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miércoles, 28 de marzo de 2018

PERU: EL FUJIMORISMO INVENTA LA ESCLAVITUD DEL SIGLO XXI

En su época, Marx se indignaba de lo que llamaba "la esclavitud asalariada", pero el mundo de los negocios ha llegado hoy más lejos, al uso de la esclavitud pura y simple.
     Recientemente, por iniciativa fujimorista, el Congreso peruano hizo pasar una ley por la cual los estudiantes técnicos pueden trabajar durante tres años en una empresa sin recibir salario ninguno. Como hay que hablar el lenguaje de los organismos internacionales, el régimen creado se llama de "experiencias formativas en situaciones reales de trabajo". ¿Pasantía?¿Servicio social? No, habida cuenta de la duración de la "formación". Los jóvenes pueden trabajar hasta 20 horas semanales (4 horas diarias, un medio tiempo) para las empresas, sin salario, a cambio de "complementar su formación teórico-práctica". En total, unas 448 horas como máximo sobre un periodo de tres años. La ley ya se conoce en el Perú como "ley del esclavo juvenil". La congresista fujimorista (Fuerza Popular) Rosa Bartra la justificó como un "convenio" entre institutos y empresas -y de ninguna manera un contrato- para que "los chicos de los institutos" puedan "aprender en una situación real de trabajo". Como ya es costumbre, a los jóvenes, objeto de todas las demagogias, las universitarias incluidas, no se les ofrece la posibilidad de hacerse de un oficio o una profesión bien remuneradas al mérito, ni por ende un futuro con un mínimo de certidumbres.
     Unicamente dos parlamentarios de izquierda (Nuevo Perú), Marisa Glave y Alberto Quintanilla, votaron contra esta ley peruana que le permite a una empresa realizar el sueño de la plusvalía gratuita, el más salvaje de los sueños capitalistas, la ganancia sin ningún costo humano, en capital variable. !La explotación total! Los parlamentarios de Nuevo Perú señalaron que así las empresas tienen la tentación de hacerse de una "renta" con "fuerza laboral gratuita". Para la congresista Rosa Bartra, la actitud de la izquierda es "mezquina", pero además "terrorista", porque el fujimorismo acostumbra tachar así cualquier discrepancia. Cabe señalar que Indira Huilca, congresista de Nuevo Perú, había propuesto una ley más sensata: incentivos para las empresas que contraten a trabajadores jóvenes e inviertan en su capacitación y co-financiamiento del Estado en salud y pensiones. Nada: lo que no está contemplado como negocio redondo para el poder del dinero es "populista" o, peor, "terrorista".

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...