2009, EL PANICO

Entre finales de abril y principios de mayo de 2009, la Ciudad de México llegó a presentar el cuadro de un lugar más o menos desierto y con una poca gente circulando en "modo marciano", con cubrebocas azul, como si cualquier contacto con el vecino fuera un peligro grave. Al poco tiempo, en junio de ese mismo año, la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan (o Chang, según las fuentes), declaró la "urgencia pandémica" por la gripe A/H1N1. El 11 de junio de 2009, Chan declaraba de todos modos: "según las informaciones disponibles hasta el día de hoy, una aplastante mayoría de pacientes presenta síntomas benignos; su restablecimiento es rápido y completo, en la mayoría de los casos sin recurrir a ningún tratamiento médico". Agregaba la directora de la OMS, originaria de Hong Kong: "a nivel mundial, la cantidad de fallecimientos es poco importante, no esperamos un incremento brusco y espectacular de la cantidad de casos graves y mortales". Así las cosas, para declarar la alerta, la OMS modificó su propia definición de pandemia desde abril de 2009. La antigua definición hablaba de "un virus nuevo, de rápida propagación, para el que no existe inmunidad, y que provoca una alta tasa de enfermos y de muertes". Los dos últimos parámetros sobre las tasas de infección fueron suprimidos y la gripe A entró en la categoría de pandemia. Cabe señalar que para el coronavirus no hay relación proporcional entre el número de contagiados y el de fallecidos (no crecen al mismo ritmo), y la mayoría de los afectados (80%) presenta síntomas benignos o queda asintomático. Curiosamente, los grandes medios de comunicación masiva no establecen la relación (fallecidos/contagiados), considerando como lo hacen que el número de contagiados puede ser mayor al conocido (y por ende la tasa de mortalidad más baja). Al 17 de marzo, la nueva "pandemia" se había llevado al otro mundo al 0,000092 % de la población mundial y contagiado al 0,00235%. Dicho sea de paso, en China, que logró ya varios días sin contagio, en 2018 la influenza estacional (neumonía incluida) mató a 300 mil personas. En el mismo país asiático, las muertes por la "pandemia" de coronavirus representaron alrededor del 1 % de los fallecidos por gripe estacional en 2018, excluyendo, lo que no resulta tan sencillo, el problema de la co-morbilidad. Por cierto, en China, la contaminación, que bajó drásticamente porque en lugares como la provincia de Hubei la gente se quedó en casa, mata a unas 70 mil personas anualmente, incluyendo unos 4 mil niños y muchos adultos de más de 70 años. Queda por ver, tema sobre el que en algún momento se volverá, cómo se juntan, como ocurre en la temporada invernal en la Ciudad de México, el estancamiento de aire contaminado y los "virus" de la gripe.
      Entonces, ¿por qué la OMS cambió la definición de pandemia? Albert Osterhaus, un científico holandés llamado "Míster Gripe" o, en inglés, Dr. Flu, tenía la respuesta: este virólogo, para entonces el más importante del mundo, con alfombra roja en la OMS y quien predijo por lo demás la llegada de una gripe como la A/H1N1, presidía el ESWI (Grupo Europeo de Trabajo Científico sobre la Gripe), enteramente financiado por los grandes grupos farmaceúticos que ganaban miles de millones de dólares vendiendo las vacunas...que la OMS obligó a comprar a los gobiernos del mundo (otra vez, GlaxoSmithKline, Sanofi Pasteur, Novartis, Hoffmann-La Roche...) para combatir la gripe A. Cabe señalar que a la larga, Osterhaus, el "papá de la gripe", fue severamente cuestionado en Europa. La OMS, por su parte, en nombre de las "alianzas público-privadas", se dedicó no tanto a recibir fondos públicos sino privados, del doble de lo que le aportaba la Organización de Naciones Unidas (ONU) en forma de becas y ayudas financieras. Un miembro de la Cochrane Corporation, un grupo de científicos independientes, Thomas Jefferson (sic), terminó declarando: "una de las características más sorprendentes de esta gripe y de toda la telenovela a la que ha dado lugar es que, año tras año, hay gente que emite previsiones más pesimistas. Ninguna se ha cumplido hasta ahora y esas personas siguen emitiendo sus predicciones. Por ejemplo ¿qué pasó con la gripe aviar que iba a matarnos a todos? Nada. Pero eso no impide que esa gente siga haciendo sus predicciones. A veces parece que hay toda una industria que tiene la esperanza de ver surgir una pandemia". La de 2009 estaba ligada a una recesión y la del coronavirus parece estarlo. Ya habrá tiempo de abundar en los extraños intereses de Bill Gates (con quien la OMS tiene vínculos) en la "pandemia" actual. Desde luego, las medidas preventivas, los cuidados médicos y el apoyo a grupos focalizados (en especial de la tercera edad) no están de más. Pero el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien está duro y dale con un lavado de manos casi obsesivo,  tal vez no sepa que 3 mil millones de seres humanos en el orbe no tienen acceso al agua potable ni al jabón. Esperemos entonces ni más ni menos que la muerte del 40 % de la población mundial, sin contar con que en América Latina el 30 % de la población en la informalidad no puede encerrarse en su casa porque vive al día y de vender cualquier cosa. Por cierto, y a propósito de medicina mexicana, ¿sabrá don Tedros que cada minuto mueren en el mundo 5 pacientes por errores médicos? Seguramente lo sabe, ya que él mismo lo declaró. Son 525 mil 600 muertos al año por iatrogenia (1440 al día). Les dejamos este tango para nuestros lectores hispanoparlantes (da click en el botón de reproducción):