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domingo, 29 de enero de 2023

VUELA COMO UN PÁJARO, TIENE ALAS DE PÁJARO, PICO DE PÁJARO: !PERO ES UN PANDA!

 Si se observa cuidadosamente, los "demócratas liberales" se cuidan mucho de criticar a China, mientras buena parte de la izquierda está agarrada de este país como de un clavo ardiendo. China no incomoda demasiado porque no defiende mayores valores que digamos, en lo que es distinta de Rusia. China no enarbola el socialismo como alternativa y propicia en cambio toda suerte de cálculos de negocios. A lo sumo, Beijing, capital china, se limita a recitar lo que está de moda sobre la multipolaridad y un gran número de vaguedades. China saca tajada de Rusia, no a la inversa.

       China tiene cerca de un tercio de su población económicamente activa, unos casi 300 millones de habitantes, en la condición de "trabajadores migrantes", en particular en sectores como la infraestructura, el transporte y la construcción. Dado su carácter "migrante", se trata de una población sin derechos, que suele trabajar por lo demás en lo que se conoce como "996": seis días a la semana, de nueve de la mañana a nueve de la noche. Si acaso, los gobernantes chinos recurren al jerárquico confucianismo en nombre de las "virtudes milenarias", lo que termina en un llamado a la obediencia o, para ser más precisos, a la sumisión. Estas condiciones de sobreexplotación no tienen nada que ver con socialismo.

     Los multimillonarios tienen una gran influencia en el partido comunista local, y no son pocos. Parece que se ha omitido con éxito los vínculos de Hunter Biden, hijo de Joseph Biden, el actual presidente estadounidense, con multimillonarios chinos. Las grandes corporaciones estadounidenses están bien representadas en China. Por lo demás, la Academia China de Ciencias y varias universidades importantes del país asiático tienen fuertes vínculos con Estados Unidos. La universidad china de periodismo (Tsinghua) tiene un programa fundado por Bloomberg y varias instituciones de Wall Street. Es raro que lo expuesto salga a la luz.

     Con divisiones internas, China tiene algo así como un capitalismo de Estado o capitalismo político que difícilmente confronta a Occidente. Sin ser un país imperialista, China exporta desde infinidad de mercancías hasta una forma desagradable de tratar a los trabajadores. Más de uno le apuesta a un "G-2" de liderazgo compartido en el mundo entre China y Estados Unidos, sin que incomode tener, por una parte, al "taller del mundo" y, por la otra, al centro consumista-rentista del planeta. Quienes creen ver en China algún "bastión del socialismo" están en un error, lo que no implica que deba estudiarse el tipo de sociedad que hay en el gigante asiático sin demasiadas especulaciones geopolíticas. A bailar (da click en el botón de reproducción).



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...