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domingo, 30 de agosto de 2020

BELARÚS: FANTASMAS

Al ver la bandera rojiblanca que ondean los manifestantes en Bielorrusia contra el mandatario Alexander Lukashenko, alguien extraviado podría creer que se trata de un país que quiere rescatar algún pasado grandioso . El problema es que éste simplemente no existe. En resumen: Bielorrusia prácticamente no existió en la Historia como país independiente, salvo por un muy corto período al final de la segunda Guerra Mundial. Previamente, el territorio bielorruso existió dentro del Gran Ducado de Lituania y en la Mancomunidad Polaco-Lituana. La República Nacional Bielorrusa únicamente tuvo vida entre 1918 y 1919, y luego el país pasó a formar parte de la incipiente Unión Soviética. Esta tuvo cuatro fundadores en 1922, entre los cuales la República Socialista Soviética de Bielorrusia (RSSB desde 1920). La República de entre 1918 y 1919 no fue otra cosa que un satélite alemán. Como Ucrania, la RSSB tuvo un asiento en la Asamblea General de Naciones Unidas después de la última guerra mundial  

    En rigor, Bielorrusia (República de Bielorrusia o Belarús, a secas) nació a la vida independiente de modo paradójico, casi de inmediato con Lukashenko a la cabeza, aunque fuera el único parlamentario local que se opusiera en 1991 a la disolución de la Unión Soviética. Lukashenko comenzó a gobernar en 1994. Es probable que quiera pasar a la Historia como padre fundador del país que tiene hoy 29 años de existencia independiente. No existe ninguna "Belarús ancestral" ni mayor idioma bielorruso, aunque más que Lukashenko lo use la oposición en sus extraños carteles (al lado de reivindicaciones abiertamente feministas en inglés, por ejemplo, o letreros que dicen "la Madre Patria soy yo").



      El hecho de que, salvo dentro de la Unión Soviética, Bielorrusia (donde se habla básicamente ruso y la religión predominante es la ortodoxa) no haya existido jamás con alguna identidad propia fuerte seguramente explique lo que la Premio Nobel verdulera Svetlana Alexievich nunca ha podido explicar. En efecto, durante la segunda Guerra Mundial, Bielorrusia fue un gran bastión de la resistencia de grupos de partisanos, en la retaguardia de los alemanes, quienes nunca se los perdonaron. Estadísticamente, Bielorrusia fue la república más castigada de la Unión Soviética, más que Rusia: los alemanes destruyeron 209 de las 290 ciudades bielorrusas, 85 % de la industria y más de un millón de edificios. Entre dos y tres millones de personas fueron asesinadas (entre un cuarto y un tercio de la población total). El nivel de vida de los bielorrusos previo a la guerra no se recuperó sino hasta 1971. Antes de largarse ante la ofensiva del Ejército Rojo en la "Operación Bagratión", los nazis practicaron una política de "tierra quemada" en Bielorrusia: el saldo, al final de la guerra, fue la friolera de 9 mil 200 pueblos aniquilados. Es igualmente cierto, y tampoco lo aborda Alexievich, que una parte de la población bielorrusa colaboró por distintos motivos con el ocupante.

     Lukashenko ha declarado en estos días que ve en Rusia a un "hermano mayor", y contra lo que sugieren algunos, ello no tiene por qué implicar que Bielorrusia y Lukashenko renuncien a toda independencia, así cometan errores: no se trata de un "traidor" ante las provocaciones de los servicios secretos ucranianos y estadounidenses, ni de un "imbécil" (al decir del analista Daniel Estulin, quien al parecer cree no equivocarse nunca). El mandatario ruso, Vladimir Putin, ha tenido cuidado de no caer en la provocación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y justamente de no tratar como "hermano mayor" a Bielorrusia, algo que curiosamente ha reconocido la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, explícitamente. La que existe es la injerencia occidental y ucraniana, y desde hace rato, con la intención de armar una "revolución de colores" desde la presidencia estadounidense de Barack Obama (Bombama), mediante fondos, instituciones, partidos y organizaciones no gubernamentales (ONGs), unas mil, según lo ha señalado la analista Vicky Peláez, de Sputnik Mundo

     Es probablemente falso, contra lo que sostiene Estulin, que 90 % de los bielorrusos deteste a Lukashenko. Basta con decir que la gente del mandatario no cree que todo el mundo lo adore, y calcula entre un 20 % y un 30 % de la población que definitivamente no lo quiere. Por historia, es difícil que una mayoría de bielorrusos se quiera inclinar por liquidar así como así su país para venderlo al mejor postor en Occidente. No está de más señalar algo penoso: la bandera rojiblanca de una Belarús inventada la utilizaron durante la segunda Guerra Mundial, según Peláez, los 28 mil voluntarios de la Defensa bielorrusa y los voluntarios bielorrusos de la 36 División de las Waffen-SS (un cuerpo de élite) nazis.No queda claro si quienes en Occidente muestran a la ralea pequeño-burguesa de Minsk, capital bielorrusa, manifestándose con su mal gusto se dan cuenta de qué están reivindicando.Por cierto, el Premio Nobel de "Literatura" para la verdulera -de pésimo gusto, en verdad- Alexievich coincide con el periodo del también Premio Nobel ("de la Paz"), Barack Bombama. !Puf! Mejor algún recuerdo soviético (da click en el botón de reproducción), con la letona Laima Vaikule.




viernes, 28 de agosto de 2020

LOS DIARIOS DEL PROGRESISMO

 Por algún motivo no del todo explicable, pero que podría encontrarse en el rating, algunos periódicos afines a gobiernos progresistas, como La Jornada en México o Página 12 en Argentina, no logran informar con objetividad y llegan incluso a la mala fe. En el caso del rotativo mexicano, el columnista mexicano Pedro Miguel sostiene que "Calderón (el presidente Felipe Calderón, de derecha, Acción Nacional, 2006-2012) fue promotor de un genocidio". Quien conozca la definición de genocidio puede darse cuenta de que la afirmación es completamente falsa. Por suerte, Pedro Miguel parece haber dejado de compartir con el periodista Epigmenio Ibarra, quien vive de su renta de "corresponsal de guerra", el ánimo absolutamente provocador de juzgar ante tribunales a dos que tres ex presidentes mexicanos.

     Lo cierto es que La Jornada deja descuidados ámbitos enteros que son importantes para el buen fin de López Obrador y muchos columnistas del periódico tienden a posiciones extremas. Entre ellos están conocidos amigos de Cuba que no han movido un dedo para respaldar al actual mandatario mexicano. Otros viven en lo superlativo de moda, como Raúl Zibechi, quien no duda en sostener por ejemplo que hay una "epidemia de crímenes contra los pueblos", citando casos a conveniencia (Chiapas) y olvidando otros graves, por ejemplo los cometidos contra no indígenas en Colombia (lo que faltaba: reducir Colombia a sus grupos indígenas...). Zibechi, de manera increíble, colabora en un portal ruso (Sputnik mundo) alabando...a China.

     En el caso de Página 12, puede repetir tranquilamente que el mandatario estadounidense Donald Trump "le debe las elecciones a Rusia", cuando el informe estadounidense Mueller lo negó y ahora se sabe que la Central de Inteligencia Americana (CIA) estuvo detrás del hackeo del servidor Demócrata (Comité Nacional Demócrata, DNC por sus siglas en inglés). Ambos periódicos, el mexicano y el argentino, sorprenden por su capacidad para posicionarse ante asuntos internos del Imperio como si fueran propios. No paran de denostar a Trump al margen de cualquier prueba y son abiertamente favorables a los Demócratas, no nada más en asuntos de personas (candidatos), sino de formas de ver el mundo.

     Uno de los casos más protofascistas de Página 12 estuvo en el aberrante linchamiento reciente del doctor francés Didier Raoult, defensor del tratamiento contra la Covid 19 con hidroxicloroquina. De manera absolutamente cerda, el corresponsal en París, capital francesa, Eduardo Febbro, llamó a Raoult "el charlatán de la hidroxicloroquina" y escribió sobrado: "(...) complicó al extremo la gestión de la crisis (!), dividió a los medios científicos (!), puso en tela de juicio casi todas las decisiones que se tomaron, descalificó los procedimientos de protección y al sistema de salud, humilló a los investigadores (!), armó un debate público intenso e irracional (!), mezcló ciencia y política (!), introdujo una desconfianza aún más crítica de la que existía entre la sociedad y el poder político sin que su famoso tratamiento a base de hidroxicloroquina haya reproducido, a nivel mundial, los efectos que él le atribuyó y presentó como procedimiento milagroso (!)". No queda claro cómo un solo hombre, Raoult, hubiera podido lograr todo lo enumerado con la peor mala leche, salvo que lo que haya ocurrido en realidad es que al doctor marsellés, por tener un criterio independiente, se le hayan ido encima muchos intereses creados. Dicho sea de paso, otro país, esta vez Bélgica, acaba de exponer buenos resultados con la "famosa" hidroxicloroquina: con una dosis baja se consigue una reducción muy significativa de la mortalidad (sobre una serie de 8 mil 75 pacientes, lo que dista de ser poca cosa). Hasta hace poco tiempo, sin que el corresponsal de Página 12 lo mencionara en ningún momento, el Instituto Hospital Universitario de Marsella, encabezado por Raoult, tenía la mayor serie mundial de personas tratadas con hidroxicloroquina (+azitromicina), unas 4 mil personas, y la menor tasa de mortalidad del mundo, de menos de 0,5 %. Tal vez incomode igualmente que Raoult acabe de declarar que la mortalidad de la Covid 19 no ha sido muy alta, pese al alarmismo más o menos generalizado y pifias en los tratamientos como en México: 2 %. Apenas se ha rebasado el promedio más bajo de muertos por gripe estacional.

     En procesos de cambio como los de México y Argentina, por lo demás muy diferentes entre sí, no se ha echado a andar la formación de gente que sea simple y llanamente profesional en lo que hace (ni siquiera con la bastante sesgada Agenda Argentina): hay sobrecarga de una mala política, una política mal entendida, que mezcla el deseo de audiencia con la costumbre de maniobrar e incluso con el engaño. Los diarios mencionados no dejan de manejarse con cierta frecuencia como vasallos de un imperio que ni siquiera puede ser nombrado como tal. El resultado es que el progresismo, acosado en parte por la ultraizquierda, lo está por otra parte por la total tibieza del Grupo de Puebla y la Internacional Progresista. Queda por esperar qué se puede lograr en procesos más genuinos como el boliviano y el ecuatoriano (aunque ésto no quiere decir que el mexicano no lo sea, e incluso de avanzada), que por lo mismo han desatado una feroz contraofensiva del imperio y sus títeres locales.





miércoles, 26 de agosto de 2020

BELARUS Y SUS ANTISOCIALES

Los problemas por los que atraviesa Bielorrusia (o Belarús) tienen algo de muy simpático. Después de las elecciones presidenciales del 9 de agosto, el vencedor, el actual mandatario Alexander Lukashenko, ha sido acusado de fraude. Puede ser. Con todo, desde hace más de dos décadas, Lukashenko siempre gana por el mismo margen (80 por ciento), poco más, poco menos. Y lo gracioso es que ninguna noticia occidental es capaz de explicar en qué consistió el fraude, ni cómo se dió (por qué medios), ni quiénes participaron, nada. En serio: no hay absolutamente nada sobre el tema. El otro asunto que mueve a ternura es llamar al mandatario bielorruso "el último dictador de Europa", por completo al margen del significado de la palabra "dictadura". Nadie le ha dado al ganador de las elecciones poderes excepcionales de "tiempos de guerra" para declarar alguna forma de estado de excepción. Quienes salen a las calles de Minsk, capital bielorrusa, a protestar no han sido mayormente incomodados, al menos no en sus más recientes manifestaciones, filmadas por lo demás de manera sesgada. Son por cierto tan mulas que se puede ver en la foto siguiente lo que hacen, obsérvese el detalle: sacar una bandera medieval rojiblanca, muy parecida a la georgiana, y la playera (camiseta) del Che.


 
La sociedad bielorrusa ha sufrido cambios de estructura recientes. Es un poco más una sociedad de servicios y un poco menos industrial y agrícola que antes. Lo cierto es también que es una de las sociedades menos desiguales del mundo y con muy (muy) poca pobreza, aunque el nivel de vida no sea alto. Bielorrusia no fue saqueada como Rusia en los años '90, los de Yeltsin. Con todo, la gente urbana quiere más mercado y menos Estado, al menos en ciertos estratos. Entretanto, más de la mitad de los bielorrusos sigue viviendo en ciudades de menos de 100 mil habitantes, como lo recordó Inna Afinogenova en su programa "Ahí les va" de Russia Today (RT en español), y esa gente vota Lukashenko.

     Algunos opositores se han esfumado o han sido arrestados, como Viktor Babariko, un ex banquero, y el ex embajador en Estados Unidos, Valeri Tsepkalo (vaya casualidades). Por su parte, la Premio Nobel de "Literatura", Svetlana Alexievich, con aspiraciones de "mediadora", declaró tiernamente que los policías antidisturbios desplegados en Bielorrusia podrían ser "rusos disfrazados de bielorrusos". No son pocos los que empujan hacia la "revolución de colores" sin pensar, mucho menos en las consecuencias: como lo ha hecho notar el analista Daniel Estulin, no queda claro si quienes arman esta "revolución" quieren seguir el destino de un país experto en el tema, como Ucrania, que pudiendo ser una potencia agrícola e industrial se encuentra a la cola de Europa, con un pésimo nivel de vida, salarios de porquería y teniendo que dedicarse a los vientres de alquiler y la exportación apenas disfrazada de mujeres, lo cual tiene un nombre específico. ¿Quieren quienes protestan que se venda el patrimonio bielorruso a "precio de gallina flaca", parafraseando a Afinogenova?¿Alguien puede demostrar que les haya ido realmente bien a otros países que hicieron "revoluciones de colores", como Serbia o Georgia? En realidad, es poco probable que se trate de detenerse a pensar. Es más fácil, al menos en ciertos estratos, "echar montón". Alguna gente en Minsk ha demostrado hace rato que no sabe lo que hace, como cuando en 1999 se desató una avalancha humana a la entrada de una estación de Metro luego de un concierto de rock y murieron 54 personas, muchas de ellas muchachas adolescentes. Tocaba el grupo de rock ruso Mango Mango en un concierto organizado por una cervecería. Hay cierta dimensión antisocial presente y puede haber crecido, pero nos quedamos con un poco de música "del rumbo", aunque no exactamente bielorrusa (da click en el botón de reproducción):






domingo, 23 de agosto de 2020

ACA ENTRE NOS

 Al parecer, "libertad de expresión" es embolsarse una buena tajada de la partida secreta de la presidencia de la república. No causa problemas de conciencia seguramente porque se está con el presidente. Ni siquiera es necesario algún discurso sobre la necesidad de cuidarse de "cualquier poder". Es natural. No lo es recibir multas del gobierno. Aunque bien pudiera ser, en el límite, que la secretaria de la Función Pública mexicana esté haciendo lo que mejor sabe hacer, provocar.

     ¿Pero en qué estábamos? Ah sí, en las trapacerías de Pío López Obrador. ¿Cómo no indignarse? Recibe dinero para pagar templetes y bocinas en mítines. Podemos salir con las consejas del "sentido común de época": o todos coludos, o todos rabones, o todos tienen cola que les pisen, por lo que la autoridad no la tiene el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. No la tiene nadie. El que se lleva las palmas es el del carisma, Carlos Loret de Mola, que puede dirigirse a su público como si estuviera hablando a "todos los mexicanos" y en nombre de "todos los mexicanos", porque es así como lo hace. Por lo visto, tener una columna o tener micrófono y reflectores da para confundirse en los papeles. El hermano del mandatario mexicano, se investigue lo que se investigue, no hizo 700 viajes en helicóptero de su casa al trabajo; no se la pasó viajando y hospedándose en los hoteles más lujosos del mundo, todo pagado con la tarjeta de Petróleos Mexicanos (Pemex); no repartió carretadas de dinero a legisladores para que aprobaran determinadas reformas: no recibió instrucciones del presidente de la República o del secretario de Hacienda para sobornar, incluyendo a periodistas; no recibió órdenes de un ex presidente para que se favoreciera a sus familiares en la adjudicación de contratos; no creó una red de complicidades compradas de hasta 70 funcionarios; no se codeó para sus trapacerías con candidatos presidenciales como Ricardo Anaya o José Antonio Meade; ni con unos 13 políticos de alto vuelo, incluyendo a gobernadores; no utilizó dinero de una constructora extranjera para financiar una campaña electoral (unos 4, 5 millones de dólares, pongamos, mientras que el hermano del actual mandatario entregó 400 mil y un millón de pesos en lo que hasta parece ser un Vips de mala muerte), y así. 

          A la oposición mexicana le viene importando un pepino -eah, igual puede ser un rábano- lo que diga en sus denuncias el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin. Simplemente se crece en que este tipo de cosas son naturales, tanto que, véanlo, Pío López Obrador también tiene sus bolsitas de dinero para templetes y bocinas, él, de seguro, también está utilizando el Estado para beneficio personal (si no, ¿de quién más, eh?¿o van a salir que para alguna "causa" inexistente, puesto que el actual mandatario mexicano lo hace absolutamente todo  mal?). A este punto se cree en la naturalidad de la corrupción (y lo que está tratando de demostrar el mandatario Loret de Mola es que todo el mundo le entra, por lo que un buen día va a resultar que Andrés Manuel tiene que pagar por lo de Pío, puesto que era el dirigente del partido de los templetes y las bocinas): uno se siente volar de impunidad y puede afirmar cualquier cosa sin siquiera averiguar. Brozo y yo somos Latinus.us.gob.mx.. Lo de Lozoya, más allá de afectar la conocida honorabilidad de Anaya, Meade y Luis Videgaray, es un distractor mediático, como lo que dice López Obrador del saqueo del país, para que nos olvidemos de todo lo pésimamente mal hecho en lo que va de este sexenio y de las bolsas de Pío. No puede ser. Es indignante.

     Vamos, son a tal punto amorales (lo que no es lo mismo que "inmorales") que lo único que les incomoda de Lozoya es que sus denuncias le allanen el camino al lópezobradorismo en las elecciones del 2021, siendo que el cálculo era que entre la epidemia y la crisis económica el oficialismo empezara a caerse. Lo demás es lo de menos. Las denuncias del ex director de Pemex (foto, abajo) son apenas una cortina de humo para tapar la indecencia de Pío y más aún la de su hermano Andrés Manuel, quien encima de creerse con "superioridad moral" (cosa que por cierto no ha dicho, al menos no en términos de "superioridad", pero n'hoooooombre, todos somos igualitos puesto que mortales...), quiere usar el "circo" para fines electoreros. !Qué bajeza destapar el caso ahorita!!Qué inaudita bajeza creer que no todos somos corruptos! ¿Pero qué puede esperarse con un hermano como Pío? Es más, ¿por qué no linchamos a Andrés Manuel López Obrador?¿Y de paso a Pío? Después de todo, hay gente congruente hasta el final con su "sentido común de época", con tal de que no cambie la época. Ya mareamos el punto. ¿En qué estábamos?


 

 

viernes, 21 de agosto de 2020

PREDICCIONES: EL ARTE DE FALLARLAS TODAS

 ¿Hasta dónde es predecible el futuro? En gran medida, no lo es, aunque se pueden establecer tendencias, varias por lo general, y no una sola. Dicho de otro modo, pueden suceder muchas cosas. Una parte depende de cómo actúen los sujetos -si llegan a constituirse en tales- en dicho futuro. Contra lo que suele creerse y repetirse, Marx y Engels nunca plantearon que debía darse un salto automático del capitalismo al socialismo. Marx dijo que la decadencia del capitalismo podía hacer palidecer la del imperio romano. Lenin, por su parte, tomó en consideración a futuro la eventual "putrefacción de la Historia", a falta de paso al socialismo. Otros estudiosos han sugerido que una crisis puede no terminar. Hasta ahora, es lo que ha ocurrido con la crisis capitalista iniciada a finales de los años '60 del siglo pasado: al cabo de medio siglo, no concluye y entra ahora en otra fase, para nada menor. Si una crisis dura tanto, es posible pensar que se trata de otra cosa que de ir de coyuntura en coyuntura. Puede tratarse de una larguísima transición como de un camino hacia ningún lugar, si la Historia no es teleológica (es decir que no tiene un fin predeterminado, lo que no quiere decir, por cierto, que no tenga leyes).

     A raíz de la crisis sanitaria internacional, se han multiplicado las predicciones, por lo general catastrofistas, aunque hay que precaverse: suele tratarse no de tendencias, sino de proyecciones basadas en el cálculo y no en el razonamiento. Por ejemplo, Bill Gates predijo que la crisis del SARS-Cov-2 culminará en los países ricos a finales del 2021 y en el resto a finales de 2022. Por lo demás, auguró que pasarán años, no se sabe bien cuántos, antes de que la economía vuelva a estar como a principios de 2020. En rigor, es el tipo de cosas que en realidad no se pueden saber, porque no se pueden fechar con esa precisión, menos si hay diferentes factores en juego. Gates parece creer tener un conocimiento del SARS-Cov-2 superior al del mejor infectólogo del mundo, el doctor marsellés Didier Raoult (sí, el defensor de la hidroxicloroquina), quien ha dicho que no está para predecir y que a lo sumo se puede prever que el SARS-Cov-2 permanezca a nivel endémico. Curiosamente, Gates, el hombre de La Vacuna, ha dicho que la vacuna "no será ideal en términos de efectividad". ¿Lo dice por la vacuna rusa? ¿O por las típicas fallas de varias vacunas occidentales, incluyendo la vacuna contra la influenza? Puede que "le atine" de vez en cuando, pero lo que hace Gates son cálculos un poco a ojo de buen cubero. Y es algo que se ha puesto de moda ahora que estamos en la era de lo numérico. 

     Medio mundo confunde proyecciones, que no forzosamente ocurrirán, con bolas de cristal o lectura de tarot. En esta medida, hay que tener cuidado con lo que se aventura sobre la economía: "la peor crisis desde 2008" pero también "la peor desde la Gran Depresión de 1929", una nueva "década perdida para América Latina", bailes de cifras, todo ocurre sin que se tenga una caracterización precisa de una crisis que estaba presente desde tiempo antes de la epidemia. Por lo demás, otros ven lo que ocurre como otra oportunidad de negocio. Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial de Davos, no ve en lo que pasa actualmente más que una "ventana de oportunidad" para adaptar el mundo a la "cuarta revolución tecnológica" (otros le dan otro nombre), basada en la robótica y la inteligencia artificial.

     El remplazo del razonamiento y en particular de la capacidad de conceptualización por lo numérico no ha dejado de repercutir sobre los "grandes analistas" de izquierda. En su portal de Youtube, Alfredo Jalife Rahme se ofrece directamente como gitano: "aquí te decimos lo que va a pasar, no lo que ya pasó", como si ambas cosas fueran disociables (Jalife duró harto tiempo "apostándole" por ejemplo a un grupo BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, del que ya se habla muy poco). Desde luego, cualquier predicción vende cuando la gente está asustada, y hasta se puede creer en formas de ocultismo como las del ruso Alexander Duguin, erróneamente identificado por Jalife como asesor del "zar Vlady Putin" (sic), o idolatrado por el experto en "inteligencia conceptual" (?) Daniel Estulin. 

     El mejor es sin duda el profesor Heinz Dieterich Steffan, que no cree más que en algoritmos (si en chino, mejor): previó la caída del presidente venezolano Nicolás Maduro, la de los Castro en Cuba, la de Daniel Ortega en Nicaragua y falló invariablemente, como cuando previó que Rusia cambiaría a Venezuela por Irán, otra cosa que nunca sucedió. Previó el temible ascenso del "fascista" mandatario estadounidense Donald Trump impulsado por algo así como el "ultrafascista" Steve Bannon. Para más señas, éste se encuentra ahora no en la cúspide del poder, sino arrestado por acusaciones de fraude y lavado de dinero, siendo por lo demás que dejó de ser consejero de Trump en 2017. Probablemente se necesite un arte especial para fallar en las predicciones con tanta contundencia. En ambos casos, el de Jalife y el de Dieterich (abajo, foto), se trata de "expertos/consejeros" (uno, en particular, sigue viviendo de la aureola de haber asesorado un tiempito no muy largo al presidente venezolano Hugo Chávez), sin distancia ante sus "fuentes", que en el caso del primero han tomado el aspecto de intrigas palaciegas para presumirle "relaciones" al público.

     La existencia del mundo numérico y de algoritmos no puede remplazar una formación destinada al uso de conceptos que toman en cuenta las propiedades del objeto del que se habla o que se analiza. Tal vez no haya nada más divertido que gente prediciendo el futuro capitalista ignorando al mismo tiempo las propiedades y las leyes del capitalismo, con tal de "desideologizar". En estas condiciones, no es raro que el "Melate" falle. No es seguro tampoco que el papel del periodismo sea leerle las cartas al lector. Es más recomendable, si de hacerse estafar se trata, darse una vuelta por el pueblo mexicano de Catemaco. Al menos se puede conseguir una limpia.


martes, 18 de agosto de 2020

LA BOLSA O LA VIDA

Es de suponer que algún tipo de gracia puede encontrarse en el escribir para no aportar nada o, a lo sumo, para hacerse el interesante y al mismo tiempo quedar bien para no caerse y ganar en cambio más favores por parte del poder, así sea el colectivo de amigotes en la oposición. El problema es que es así que se genera actualmente lo que se conoce por "opinión pública". Esta no ha jugado ningún papel positivo en la epidemia del SARS-Cov-2, que apenas acaba de rebasar en número de muertos el promedio anual más bajo de muertes por gripe estacional. Desde un principio, dicha "opinión" se hizo eco de la creencia de que sólo con una vacuna se puede enfrentar la enfermedad de la Covid 19. Esa creencia surgió de los interesados en la vacuna misma, por cuestiones que no tienen mucho que ver con "conspiraciones" o con ser víctimas de "falsas noticias". Es perfectamente normal que un sistema que se rige por el negocio busque hacer negocio, y desde el principio está la oportunidad de hacerlo con miles de millones de habitantes a quienes se les ha infundido toda clase de miedos. Mientras unos se asustan, fortunas como la de Bill Gates se incrementan de 40 % en pocos meses.

     Está tan claro que cuando aparece una vacuna, como la rusa, de inmediato se hace campaña en contra porque la que se "debe" esperar, para no salir del montón, es la de Gates, para más señas la de la Universidad de Oxford y la empresa AstraZeneca. Esta vacuna, como la rusa, no había pasado por todas las etapas de comprobación que ya, curiosamente, dos países de América Latina, México y Argentina, ambos progresistas, se comprometieron a producirla. Desde luego que hubo fisuras, porque el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, terminó afirmando que si la vacuna rusa funcionaba, le interesaba. No hubo ningún eco porque, así como alguna vez hubo Chicago boys, ahora hay algo así como Berkeley boys que creen, desde la izquierda, que lo mejor es "la izquierda del imperio": !corrieron a colgarse de la vacuna de Gates (aunque a la larga hubo excepciones como la del canciller Marcelo Ebrard), como antes el secretario de Salud mexicano, Jorge Alcocer, trató de colgarse de un medicamento, el antirretroviral Remdesivir, del que ya no se ha oído mayor cosa, tal vez porque no es especialmente bueno para los enfermos de Covid 19!. El asunto no ha tenido ninguna continuidad, pese a que el fármaco fue recomendado por el nefasto "epidemiólogo de la Casa Blanca", Anthony Fauci, admirador de Hillary Clinton, y por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para más señas: hace poco, AstraZeneca estaba buscando una forma de fusión con Gilead, productora del Remdesivir, y que se vió involucrada en toda la campaña, entre médicos y revistas científicas con claros conflictos de interés, para desacreditar la hidroxicloroquina como tratamiento (junto con el antibiótico azitromicina y eventualmente zinc) contra la Covid 19. No se trata de ningún complot, sino de grupos de interés afines en el negocio, que como buenos capitalistas, buscaron destruir cualquier competencia. Así, Fauci logró descalificar la hidroxicloroquina en reuniones donde 11 de los 20 científicos llamados tenían conflictos de interés, que importaron muy poco. Importó igualmente poco armar una campaña contra una vacuna rusa con argumentos válidos contra "La Vacuna" (Oxford/AstraZeneca), que tampoco ha completado todas las fases comprobatorias y va de hecho más atrasada que la rusa. También pesó un silencio sepulcral sobre el hecho de que una empresa china tuviera casi lista una vacuna. No es ningún "nacionalismo de las vacunas" ni pleito geopolítico: la diferencia está en creer en la vida o creer ante todo en el negocio. Por cierto que, debido al adenovirus usado en su creación, la vacuna rusa podría ser más eficaz que la de Oxford/AstraZeneca, y no según los rusos, sino de acuerdo con una inmunóloga israelí, Polina Stepénskaya (Centro Médico Hadassah de Israel). No importa. Si mañana Gates les vende agua de jamaica inyectable, la adquirirán masivamente y se la inyectarán con la misma enjundia con la que descalificaron el dióxido de cloro del mandatario estadounidense Donald Trump, sin entender siquiera de qué se trató. ¿Alguien ha seguido de cerca las predicciones de Gates sobre la epidemia y la economía? Al parecer, hoy cualquiera se mete a tarotista, al margen de que el ex de Microsoft tenga uno que otro acierto.

     La vacuna Oxford/AstraZeneca, de ser útil, no estaría disponible sino hasta principios del 2021, tiempo suficiente para que, extinguiéndose y quedando probablemente en estado endémico, la Covid 19 siga llevándose miles de vidas que hubieran podido salvarse si se hubiera hecho caso de tratamientos probadamente exitosos (incluyendo el favipiravir, sobre el que siguen fluyendo muchas noticias muy positivas). ¿Más pruebas de que no se trata de salvar vidas? El ministro de salud de Francia, el señor Olivier Véran, no esperó ni cinco minutos para declarar: "no pienso darle mi confianza a ninguna vacuna rusa". Entretanto, un antiguo director de la estadounidense FDA (Food and Drug Administration, o Administración de Alimentos y Medicamentos), que lo era hasta principios de este año, Scott Gottlieb, acaba de entrar en la junta directiva de Pfizer. Insistamos, no hay "complot", simplemente se está en un sistema en el cual, salvo cretinismo agudo, al parecer, se "debe" seguir la pista del dinero o, más bien dicho, de la ganancia. Si se siguen otras rutas, se obtiene por ejemplo que en Uganda, un país africano con 42 millones de habitantes, se prescribe con facilidad antipalúdicos (contra la malaria, la hidroxicloroquina lo es): llevan apenas 13 muertos por la Covid 19, no cerca de 60 mil. Entretanto, en Estados Unidos, y mientras se culpa a Trump de cualquier cosa, el gobernador de Minnesota o legisladores de Virginia deben dar duras batallas para que no se proscriba la hidroxicloroquina. Lo más fantástico es que se haya querido hacer pasar, como lo hicieron casi todas las agencias noticiosas, curas probadas -no era tan necesaria ni urgente la vacuna- por "magia" (el "druida" Didier Raoult, por ejemplo), "charlatanería" y "ausencia de rigor científico", todo repetido por gente que nunca se mete a indagar ni parece poseer siquiera un mínimo de curiosidad. Como no la tienen, seguramente no sepan que según Fauci La Vacuna puede tener tan sólo entre un 50% y un 60 % de eficacia (a ver si no resulta en algo como el Tamiflú), cosa que no se ha dicho de la rusa. Entre 50 % y 60 % de efectividad es por cierto lo que alcanzan -a lo sumo- las frases pronunciadas por Joseph "Robinette" Biden, candidato Demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Es la misma banda. Hasta la Pau lo entiende, ¿no? (da click en el botón de reproducción).


domingo, 16 de agosto de 2020

¿AHI VIENE LA PLAGA?

Kamala Harris, la candidata Demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, tiene algunas cosas raras en su haber. A título de ejemplo: cuando se postuló en dos ocasiones para la reelección como fiscal general del estado de California (2011 y 2013), tuvo entre sus donantes...¿a que no adivinan? Pues a Donald Trump e Ivanka Trump, la hija del primero. Al parecer, al final los Trump se asquearon de Harris por su manera de llevar el caso Brett Kavanaugh. Poco importa: Harris se había negado alguna vez a juzgar a Steve Mnuchin, director del One West Bank (IndyMac), aunque lo sugiriera el Departamento de Justicia californiano. Mnuchin es actualmente, en la administración Trump, el secretario del Tesoro de Estados Unidos. Harris fue la única Demócrata en recibir dinero de Mnuchin cuando fue precandidata en el 2016. Gran perseguidora de pequeños traficantes de droga y de otros asuntos delictivos menores, Harris se las arregló en su carrera para no tocar demasiado a banqueros, compañías petroleras e inmobiliarias transgresoras o fraudulentas. Tampoco importunó mucho a policías corruptos.

     Es hija de estudiantes de Berkeley. El Demócrata Bernie Sanders tuiteó que Harris defenderá a los trabajadores, pero los primeros en festejar su candidatura oficial a la vicepresidencia estuvieron en Wall Street. Se pusieron eufóricos. La hija de Berkeley ni siquiera es muy coherente en defender la salud para todos (Medicare for all), contra lo que parece creer el muy alineado Sanders. Un día que sí y otro que no, todo mientras no se toque a las aseguradoras privadas. En política exterior, Harris ya se ha hecho notar por ser muy pro-israelí, así haya que terminar de pasar sobre la Franja de Gaza.

     Ya se sabe que los Obama, como los Clinton, son la clase de advenedizos que han terminado forrados de dinero. Kamala Harris tiene propiedades en tres de los lugares más caros de Estados Unidos: San Francisco, DC (Distrito de Columbia) y Brentwood. Hasta el portal Counterpunch ha hecho notar que terminará siendo más rica al final del espectáculo. Como la señora Killary, Harris tiene la reputación de tener hielo en las venas. Eso sí, el ex mandatario Barack Obama no dudó en decir en 2013 que Harris era la fiscal general "de mejor vista" del país (best looking, tuvo que aguar el elogio porque pareció "sexista"). El caso estaría en ¿Por qué los hombres aman a las cabronas? si no fuera porque ellos prefieren a Trump, a diferencia de una mayoría de mujeres que por lo visto gustan del estilacho en Estados Unidos (y que se difunde por doquier): la tipa que exuda "buenismo" y que a la primera oportunidad no actúa más que en función estricta de sus beneficios de advenediza. Sus apariciones en el Russiagate demostraron que ni sabe escuchar. Atropella al interlocutor. Así que tal vez le quede cierta canción (da click en el botón de reproducción, Kamala está abajo, escuchando).


viernes, 14 de agosto de 2020

MEXICO:¿CUAL NARCOGOBIERNO?!NADIE HA VISTO NINGÚN NARCOGOBIERNO!

 ¿Pues en dónde tenían la cabeza? El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue llevado casi a retractarse de haber dicho que durante el periodo del mandatario Felipe Calderón (de derecha, Acción Nacional) México fue un "narcoestado". Cierto, no todo el Estado enterito estaba infiltrado por el narco. La economía mexicana sí, casi completita: el 81 % llegó a ser tocado directa o indirectamente por el dinero del narcotráfico, según lo denunció en su momento la periodista Babette Stern. Nomás la puntita. México quedó "casi embarazado" por el narco.

     El asunto se estuvo oliendo en las calles durante sexenios (no nada más con Calderón), con medio mundo aficionado a la música de banda sinaloense, a todo ruido en lugares tan alejados de Sinaloa como los taxis de la Ciudad de México o los mercados de Villahermosa, en el estado de Tabasco (sureste). Quien no ululaba con "Una aventura" de la Banda El Recodo (abajo, con Julio Preciado, da click en el botón de reproducción) lo hacía con "Derecho de antiguedad", de la Original Banda El Limón. Ya se oye menos y hay "variedad", pero escandalizaron durante por lo menos dos sexenios (el de Calderón y el de Vicente Fox), y ahora se negará que fuera sintomático este gusto musical (López Obrador no ha impuesto alguno suyo).

     Con Calderón fue complicado. Habría pactado con Estados Unidos dejarle el negocio a un solo cartel, el de Sinaloa. Lo admitió el mismo cartel en juicios en Estados Unidos, país que no quería erradicar el problema, sino participar del negocio ejerciendo un buen control, como que tirándole a monopolio. ¿Bajo qué presidencia? La de Barack Obama, para más señas, el hombre que eludió el Obamagate y que pone como modelo el ex ministro de Cultura cubano y hoy presidente de Casa de las Américas, Abel Prieto..

     Los interesados repetirán que Calderón desató "la guerra contra las drogas", siendo que le limpió el terreno al cartel mencionado porque de otro modo el mercado ya era incontrolable. Los mismos panistas llegaron a reconocer, por boca de Ernesto Cordero, quien fuera secretario de Hacienda, que el sexenio de Fox había dejado una situación desastrosa, por lo que había que poner orden. Se hizo, y diríase que fue casi lo único que se hizo (¿no debía hacerse?). Algunos, como quien fuera secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, parecen haber optado por actuar por cuenta propia e ir un poco más lejos, o bastante. Ahora trata de defenderlo ese madruguete viviente "periodístico" que es Carlos Marín, en nombre de la presunción de inocencia. Muy bien. Se presume que García Luna, además de rentarle el aeropuerto internacional de la Ciudad de México al cartel de Sinaloa, le rentaba a la vez -se presume- el de Toluca al cartel de los Beltrán Leyva. Era tan descarado que se presume que los policías se tiroteaban en pleno aeropuerto  capitalino(¿o ya se olvidó lo ocurrido en la Terminal 2?), por cargamentos de droga procedentes presumiblemente de Sudamérica, se presume que para colmo en vuelos de Aeroméxico. Está bien, hasta nueva orden García Luna es "presunto culpable", él que se permitía hasta balear, se presume, a estadounidenses por la carretera a Cuernavaca. Son tan divertidos que en otros asuntos se han acordado de que sobre Emilio Lozoya. el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), recaerá la carga de la prueba sobre el involucramiento de medio mundo del antiguo régimen en fraudes electorales y otros enjuagues. De repente, se han acordado de la ley todos los que no la tuvieron en cuenta, por ejemplo en el caso de Florence Cassez, cuyo expediente no tenía mayor cosa que resistiera a la lógica, salvo en cabezas como la de Marín o la de quien le escribía una"carta a la secuestradora". ¿Qué tal una carta al pobre García Luna?

     Algunos, como el columnista de La Jornada, Pedro Miguel, junto con aducir que el de Calderón era un "narcogobierno" quieren para provecho propio hacer remontar las cosas hasta 1989, con la elección de Carlos Salinas de Gortari (1988), aunque en realidad llegan, como en su momento lo denunció el ex priísta (oficialista) Porfirio Muñoz Ledo, hasta un pacto durante el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), que involucró a Estados Unidos. Estaba tras la pista desde mediados de los '80 el periodista Manuel Buendía, y lo asesinaron. Al mismo tiempo que se está en el vasallaje, pareciera que en México nada tiene que ver con el vecino del norte y que todo es cosa de peleas locales que deben llevarse al estilo Canelo contra Pacquiao. México lleva unos 40 años con la economía a flote en buena medida no gracias al TLCAN (el extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte), que arrancó en 1994 y hoy es T-MEC (Tratado México Estados Unidos Canadá), sino al "emprendedurismo" de empresarios de talla como El Mayo o El Azul y a la capacidad de medio mundo para hacerse de la vista gorda sobre el origen de muchos dineros ("claro, si tú no te metes con ellos, ellos no se meten contigo", que lo diga el municipio tapatío de Zapopan o que lo canten, como ya lo hacían en los años '80 o incluso desde antes, los de Rosa Morada, Los Tigres del Norte).¿Los narcocorridos o las películas de narcos comenzaron acaso con Calderón? Dejemos las cosas en que narcoestados son Guinea-Bissau, Afganistán y Kosovo. En el caso de México, no se trata más que de presunciones, y todos los involucrados (¿en qué, eh?) tienen derecho, ahora sí, a la presunción de inocencia que tan alegremente pisotearon. Por cierto: hay que ver la excitación del artero compulsivo Pablo Hiriart con Joe Biden y el éxtasis de Leo Zuckermann con Kamala Harris. Exigimos ser estafados.


martes, 11 de agosto de 2020

BELARUS: PROVOCACION

En las fotos que se presentan primero se puede ver un elemento común, un puño cerrado con un diseño muy similar en el caso de Otpor!, el movimiento serbio que tumbó al presidente Slobodan Milosevic, del movimiento contestatario ruso Oborona, de la oposición venezolana de Juan Guaidó, de la "revolución de las rosas" georgiana de 2003. de la primavera árabe egipcia y, vaya...de Black Lives Matter. Al parecer, llevamos unos 20 años con la misma marca, puesto que Milosevic cayó en el año 2000.

Ahora, podemos ver aquí abajo, al centro, el símbolo que manejó la principal opositora al gobierno de Alexander Lukashenko en Belarús, la maestra de inglés Svetlana Tijonovskaya. Es exactamente el mismo que los de arriba. Y era para tirar al "último dictador de Europa", que pasa por autoritario porque regaña a los granjeros que no trabajan. Se supone que hasta el bigote del mandatario bielorruso es "de corte estalinista", como si existiera tal cosa (los mostachos de algunos miembros del gabinete del líder soviético Stalin eran en realidad muy variables y si acaso se asemejaban entre sí los de los georgianos). ¿Por qué los puños cerrados se parecen? Porque los financía la misma gente y utilizan las mismas tácticas: provocar para desatar la represión, hacerse las víctimas (salvo que se de por buena la provocación grave a las fuerzas del orden) y lograr un escándalo internacional que tumbe al "autócrata" (otra palabrita de moda). Se acaba de intentar en Belarús con algunos centenares de manifestantes y uno que murió porque el artefacto explosivo que había fabricado (para provocar a las fuerzas del orden) le estalló entre las manos.

El pretexto fue el supuesto "fraude" en las últimas elecciones en Belarús, que Lukashenko ganó con 80 % de los votos. El "analista" y "experto en inteligencia conceptual" Daniel Estulin sostuvo que el 90 % de la población de Belarús, de poco menos de 10 millones de habitantes, "odia a Lukashenko". No se explica en estas condiciones por qué fue a votar casi el 80 % del padrón electoral. A estas horas, Lukashenko no se ha caído y Tijonovskaya se fue corriendo a la vecina Lituania. Ha faltado la "valiente voz" de la Premio Nobel de "Literatura" (con perdón...), Svetlana Alexievich, para explicar que el 80 % de los bielorrusos son una partida de alienados que ni siquiera se percatan de ello. Tijonovskaya, con 10 % de los votos, llamó junto a otras ovejas de Londres (capital británica), Varsovia (polaca) y Praga (checa) a la renuncia del ganador de la justa electoral. Hace poco, Alexievich decía que la política oficial de Belarús ante la epidemia de Covid 19 era "una situación tipo Chernobyl" (a la fecha del 12 de agosto eran poco más de 590 muertos).

     Lo que es menos gracioso es que en vísperas de las elecciones hayan sido detenidos en Belarús 33 ciudadanos rusos que eran en realidad mercenarios, tal vez destinados a desestabilizar la situación local (o al menos a chantajear, incluso vendiendo protección), y parte, viene uno a enterarse, del grupo Wagner, un ejército privado de cientos de hombres al servicio de un oligarca, Evgueni Prigozhin, cercano al mandatario ruso, Vladimir Putin, o al menos al Kremlin. El grupo Wagner, que ha peleado en el Donbás ucraniano, Sudán, la República Centroafricana, Libia y Siria, por lo menos, tiene como lema "Nuestro negocio es la muerte, y el negocio marcha bien". Aquí abajo está su poco agradable insignia. Y en la foto de más abajo, la clase de hipster que sale a las calles de Minsk, capital de Belarús, a pedir la cabeza de Lukashenko. El problema con los ciudadanos rusos detenidos, no "secuestrados", se resolvió a través de las más altas esferas y apenas ganó, Lukashenko ratificó que nadie puede destruir la amistad con Rusia. Lo cierto es que Putin no siempre se rodea de la mejor gente. Belarús parece haber evitado varias provocaciones.


lunes, 10 de agosto de 2020

DE BRUJAS Y DEMONIOS

Si el presidente estadounidense Donald Trump fuera un "fascista" y un "supremacista blanco", no habría felicitado entusiasta ni retuiteado a la doctora Stella Gwandiku-Ambe Immanuel, una negra de origen camerunés que se plantó en público a decir que la hidroxicloroquina con azitromicina y zinc cura la Covid 19. Immanuel, de 55 años, se mudó en los años 90 al norte de América, trabajó en Canadá y Estados Unidos, está graduada en medicina por una universidad de Nigeria y es pediatra en Houston, Texas. Difícilmente ejercería esta mujer en la súperpotencia si no estuviera calificada para ello.

      Es cierto que la doctora sostiene que Estados Unidos está en manos de reptilianos, que se quiere una vacuna para erradicar la religión de la gente y cosas por el estilo, pero no es lo que estaba defendiendo.Muy africana, Immanuel sostiene que se puede adquirir problemas ginecológicos por tener sexo en sueños con demonios y brujas (demon sex). En rigor, tal vez no sea el origen de un problema ginecológico, pero sí le puede suceder a cualquiera soñar con tener sexo con seres más o menos demoníacos. No es tan fácil saber cómo funciona el cerebro y desde luego que alguien puede soñar con relaciones sexuales con brujas (se recomienda despertarse sobresaltado, comer pan y no volver a acostarse hasta estar seguro que la conocida no reaparecerá, puesto que hay efectivamente mujeres demoníacas, como demoníaco es el machismo de algunos hombres, y es una forma de decir "mágicamente" lo que en términos laicos sería: "hay cada hijo o hija de p...."). Dado que Gwandiku-Ambe es religiosa, no es raro que tenga algunas creencias francamente extravagantes.

     El problema, que no entiende el profesor Heinz Dieterich Steffan, repetidora de Cable News Network (CNN) y con tendencia a la vulgaridad, es que Trump no se entusiasmó por las teorías del demon sex, sino por el vídeo en que la negra de origen camerunés repetía enojada que SI hay cura para la Covid 19 y que le consta, con CIENTOS de pacientes: "había una mujer que fue espectacular en sus afirmaciones al respecto, dijo Trump, salía con muchos otros médicos. Eran grandes admiradores de la hidroxicloroquina, y pensé que ella era impresionante". Grave hubiera sido que la negra hubiera propuesto curar la Covid 19 con demon sex. Por cierto, Immanuel está -con todo su derecho- contra el aborto y el matrimonio homosexual. Muchas agencias de noticias se saltaron estos hechos que no son de menor importancia. ¿Todavía se puede discrepar, no?

     No tanto. Facebook, Youtube y Twitter censuraron el vídeo de Immanuel, siendo que no estaba hablando de ninguna de sus creencias, sino de la cura contra la Covid 19. Miren, si lo que quieren es La Ciencia, fíense del "epidemiólogo de la Casa Blanca", Anthony Fauci, quien descalificó la "evidencia de la hidroxicloroquina" en una reunión en la cual 11 de los 20 panelistas tenían conflictos de interés con grandes empresas farmaceúticas. Fauci, por lo demás, sostiene que una vacuna contra la Covid 19 podría ser efectiva "sólo en un 50 % o 60 %" mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) se hace la occisa sobre el éxito de la vacuna rusa.

      Veamos. Dieterich Steffan era partidario de la hidroxicloroquina, pero basta con que la defienda Trump para que saque las cosas de contexto y se ponga al demon sex, a dilucidar como llanero "con qué culo se sienta la cucaracha", a perorar sobre el hecho de que "sin tetas no hay paraíso" y sobre el coitus interruptus del presidente venezolano Nicolás Maduro. Gwandiku-Ambe se preguntaría si don Heinz no está soñando medio raro. Lo suficiente para fallar en todos sus pronósticos, él que cree que no se trata de pensar, sino de que fluyan los algoritmos.


viernes, 7 de agosto de 2020

EL SALVADOR: SE DESPIDE LA PITUFINA

Al parecer, se ha vuelto una moda entre sectores progresistas criticar al presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien no es parte de la clique. Bukele no deja de tener algunos rasgos extravagantes en la forma de gobernar y han aparecido casos de corrupción, pero es igualmente cierto que el mandatario de El Salvador ha cumplido mucho de lo ofrecido, desde la creación de infraestructura hasta la reducción de la violencia causada en buena medida por las pandillas, las maras. En comparación con el año pasado, los homicidios y las desapariciones se redujeron significativamente. Este año 2020, El Salvador ha llegado a cumplir hasta 22 días sin homicidios. Bukele fue criticado por mezclar en cárceles a miembros de distintas pandillas y se vaticinó lo peor, pero no ha ocurrido nada grave.

Arriba se puede ver un monumento a la "reconciliación "levantado durante el gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) (en el fondo, un soldado y una guerrillera caminan hombro con hombro). El monumento, de mal gusto y totalmente reprobado por quien hizo la maqueta oficial, fue llegado a conocer entre otros nombres con el de "La Pitufina", por razones obvias. El mal gusto no acaba ahí, puesto que se podría decir que los Acuerdos de Paz de Chapultepec de 1992 no lo fueron exactamente de "reconciliación", que es otra cosa y supondría al menos unos cuántos juicios y arrepentimientos por crímenes de guerra. No se le da el perdón a quien no lo ha solicitado, el resto es puro circo. La "señora de azul", la "Civis", también se ha dado a conocer como "la Michy", "la Chichuda", "la Muñeca" y "Avatar".

      Pues bien, Bukele decidió que el monumento era tan feo que había que tirar a "La Pitufina", lo que ordenó. La reacción del FMLN, del que no es pública hasta ahora una autocrítica tras años de gobierno, fue desproporcionada. Victor Klemperer, en La lengua del Tercer Reich, decía que ésta se caracterizaba por su gusto por todo lo superlativo. Al FMLN que, siendo francos, no logra explicarse el ascenso de Bukele, no se le ocurrió nada mejor que decir que tirar a "La Pitufina" era un "acto de barbarie" (!). "Eso no lo han hecho en El Salvador ni las peores dictaduras"(!), agregó la organización izquierdista. Por lo visto, en el superlativo este izquierdismo parece resuelto a congraciarse con el globalismo, el mismo que acusó a Bukele de "autoritario" y de maltratar a los pobres pandilleros presos, sin considerar "sus derechos" (ni siquiera fue el caso, pero la apreciación dice mucho). Al parecer, habría que dejarlo todo tal como está para que medren los políticos. Bukele ofreció en cambio transformar algunas cosas y dejar atrás lo que a su juicio es un "país feudal". Lo que ha estado ocurriendo con el FMLN es una verdadera lástima, salvo con honrosas excepciones. Aquí está por ejemplo este tuit de entera mala voluntad (FMLN): "somos actualmente uno de los primeros países en Centroamérica con mayor número de mortalidad a causa de Covid 19". Aquí no se dice realmente nada, pero en fin: 80 % de los salvadoreños estuvieron por la demolición de "La Pitufina".


martes, 4 de agosto de 2020

MEXICO SALVA LA CIENCIA, NO A LOS PACIENTES

Muchas de las noticias sobre la hidroxicloroquina, el antipalúdico (contra la malaria) utilizado para combatir la Covid 19, son buenas. El British Medical Journal, en un estudio serio (puesto que hay que estar cuidándose de las revistas científicas), demostró a partir de trabajos randomizados ("aleatorizados") que, de entre las moléculas con efecto antiviral, la hidroxicloroquina ha sido la que ha tenido mayores beneficios para los pacientes: los síntomas duran cinco días menos con este fármaco. Mientras tanto, habiendo trabajado en el hospital de Garches, cerca de París, la capital francesa, los equipos del doctor Christian Perrone demostraron muy buenos resultados contra la Covid 19 con hidroxicloroquina y azitromicina, un antibiótico. Esta asociación de medicamentos prácticamente no mostró efectos cardíacos adversos, y mejoró las posibilidades de los pacientes de ser dados de alta. Como dato curioso, el doctor neoyorquino Zev Zelenko sugirió, más allá de la hidroxicloroquina con azitromicina y zinc (99 % de pacientes curados), este tratamiento profiláctico contra la Covid 19: quercetina 500mg una o dos veces al día y zinc 25 mg una vez al día. Otro estudio científico reciente, italiano, demostró que la hidroxicloroquina con azitromicina reduce en un 66 % el riesgo de morir por la Covid 19. Por cierto, cabe volver a recordarlo: el "epidemiólogo de la Casa Blanca", Anthony Fauci, recomendaba hace 15 años hidroxicloroquina contra los coronavirus, por lo que debería saberse qué lo llevó a cambiar de opinión (el presidente estadounidense Donald Trump estuvo tomando el fármaco de manera profiláctica y no cayó enfermo). Una cosa debe tenerse bien en cuenta: la hidroxicloroquina sola sirve para profilaxis (prevención), pero no mucho con la enfermedad ya contraída, para lo que se necesita azitromicina (que llega a resultar sola) y eventualmente zinc. Hacer ensayos clínicos con hidroxicloroquina sola, y más con pacientes con la enfermedad avanzada, no sirve de mucho. En todos los casos de éxito se han combinado los fármacos mencionados. Atención, el tratamiento ya ha llegado a la Argentina con algunos médicos.
     ¿Y qué ocurre en México? Al parecer, que la medicina está más avanzada que en el resto del mundo. Según el director general de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud,  Simón Kawa Karasik, igualmente integrante del Consejo de Salubridad, la hidroxicloroquina está entre los fármacos que NO deben usarse contra la Covid 19...al igual que la azitromicina. Esta última, "bajo ninguna circunstancia". Para la hidroxicloroquina, "no 'se' logró comprobar su efectividad en la reducción de la mortalidad del paciente". Qué curioso: este funcionario sigue aferrado al Remdesivir, que, atención, "no reduce la mortalidad", pero "puede mejorar" y "sigue en investigación clínica" (copia al calco de lo que pregona Fauci). No contento con lo anterior, el mismo funcionario dejó al favipiravir en "veremos" (en "investigación clínica"), pese a las donaciones que ya hizo Rusia (seguramente para influir en los votantes en el 2021, ¿no?) y el éxito en China. Kawa Karasik exige "un gran rigor científico" y, claro está, una "comisión de ética". Más, seguramente, habrá una comisión supervisora de la ética de la comisión de ética, y una comisión observadora de la ética de la comisión supervisora de la ética de la comisión de ética. El presidente mexicano está en su derecho de no ser científico. Y de confiar en "sus" científicos. El mismo Andrés Manuel López Obrador, el mandatario en cuestión, estuvo involucrado en las negociaciones para importar a México el benéfico favipiravir (Avifavir ruso), cosa que ya se hizo. Pero López Obrador, se ha dicho, no indaga mucho en expedientes. ¿Para qué la declaración de Kawa Karasik, para qué la completa inutilidad de Jorge Alcocer, secretario de Salud que únicamente despertó para hablar con Estados Unidos sobre el Remdesivir, y qué hace el Consejo de Salubridad?
     México ya está entre los 15 países del mundo con mayor mortalidad por millón de habitantes, y no es precisamente el último de la tabla. Se puede ser benevolente y entender que se quiso salvar un sistema de salud en ruinas ante el riesgo de saturación, lo que funcionó. No se cayeron los hospitales, pero se murieron los pacientes. Kawa Karasik (foto) aparece en el portal oficial del gobierno mexicano: entre otras cosas, como alguien que se pasea en la bioética. Metido en genética, con formación desde luego estadounidense (Universidad de Texas) y de cargo en cargo (¿científicos, señor presidente?), dió hace pocos días, seguramente que en complicidad con otros, la lista de todo lo que no se puede utilizar en México para curar, incluyendo...!dos curas probadas!. Lo hizo todo llenándose la boca de ética y "evidencia científica", mientras en otros países no pocos se "llenaron" de un mínimo de sentido práctico y de verdadero deseo de salvar...!pues fíjense que a los pacientes, no la "evidencia científica"! ¿How can you be so stupid? No es la primera vez que López Obrador se pone en manos de gente que tiene la mentalidad autodenominada "neoliberal" metida hasta el tuétano: las recetas se aplican a rajatabla así se quede el paciente en el cementerio. En la economía como en la medicina "basada en evidencias". Al fin y al cabo, ya no queda más que gente "basada en evidencias". Perdón: ¿en verdad se ve sabio este señor?¿O lo tienen así a puros ejotes?


domingo, 2 de agosto de 2020

SPUTNIK SE PONE AL ABORTO

A principios de este año, el portal oficial ruso Sputnik presentó un reportaje sobre el aborto en América Latina. Dicho reportaje terminó de la peor manera posible, en agresión de la conductora, Jelena Milincic, contra todo ser u objeto masculino. En materia de aborto, Milincic sacó al eterno payador de la izquierda, el muy folklórico ex presidente uruguayo José Mujica: "aaah, m'hija, los hombres no tendríamos que participar en esa decisión". Luego, Milincic prosiguió con alguien menos "sabio" pero sí más insolente, el personaje Rachel Green, de Friends: "OK, no uterus, no opinion" (si no tienes útero, no opines). El asunto resulta grosero porque, de las estadísticas de la Ciudad de México, que legalizó el aborto hace pocos años, se desprende que la mayoría de las mujeres que recurren al aborto (legal) son solteras. Digámoslo entre psicoanalítica y majaderamente: no tienen Falo del cual agarrarse. En cambio, la mayoría de las que optaron por dar a luz tenían a "su" hombre, sobre todo bajo esa forma tan peculiar en México que es la unión libre. Nada de que no sabían. Siempre de acuerdo con las estadísticas, no hay correlación entre menor nivel de escolaridad y mayor posibilidad de aborto. Sucede que ocurrieron bastantes abortos indeseados, incluso usando métodos anticonceptivos. Y al mismo tiempo, no cayeron drásticamente los abortos clandestinos, por estigma contra la mujer: en caso de aborto legal, una queda registrada. A grandes rasgos, cayeron los abortos, pero sobre todo, y más incluso que por la legalización, por la difusión entre las mujeres (y sí, por parte de algunos grupos feministas también) de los métodos anticonceptivos. Es seguramente más sabio que "auto-enviarse al sofá", al estilo Mujica, o permitirse los típicos bofetones de la adolescente gringa rubia y de ojos azules. o que despotricar contra el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa por ser cristiano y tener convicciones, amparadas incluso en Mahatma Gandhi, quien consideraba el aborto un asesinato. No todo es cuestión de legalizar el aborto a como dé lugar, ni de los derechos de las mujeres: las estadísticas de la capital mexicana indican que la educación sexual no viene mal y tampoco algo de protección masculina, aunque sea bajo la forma de unión libre, en vez de la típica figura del padre o progenitor ausente (muchas de quienes abortaron ya tenían un hijo).
     Las restricciones más drásticas sobre el aborto sin duda no tienen sentido y la Asamblea General de Naciones Unidas, a través de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), optó por este llamado a todos los Estados miembros, en 2014: "el aborto inseguro es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad maternas. Como tal, los Estados deberían legalizar el aborto al menos en caso de violación, incesto, amenazas a la vida o salud de la madre o discapacidad grave". Por lo que puede verse, no es cuestión de todo o nada. Y pudieran existir otras aristas.
     La Unión Soviética fue el primer país del mundo en legalizar el aborto, en 1920, en circunstancias muy particulares. El número de abortos no disminuyó y cabe recordar que en esa época, no existían los métodos anticonceptivos de ahora. Luego, para recuperar la natalidad, entre 1936 y 1955 se restringieron mucho las condiciones del aborto, por lo que es inexacto lo dicho por Milincic en el sentido de que se cumplen en Rusia 100 años de aborto legal. Después de 1955, se restablecieron las condiciones previas a 1936. El aborto no dejó de ser usado como un método anticonceptivo, con secuelas serias para la mujer.
     Las condiciones han cambiado, pese a resistencias sociales (entre ellas las del machismo), y hoy existen distintas opciones anticonceptivas. Las estadísticas de un lugar como la Ciudad de México abonan en pro de la educación sexual y la estabilidad de pareja, mientras la sociedad y el espectáculo empujan al sexo con quien sea, donde sea, como sea, por lo que sea, por lo que no fue y no será, etcétera. Habría que decidirse: ¿por qué no quejarse más seguido de que en el mundo del espectáculo la mujer sea tratada como objeto, si no es para aparecer como Rachel Green?¿Por qué se calla sobre el tema?¿Por qué no ir en el sentido de una educación sexual que no siempre tienen las mujeres de la capital mexicana que abortan legalmente pese a su grado de escolaridad relativamente alto, al menos con preparatoria terminada en un alto porcentaje? Como en muchas cosas, no es cuestión de estar a favor o en contra "porque sí" y porque son "los derechos y las libertades" (¿hasta la de arruinarse las facultades reproductivas?). Algo sobre el tema (da click en el botón de reproducción), puesto que "embarazo indeseado" puede implicar muchas cosas y no, no es la ley del deseo la que rige el sistema actual, sino que se le llama de ese modo a la obnubilación por el.....

    

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...