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miércoles, 12 de agosto de 2015

WASHINGTON-MOSCU: PLAYING WITH THE BOMB...

Después de lanzarle dos bombas atómicas a Japón y de que Douglas MacArthur calculara lanzarle otra a China, Estados Unidos, no muy a gusto con la bomba atómica soviética, empezó a entrever la posibilidad de asestarle a Moscú un golpe nuclear que no dejara cabida a respuesta ninguna.
     El asunto no es de los tiempos actuales, pese a que hoy está latente. El asunto data incluso de antes de la crisis de los misiles en Cuba en 1962 y ha sido documentado entre otros por el escritor e investigador Peter Dale Scott. De acuerdo con archivos desclasificados estadounidenses y que hoy circulan sin muchos problemas por la Web (a condición de hacer una búsqueda mínima), fue al principio del año 1957 (por lo tanto, apenas seis años después de que MacArthur fuera destituido por querer lanzarle a los chinos un bombazo atómico) que los militares estadounidenses pensaron en un primer golpe nuclear contra la Unión Soviética. En julio de 1961, los planes le fueron presentados al entonces presidente estadounidense John F. Kennedy: en particular, una parte de la Central de Inteligencia Americana y de la Fuerza Area calculó que había una "ventana de oportunidad" con misiles balísticos y que tal vez podría ser aprovechada en 1963 (los archivos narran el encuentro del Consejo Nacional de Seguridad el 20 de julio de 1961, donde varios jerarcas militares presentaron planes para un ataque sorpresa).
      Aunque al final no abundó mucho en el asunto, el querido líder John F. Kennedy no dejó de hacer sus propios cálculos. Se sabe más gracias al llamado "Memorándum Burris" desclasificado en 1993: la idea en Washington era escalar la tensión hasta conseguir el ataque sorpresa en 1963. Informado de los planes, Kennedy quiso evaluar el alcance de los daños que podían causarse en la Unión Sovietica y si existía la posibilidad de adelantar el golpe para el invierno de 1962. Se le contestó que era preferible diciembre de 1963. Kennedy preguntó igualmente cuantos ciudadanos estadounidenses debían estar temporalmente en refugios luego del ataque. Se le contestó que esos ciudadanos debían estar en refugios dos semanas (!).
       A nadie, en ese momento, se le pasó por la cabeza que se estaba discutiendo una locura. No: simplemente eran cálculos y la única "locura" que ha pasado a la Historia -oficial- es la crisis cubana de 1962, bajo el supuesto de que la locura estaba en "la amenaza de Moscú" y en la cabeza de los líderes soviéticos. Si nosotros somos los que lanzamos la bomba, no es ninguna locura: es una forma de entretenerse en algo, y encima, de obtener alguna ventaja.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...