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miércoles, 18 de septiembre de 2019

VENEZUELA: LA MIGRACION COMO INSTRUMENTO DE GUERRA

En la 42 sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ex mandataria chilena Michelle Bachelet, habría afirmado que según la propia organización de Naciones Unidas, hay actualmente en el mundo 4,3 millones de venezolanos refugiados y migrantes. La información fue presentada de manera muy ambigua, probablemente adrede, dada la manera de proceder de Bachelet. En realidad, según el Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en un informe dado a conocer en septiembre de 2019, hay en el mundo 3,4 millones de migrantes venezolanos(gente viviendo fuera de su país), pero que no han pedido nunca el estatuto de refugiados y no lo tienen. Lo anterior quiere decir, a diferencia del ambivalente informe de Bachelet (en la foto), que los venezolanos no han estado saliendo tanto por razones políticas, es decir, porque sean perseguidos, sino por otros motivos, que pueden incluir la búsqueda de una mejor situación económica, dadas las dificultades que hay en Venezuela en este aspecto. Hay que considerar que 3,4 millones es una cifra elevada para un país que, como la misma Venezuela, tiene 31 millones de habitantes, pero tampoco es muy diferente de las cifras de migrantes de México en Estados Unidos o de los países del sur de Europa en el centro del Viejo Continente (por ejemplo, de Portugal en Francia).
En realidad, de acuerdo con el ACNUR, hasta el 31 de diciembre de 2018 el 57 % de los refugiados en el mundo provenía de Siria (6,7 millones, una cifra enorme y debida a una guerra, para un país, nótese bien, de poco más de 18 millones de habitantes), Afganistán (2,7 millones) y Sudán (2,3 millones). Fuera de los anteriores, en todo el mundo sólo se registraron 341 800 refugiados, incluyendo, entre otros, a venezolanos. Así las cosas, la cifra de refugiados venezolanos es en realidad bajísima, aunque Bachelet en su discurso lo haya querido mezclar todo. Ya sería por lo demás hora de descubrir que las migraciones se han convertido en un instrumento de chantaje: así le ha ocurrido por ejemplo a México, país sobre el que Bachelet se pronunció recientemente de manera tonta.- Hace rato que la secretaria de Gobernación mexicana, Olga Sánchez Cordero, dió a conocer lo que ya se podía saber: los migrantes centroamericanos, en especial las caravanas, son instigados por activistas como Irineo Mújica y Cristóbal Sánchez, que responden a intereses muy concretos (en Estados Unidos, y más aún contra Donald Trump, mandatario de ese país). Así, Trump no habría pedido más que dejen de estar provocando a su país. Sánchez Cordero hizo notar en junio de 2019 que los migrantes armaban disturbios justo cuando autoridades mexicanas y estadounidenses estaban en conversaciones oficiales para arreglar el problema. La secretaria de Gobernación acusó muy en particular de organizar caravanas a una organización: Pueblos sin Fronteras. Es una organización no gubernamental ligada a financiamiento del magnate húngaro-estadounidense y pro-Demócrata George Soros, quien por cierto organizó también un buen número de "estampidas" de sirios hacia Europa y llegó a colaborar con ACNUR a través de la Open Society Foundation.
     Como sea, en su discurso en Ginebra, Bachelet rayó en el uso de las migraciones como instrumento de guerra, lo cual es lamentable para la señora.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

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