MEXICO: CULTURA COMO ESPECTACULO

Se sigue evidenciando el deterioro de la vida cultural en México, que antes del gobierno actual ya estaba copada por unas cuantas camarillas. La Cumbre de Premios Nobel de la Paz se celebró en el estado mexicano de Yucatán y se convirtió en un espectáculo carente de toda seriedad (es decir, que la paz pareciera ser un negocio como cualquier otro): se premió (con el Peace Summit Award) por su labor altruista al cantante y prócer puertorriqueño Ricky Martin (foto, primera abajo), presentado por la totalmente norteada Rigoberta Menchú, y Martin, quien dió además un concierto en el Paseo Montejo de Mérida, capital yucateca, aprovechó la circunstancia para alabar a quienes sin duda son grandes luchadores por la causa, la comunidad LGBTTTIQ+. Con la asistencia de 27 laureados, la Cumbre se hubiera convertido en un sainete completo (también se apareció a parlotear Miguel Bosé) si el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no hubiera hecho un discurso para nada frívolo vinculando el logro de la paz al de la justicia social.

Entretanto, en la capital mexicana, el ahora ex director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), Pedro Salmerón (foto, abajo) metió la pata al llamar "jóvenes valientes" a los guerrilleros de la Liga 23 de septiembre (no era un movimiento popular y estaba infiltrado) que en 1973 mataron en un intento de secuestro al empresario regiomontano Eugenio Garza Sada. Salmerón sí empleó la palabra "valientes" en plan de felicitación, y Paco Ignacio Taibo II sin duda lo hubiera hecho también. El problema es que, ajeno a la institucionalidad, Salmerón utilizó el Facebook oficial del INEHRM, lo que como funcionario público no podía hacer, y de nada sirvió que el mismo Salmerón y el INEHRM quisieran hacer malabares con la palabra "valiente", a la que quisieron restar una connotación positiva que sí tiene. Las redes sociales, el Consejo Coordinador Empresarial, el periodista muy chilenamente artero y matarife Pablo Hiriart y otros más tundieron a Salmerón, pidiendo desde una disculpa pública hasta la renuncia. La Secretaría de Cultura no se solidarizó con Salmerón y lo remplazó al frente del INEHRM por Felipe Avila. De hecho, ningún "ideólogo" de la supuesta "Cuarta Transformación" salió en defensa del linchado, a quien Enrique Krauze le ganó limpiamente la partida con una defensa biográfica de Garza Sada en el periódico Reforma. Lo de Krauze pasa. Lo del sabueso Hiriart, no: tiene una columna llamada "Uso de razón" siendo que suele faltar a la lógica y el raciocinio, como lo probó por ejemplo con su libelo "El principio de una tiranía". Al mismo tiempo, algunos aprovecharon para volver a usar esa droga recreativa que es el ataque machacón al ex presidente mexicano Luis Echeverría, el coco de la Iniciativa Privada y de la extrema izquierda (del tipo del difunto Raúl Alvarez Garín), que siempre coincidieron en hacerlo culpable de lo que no fue.

       Por lo demás, ¿en algún momento alguien dará disculpas públicas por el gruesísimo saqueo del Estado mexicano en los últimos 36 años o más, o alguien las pedirá?