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lunes, 30 de marzo de 2020

CORONAVIRUS, POSIBILIDADES CURATIVAS O PROTOCOLOS

Alrededor del 24 de marzo pasado, un equipo de médicos franceses, del Instituto Hospital-Universitario de Marsella (Mediterráneo Infección), encabezado por Didier Raoult, uno de los mejores infectólogos del mundo (si no es que el mejor, y autor de descubrimientos importantes de bacterias que llevan su nombre, como la Raoultella planticola y la Ricketssia Raoultii), anunció que había conseguido un tratamiento sencillo contra la Covid 19, siempre y cuando se encuentre en fase inicial o moderada (cuando ya está muy avanzada "ya no hay virus" y ésto lo ha matado todo): un medicamento originalmente utilizado contra la malaria o paludismo, la hidroxicloroquina, más un antibiótico con efecto antiviral, la azitromicina. Raoult, por genial que sea, no había violado la regla de una medicina que es colectiva, como cualquier otra ciencia,: estudios chinos también habían tenido buenos resultados con el antipalúdico (lo anunció desde principios de febrero la agencia noticiosa china Xinhua, basándose en el Instituto de Virología de Wuhan de la Academia de Ciencias de China), y se mencionaron casos similares en Sudcorea, con autorización explícita de las autoridades de este país.
     Atención, como la idea de la medicina predominante no es encontrar una cura sino hacer negocio con la enfermedad(¿o en qué sistema estamos?), los "expertos" y los medios de comunicación masiva globalistas empezaron su implacable tarea de aventar mierda con ventilador: que el estudio de Raoult no sigue todos los protocolos, que es un charlatán, que luce excéntrico, etcétera. Al día de hoy, el Instituto de Raoult ya había sacado un segundo estudio, con resultados igualmente muy alentadores. Esta vez el globalismo y los partidarios de la "dictadura de la metodología", que están también en las ciencias sociales, tuvieron que callar. Con el tratamiento mencionado, el paciente se cura en unos cinco a seis días al bajar la carga viral. Cierto es que en Estados Unidos la hidroxicoloquina salvó incluso a un hombre cerca de la muerte.
      Apenas salió el primer resultado del Instituto marsellés, el mandatario estadounidense, Donald Trump,probablemente alertado por la noticia dada en Fox News y por magnates como Elon Musk (el alcalde de la ciudad francesa de Niza, Chistian Estrosi, y la política gala de Los Republicanos, Valérie Boyer, se sanaron con el antipalúdico), dijo que podría haberse hallado la cura, mientras el comisionado de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA por sus siglas en inglés), Stephen Hahn, se apresuró a poner trabas, y el tratamiento fue autorizado sólo en hospital. El alud de mierda en la Web fue tal que ya casi no se podía distinguir nada: se alegó que el medicamento es potencialmente "venenoso", que tiene efectos secundarios (!entonces clausuren todas las farmacias y nos quedamos con jarabe de Broncolín!) y que un tipo murió por ingerirlo. Resulta en realidad que en Arizona, Estados Unidos, un extraviado de los que nunca faltan  oyó "cloroquina" y se tomó fosfato de cloroquina,  como parte de un líquido antiparasitario para desinfectar acuarios: sí, los de los peces, por lo que el señor se tomó un desinfectante (!). Por lo demás, el antipalúdico se ha prescrito a miles de millones de personas: fue descubierto hace décadas y entró al mercado...en 1949, incluso de manera preventiva, por si se viaja a países de Africa o incluso de América Central con problemas de malaria. El antibiótico Azitromicina lo toman 1 de cada 8 estadounidenses cada año.
     ¿Para qué tal campaña? Raoult está enfrentado con el Big Pharma y con Yves Lévy, esposo de la ex ministra de Salud del presidente francés Emmanuel Macron, Agnés Buzyn, y hasta hace poco patrón del INSERM (Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica), que busca monopolizar los ensayos de distintos medicamentos contra la Covid 19. No fue sino hasta que Brigitte Macron, esposa del presidente francés, le rogó a éste al oído, que el actual Ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, aprobó la hidroxicloroquina (al menos en uso hospitalario en "casos graves", algo estúpido contra lo que protestó la líder política de derecha Marine Le Pen), que por lo demás sirve también para tratar el lupus y la artritis reumatoide, por lo que no se puede acaparar en exclusiva para la Covid 19 (el muy poco glorioso comportamiento de la "sociedad civil mexicana" de inmediato provocó el desabasto de la hidroxicloroquina necesaria para pacientes con las patologías mencionadas, y para variar ha habido que rogar para que el gobierno tome cartas en el asunto, mientras la "comunidad científica" mexicana ni se entera, salvo una excepción, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.INER, y otra de la Universidad Nacional Autónoma de México-UNAM).
      Un nuevo golpe a los monopolios del Big Pharma (aunque es sobre todo Sanofi que fabrica la hidroxicloroquina) y a cierta ineptitud de las redes hospitalarias, que "congelan" los abastecimientos del antipalúdico (mientras en otros países no se toman previsiones  y se sigue ciegamente lo que dicte un organismo internacional, como decidió hacerlo #LadyProtocolos, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con su kit de paracetamol) vino finalmente de Rusia, y cuando incluso la agencia noticiosa rusa Sputnik empezaba con su propio ventilador contra Raoult, con lo que ha seguido (si alguien tiene problemas cardíacos, la hidroxicloroquina se suplementa con potasio): el 28 de marzo, la Agencia Federal Rusa de Biomedicina y el Centro de Investigación y Producción Pharmazachita presentaron un medicamento prometedor contra la Covid 19. Curiosamente, se trata...de otro antipalúdico, la mefloquina, que asociada con un antibiótico da muy buenos resultados. No está de más señalar que en esta odisea de pocos días, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghadrayesus, cuyos negocios están en otra parte, habrá advertido contra los "tratamientos no probados", al igual que expertos de la universidad pública, que no pueden pensar sin sus laboratorios de cabecera, "porque se necesita mucho dinero" (el infumable y atrabiliario Antonio Lazcano dixit) y el auxilio del paper de la revista estadounidense con 8 mil citas y sabrá Dios qué factor de impacto. !Es que falta el protocolo protocolario y la evaluación de los evaluadores, y la acreditación de los acreditadores!!La metodología!
      Raoult ha dicho que de poco sirven las "cuarentenas medievales" que aíslan a sujetos sanos y que son mejores las pruebas masivas, siguiendo el modelo sudcoreano que tan buenos resultados dió. El mismo doctor llamó la atención sobre algo que la OMS hubiera podido tomar en consideración: la costumbre de los chinos de escupir en la calle. Ojalá se evitaran estos hábitos en otros países, porque contra la mierda aventada con ventilador en cambio no se puede nada: es falso que un psicólogo de la universidad pública afirme que los medios de comunicación masiva no buscan crear miedo (supuestamente sería un mito de tantos), cuando éste les ayuda para el rating, así sea por morbo, y por ende para vender, si es necesario linchando a quien sugiere una cura y termina ofreciendo un número no desdeñable y repetido de pruebas. ¿Pero qué nivel tiene en el PRIDE y en el SNI, y qué productividad? Tiene una cura pero...¿lo hemos visto en revistas de reconocido prestigio, y su metodología es de excelencia, de consistencia y de pertinencia?
     Por cierto, ¿por qué el periódico mexicano El Universal descalificó tres hospitales chinos que demostraron que el grupo sanguíneo O es mucho menos vulnerable al Sars Cov-2?¿Porque "la muestra no es representativa"? Entonces esperen todos los protocolos del Big Pharma y aquí nos vemos en dos años.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...