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viernes, 21 de febrero de 2020

MEXICO: AMIGO ¿QUE TE PASA, ESTAS LLORANDO?

Es un poco extraño el acento local e internacional en los feminicidios cuando, del total de asesinados en México en el año 2019, 90 % aproximadamente fueron hombres y no mujeres. La tendencia mundial es algo parecida (80 % de los asesinados, hombres). Desde 2017, una antropóloga y feminista comedida como Marta Lamas hacía notar, junto a otros académicos, que la violencia contra los hombres está normalizada: "(...) si alguien mata a una mujer es noticia y escándalo", decía, para agregar que "la violencia contra hombres está más naturalizada y no escandaliza". No es raro que en los medios de comunicación masiva mexicanos el escándalo por un feminicidio se encuentre frente a la "discreta" noticia del cúmulo de hombres ejecutados en tal o cual lugar.
       Por lo demás, podría generarse la impresión de que las mujeres están exentas de maldad, cosa que por cierto también niega Marta Lamas. México ha coleccionado algunos buenos casos en el sentido contrario, desde alguna narcosatánica a finales de los '80 hasta la "mataviejitas". En el caso del "monstruo de Ecatepec", un feminicida, era una mujer la que le suministraba las mujeres a ser sacrificadas, dizque por miedo, aunque dicha mujer compartía la "comida" (llegaron al canibalismo) y se preocupaba nada más por el hecho de que el ejecutor "dejaba sucio el baño" con sangre y restos de sus víctimas. En el caso muy reciente de la niña Fátima, fue un "regalo" que la mujer le hizo al hombre, quien exigía una "novia que le durara mucho tiempo", y el asunto llega más allá del simple miedo (hay consumo de droga de por medio, al menos del hombre). ¿A quienes buscan proteger las mujeres que llaman a un paro nacional?¿A la Rosa de Guadalupe o a Rosario Robles, una mujer a la que el poder parece haberle hecho perder la cabeza, como le sucede a no pocas en ciertos estratos de la sociedad mexicana? El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sugirió que décadas de descomposición de valores tienen que ver con lo que ha venido ocurriendo, pero más de una mujer quiere para si un curioso estado de excepción, en un país en el cual no dejan por lo demás de entremezclarse un odioso machismo y formas de matriarcado (del tipo que lleva a declarar a algunos que "todos venimos de una mujer", como si se hubiera fecundado sola).
       El gobierno de la Ciudad de México presidido por la activista #LadyProtocolos no sirve a la ciudadanía, sino que la "acompaña" en sus "legítimas demandas", en algo así como un coaching (sin que nada haya cambiado por cierto en la pésima conducta cívica de los capitalinos). Se silencian resultados como el de la "violada de Azcapotzalco" que nunca lo fue y que se paseaba en un lugar despoblado en altas horas de la noche y en “estado inconveniente “. El gobierno de la Ciudad pide una disculpa pública a la familia de una universitaria ultimada en un feminicidio en el campus universitario: el tipo estaba bien drogado, pero ella nada más con "condiciones farmacológicas" o incluso "en estado de indefensión farmacológica". El mismo gobierno reabre desde cero el llamado "multihomicidio de la Narvarte" buscando politizarlo y omitiendo la extraña trayectoria de súper enriquecimiento en varios países de una "modelo" colombiana (la droga tampoco está ausente en este caso) muerta en el asunto. Simplemente, empieza a suceder que por el hecho de serlo cualquier mujer está exenta de responsabilidad. En la universidad pública, una alumna reprobada acusa de acoso a su profesor y la Facultad busca tomarse en serio el asunto; otra alumna que cometió plagio acusa a quien ratificó la denuncia de haber acosado a 15 alumnas. Ninguna de estas anomalías trasciende, pero una Facultad puede estar parada meses y meses por "mujeres organizadas" que dan sospechosamente largas al asunto, mientras las autoridades parecen autocastradas, incluyendo al jefe de jefes que aduce que por el tapabocas verde hablará el espíritu (la pañoleta verde es símbolo de simpatía por la legalización del aborto). Nadie sigue a fondo un caso, nadie se mete realmente en un expediente: una mujer (llámese Isabel Miranda de Wallace, por poner otro caso) está dispensada de rendir cuentas de sus actos. Pueden vandalizar en Palacio Nacional, tampoco se les puede decir nada en este ambiente de Salem. Se trata de algo muy bien tratado por Marta Lamas en Acoso: ¿Denuncia legítima o victimización?. A diferencia de una aspiración del pasado, compañerismo no hay. Podemos, en España, anuncia tranquilamente desde la izquierda en un curso: "Si te maltrata, mátalo" (cuando podría ser simplemente que lo dejes, aunque, conste, otras mujeres sean las primeras en reprocharte una separación). En serio, ¿van a hacer paro por la Robles, la  Miranda de Wallace o por Martha Sahagún?!Ni una vieja cabrona más! !Gracias por el Día sin Mujeres este 9 de marzo, y que el 8 del mismo mes sea para el compañerismo y la solidaridad inexistentes el 10 de mayo!

FANÁTICAMENTE MODERADOS

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