichstag) y violencia de aquél.

     Churchill era una de las personalidades occidentales que había leído Mein Kampf (Mi lucha), de Hitler, donde éste anunciaba sin tapujos su idea de lanzarse contra el Este. En octubre de 1937, unos dos años antes del comienzo de la segunda Guerra Mundial y muy poco antes de que la Alemania nazi se anexara Checoslovaquia, Churchill escribía: "la historia de esa lucha no puede ser leída sin admiración por el coraje, la perseverancia y la fuerza vital que le permitió desafiar, conciliar y superar todas las autoridades y resistencias que hacían barrera a su camino". Que no quepa duda, Churchill se refería a Hitler. Aquél también escribió: "la Historia está repleta de ejemplos de Hombres que han ascendido al poder con métodos espantosos, (...) pero que cuando su vida se muestra como un todo, han sido vistos como grandes figuras que han enriquecido con su vida la Historia de la Humanidad. Esto podría ser el caso de Hitler". Es de dudarse que alguien vaya a correr a pregonar a los cuatro vientos estos elogios de Churchill para el Fuhrer. 

      En los años '30, Churchill buscó una alianza con Francia, Holanda y Bélgica que disuadiera a Hitler de lanzarse contra el Oeste. Está sugerido en una carta de mayo de 1936 de Churchill a Violet Bonham-Carter, hija del antiguo primer ministro británico Herbert Asquith. La idea era que Hitler se "limitara" a atacar la Unión Soviética.

      Churchill fue un admirador del líder fascista italiano Benito Mussolini, quien, según el británico, "no buscaba sino lo mejor" para el pueblo de Italia. En 1927, Churchill había salido encantado de su visita a Roma, capital italiana. Es conocido que Churchill vió con muy buenos ojos el franquismo y que, más aún, se las ingenió para ayudar a Francisco Franco a no entrar en guerra para no abrirles a los aliados occidentales otro incómodo frente. Claro que Churchill dijo horrores de Hitler cuando éste bombardeó Inglaterra, pero el primer ministro británico también buscó, hacia finales de la guerra mundial, que los nazis en retirada formaran un cuerpo militar apoyado por los aliados para frenar a los soviéticos.

     En septiembre de 1936, Lloyd George, ex primer ministro británico, escribió en el Daily Express sus impresiones de Hitler: "un héroe nacional que salvó a su país de la dependencia y la degradación", un "George Washington de Alemania" (!), un "líder por nacimiento con una personalidad magnética y dinámica". El líder del Partido Laborista británico en los años '30, George Lansbury,  llegó en 1937 a la conclusión de que Hitler sería visto "como uno de los grandes Hombres de la época".

     El 4 de julio de 1934 (Hitler llegó al gobierno en 1933), Alemania y Gran Bretaña firmaron un acuerdo comercial. Luego el Banco de Inglaterra le fue prestando a Hitler. A partir de 1935 empezaron a hacer negocios con Alemania más amigas: Dunlop, Price Waterhouse y Unilever. Grandes fabricantes británicos de armamentos, como Vickers Armstrong, le vendieron armamento a la Alemania nazi. A finales de los años '30, Alemania era el principal socio comercial de Gran Bretaña. En abril de 1936, Churchill hace otra aparición: pide que la Sociedad de Naciones invite a Alemania. Hitler acaba de tomar por la fuerza tierras del Rhin a Francia. Churchill le pide a ésta que no tome represalias.

      Por cierto, Benito Mussolini tampoco llegó al gobierno por las urnas. Luego de la provocadora "Marcha sobre Roma", se hizo nombrar presidente del Consejo de Ministros.

      Bueno, ha sido una presentación más de las amigas del  Fuhrer: ya ha habido ocasión de hablar de los negocios del abuelito estadounidense Bush (Prescott Bush), o en Francia de las cortesías de Renault, Coco Channel o L'Oréal hacia el ocupante alemán. Don Adolfo siempre tenía sorpresas para cualquiera que se las buscara. Que lo descrito no tenga nada que ver con Trump, el presidente brasileño Jair Bolsonaro o el filipino Rodrigo Duterte es lo de menos. La Unión Soviética fue la culpable de que comenzara la última guerra mundial (de no haberse metido a construir el socialismo se habría ahorrado "en buena lógica" la mar de líos) y el mandatario ruso Vladimir Putin metió sus manos en este blog.


      Está clarísimo que las democracias liberales actuales, siempre tan santas, están rodeadas de peligros...externos, desde luego, como "fascistas" que hay que ir a buscar hasta debajo de las piedras. Hasta que sean presentadas más amigas del muy amiguero Fuhrer Fito.

Abajo, "Dos tipos de cuidado": !juntos son dinamita!


 


    

martes, 2 de febrero de 2021

MEXICO: DESVARIOS VISIONARIOS

 Como sucede en otros gobiernos progresistas de América Latina, en el mexicano de Andrés Manuel López Obrador hay un poco de todo, desde gente de origen popular (poca) hasta personas ligadas a los sectores empresariales. No deja de llamar la atención que gente de origen popular, al menos en dos generaciones atrás (abuelos), como la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, haya ascendido gracias a criterios que no forzosamente tienen que ver con el mérito en el trabajo.

     En efecto, dicha secretaria, por lo demás esposa de John M. Ackerman, jugó desde mucho antes de su llegada al cargo la carta del "bagaje revolucionario" de modo patrimonialista: empezó a valerse no exactamente por sí misma, sino por ser "hija de" (un sindicalista más o menos reconocido) y "nieta de" (un luchador social guerrerense no tan conocido). Luego, la actual secretaria hizo valer a su suegro estadounidense (alguna vez defensor legal del presidente William Clinton, al parecer) y su suegra, especialista en corrupción. Cabe recordar que el patrimonialismo se rige por la "selección de parientes". Sandoval era capaz de publicar artículos académicos citando profusamente a su parentela, una práctica no ilegal, pero sí moralmente dudosa. Cabe señalar que estos modos de actuar no han sido ajenos a las izquierdas latinoamericanas, no siempre distanciadas de las diversas formas del clientelismo. El asunto no es de ellas, sino de los modos oligárquicos, pero el problema está en que la izquierda los imite y probablemente los vea, atención, como algo naturalizado y legitimado por la cultura, y por lo mismo incuestionable. A partir de aquí, y siempre antes de aterrizar en su cargo, Sandoval se dedicaba a "relacionarse" de manera desaforada, como lo hace Tiroloco Ackerman con total desverguenza. Se mezclan así los modos de la "familia grande" señorial (da igual que con huipil) con los consejos empresariales a lo Dale Carnegie (Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Manejando a la gente o algo así). Ciertamente, la pareja Sandoval/Ackerman puede muy bien tener a sus hijas en una escuela de prestigio (no se ve por qué no) y no robó para hacerse de varias propiedades: en el segundo caso, el tema es que ha sido para un modo de vida que permita justamente "relacionarse" en grande (la casa en Tepoz, por ejemplo) y que no tiene mucho que ver con la "honrada medianía" (según las palabras de Benito Juárez) que también correspondería a un universitario. Ackerman ha demostrado carecer del sentido del límite. Sandoval aterrizó en el cargo un tanto por "carambola". Jugando al Demócrata (es decir, al estilo estadounidense), López Obrador armó en un principio un gabinete con mujeres y jóvenes en "paridad". No es que Sandoval lo haga mal ni que sea corrupta, pero tampoco es seguro de que sea la persona idónea (tiene mucho menos seriedad de lo que un curriculum inflado deja ver), y no evita marearse con el poder. Es, siempre como en la izquierda con ribetes oligárquicos, la clase de persona que está cumpliendo, pero también muy ocupada en "trascender" y en creer que ésto da el derecho de tratar a muchos por encima del hombro. Dicho sea de paso, el "académico" Guillermo Sheridan, si bien tuvo toda la razón en hacer notar las prácticas patrimonialistas de la pareja Sandoval/Ackerman, por cierto que desde antes de que llegara al gobierno, se olvidó de decir que son en buena medida resultado de una representación errónea de lo que corresponde a un universitario. Por razones no del todo claras, fue la universidad pública la que catapultó en un tiempo récord a la pareja, que ya había perdido piso antes de "arribar" al gobierno: no fue una carrera (ninguno de los dos es un investigador muy serio que digamos), sino un "arribo" no exento de vedettismo. Tal vez ambos hayan terminado por creerse que el gabinete inicial fue "el mejor de la Historia", como quiso mostrarlo el lado mitómano del lópezobradorismo. Agreguemos al pasar que no tiene nada que ver, eso sí, con alguna tradición marxista, para la cual son las masas las que hacen la Historia (cuando se deciden a hacerlo), y no unos cuantos "elegidos para la gloria". En sentido más estricto, la pareja desconoce lo que indica la Guía ética para la transformación de México: el poder no es un atributo de la persona, ni de una familia, por cierto.

       Todo lo anterior viene a cuento por el reciente fallecimiento por Covid 19 del señor Luis Arizmendi Rosales. La secretaria de la Función Pública se animó a tuitear, lamentando la muerte, que Arizmendi fue un "filósofo visionario", lo que da cuenta otra vez de una imperiosa necesidad de comprarse un sitial entre los supuestos  "hombres ilustres". Academia aparte, Arizmendi, maestro de Economía Política y marxista, compartía tal vez con Sandoval una forma especial de disociación entre el discurso y la conducta. En efecto, el finalmente finado se había visto obligado recientemente y a su temprana edad a dejar sus lugares de enseñanza al ser señalado con fundamentos como "líder" de una especie de secta de iniciación sexual basada en la manipulación de gente crédula (en este caso mujeres), algo tampoco ajeno a la izquierda (y no nada más latinoamericana). Arizmendi, quien se ostentaba con gran ánimo de trascendencia como "el legítimo heredero de Bolívar Echeverría" (el economista Julio Boltvinik se lanzó a llamarlo "el más importante alumno, primero, y luego colega y seguidor de Bolívar Echeverría"), y que en este sentido no era ajeno a las costumbres oligárquicas (hacerse valer como "prolongación de..."), era al mismo tiempo "libertario" (Ackerman lo es a su manera), "fundador" del "trans-psicoanálisis", de una "comuna" y, para no darle muchas vueltas al asunto, un embaucador que aprovechaba su impresionante labia y su supuesto poder para hacer caer sexualmente a cuanta muchachita se dejara o se extraviara. Boltvinik decidió que Arizmendi deja "un hueco imposible de llenar" y lo llamó "luchador social incansable". A decir verdad, Arizmendi Rosales no fue nunca  luchador social ni mucho menos "filósofo", ya ni se diga "visionario". Una de las últimas "visiones" de este señor, fotografiado aquí abajo en lo que le gustaba ser, consistió en anunciar que el mandatario estadounidense Donald Trump desataría "la Tercera Guerra Mundial", lo que desde luego no ocurrió. Lo que había pasado era, como en la pareja Sandoval/Ackerman, la disociación entre el discurso y la conducta. No ha sido algo infrecuente en la izquierda (y no porque sea izquierda) y el tuit de Sandoval muestra cómo ella también perdió la cabeza, al tratar seguramente entre "elegidos para la gloria". No se trata de vigilar conductas, al estilo de las guerrillas sectarias guevaristas de antaño, pero sí habría que tener algo de cuidado en definir qué valores y qué conductas respaldan tal o cual discurso. De otro modo no se haría más que repetir lo que suelen hacer los autodenominados "demócratas liberales": hablar de asuntos generales y sacar provechos muy particulares, lo que es a fin de cuentas pura ideología, así se presente de otro modo. Para bien y para mal, la izquierda no está exenta de ideología. Ni de conductas que Sandoval llamaría "moralmente dudosas" y que comienzan por ella misma. Pongámoslo de otra manera: decoroso no es, y sí completamente ajeno a la "decencia común" que reclamaba George Orwell.

Por aquí, el gurú en uno de sus actos "visionarios":



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...