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martes, 17 de septiembre de 2013

QUIETO, BARRABAS...

En una reciente carta al periódico de EE.UU. "The New York Times," el presidente ruso, Vladimir Putin, dio a conocer su punto de vista particular sobre la creencia de que Estados Unidos es un país "excepcional". Muchos estadounidenses -si no es que casi todos- lo creen. Lo que Putin escribió hizo impacto en los EE.UU., y hubo quienes se mostraron dispuestos a responder. Cabe recordar que un gobierno del demócrata William Clinton lanzó la idea de que EE.UU. es la "nación indispensable", según le gustaba repetir a Madeleine Albright.
A primera vista, parece una cuestión religiosa. Putin puso las cosas en este terreno. "Hay países grandes y países pequeños, escribió, ricos y pobres, los que tienen una larga tradición democrática y los que buscan el camino a la democracia. (...) Todos somos diferentes, pero cuando pedimos la bendición del Señor, no debemos olvidar que Dios nos creó iguales "

El presidente Barack Obama se preparaba para atacar a Siria con el argumento de que se trata de una "dictadura" y de que Estados Unidos es-lo dijo Obama- la "democracia constitucional más antigua del mundo". En realidad, es Putin quien está familiarizado con la Constitución de los EE.UU., que establece que "todos los hombres son iguales ante el Creador." Es una constitución religiosa, no política. Por lo demás, es la misma Constitución que garantiza que todo el mundo tiene el derecho a "buscar la felicidad", algo así como la obligación de ser feliz, si o si. A primera vista, el dinero también es cuestión religiosa en los Estados Unidos, ya que el billete verde dice: "creemos en Dios". Por Constitución o por dinero, los EE.UU. parecen muy religiosos.
Putin trató de demostrar que el derecho internacional no puede dar otro mal paso, así que defendió las Naciones Unidas en la crisis siria, para que el organismo no acabe como la Sociedad de Naciones.
Puede ser que Putin criticara el Destino Manifiesto. Bolívar dijo alguna vez que Estados Unidos es un país destinado a causar calamidades en nombre de la libertad. Puede ser que Estados Unidos lo haga en nombre de una moralina sin par.
Putin no es ningún marxista ni nadie le pida que lo sea, y menos en una carta al pueblo norteamericano. Lo que pasa es que a veces "la base material determina la conciencia", y en Estados Unidos no es la religión que te hace sentir que eres un ser excepcional, elegido. Es algo más prosaico, el dólar. Lo tienes o no lo tienes, y determina lo que puedes hacer o lo que no puedes. En una plutocracia (gobierno de los ricos), ha sido bendecido por Dios -sabe escoger, parece-quien tiene el dinero. Quien no lo tiene puede ir a rascarse con sus pulgas en un tugurio de Detroit y sin ayuda, ni siquiera del Todopoderoso. Hasta el movimiento Occupy Wall Street sale a la calle por dinero cuando los ricos se sobrepasan, y no por solidaridad con nadie.
Así que el dinero hace fans, como se los llama. Si hay alguna duda, basta con ver quienes son aliados de Estados Unidos: en Israel, Arabia Saudita y Qatar se unen sin problema el rico y el extremista religioso. Si nos vamos a poner con la Biblia, lo que Putin está tratando de lograr es que los fariseos no vuelvan a soltar a Barrabás (en 1933 lo soltaron muy tranquilos los antecesores de Cameron y Hollande, no los de Putin). El cuidador del pais indispensable es un reo -siempre ansioso de libertad- que no sabe gran cosa de leyes. Sucede que entre moralina y moralina hay un tipo de rico que termina casi siempre soltando al delincuente que lleva dentro, y sucede por igual que la ley en principio es para ponerle un alto, lo que trata de hacer Putin.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...