¿Salió de alguien más o de lo que se llama una "intuición fulgurante" o "flashazo"? Recientemente, la presidentA de México, ClaudiA Sheinbaum, afirmó que el PRI (Partido Revolucionario Institucional), "oficial" de 1946 al 2000, podría desaparecer (ya casi se extinguió el PRD -Partido de la Revolución Democrática, perdido en asuntos de clientela), y que la derecha del partido Acción Nacional (PAN) se uniría con MC (Movimiento Ciudadano).
Lo dicho no es "el peor de los antojos" de Sheinbaum porque, de hecho, es prácticamente lo que YA sucedió en 2024. Ya hubo ocasión de notar cómo, pese al fuerte triunfo de Sheinbaum, por casi 60 % de los votos, hubo una marcada división del voto en el país, entre el sur y el centro-norte, con excepción de Sinaloa y de Baja California. Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo votaron abrumadoramente por Sheinbaum, al igual que Tabasco (cuna del presidente Andrés Manuel López Obrador), para que no hubiera duda de la inclinación de los estados más pobres por la actual presidentA. Dos estados con las dos segundas urbes más importantes de México, Jalisco (Guadalajara) y Nuevo León (Monterrey) se inclinaron por MC. No son ciudades para nada menores.. Por lo demás, la oposición sabía qué estaba haciendo con el precandidato Marcelo Ebrard y después con el PRIANRD criticando a MC por lanzar a Jorge Álvarez Máynez. Aunque no con el impacto de lo ocurrido en 2021, en 2024 la Ciudad de México se dividió, sin que importara qué clase de gente es el panista Santiago Taboada, quien, fascineroso y todo, llegó a casi 40 % de los votos contra casi 52 % de Clara Brugada, actual jefe de gobierno (hasta que exija ser llamada jefa). Entre Taboada y MC (Salomón Chertorivski), llegaban a cerca del 45 % de los votos capitalinos, sin que nadie se atreviera -por preferencia por la "política"- a divulgar cómo Taboada fue capaz literalmente de envenenar el agua de la alcaldía del PAN (Benito Juárez) para culpar al gobierno capitalino. El grueso de la votación opositora fue para el PAN en la capital, y el PRI no hizo el ridículo completo nada más porque participó el PRD. Ya ha habido ocasión de ver la votación por entidades federativas: Sheinbaum perdió también Guanajuato (en lo que toca al Movimiento de Regeneración Nacional, MoReNa), ganó con las justas en Zacatecas y Querétaro, y en 55 % en Michoacán: suficiente para localizar la habitual diferenciación del Bajío, pues porque "la vida no vale nada" ni con MC en Jalisco, ni con el PAN en Guanajuato, para agregar que Aguascalientes, con su feria de San Marcos, le dió el triunfo al PRIANRD (Xóchitl Gálvez), y 42 % a Sheinbaum. Un chilango (capitalino), siendo lo que tiende a ser, diría que la gente del Bajío es siempre "especialita". Ni en Puebla hacen "esas cosas" (se fueron al 65 % con Sheinbaum). En el norte, el resultado en Chihuahua fue de 53 % para Sheinbaum, como en Coahuila, aunque Tamaulipas y Sonora se fueron con la actual presidenta a más del 60 %, porque Sonora probó de todo antes de acabar en quiebra, y a su modo también Tamaulipas. Nuevo León es otra historia. Así, el centro-izquierda actual no controla las dos segundas ciudades del país, no arrasa en la capital, no la hace en el Bajío y no termina de vencer resistencias panistas y priístas en parte del norte (Nuevo León de lado por MC). Al PRI le quedan dos estados, uno ganado por buena política de seguridad (Coahuila) y otro tal vez por endogamia (Durango, preguntar por los Cabrera Sarabia, franquicia de del cártel de Sinaloa).. MC, ya se ha dicho, tiene las dos segundas ciudades del país, y el PAN persistió en Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y !bomba!, Yucatán). La extinción del PRI, salvo en el Turiluchas para ver a Alito Moreno, no es algo de descartar, previa anotación: fue el partido que por décadas, cabría decir que desde 1940 bajo la forma previa del PRM, aseguró, "haiga sido como haiga sido", la unidad nacional, hasta principios de resquebrajamiento en los '90.
Bien vistas las cosas, hay ciertas tendencias a la división del país en dos. Pese a las dudas que han llegado a pesar sobre él, el hoy independiente Manlio Fabio Beltrones tiene razón cuando sugiere que no se puede gobernar, así sea en nombre del "pueblo", como si se tuviera el 90 %. En materia de diputados, el centro-izquierda es menos apabullante que Sheinbaum, ya que apenas rebasa (con el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista) el 50 % (54,7 %, que es a lo que se refiere Beltrones)., mientras el resto se acerca al 40 %, incluyendo un 11 % del PRI. La diferencia a favor del centro-izquierda la hace el Verde Ecologista. Algo llamativo, en los lugares del norte donde MoReNa gana diputaciones es donde la gente parece harta del crimen organizado, salvo parcialmente en Coahuila. Igual parece haber sucedido en parte de Sinaloa. Al PRI le quedan espacios de miseria y crimen organizado. Lo único pensante que le queda al PRI es el ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, aunque en la entidad creció mucho MoReNa. No se trata de alguna "especificidad" del PRI: en muchos países de América Latina, el tiempo del populismo y sus variantes se ha estado terminando, como en Argentina fue batido el peronismo, en Panamá se fracturó gravemente el torrijismo, y en otros lugares no queda mayor rastro del bucaramismo (Ecuador), ni se diga del velasquismo, o va en bajada el "pepefiguerismo" en Costa Rica o no hay más "emenerrismo" en Bolivia ni "aprismo" en el Perú. La época del populismo nacional-revolucionario se acabó, y otra cosa es la demagogia o lo son los esbozos de alternativas. Ni el intento populista del presidente Nicolás Maduro logra algo más que la adhesión de la mitad de los votantes, luego de haber imitado en parte los métodos "adecos" (de Acción Democrática). Por perdida de centralidad del Estado, salvo en Cuba, el sentido de unidad se ha ido perdiendo y se tiende a la fractura en dos, centro izquierda y centro derecha. Muchas votaciones reflejan esta división (Colombia, Ecuador, Perú, Brasil, Venezuela, Costa Rica, Guatemala, Panamá -en tendencia, Chile, Argentina...). Las excepciones son pocas (Paraguay "colorado", Nicaragua "sandinista", El Salvador con Bukele...).
La oposición del PRIAN (ya sin RD y casi sin PRI) y de MC sí haría probablemente contrapeso al MoReNa, a menos que se siga presentando cierto excepcionalismo mexicano desde abajo; al mismo tiempo, la creciente integración con Estados Unidos empuja a formas de desintegración del Estado nacional. Lo que sí, aunque sea muy pronto para anticipar, y dando por sentado que, en algunos aspectos, lo predicho por Sheinbaum ya está, cuando menos muy latente, hay que tener presente que, salvo excepciones, la derecha o el "centro-derecha" no está exento de vínculos con el crimen organizado y desmanes del mismo (en parte del Bajío al menos, salvo Aguascalientes y Querétaro; lo hecho con Jalisco y Guanajuato no tiene nombre). En tendencia, la división está, y no es asunto de la telenovela sobre Adán Augusto para "desradicalizar" al MoReNa, olvidando el problema más delicado planteado por el gobernador sinaloense Rubén Rocha Moya, y planteado por el PRI, en parte. Góbers preciosos como Silvano Aureoles (PRD Michoacán) o los dos anteriores de Jalisco -uno de ellos (el que no está algunos pies bajo tierra), comparado con Mariano Otero, con tal de recibir dinero para seguir con Letras Libres- no parece que atrajeran el morbo creado por Latinus y otros que ya perdieron toda toda noción de patria. Como en parte Don Beltrone (para no decir que Alito, después de pedir a la Agencia de Control de Drogas -DEA y la Oficina Federal de Investigación-FBI en México, podría solicitar marines en Campeche y lanzarse al Turiluchas disfrazado de Santa Anna). A alternar entre Republicanos y Demócratas versión franquicia, a reserva de que pueda notarse que el centro-izquierda es bastante menos fascineroso y sí, con frecuencia de honestidad probada. Con mayor frecuencia que el PAN (que le dió a México un narcogobierno), el PRI (que acabó en un festín de gobernadores a cuál más chueco) e incluso MC con Enrique Alfaro (si bastaba con verlo). Igualito que Mariano Otero, constituyente de 1842 y 1847 (Alfaro va ahora de "constituyente" empresario futbolero). Los niños regios de MC tampoco están exentos de traer a Monterrey de cabeza. Así que lo que hoy es tendencia, latente, al rato puede estar así como muy quien sabe cómo, por aquéllo de que "los de abajo" en México pesan, porque se les teme en su anarquía furiosa cuando no se dejan. Es tendencia, y lo que algunos quisieran (entre otros, parte de los medios, aunque tampoco terminan de corromper, como relevos que son del seductor de la patria). Nada más. Como se dice en México coloquialmente, "le cuelga", y no se trata de agitar fantasmas para volver a sacarse de la manga al conciliador Marcelo Ebrard. También "le cuelga" y depende del vecino. Porque ser un vecino así o tener un vecino así... (da click en el botón de reproducción).