Poco a poco y sin que importe mayormente se han ido aclarando las posibles causas del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, en julio pasado. Moise fue elegido no tanto por el pueblo haitiano como por la mano de su antecesor, Michel Martelly, imposibilitado para un nuevo periodo presidencial, pero que piensa ahora en volver a competir. Para la mujer de Martelly, Moise era "una propiedad". Y resulta que el cuñado de Martelly, Charles Saint-Rémy, Kiko, es considerado hasta hoy como uno de los grandes narcotraficantes de Haití. Este país se ha convertido en una ruta importante de trasiego de estupefacientes de Sudamérica hacia Estados Unidos.
Martelly protegía al narcotráfico, como lo probó el caso de Evinx Daniel. Haití permitía el paso de droga en pistas de aterrizaje como las de Savane Diane, en puertos y lavaba dinero a través de la industria de anguilas. Moise, favorecido en un principio con el gobierno de Martelly para la agroindustria del banano, parece haber ido descubriendo el alcance del entramado en torno a Martelly y los oligarcas y grandes políticos haitianos. Incluso Dimitri Hérard, jefe de seguridad de Moise, era hombre de Martelly y estaba involucrado en negocios turbios, incluyendo el gran tráfico de droga a través de la capital haitiana, Puerto Príncipe. Como ocurre en casos similares, los estadounidenses estaban metidos a su manera, por lo que llegó a llamar la atención la ineficacia de la DEA (Drug Enforcement Agency, o Agencia para el Control de Drogas) en el país caribeño.
Moise se quejaba de los oligarcas haitianos. Por lo demás, había tenido roces indirectos con Martelly, apodado Sweet Micky, ya que también es cantante. Moise también había tenido roces con Hérard.
La noche del crimen, los asesinos pudieron entrar sin ser incomodados a la residencia de Moise. La seguridad estaba a cargo de Hérard. Los mismos asesinos, en su mayoría colombianos, luego de matar a Moise y creyendo muerta a su esposa Martine, que los oyó, hurgaron la residencia "en busca de algo", hasta que uno gritó "!aquí está!".
Lo que ya se sabe es que Moise confió a allegados estrictamente suyos la confección de una lista de los principales traficantes de droga y de armas de Haití, con la idea de entregarla a Estados Unidos. Sería entonces esa lista lo que buscaban los asesinos, además de castigar a Moise por su intento de independencia. Los mismos arrestados han confesado qué era lo que estaban buscando. Moise estaba entre otros tras Saint-Rémy y su tapadera de industria de anguilas. Moise quería igualmente expropiar un puerto de gente cercana a Martelly y donde había tráfico de armas. Moise quería que los puertos inspeccionaran y pusieran impuestos a las importaciones portuarias de Saint-Rémy.
El actual primer ministro haitiano, Ariel Henry, fue colocado por voluntad del llamado Core Group (Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos), y contra el anterior primer ministro, Claude Joseph. Joseph Félix Badio, uno de los jefes del grupo que asesinó a Moise, antiguo informante de la DEA, llamó en varias ocasiones a Henry pocos días y horas antes de que el mismo Moise fuera ejecutado. Henry está rodeado de gente sospechosa de narcotráfico, como Berto Dorcé.
Lo que se desprende de lo anterior es, en toda lógica, decir desde la izquierda y hasta el cansancio que "Haití fue el primer país latinoamericano en dejar de ser colonia", y desde los "demócratas liberales", obviando incluso las ramificaciones del crimen que llevan hasta la Colombia del presidente Iván Duque, que es hora de la libertad en Cuba y Nicaragua. Los dejamos con Sweet Micky (da click en el botón de reproducción):