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viernes, 14 de octubre de 2022

¿A DÓNDE SE VAN LAS FLORES?

 Si se tiene acceso a la alocución completa, es desde luego falso que el presidente ruso, Vladimir Putin, haya amenazado con utilizar armas nucleares. Aún así, la actual doctrina militar rusa es clara: en caso de ser atacada con armas de destrucción masiva (lo que incluye el arma nuclear) o por medios convencionales que pongan en peligro la integridad del Estado, la Federación Rusa podrá emplear todos los medios en respuesta. Para quien sepa leer, se trata de un uso puramente defensivo.

     La alharaca de los medios de comunicación masiva predominantes en Occidente sirvió para que pasara desapercibido lo siguiente: en realidad, fue el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien le propuso a los occidentales ni más ni menos que un "ataque nuclear preventivo" contra Rusia "antes de que sea al revés", lo que quiere decir simplemente, salvo que no se sepa escuchar, que algunos en Occidente consideran factible este tipo de agresión. Nadie le calló la boca a Zelenski, aunque los estadounidenses en particular han reiterado que no tienen indicios de que Rusia vaya a atacar nuclearmente a nadie. no denuncia ni la izquierda que ve "neofascistas" donde cicen verlos los "demócratas liberales": en todas partes, menos donde están.

     El asuntito que se trae Estados Unidos no es nada más contra Rusia, si se toma en cuenta que Europa es la principal afectada por el cese de suministro de petróleo y gas rusos, un tema añejo: ya la administración estadounidense Reagan había vetado, en su época, allá por los '80, el transporte de hidrocarburos de la Unión Soviética a Europa. Los europeos occidentales fueron obsecuentes. Ahora, Estados Unidos se dió el lujo de sabotear literalmente el gasoducto Nord Stream de Rusia a Alemania. La vieja máxima sobre Europa dice: "los estadounidenses adentro, los rusos afuera y los alemanes abajo". No es ningún secreto. Hace no mucho tiempo, la Corporación Rand, al servicio de intereses militares estadounidenses, sacó un documento intitulado "Debilitar a Alemania, fortalecer a Estados Unidos": la idea era ya crear crisis económica en Alemania y el conjunto de la Unión Europea (UE) para hacerla perder competitividad, provocar la salida de capitales hacia Estados Unidos y la fuga de cerebros hacia el mismo país. Alguna vez se dijo que la UE era un "gigante económico, pero un enano político", y lo del "gigante" es lo que quiere opacar Washington, capital estadounidense. La Rand confió plenamente en lo que llamó "tontos útiles": los Verdes, que cogobiernan Alemania, y la ministra de Relaciones Exteriores, "verde", Annalena Baerbock, y el "súperministro" de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck.

     El liberalismo no es fascismo ni lo es el imperialismo. Desde este punto de vista, Putin es absolutamente fiel a la ensalada ideológica que tiene en la cabeza cuando habla de "liberal-totalitarismo" para referirse a Occidente, de la misma manera en que los occidentales se sacan cualquier cosa de la chistera para "etiquetar" a Rusia, con tal de "vender" alguna "idea", o más bien creencia. Con todo, las autodenominadas "democracias liberales" y el imperialismo no tienen ningún empacho en apoyar a neonazis como los del régimen ucraniano y servirse de ellos: Zelenski, con sus alocuciones a todos parlamentos del mundo que se dejen, tiene el inconveniente de ser a la vez marioneta y alguien con iniciativa propia, para mal, que es lo que le sucedió a Hitler para sorpresa de todos los que lo alimentaron y lo engordaron, británicos y estadounidenses incluídos con sus grandes capitales. La Ucrania central y occidental tiene un historial nazi. No lo ven ni los izquierdistas que encuentran "neofascistas" por doquier, menos donde están, por lo que Zelenski no es denunciado.

     Y es entonces en este mismo orden de cosas que algunos como el presidente Nicolás Maduro, de Venezuela, se planta bravíamente a ofrecerles a estadounidenses y europeos petróleo (y no es el único que lo hace), que es tanto como facilitarles la tarea a quienes aspiran a liquidar al Estado ruso sirviéndose del neonazismo. "Joe Biden, Venezuela está aquí", alardea Maduro para ayudar sin darse cuenta al parecer de lo que hace Estados Unidos contra Europa toda, pese a que el mismo mandatario venezolano ha condenado el cerco contra Rusia. Estados Unidos ha estado teniendo en mente un alivio parcial de las sanciones contra Venezuela  para que ésta venda más petróleo en el mercado internacional y aíslar más a Rusia. Ese es el "bolivarianismo" al que detestan los "demócratas liberales". Sin contar con el no muy ilustre papel de otros gobiernos progresistas de América Latina que combinan en un estilo muy local ignorancia con soberbia.

     Al parecer, gran parte de los "gobernantes" del mundo no están al tanto de mayor cosa, o no quieren estarlo, puesto que, bien miradas las cosas, fue Zelenski quien sugirió desatar un ataque nuclear. Difícilmente la idea le vino sólo, pero Estados Unidos estuvo lejos de seguir la "ocurrencia", tal vez porque entendió muy bien lo que dijo Putin y sabe por lo demás lo que muchos occidentales quieren ignorar: que la supremacía militar, gracias a las armas hipersónicas, es de la Federación Rusa, por lo que ser así de "directos" no es conveniente. Lo es más, por lo pronto, golpear a la UE (!abajo!), aislar a Rusia (!afuera!), sin descartar chantajes mayores aún, y quedarse "adentro" arbitrando al menor costo. Para una potencia en decadencia, no está mal. Los rusos podrían ser algo menos "juveniles". Hasta hoy le ofrecen gas a los europeos para el invierno, que es como darle combustible al enemigo.

     Los Verdes heredaron el olvido de la izquierda: !muy bien! (da click en el botón de reproducción).



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