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domingo, 7 de enero de 2024

Dr. ZAIUS EN ACCIÓN

 La técnica, muy avanzada en la actualidad, es en sí neutra y no implica forzosamente una mejor calidad de vida. Como lo señalara alguna vez el estudioso francés Bernard Stiegler, la técnica es, para utilizar una muy vieja palabra de los griegos, un pharmakón; a la vez un remedio y un veneno, según se utilice.

       La internet, de origen militar, por cierto, es un gran descubrimiento y una importante fuente de información, pero de no haber educación para utilizarla, no implica forzosamente mayor conocimiento, saber. Es un espacio lleno de cosas contradictorias, algunas valiosas y muchas falsas. En la medida en que está conectada a la Web, ocurre lo mismo con la Inteligencia Artificial (IA): puede ser útil (y hasta un tanto simpática para conversar), pero también arrojar cualquier cantidad de errores, simplemente porque, siendo una máquina, está hecha por seres humanos, y no cualesquiera que sean. Dicho de otra manera, un adelanto tecnológico no es garantía automática de mejor calidad de vida, aunque abre grandes posibilidades para ésta. Es como un coche: sirve para un mejor traslado, pero también para que alguien lo estrelle por exceso de velocidad o para encontrarse en un embotellamiento infernal. El utilitarismo capitalista tampoco es garantía con su creencia en "la felicidad del mayor número": por ejemplo, en la Ciudad de México, a falta de buena planificación, un coche para el mayor número volvería el tráfico todavía más insoportable, más con la renuncia a civilizar a los automovilistas, metida la  idea de libre albedrío señorial (soy libre de dar vuelta donde está prohibido si "me da la gana" y "me las puedo").

       La internet está distribuida de manera desigual por países, regiones y grupos de edad. Lo cierto es que el teléfono celular ya puede ser considero un bien masivo: en el mundo tienen uno tres de cada cuatro personas mayores de diez años. Puede servir para mejorar la comunicación, avisar de una emergencia o de una localización y hasta para cortesías, al igual que el WhatsApp. o, en la versión de iPhone, por ejemplo, para completar el cuadro de lo que los estadounidenses llaman un couch potato: pasarse el tiempo incluso echando para atrás la capacidad del lenguaje, empobreciéndolo al máximo, sin que se quiera decir que es a través de mensajes de texto que se descubrirá al próximo Cervantes. De quienes tienen celular, el 65 % está conectado a la internet, a riesgo de creerse cualquier cosa que salga ahí. Todavía un tercio de la población mundial no tiene conexión. El ideal, difícilmente alcanzable para el 2030, sería la conectividad universal para 2030. Predomina en un 80 % la banda ancha fija en el tráfico mundial. El problema para el abono a banda ancha móvil es más complejo porque hay que pagarlo. En los países de alto ingreso es 0,4 % del salario, pero 8,6 % en los de bajos ingresos.En los países de bajos ingresos predomina el 3G y el 4G sólo llega al 39% de la población. En Europa, Estados Unidos y Rusia (este último país, realmente fanático del celular), 90 % de la población tiene acceso a internet. En Africa, 37 %. Los jóvenes de entre 15 y 24 años son los mejor conectados (79 %). 81 % de la población urbana tiene acceso. Más allá de las desigualdades (no muy marcadas entre hombres y mujeres), es un gran potencial, pero también puede representar una alienación más o menos generalizada.

     Lo que debe saberse para la Web como para la Inteligencia Artificial es que, en cuanto al tráfico global de la internet, casi el 60 % está en manos de Google, Facebook, Netflix, Amazon, Microsoft y Apple, a los que se han incorporado Tik Tok, YouTube, Instagram e iCloud. Es una fuerte concentración y para hacer negocio, no para brindar un servicio público, lo que implica sesgos sistemáticos, al igual que la IA. Así como se abren importantes capacidades para el conocimiento, si hay cómo indagar, existe el riesgo ya mencionado de alienación, es decir, de uso de la máquina -incluso adictivo- no al servicio del ser humano, sino, en apariencia al menos, de la máquina, sus propietarios y, por ejemplo, lo que algunos llaman la "algoritmocracia", que dicta qué "seguir". Tal y como está hecho, como negocio, y sin educación para el uso, en vez de calidad de vida este pharmakón puede traer incluso regresión en el proceso evolutivo del ser humano, que incluye el uso adecuado del lenguaje. En vez de homo sapiens u homo sapiens sapiens, parte del género puede ir un poco de regreso al primate que tiene sentimiento de sí, pero no piensa y sí más bien responde a "señales": conversaciones del tipo "jajaja", "holis", malos emojis y mal usados (pese a que los hay de buen gusto), incapacidad para el intercambio, incomprensión del diálogo, etcétera, junto a otros fenómenos que han estado haciendo que los estudiantes, por ejemplo, sepan cada vez menos educarse y estudiar, y quieran cada vez más algo así como enseñanza Gerber: todo de apariencia resuelto, como en los algoritmos. Era en los años '70 que se promovía desde Estados Unidos una pequeña serie llamada "El planeta de los simios". Mal usada, la técnica puede servir para una regresión monumental, y no es cuestión nada más de su reparto desigual, salvo que se trate de igualdad en el acceso...al embrutecimiento. El agravante está en la presentación del algoritmo o la "noticia verificada", por ejemplo, como comodidades que dispensan de pensar. Ya nada más faltaría, para completar la interrupción del proceso evolutivo y la animalización, la justificación de que el ser humano, supuestamente "especie" y no "género", no es más que un amasijo de automatismos que reacciona (siempre con sentimiento de sí) sin siquiera saber detenerse ni proceder por ensayo y error. El pharmakón se vuelve así veneno: por las características de su propiedad, pero también, a nivel de "fuerza productiva", por la alienación mencionada como contraria a la verdadera creatividad individual. Lo enumerado empuja a la creencia de que todo lo de apariencia viva es humano y a no discernirlo de lo inhumano. Al grado de desacreditar lo propiamente humano, como lo hacían los simios del Dr. Zaius (da click en el botón de reproducción)







       

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...