Hay varios datos más interesantes. Aunque hay excepciones, el contagio casi no ha salido de la provincia china de Hubei (más de 58 millones de habitantes), donde se encuentra Wuhan. La cifra de contagios ha ido regularmente a la baja, con caídas importantes desde el inicio del brote. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha señalado que más del 80 % de los pacientes sufren una forma leve de la enfermedad. Hasta la edad de 39 años, la mortalidad del Covid-19 es bajísima, de 0.2 %. Luego, aumenta gradualmente con la edad. Ya se sabe que afecta más a personas con otras condiciones subyacentes. Por cierto, el número de personas recuperadas de la enfermedad superaba al día de hoy las 14 mil, una cifra considerable si se compara con los fallecidos y los contagiados.
Es interesante mencionar que Rusia está dando un apoyo importante a China con equipo médico para combatir el virus y que éste es tratado en China con la ayuda de un fármaco cubano, el Interferón Alfa 2 B recombinante. El presidente estadounidense Donald Trump consideró hace poco que el gobierno chino de Xi Jinping está haciendo "un gran trabajo" en el combate al virus.
Otros se comportan de modo imprudente: un profesor de Harvard dice que el año que viene puede contagiarse entre 40 % y 70 % de la población mundial si no se controla la epidemia y otro de Hong Kong anuncia 50 millones de fallecidos. Mientras tanto, un grupo de expertos de la universidad pública, que aún no se pronuncia sobre el pangolín (el otro animalito susceptible junto al murciélago en caldito de actuar como transmisor), llama a no llevarse las manos a los ojos, la nariz y la boca y a desinfectar manijas, teclados y celulares. Hay que desconfiar a ultranza del vecino como presunto portador, mientras en China la gente encuentra el modo de solidarizarse entre sí (da click en el botón de reproducción arriba).