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viernes, 29 de junio de 2018

Y COINCIDIR...

Hasta ahora, ¿cuáles son los intereses que han enfilado contra el presidente estadounidense Donald J. Trump? Están desde luego los grandes medios de comunicación masiva, que desde un principio no pierden ocasión de criticar al mandatario por lo que sea.
     Han estado los intereses que apoyaban la candidatura de Hillary Clinton: Wall Street, la burocracia de Washington y el "Estado profundo" estadounidense, el complejo militar- industrial (enemigo abierto de Rusia y China) y la Central de Inteligencia Americana (CIA), que teme ser relegada. Hillary Clinton estaba planeando otra guerra, con una "zona de exclusión aérea" en Siria, similar a la que tiempo atrás se le impuso a Libia (algo en lo que Clinton jugó un papel importante). No es un secreto que los Demócratas estadounidenses han buscado sortear con guerras los problemas financieros, de tal modo que el costo siempre recaiga en otros a través de mecanismos imperiales.
      Algunos consideran que también se han opuesto a Trump los intereses "digitales" de Silicon Valley y además Hollywood, donde es mundano estar en contra del actual mandatario de Estados Unidos. No mucho de lo anterior es economía real: no lo son Wall Street y su especulación, la burocracia conspiradora de Washington, o el mundillo de Hollywood y sus chismes. Pero todos son los intereses que se vieron beneficiados a la vez con las administraciones Clinton (desde los '90) y Obama, la "revolución" de las Tics (tecnologías de la información y la comunicación) y con la "guerra perpetua" por el "Nuevo Siglo Americano" decidida por George W. Bush y sus "neoconservadores" desde el 11/S. Los Clinton, Obama y los Bush no han tenido mayores problemas en coincidir contra Trump. Para Bush padre, Trump no sería más que un "fanfarrón". George W. Bush dijo por su parte temer ser "el último Republicano". Bush padre confesó haber votado por Hillary Clinton en las últimas elecciones presidenciales estadounidenses. Bush hijo votó en blanco. Por su parte, Barack Obama no ha parado de criticar a Trump por asuntos de política interior y exterior. También está el magnate especulador George Soros, quien intentó armar un movimiento anti-Trump "desde abajo" y con Clinton.El grado de conservadurismo y derechización es tal que toda esta gente belicista a ultranza -e imprudente, además- aparece ahora como "progresista", con la que se puede coincidir en el Tercer Mundo.
     Trump está en buena medida rodeado por el "Estado profundo" -que sigue actuando también fuera de Estados Unidos- e incluso por un mundo de las finanzas como el de Goldman Sachs. Hay quien dice que el actual presidente estadounidense conduce los asuntos de su país como un negocio inmobiliario, y es lo más probable. Seguramente no sea un motivo suficiente para coincidir con todo el establishment estadounidense, como les ocurre a los dizque "liberales" y a los ultraizquierdistas "libertarios", por fin oficialmente unidos (después de todo, tienen un mismo origen baby boomer y sesentaiochero).

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