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viernes, 6 de marzo de 2020

LA ECONOMIA MUNDIAL, AGRIPADA

A juzgar por las noticias recientes, el coronavirus (Covid-19) estaría haciendo estragos en las Bolsas de Valores no vistos desde la crisis de 2008 y afectando a la economía internacional: se reducen los viajes y el turismo, China demanda menos materias primas y exporta menos, se paralizan las cadenas de suministro....Cualquier ignorante podría sugerir poner a las Bolsas en cuarentena si no se recuperan pronto y darles a los especuladores gel antibacterial y cubrebocas.
     En realidad, distintos organismos internacionales, comenzando por el FMI (Fondo Monetario Internacional), habían advertido que la economía se desaceleraría. Lo habían dicho desde finales del año pasado, es decir, desde antes de la aparición del Covid-19, que ni siquiera parece ser exactamente el "detonante" de la inestabilidad financiera y económica actual. Fue Kristalina Georgieva, flamante nueva directora del FMI, quien advirtió desde 2019 sobre una "desaceleración sincronizada" de la economía en el mundo: a principios de octubre pasado, afirmó que el 90 % de los países se vería afectado por la baja del crecimiento. De hecho, desde poco después de la elección del mandatario estadounidense Donald Trump los medios de comunicación masiva "globalistas" (CNN, BBC, The Washington Post, AFP, AP, Deutsche Welle, The New York Times, etcétera) trataron de crear pánico retratando al elegido como la incertidumbre en persona y buscando así sembrar la desconfianza entre los "inversores". Ahora se trataría de una situación parecida, en medio del arranque de la contienda electoral en Estados Unidos, y el Covid-19 puede ser otra buena manera de buscar crear incertidumbre, desconfianza y desaliento entre los "inversores".
       En realidad, la economía internacional está dando tumbos desde finales de los años '60 de tal forma que en 2013, hasta alguien como Larry Summers, ex secretario del Tesoro del presidente estadounidense William Clinton, sugirió en plena conferencia en el FMI que la economía del mundo podía estar pasando por una etapa de algo conocido como "estancamiento secular": "¿y si el mundo en el que vivimos fuera la nueva normalidad? Se preguntaba. ¿Y si las condiciones de cuasi depresión van camino de mantenerse, no uno o dos años más, sino décadas?". Pese a que la denominada "Gran Recesión" de 2008 quedó atrás, la economía internacional sigue deprimida, en términos generales. Y antes de 2008, las cosas tampoco estaban demasiado bien. Lo que ocurre es lo siguiente: cuando la economía internacional da tumbos  desde casi medio siglo, sin recuperación sólida y duradera, lo menos que cabe pensar es que se trata de una crisis de larga duración (diferente desde este punto de vista de las dos Depresiones capitalistas, a finales del siglo XIX y en los años '30 del XX), y tal vez entonces de una transición, aunque no puede culminar o "cuajar en algo" si no hay sujetos sociales que le den rumbo y sentido. En suma, en gran parte del mundo, las cosas pueden estarse pudriendo lentamente sin posibilidad de un cambio en profundidad si ni siquiera se tiene conciencia de lo que ocurre y se está en cambio en la coyuntura o en el "después de mi, el Diluvio". El coronavirus, por ejemplo, no sería entonces más que un distractor de tantos, mientras sectores capitalistas divergentes buscan cada uno enrumbar los eventos en beneficio propio. Bueno, por lo pronto la economía y las finanzas están agripadas.

      

EL BALBOA QUIERE DÓLAR

 No queda claro por qué algunos se lanzan a anunciar triunfos imposibles: como era de prever, la candidata popular Maribel Gordón obtuvo en ...