Mi lista de blogs

domingo, 29 de noviembre de 2020

EU: CRUZANDO LA FRONTERA

 Cuando hace un discurso, el Demócrata Joseph Biden difícilmente puede evitar, al igual que el ex mandatario Barack Obama, hacerle sentir a la gente que Estados Unidos es un país superior a los demás, sin que quede claro por qué. Lo más llamativo es la cantidad de personas dispuestas a convencerse de que sí, las cosas son así y no pueden ser de otro modo. Al presentar su gabinete, Biden afirmó: "...Estados Unidos ha vuelto. Listo para liderar el mundo, no para retirarse de él. Listo para confrontar a nuestros adversarios, no para rechazar a nuestros aliados y listo para defender nuestros valores". Pudiera incomodar que Biden se esté refiriendo a "los aliados", cuando, que se sepa, nadie está en guerra. ¿Qué maneras de hablar son éstas que parecieran dar por sentada una beligerancia perpetua en vez del anhelo de un mundo de paz? Biden agregó al mostrar su gabinete: "en las llamadas que he tenido con dirigentes mundiales desde que gané la elección, me he sorprendido por cuánto esperaban que Estados Unidos recupere el histórico papel de líder del mundo".

     Encima, está el modo de referirse a esta beligerancia. Queriendo colocar a Estados Unidos de nuevo en "el lugar de respeto mundial", Biden dijo poco antes de presentar a su gente: "vamos a meternos de nuevo en el juego. Ya no es Estados Unidos solo". ¿Cuál juego?¿Hay un juego?¿Estamos jugando a algo en las relaciones internacionales, o es que encima de todo a los Demócratas la beligerancia les parece un juego?

     Biden implica resucitar los mismos tópicos de siempre. "He pretendido ocupar (el) puesto, ha afirmado, para resucitar el alma de Estados Unidos, reconstruir la esencia de nuestra nación, la clase media. Y para conseguir que Estados Unidos vuelva a ser respetado en todo el mundo". Biden quiere situar a Estados Unidos "de nuevo en la cabeza de la mesa", al parecer disponiendo de quién se sienta dónde y ocupa qué lugar. Ya echado a andar, Biden es capaz de declarar, como lo hizo, que "Estados Unidos es el faro del mundo". Por cierto, Biden ha acusado al actual mandatario estadounidense Donald Trump de no hacer nada de Irán a Norcorea, de Siria a Afganistán y Venezuela. Tal vez Biden quiera hacer énfasis en el exterior porque en el interior no podrá mucho: su plan de infraestructuras supone subir impuestos, y si los republicanos siguen controlando el Senado, Biden no podrá.

      Algunas nominaciones van en el mismo sentido. Quien sería secretario de Estado, Anthony Blinken, es un belicista que no quiso retirarse nunca de Afganistán, que quiso meterse en Siria incluso cuando Obama dudaba en hacerlo, etcétera. Blinken ha sido así partidario, como Biden, de lanzar "guerras preventivas" contra países que no amenazaban a nadie. En el fondo, una "política exterior para la clase media" (la estadounidense) es garantizarle a Estados Unidos la succión del excedente de medio mundo, por las buenas o por las malas, para mantener el nivel de vida estadounidense. Aún falta ver el de quién en Estados Unidos: son en realidad a la carga los intereses de las grandes GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsoft+ Twitter) y la high tech, del Pentágono y sus empresas, de Wall Street (un lugar eufórico con Biden), el Big Pharma, etcétera, por lo que no se cree más que en el negocio (Biden está cerca de las ideas del Foro Económico Mundial y su Great Reset) y de ser necesario las cañoneras para respaldarlos. Otro ejemplo: la nominada para embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, es una antigua empleada de Susan Rice, la arpía asesora de Seguridad Nacional de Obama que optó por bombardear Libia y apoyó la invasión de Iraq, además de haber contribuido a decisiones que facilitaron el genocidio ruandés. Thomas-Greenfield estuvo cerca de los proyectos africanos de George W. Bush (Millenium Challenge Account) y ha sido parte del Albright Stonebridge Group, que hace lobby para el complejo militar industrial. En el actual equipo de transición de Biden hay otras joyas, como Roberta Jacobson, antigua embajadora estadounidense en México: alguna vez miembro del mismo Albright Stonebridge Group, trabajó con Obama para designar a Venezuela "una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos", como si fuera para tanto. Otra integrante del equipo de transición, Kelly Magsamen, antigua del Pentágono, defendió con uñas y dientes al enviado especial estadounidense para Venezuela, el siniestro Elliott Abrams, alguna vez metido en el escándalo Irán-Contras y halcón considerado "arquitecto de la guerra de Iraq". Abrams fue subsecretario de Estado con el presidente estadounidense Ronald Reagan y encubrió los crímenes de la derecha en Centroamérica. Fue ayudante especial de George W. Bush y participó en el golpe de 2002 en Venezuela. Magsamen considera simpáticamente que Abrams es un "fiero abogado de los Derechos Humanos". Casos como los citados no son pocos entre la gente de Biden. Que sean mujeres o miembros de minorías no cambia mucho las cosas, aunque en gustos se rompen géneros: ¿usted prefiere que su casa la bombardee un hombre, una mujer o un negro?

     Volvamos sobre el principio. Algo debe haber entre quienes han detestado a Trump y abonado el camino a Biden (quien al momento de escribir estas líneas no es el presidente de Estados Unidos de acuerdo con las leyes federales/nacionales del país) para creer que sin Estados Unidos el mundo es incapaz de autogobernarse (es la tesis de Blinken). Para los mismos Estados Unidos, ésto supone colocarse en una posición de superioridad, pero para quienes lo creen (y que difícilmente serán atendidos por gente como la de Biden), supone aceptar el vasallaje. Lo más simpático es que se hace en nombre de "los derechos y las libertades". No queda claro qué hace gran parte de la izquierda latinoamericana en esta relación como vasalla. De los autodenominados "demócratas liberales" puede esperarse otra cosa: no creen más que en "los intereses", y si grandotes, pues mejor. La coincidencia de percepción en todo caso ahí está. Es Deep State (Estado profundo) contra Deep Country (País profundo). Algo de estilo estadounidense, entonces...(da click en el botón de reproducción).





 



jueves, 26 de noviembre de 2020

MÉXICO: ¿SE ACEPTA UNA GUIA ÉTICA, O SE PREFIERE NO TENERLA EN LO MÁS MÍNIMO?

 En un gesto muy positivo, el gobierno mexicano del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) finalmente se decidió a dar a conocer una Guía ética para la transformación de México, cuyo primer efecto debería ser el de que nadie le haga caso, como lo mostraron enseguida los intelectuales lópezobradoristas, enfrascados en sus "movidas" y enfermos de protagonismo. Tampoco habrá mayor repercusión entre los dizque "demócratas liberales", salvo que se trate de descalificar, como ya lo hizo el ex presidente derechista Felipe Calderón, porque los adalides de "los derechos y las libertades" consideran que nadie, y mucho menos el Estado, debe "dictarles la moral", aunque la guía tuvo el cuidado de no aspirar a ser una "Constitución" (como estaba inicialmente planteado) y de no hablar precisamente de "moral", sino de ética, apelando a la conciencia de cada individuo. Igual puede ser que se considere, lo que no es del todo errado, que para moverse en el mundo actual no se necesita de ética, sino más bien, digámoslo suavemente, de "sentido de la oportunidad". La ética debe ser una rareza para estudio de filósofos. Pura ociosidad, vaya.

      Como era de prever, dada la presencia de gente como la señora de mi compadre Epigmenio o de Pedro Miguel, la guía en cuestión no pudo ahorrarse las cantinelas de moda sobre "las diferencias", las "orientaciones sexuales", las mujeres y el cuidado de los animalitos y las plantitas. Sucedió al grado de empezar por alabar "las diferencias" en un país donde la gente no hace más que orientarse por ellas ("mugre vieja" si se pasó el semáforo, "pinche indio" si me pidió dinero, "guero" si lo ví medio blanquito, "morenito"para identificar a un fulano de raza negra, "oaxaco tenía que ser" para distinguir al albañil, "pinche intelectual" para el académico que "no baja al pueblo" y casi "pinche pueblo" para el que no sube a la intelectualidad, etcétera, más fifís, chairos y lo que se quiera...). El tufillo libertario y contrario por principio a la autoridad apareció en particular en el punto 4, "De la libertad": "para ejercer tu libertad es necesario que nada ni nadie, particularmente las autoridades, interfiera en tus elecciones personales.. (!!!)", con el añadido del llamado a combatir "las prohibiciones sin sentido" y "las limitaciones absurdas". Con un poco más, este apartado pudo haber sido llamado "haz lo que se te pegue tu regalada gana", algo peligroso en un país de herencia señorial y en un mundo sin límites. Claro, con el llamado "neoliberalismo" repitiendo: "mientras no dañes a otros", o "mientras los perjudiques con su consentimiento" (no es broma: la guía señala: "nadie puede humillarte si no te humillas"...). No podía faltar el desliz clasemediero (5, "Del amor"): "...una vida sin amor es el vacío más árido y la peor carencia que puede padecer un ser humano". Bien, comamos amor: hay gente anoréxica de amor y otra obesa de amor. La guía se puso por cierto algo cachonda: "sé una persona amorosa, desde tu cama y tu mesa hasta la fraternidad universal". Roberto Carlos y un poco de yoga para transformar a México. Cóncavo y convexo para gusto de Argos.

     En medio de lo anterior, que era esperable, se colaron muy buenas intuiciones sobre los males del subdesarrollo y ciertas formas de combatirlo. Por ejemplo, el punto 2, "De la vida", sugiere : "no la desperdicies en cosas que tú mismo consideras que no valen la pena. Otórgale un sentido y un propósito hasta el fin de tus días", lo que no está mal ante la pandemia social de estilo estadounidense que parece dictar que la gente sea idiota para todo, salvo para el cálculo de su conveniencia. De manera muy perspicaz en un país como México, el punto 3, "De la dignidad", sugiere que "no se debe humillar a nadie", donde cualquiera que se siente con algo de poder y de impunidad considera que debe hacerlo para ostentarlos (y para autoconvencerse de que lo parió Dios). Pese a un llamado muy autóctono y pésimo al gozo ("Goza sin más limitaciones que las de no dañar a nadie"), la guía alcanza a advertir también con mucha perspicacia: "no conviertas tu placer en ostentación", donde justamente se hace hasta el mayor ruido y atronador con tal de ostentar (lo que lleva del placer el goce, dicho sea de paso). El punto 8 es especialmente necesario para los tiempos que corren ("De la gratitud"), cuando la moda es "agarrar" sin devolver nada: atención, "la gratitud es un atributo que dignifica como ningún otro, y su contrario, la ingratitud, degrada como pocos". 

     Aunque la parte sobre el perdón no podía venir sin un dejo de tarjeta de Sanborns, es perspicaz señalar: "hay una resistencia natural a disculparse porque quien lo hace siente que se rebaja, se humilla o se rinde", en un país donde nadie quiere estar abajo de nada ni de nadie (de donde una grandeza nacional sin parangón en la Tierra y planetas aledaños). No deja de estar sugerido que el perdón se otorga a quien lo pide "...sinceramente y se dispone a reparar el daño o el dolor causado" (uno puede conocer en la vida gente que, después de hacer algún daño, encima le otorga el perdón a la víctima, más si se le ocurrió defenderse...). Hay más perspicacia para un país como México: "una forma particularmente perniciosa de la falsedad es prometer algo y no cumplirlo", o "prometer acciones en un sentido y posteriormente actuar en sentido contrario, es decir, faltar a un compromiso adquirido" (12, "De la verdad, la palabra y la confianza"). Está dicho, es el imperio de la deslealtad. No todos podemos ser plomeros o chilangos (si ambas cosas, catástrofe): el punto dice "exprésate siempre con veracidad, honra tu palabra y no abuses de la confianza de nadie". Todo un desafío en un país como México, la verdad sea dicha. El punto 18 ("Los acuerdos") lo refrenda: "los compromisos se cumplen". Igualmente llamativo es que se reivindique el trabajo, "universal como un derecho y como un deber" (16, "Del trabajo"), y no "porque no hay de otra", aunque se crea que la familia, y no el trabajo, es la célula de la sociedad (la familia vive del trabajo, en realidad, y no es, como llega a creerse en el compadrazgo, entre políticos o en la izquierda de amigotes, que "el trabajo vive de la familia"). Lo que no está mal en un mundo gregario es el llamado a "...respetar la individualidad y la autonomía de cada uno de los familiares" (19, "De la familia").

     El punto 10 no es para políticos ("De la redención. No se debe enfrentar el mal con el mal"). Maquiavelo sugería que hay dos cosas que no se pueden hacer mal: el bien y el mal. Pero no está mal que quien actuó mal pueda arrepentirse (o diríase que ser hasta un poquito "reeducado", lo que no hacen las cárceles actuales, por ejemplo). Un punto puede ser valorado en un gobierno que peca de asistencialista, por bien que haga al buscar eliminar toda clase de intermediarios: el lema "Primero los pobres", dice la guía, "no significa otorgar a éstos un privilegio en detrimento de quienes no se encuentran en situación de pobreza sino atenuar las desventajas...". No hay, entonces, populismo, y sería grave que no se difunda este punto (11, "De la igualdad"), so pena de dar en una nueva versión de "Nosotros los pobres" y "los blancos me la deben". El punto sobre la justicia y las leyes no es especialmente bueno. Pero está claro (15, "De la autoridad y el poder"), que "el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás", algo que, aunque raramente, existe en México y en su historia, la presidencial incluida. Un cargo público es para representar a los demás, no para provecho propio. La guía llama adecuadamente a participar activamente en política para no permitir que se descuiden cosas que son del interés general.

     Dejamos (punto 20) a los animales, las plantas y las cosas. De entrada, la guía en cuestión se distribuirá entre 8 millones de ancianos para que la platiquen con sus hijos y sus nietos. No es el mejor principio, como tampoco lo fue la elección de alguna de la gente metida a redactar el documento. Supuestamente se debatió en muchos foros, pero pasaron por completo desapercibidos y no se trató de una convocatoria realmente amplia. El peso de décadas del llamado "neoliberalismo", de la norteamericanización de la vida y del egoísmo es enorme, de tal forma que la Guía ética para la transformación de México no deja de reflejar las tensiones entre anhelos populares y anhelos distintos, de clase media, muy compartidos con los autodenominados "demócratas liberales". Con todo, una guía ética dista de estar de más, sobre todo si alguien, o algunos alcanzaron a buscar que sirva para atenuar varios de los comportamientos más nocivos en una sociedad muy descompuesta y tan expuesta a la norteamericanización. A la clase media, como se sabe, sea de derecha o de izquierda, "nadie le dice qué hacer", así que es probable que siga decantándose por la idiotez y el simple cálculo de conveniencia, incapaz de ver más allá de sus narices. Pero este tipo de iniciativas tampoco son puro idealismo. Tal vez logren afianzar la common decency (George Orwell) o "decencia común" existente en parte del pueblo y sobre todo entre la gente que trabaja. En síntesis, la guía es otro monumento a las contradicciones del lópezobradorismo, pero están los elementos suficientes para que la parte sana de los sectores populares pueda reconocerse en lo que en principio le pertenece: la misma honestidad que llevó, sobre todo a gente de trabajo, a darle un enorme voto de confianza a AMLO. Al menos debería haber lugar para un poco de gratitud. El hombre de aquí abajo (foto) te está buscando a ti...



martes, 24 de noviembre de 2020

FIESTA EN AMÉRICA

 El siguiente es el mapa de las máquinas de conteo electoral en los estados de los Estados Unidos. En color naranja aparecen las máquinas de conteo de votos contratadas con la empresa Dominion Voting Systems.


No deja de resultar llamativo que Dominion haya realizado el conteo entero en Georgia e importante en Arizona, los estados de los Grandes Lagos, como Michigan y Wisconsin, y sobre todo en Pennsylvania y parte de Nueva York y Nueva Jersey. Dominion, radicada en Toronto pero con su cuartel general en Denver, en el estado estadounidense de Colorado, cabildeó en el Congreso para que le asignaran conteos, contratando a la empresa Brownstein Farber  Hyatt & Schrek. Una de las lobbystas de esta empresa es Nadeam Elshami, jefa del staff de Nancy Pelosi, portavoz Demócrata de la Cámara estadounidense de Representantes. Tan sólo en Georgia, Dominion empleó a ocho lobbystas. Dominion fue adquirida hace poco por Staple Street Capital, hedge fund localizado en Nueva York. Un miembro del equipo ejecutivo de esta empresa es William Earl Kennard, quien fuera embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea (UE) durante el mandato del presidente Barack Obama. Kennard fue nombrado asimismo miembro del equipo de WarnerMedia ligado a AT&T (American Telephone and Telegraph), que controla Cable News Network (CNN). Por lo visto, el sistema de conteo de votos en Estados Unidos se vende y se compra, algo que no debiera extrañar donde impera para todo el negocio.

      La "falla" en la manera de contar de Dominion fue encontrada primero en el condado de Antrim. Michigan. En Georgia, "fallas" similares - con "caída del sistema" -aparecieron en los condados de Morgan y Spalding. Dominion llamó simpáticamente a quienes contaban los votos para explicar que la "caída" se había debido a una "actualización del sistema" en la noche. Al rato, Dominion estaba con "fallas" en el condado de Oakland, Michigan. En Rock County, Michigan, la "falla"trasladó más de 9 mil 500 votos del mandatario Donald Trump al candidato Demócrata Joseph Biden. En Pennsylvania, Dominion fue usada en los condados de Armstrong, Carbon, Clarion, Crawford, Dauphin, Delaware, Erie, Fayette, Fulton, Luzerne, Montgomery, Pike, Warren y York. Desde un principio hubo llamadas advirtiendo de que las máquinas estaban presentando "fallas" y retrasos. En Arizona también se reportaron problemas, por ejemplo en el condado de Maricopa.

     Como se puede apreciar en el mapa, Georgia fue prácticamente el único estado (en naranja, arriba de Florida) en asignarle todo el conteo a Dominion, pese a la oposición, incluso, de Demócratas. Una prueba de las máquinas de conteo en ese estado en 2019 detectó "fallas" en seis condados. Desde hace tiempo, un Comité del Senado estadounidense había advertido que Dominion era vulnerable al hackeo y no garantizaba la integridad del sistema electoral estadounidense. Cabe señalar que el sistema de voto de Dominion pasa por un código de barras que le dificulta al elector comprobar por quién votó, según la organización Citizen Oversight, que demostró por lo demás cómo en 2016 Hillary Clinton le robó las elecciones Demócratas a Bernard Sanders.¿Fueron "fallas" aisladas o un fraude sistemático? El modo de funcionamiento de Dominion deja bastante lugar a dudas.

     Curiosamente, el general de la Fuerza Aérea retirado Thomas McInerney informó de que le había sido revelado un plan para robar las elecciones de 2020. Por este camino reaparecieron los sistemas The Hammer y Scorecard para alterar desde los servicios de inteligencia resultados electorales estadounidenses. Un reporte previo en el mismo sentido fue hecho en marzo de 2017 por Alan Jones y Mary Flanning.

     En otros niveles, hay también evidencias de alteraciones, como en el caso del empleado del servicio postal de Estados Unidos que fue obligado a cambiar las fechas de votos retrasados en Michigan. Entretanto, en el mismo estado, en horas de la mañana del 4 de noviembre y sin testigos unos 138 mil votos cambiaron de Trump a Biden. No es todo: a las 4:30 de la mañana del 4 de noviembre llegaron a Detroit centenares de miles de votos en camiones de basura. ¿Es una forma especial de votar a Biden? Ya se han establecido muchos hechos, sin que se hayan nombrado aquí todos. CNN decidió dar a conocer los hechos de la siguiente inaudita manera: "el intento de Trump por robar la elección se desmorona". El clima se puso feo: mientras la política Demócrata Alexandria Ocasio-Cortez pidió listas de trumpistas para exigirles "cuentas", distintos jueces se pusieron a perseguir a quienes ofrecieron evidencias de fraude, como si en la ley de Estados Unidos las testificaciones bajo juramento (affidavits) no fueran por sí mismas evidencias (entonces centenares o miles de estadounidenses se habrían puesto de repente a mentir deportivamente delante de la ley). 

     Este es el estilo de proceder: no juegan más que a "tener intereses", como les llaman a sus beneficios, pero si se hilan esos intereses se está en la "conspiración". Así, algunos se preguntaron qué hacía el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) a través de su líder, Klaus Schwab, ante el Consejo de Negocios de Chicago. Es Schwab, nadie más, quien dijo en esta ocasión y escribió por lo demás que el "Gran Reinicio" del capitalismo busca fundir las identidades biológica, física y digital. The New York Times afirmó que esta afirmación era "conspiracionista de extrema derecha " el mismo día en que Schwab la recitaba en Chicago.

     Como lo ha hecho notar el analista Paul Craig Roberts, el sistema de Justicia estadounidense: 1) se olvidó de indiciar a los funcionarios que orquestaron el show del Russiagate y cometieron felonías federales, 2) se olvidó de indiciar a Biden y su hijo metidos ambos hasta las cachas en asuntos de corrupción, y 3) parece ahora querer descartar testimonios bajo juramento (y por escrito) como si no hubiera castigo penal para el perjurio en Estados Unidos y no se tratara de evidencias. ¿Tienen el tapabocas en los ojos?

     Una parte de los Republicanos puede querer salvar finalmente la reputación de Estados Unidos y no hacer más olas, a reserva de lo que pueda llegar a la Corte Suprema o hasta la Cámara de Representantes. No está descartado que todo sea producto de un exceso de whisky en la cabeza del abogado de Trump, Rudolph Giuliani. Pero si algunos, incluyendo buena parte de la izquierda latinoamericana, están en el fondo escogiendo a Biden, no falta mucho para mostrarles qué clase de elección hicieron. Se puede adelantar que Wall Street y el Pentágono han estado de fiesta.

domingo, 22 de noviembre de 2020

GREAT RESET: EL PRÓXIMO GRAN NEGOCIO

 Dos cosas son muy llamativas desde el comienzo de la epidemia del SARS-Cov-2. Una, que desde el principio se haya negado la posibilidad de cualquier tratamiento, como sucede hasta ahora (salvo con la dexametasona), para abirle el camino a la vacuna como única solución. Y otra, que se haya dicho, desde el comienzo también, que no habría vuelta al mundo de antes y que se entraría en cambio en una "nueva normalidad", sobre la que curiosamente se pusieron a discutir, dándola por sentada, numerosos intelectuales.

     Es en este contexto que el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) dió a conocer sus planes para el "Gran Reinicio" (Great Reset) del capitalismo, pretextando el SARS-Cov-2, aunque se sabe por múltiples estudios que la economía estaba en aprietos desde antes de este 2020. No se trata de ninguna "conspiración", puesto que el mismo líder de dicho Foro, Klaus Schwab, declaró que la epidemia era una ocasión para introducir cambios en el modo de funcionar del capitalismo. No se trata tampoco nada más de lo dicho explícitamente por Schwab: está el documento "Resetting the Future of Work Agenda-in a Post-Covid World", algo así como un "Libro Blanco" publicado en octubre de 2020 y fácilmente consultable con ese título.

     A grandes rasgos, este "reseteo" se propone que en un futuro no muy lejano el 84 % de los procesos de trabajo sean digitales y/o virtuales y con video conferencias. No está de más recordar que en la actualidad muchas economías están muy terciarizadas (con predominio de los servicios, que es el sector terciario), lo que podría facilitar el plan mencionado. Un 83 % de la fuerza de trabajo trabajaría así de manera remota, sin interacción con otra gente, es decir, sin mayor contacto humano y por ende con distanciación social permanente. Un 50 % de las tareas laborales debería ser automatizado y debería haber trasvases de fuerza de trabajo de trabajos no digitalizados a digitalizados, aprovechando la computación, la inteligencia artificial y el uso de algoritmos, entre otras tecnologías de la llamada Cuarta Revolución Industrial. Muchas estructuras organizacionales actuales deberían ser declaradas obsoletas y hasta un 30 % de la fuerza de trabajo debería ser "reubicado". Un 28 % de la fuerza de trabajo debería quedar "temporalmente" fuera del mercado. En caso de volver a tener trabajo, ya no sería el mismo. De lo que se trata, a grandes rasgos, es de que las grandes empresas que pueden permitírselo sorteen la crisis económica a costa de otras en un intento por levantar una tasa de ganancia que, en tendencia, lleva ya a la baja varias décadas, un medio siglo, pese a repuntes esporádicos.

     Schwab ha dicho muy explícitamente que está preocupado por el riesgo actual de "estallidos sociales". Los planes del Foro prevén "medidas inclusivas" ya descritas anteriormente, en particular el paso de un "capitalismo de accionistas"  al de un "capitalismo de partes interesadas" (stakeholder capitalism). Uno de los proyectos es textualmente el siguiente: una renta básica que "aumentaría el incentivo para aceptar cualquier trabajo disponible" (sic). La idea es que esta renta pueda proporcionar "la demanda de bienes y servicios básicos que la economía necesitará". Por lo visto, una parte de los capitalistas quiere evitar que la recesión actual se convierta en Depresión aplicando este "gran reseteo" que no deja de ser contradictorio, puesto que aislaría a gran parte de los trabajadores y les restaría la posibilidad de tener un oficio real, reduciéndolos a "habilidades", cuando no los dejaría en la calle, y al mismo tiempo fomentaría un mínimo de consumo que tampoco respondería a un oficio real.

     Una cosa son este tipo de planes y otra que se puedan llevar a cabo, al menos de manera generalizada. Como sea, hay indicios de que ya hay gente lista (a lo que sea, hay que decir, en nombre de la "globalización ineluctable como el sol y la lluvia" o del grandioso "desarrollo de las fuerzas productivas"): en particular, a que lo que por lo pronto parece coyuntural, por la epidemia, se vuelva crónico, como ocurrió con las medidas en los aeropuertos del mundo después del 11/S, aún cuando ya no hay "amenaza terrorista" real. Por lo pronto, hay que ver cuál es el alcance real de la crisis económica más allá de proyecciones que no dejan de ser éso, proyecciones y no tendencias. Debe llamar la atención que el actual secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, se haya plegado ya por completo a la creencia en el "Gran Reinicio" (la ONU y el Foro tienen firmado un acuerdo de asociación estratégica, entre otras cosas para acelerar la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030) y que el WEF sea socio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al grado de que su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, haya hecho un llamamiento a atender las sugerencias del Foro sobre la Covid 19. En otros términos, la ONU y la OMS dan un acceso "preferente y deferente" al mundo de las grandes empresas y sus intereses a expensas de los Estados y del interés público. No es el único problema: también está el de que estos grupos empresariales y muchos tontos quieran a cada rato "reiniciar" o "resetear" (debería decirse: "reincidir en"...) el sistema capitalista creyendo que se pueden saltar sus leyes. No hablan así de lo que realmente se trata, es decir, de hacer negocio hasta con su madre, sino prácticamente de volverse cada día más humanos y sensibles a las necesidades de todos. Así venderán su vacuna y así comenzarán otros a promover el "gran reseteo incluyente" como hace poco estaban en el "ganar-ganar" y cosas por el estilo.


 


jueves, 19 de noviembre de 2020

¿EU ESTA EN VILO?

 A estas alturas ya parecen establecidas las formas básicas del fraude electoral en Estados Unidos: el voto por correo, el impedimento a representantes republicanos de acercarse a los lugares de recuento y el algoritmo (ya se sabe de cuánto fue) que en estados clave cambió en tiempo real votos del actual mandatario Donald Trump para el Demócrata Joseph Biden. Las pruebas abundan y se siguen recolectando, como en el caso de las boletas de voto por correo que llegaron por miles con la misma firma en Wisconsin. Tal vez no sea más que una "teoría de la conspiración" y existan en el estado de Wisconsin miles de personas con la misma firma, puede ser. Se puede llegar hasta el caso de un mafioso italiano de Filadelfia que se estuvo tres días llenando boletas de voto para los Demócratas a 10 dólares la boleta, un buen negocio. Entretanto, los medios de comunicación masiva socorridos siguen presentando las cosas a modo: que el equipo de Trump retiró sus demandas en Michigan, lo cual es cierto, por "falta de pruebas", lo cual es falso; se retiraron bajo compromiso de que la certificación de los resultados electorales cuente los votos legales y descuente los ilegales. En Pensilvania la Corte local ordenó poner aparte los votos que llegaron después de las 20 horas del 3 de noviembre y en Georgia se ha estado procediendo al recuento manual, aunque concluyó con trampa: se incluyeron votos ilegales. El fiscal general de Estados Unidos, William Barr (no demasiado confiable y parte del equipo de George Bush padre) ha pedido de todos modos que se investiguen las irregularidades. Llegada la certificación, el asunto puede pasar a la Corte Suprema y terminar rebotando en la Cámara de Representantes.

     Lo que estaba en un principio en manos del abogado personal de Trump, Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, se ha ampliado y cuenta ahora con otra abogada del mandatario, Sydney Powell, quien ha investigado más a fondo el asunto del algoritmo. El conteo estuvo en manos de la empresa canadiense Dominion, con sede en Toronto, pero el software lo puso la empresa SmartMatic. En estados clave, según Powell, funcionarios electorales habrían sido sobornados con ofertas de por lo menos un millón de dólares para ellos y sus familias -tratándose de Demócratas- para instalar el sistema Dominion/Smartmatic, el mismo que mediante una carpeta puede hacer desparecer votos para un candidato o transferirlos a otro y que logró colarse en Estados Unidos gracias a vínculos empresariales con la Fundación Clinton. La sede en Toronto no está desligada de una entidad del magnate estadounidense George Soros. Lo curioso es que, hace ya tiempo, hubo congresistas Demócratas, entre ellos Elizabeth Warren, Carolyn Maloney y Amy Klobuchar que advirtieron oficialmente al Congreso del peligro de usar el sistema mencionado. ¿Por qué la Central de Inteligencia Americana (CIA) o la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) no hicieron nada? Trump difícilmente podía intervenir, tratándose de decisiones estatales. Ahora se tienen muchos testimonios bajo juramento de gente que sabe como se trucaron las elecciones, incluyendo testimonios de los trabajadores de Dominion/SmartMatic, e incluso un alto ingeniero de Dominion les aseguró a los de Antifa que no se preocuparan, ya que la elección "estaba ganada" para Biden, alguien que milagrosamente superó incluso a Barack Obama como el candidato más votado de la historia estadounidense. Por "casualidad", el presidente de SmartMatic, el vicealmirante retirado Peter Neffenger, apareció en el "equipo de transición" de Biden. Hay más: el estado de Texas había advertido en tres ocasiones de los riesgos de utilizar el sistema Dominion/SmartMatic, que funciona ligado a Internet y no a una Intranet cerrada. A las pocas horas de las recientes elecciones en Estados Unidos, las oficinas de Dominion se "evaporaron". Lo cierto es que, en varios estados clave, fue en la noche del 3 de noviembre al 4 de noviembre que hubo una inversión de tendencia en el voto que es estadísticamente imposible, y que los medios de comunicación masiva de moda no han sabido explicar, como tampoco las muchas anomalías del voto por correo. Supongamos que son "minucias": el hecho es que nada de lo descrito habla muy bien del sistema electoral estadounidense, a reserva de que Giuliani o Powell quieran jalar el hilo hasta Venezuela y China (por el origen venezolano de SmartMatic).

     Lo descrito es un aspecto de las elecciones estadounidenses por dilucidar, y los testimonios bajo juramento se cuentan por centenas de miles, en un país donde en principio se castiga duramente el perjurio, a diferencia de otros, como México, donde el fraude procesal es todo un deporte ante las instancias judiciales (declaraciones falaces, por ejemplo). El otro aspecto se tratará después, y lleva a preguntarse por qué hay tantos dispuestos a creer en un candidato con el historial y las creencias de Biden sobre el lugar imperial de Estados Unidos en el mundo. Si se quiere la agenda 21 de Naciones Unidas, junto a los designios del Foro Económico Mundial, bien puede que se consigan. Es como descartar todos los remedios existentes y probados contra la Covid 19 en nombre de la "profecía autocumplida" de una vacuna que puede no funcionar (ya se tratará el tema), pero sí representar un negocio maravilloso para unas cuantas empresas farmaceúticas gigantes. No está el capitalismo en la era de los negocios a la antigua, sino en la era financierizada y del fraude, por lo que pululan los estafadores. Hasta pronto, con algo texano, Mexican Rose (da click en el botón de reproducción).


 




martes, 17 de noviembre de 2020

BACK TO USSR

 Dada la capacidad que tienen los medios de comunicación masiva actuales, es muy difícil sacarle a la gente de la cabeza que el socialismo es igual a "terror" y "escasez". El problema es que gran parte de la izquierda, incluyendo la comunista ahora, y más en América Latina, no ha querido discutir la experiencia soviética de décadas, como si no hubiera nada que aprender de ella, más que de sus "crímenes". En esta medida, la izquierda se arriesga a querer partir de cero, y seguramente no es lo mejor.

     A estas alturas, hablar de "totalitarismo", "estalinismo" y "terror rojo" es un sinsentido, porque no hay respaldo en los hechos y por ende significado claro. Se trata de palabrería performativa, es decir, que cree que con sembrar el miedo se creará el terror en la realidad soviética de hace décadas. Llama por cierto la atención que Cuba ha guardado un silencio total sobre las investigaciones serias más recientes sobre el periodo de Stalin, y en particular sobre la obra del investigador estadounidense de la universidad de Montclair, Grover Furr, que corre paralela con los hallazgos de algunos investigadores rusos.

     Las investigaciones prueban varias cosas, entre ellas: que Stalin no mandó encarcelar y ejecutar inocentes, sobre todo en el periodo 1937-1938, sino que fue algo hecho a espaldas del líder soviético, que no era omnipotente, por Nikolai Ezhov, Comisario del Pueblo del Interior (NKVD), no sin vínculos con el exterior, y en particular el agregado militar de la embajada de la Alemania nazi, general Ernst Kostring; que Stalin no era ningún "dictador" y carecía a tal grado de omnipotencia que la burocracia ascendente le bloqueó tranquilamente su intención de realizar elecciones competidas y con voto secreto, de tal forma que se le devolviera poder a los Soviets y se le restara al partido. Lo que estaba provocando el predominio del partido era el carrierismo, incluyendo entre antiguos líderes bolcheviques que, habiendo pasado por las fases duras del proceso (la clandestinidad contra el zarismo, la Revolución y la Guerra Civil, la colectivización forzada), consideraban que los puestos les eran debidos así carecieran de experiencia para ellos. Este carrierismo se manifestaba con especial fuerza entre los llamados "Primeros Secretarios" del partido y los secretarios regionales, que hicieron hasta lo imposible por bloquear las medidas de democratización "desde abajo" de Stalin y algunos líderes bolcheviques más. Como parte de estas maniobras de la burocracia partidista contra Stalin y sus allegados, no se descartaron conspiraciones con el exterior, que ya están probadas (incluyendo por cierto las de Trotski, que no dejó de reconocer el historiador ultratrotskista Pierre Broué desde 1980). Así, tampoco es que Stalin "inventara cargos en los Procesos de Moscú". Cabe señalar que se ha avanzado en la dirección de estos resultados de investigación desde hace tan poco como 2008, con la apertura de nuevos archivos (incluyendo sobre el asunto Ezhov).

     Apenas Stalin y sus allegados en el partido descubrieron que Ezhov condenaba y ejecutaba inocentes para crear descontento contra Stalin, aquél quedó relevado de su cargo y fue fusilado, al tiempo que los inocentes aún prisioneros fueron liberados en masa desde finales de 1938, con Lavrenti Beria al frente del NKVD. Así, Stalin paró un año de terror.

     Lo que no fue posible de parar, y que la guerra tal vez agravó, fue el carrierismo y la negativa de la burocracia partidista a entronizar una democratización "desde abajo". Dicha burocracia ganó la partida con la muerte de Stalin en 1953 y el putsch final de Nikita Jruschov en el XXavo Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), en 1956, con un "informe" probadamente repleto de mentiras, si acaso había alguna otra cosa. Quienes se reclaman "hijos del XXavo Congreso" son así quienes heredaron la pasión por el poder a toda costa y no el "antiautoritarismo", sino las decisiones verticales del partido y "su" burocracia por encima de los Soviets. Antonio Fernández Ortiz ha revelado en !Ve y lucha! cómo Jruschov, quien se había destacado por su ánimo "fusilador", pudo tener motivos incluso personales para el putsch de 1956. Dicho sea de paso, Jruschov y luego Mijaíl Gorbachov "rehabilitaron" a personas que sí eran culpables, y lo hicieron a partir de criterios puramente políticos, es decir, demagógicos en este caso.

     El asunto, en el fondo, no es si "Stalin sí" o "Stalin no", sino que trata de distintos procesos en los cuales una capa de intermediarios se enquistan en un Estado al que usan en beneficio propio mientras bloquean la movilidad ascendente de la gente del pueblo. Con Jruschov y Leonid Brezhnev no es que se ha derrocado al ogro autoritario, sino que el socialismo se dedica a fabricar, sin perder del todo sus virtudes, una gigantesca clase media que hasta la fecha, ya sin él, se cree destinada a mirar por encima del hombro a la gente de pueblo, a rivalizar a muerte por el estatus social y a ascender sin otros méritos que el "carnet" y la capacidad para las relaciones y la malicia ante y en el poder. Habría que cuidarse no de quien tiene autoridad, sino de las ambiciones de quien se pretende "antiautoritario" con tal de seguir quedando bien, como siempre. Como lo muestran las investigaciones recientes sobre lo ocurrido cuando Stalin y sus allegados trataron de democratizar desde abajo el poder soviético, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Negar lo que sugieren dichas investigaciones o desconocerlas no es ya más que arriesgarse a perder el tiempo en creencias favoritas que no tienen mayor cosa que ver con lo que realmente ocurrió en el pasado, y cómo reverbera hasta hoy. "Sobre mi tumba, decía Stalin, volcarán toneladas de basura: el viento de la Historia las borrará inexorablemente". El georgiano sabía sin duda a qué clase de apparatchiks se enfrentaba. Nikita aplaudiendo a su jefe (en la foto).



domingo, 15 de noviembre de 2020

EU: LAS FORMAS DEL FRAUDE

 Desde luego, para quienes dicen haber ganado las elecciones estadounidenses, el perdedor, el actual mandatario Donald Trump, no está teniendo más que alucinaciones al alegar que hubo fraude. De este tipo de "argumento" no está lejos alguien como el Demócrata Bernard Sanders, con quien se fueron a aliar abiertamente algunos líderes de izquierda latinoamericanos en la Internacional Progresista. Los posibles ganadores no contestan sobre los hechos que se les presentan, sino que simplemente, en lo propio del perverso, deniegan.

      El fraude no fue simplemente porque el cartero haya llamado dos veces, tal vez para entregar dos boletas electorales en vez de una. Hay cosas más sofisticadas. Desde el año 2009, el equipo del presidente Barack Obama pidió una súpercomputadora llamada The Hammer con una aplicación llamada Scorecard que es capaz de hackear elecciones y transferir votos de un partido a otro "en el vuelo". Esto fue denunciado por el contratista de la Central de Inteligencia Americana (CIA), Dennis Montgomery, que estaba originalmente a cargo de esta máquina. Basándose en audios confidenciales, Montgomery denunció que ya se había usado el sistema en Florida en las elecciones de 2012 para que las ganaran Obama y el vicepresidente...Joseph Biden. La Casa Blanca de Obama tenía una VPN (red privada virtual) encriptada para tener acceso a voluntad a The Hammer. El mismo Biden y su hijo Hunter fueron vigilados con el sistema ultrasofisticado. Montgomery denunció todo el asunto porque se asqueó de lo siguiente: originalmente, la súpercomputadora debía servir a partir de 2003 para vigilancia en el exterior de Estados Unidos, luego de los atentados del 11/S, pero la administración Obama comenzó a utilizarla para fines internos como los descritos. Con Obama y el director de la CIA, John Brennan, la máquina fue llevada a un lugar secreto (de la misma CIA) en Fort Washington, Maryland. Colaboró el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), James Clapper. Es a raíz de este cambio en el uso que Montgomery decidió denunciar. Brennan y Clapper se dedicaban a espiar políticos, ejecutivos de Wall Street, abogados tal el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani y otras cosas, como, a partir de cierto momento, los negocios de Trump. En agosto de 2015, Montgomery ofreció pruebas concretas con 47 discos duros para la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés). Ahora, en 2020, Montgomery argumentó que la aplicación Scorecard sirvió para desviar votos en Florida, Georgia, Texas, Pennsylvania, Wisconsin, Michigan, Nevada y Arizona. Lo cierto es que en algunos de estos estados se dieron cambios de tendencia probabilísticamente extraños en horas de la madrugada del 4 de noviembre. Al mismo tiempo, se puede decir que la gente de Obama "le sabe" suficientes cosas a Biden para, llegado el momento, chantajearlo a placer.

     Lo anterior no debería llamar a mayor sorpresa, en la medida en que el hombre de la CIA y consultor tecnológico  Edward Snowden ya había dicho que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) tiene con la misma CIA la capacidad para alterar resultados electorales. En México se sabe que alteraciones por computadora tuvieron lugar en 2006. Al mismo tiempo, medios tecnológicos sofisticados de otro tipo se utilizan para ganar: el presidente brasileño Jair Bolsonaro llegó gracias a WhatsApp y se utilizó este mismo procedimiento para inducir en 2019 una campaña contra el mandatario boliviano y entonces candidato Evo Morales.

     El asunto con las elecciones estadounidenses está lejos de acabar con la máquina descrita. En muchos estados (unos 30) se usó todavía el sistema de software Dominion que es conocido por ser "defectuoso", si se le puede llamar así al hecho de trasladarse los votos de un candidato a otro. Por ejemplo, en el condado de Antrim, en Michigan, le atribuyó gentilmente 6 mil votos de Trump a Biden. Al rato ya se habían encontrado otros 47 condados haciendo lo mismo. Para más certeza, Dominion fue usado en 4 de los 10 y 9 de los 20 condados más importantes de Estados Unidos, con más del 40 % de los electores. Por cierto, en 2014 Dominion donó dinero a la Fundación Clinton.

     Ya que estamos en lo anterior, Mark Zuckerberg, presidente fundador de Facebook, donó 400 millones de dólares para financiar el recuento de votos en distintas partes de Estados Unidos, en particular en grandes ciudades de estados clave. Es más dinero que el gastado por el Congreso de Estados Unidos para organizar las elecciones, que quedaron así en cierta medida en manos privadas. Zuckerberg es conocidamente pro-demócrata.

     Un lindo detallito para terminar, aunque no tenga que ver con la organización del fraude en las elecciones estadounidenses. Uno de los primeros en felicitar a la probable futura vicepresidenta Kamala Harris fue Alexander Soros, está probado. ¿Suena el nombre? Pues sí, es el hijo del magnate George Soros, campeón de las "revoluciones de colores", a tal grado que no faltó quien se preguntara si no había influido en la nominación de Harris. Alexander Soros es hoy vicepresidente de la Open Society Foundation. Dejémoslo en "complotismo". Lo del sistema The Hammer con la aplicación Scorecard y lo de Dominion no tienen que ver con "conspiracionismo": son problemas legales probados en Estados Unidos. Hasta el momento, Joseph Biden no es el presidente de Estados Unidos, salvo por nombramiento de los medios de comunicación masiva, al parecer ante quienes responden muchos mandatarios del mundo. Es poco probable que Trump pueda sacar adelante sus demandas legales, pero no es sino hasta diciembre o enero que Estados Unidos tendrá un presidente nombrado legalmente. Digamos que, al parecer, la ley no es el fuerte del mundo actual, y tampoco el de los Demócratas estadounidenses, incluyendo al señor Sanders. La izquierda dejó hace rato de reivindicar el socialismo; dejó casi siempre de hablar de los trabajadores; es notorio, incluso en los portales cubanos, que no quiere hablar de "imperialismo", aunque en los hechos concretos pareciera preferirlo al aislacionismo al estilo Trump, al grado de pedir aquél a gritos. Nos quedamos mejor con el Valle (del sur de Texas, trumpista), por esta vez y en recuerdo de los campesinos de César Chávez (da click en el botón de reproducción):



jueves, 12 de noviembre de 2020

DALE TU MANO AL INDIO...

 De regreso a Bolivia, el ex presidente boliviano Evo Morales ha sido recibido en algunos lugares, como Chimoré (Cochabamba), como todo un héroe. Puede que para algunos lo sea, pero por distintas razones: en realidad, ¿por su capacidad para organizar a la gente o por ser algo así como un self made indian que salió de una choza para llegar a lo más alto, según la sugerencia no muy inteligente del intelectual Héctor Díaz-Polanco, del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) mexicano? Morales tuvo hasta cierto punto suerte luego de haber cometido el error de querer reelegirse contra la decisión de un referéndum sobre el tema, por absurdo que haya sido. Como sea, no es en Bolivia el primer indio en llegar a las alturas del gobierno: ya lo había hecho antes Víctor Hugo Cárdenas, aymará vicepresidente entre 1993 y 1997, con el funesto gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Cárdenas (de apellido original Choquehuanca) llegó a dicho cargo por una alianza entre el demagógico Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y el Movimiento Revolucionario Tupac Katari de Liberación (MRTKL). Lo que no se dice es que, además de aliarse con el funesto Goni, Cárdenas tuvo tiempo de meter aún más la pata, al fungir como ministro de Educación del gobierno de facto recién saliente de Jeanine Añez, durante una gran parte de 2020. Antes, Morales y Cárdenas llegaron a enfrentarse y ante ello algunos indígenas se dividieron. El hecho es que parece haber indios no nada más del lado del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), y en todas partes capaces de aciertos como de errores, lo que indicaría su condición de seres humanos como otros.

     Viene a cuento porque, con motivo del Día de Muertos, en el Palacio Nacional mexicano se hizo una ofrenda y un homenaje a los muertos por la Covid 19 que incluyó un ritual indígena con todo y purificación del mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador. La senadora antes de MORENA y hoy de Acción Nacional, la sonorense Lilly Téllez, pidió ante el hecho más ciencia y menos "superchería" (aunque tal vez quiso decir "superstición"). Enseguida se ganó los insultos -repetidos por Díaz-Polanco, quien nunca se caracterizó por ser respetuoso con Téllez- de la representante indígena Irma Juan Carlos, quien defendió la medicina tradicional india, le manifestó "su desprecio" a la legisladora y remató: "no más personas racistas en el poder; no más personas de la hijoputez". Lo que no aclaráron ni la acción afirmativa al estilo estadounidense del vasallo Díaz Polanco ni la señora aborigen es qué mezcla de hierbas o qué tipo de limpia con copal curan la Covid 19. Si funciona, adelante, puesto que en China y en Venezuela se han utilizado hierbas medicinales junto con medicamentos alópatas contra la Covid 19. De lo contrario, y en vísperas de la conmemoración de la caída de Tenochtitlán, este 2021, no es muestra más que de lo bajo que vuela el debate público en México, salvo excepciones. Aprovechemos para hacer notar que no toda la izquierda está con el presidente mexicano: no es el caso de los "ultras", ni del Partido Comunista Mexicano, ni del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y "sus" intelectuales, como el comandante Pablo Contreras (Pablo González Casanova) o Gilberto López y Rivas. Como sea, no parece que los indios de México actúen como un solo hombre: mientras Yalitza Aparicio sirve para las buenas conciencias de una clase media americanizada y el tour mágico de las cámaras estadounidenses, se olvida por ejemplo una lucha como la dada por Eufrosina Cruz (de Acción Nacional, de derecha), aún con todas las etiquetas encima, contra ciertos usos y costumbres que no debieran ser idealizados, por mucho que sean del agrado del jefe, sobre todo los de Oaxaca.

       Los indios, actuando como estamento, como sucede por ejemplo en el Ecuador, han llegado a hacer papelones deplorables y a dividir a la izquierda, salvo contadas excepciones. En un caso como el ecuatoriano, se suman la mentalidad estamental con la actuación como grupo de presión con algo de inspiración estadounidense. Curiosamente, es este papel estamental, que busca incluir condiciones jurídicas contra el Estado, el que atrae a las hordas universitarias con abajofirmantes en busca de causas, las que sean, y de gente a la cual pobretear. Con Thelma Cabrera, del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, en Guatemala, los indígenas y su pan-mayanismo también contribuyeron no nada más a dislocar a una posible oposición de izquierda (la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca-URNG/Maíz e incluso el show de Rigoberta Menchú y su partido Winaq), sino a reescribir de manera falsa la historia de la guerrilla, salvo en el caso de la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA): se llegó al grado de sugerir que los indios quedaron algo así como "en medio" de un "fuego cruzado" entre guerrillas y ejército. Las hordas universitarias no están exentas de seguir el clásico sentimentalismo clasemediero uruguayo que le ha tocado encarnar ahora al señor Raúl Zibechi, quien sólo cuenta los muertos en Colombia cuando son indios, negándoles a otros la condición de seres humanos y luchadores sociales y terminando de atomizar al pueblo. Si no sucedió así en Bolivia, es con mayor probabilidad por la experiencia de organización desde abajo, de larga data, que por el hecho de que "un indio esté a la cabeza". No es garantía de nada, como lo han probado los casos de Cárdenas, o del Ecuador y de Guatemala. En el fondo, el mundo indio tiene tantos conflictos como cualquier otro Y no desaparecen ni lo exentan de problemas humanos por llamarles "pueblos originarios", dándoles tontamente un derecho de excepción, o por sostener que vivimos en Abya-Yala y no en América Latina. Si se observa bien, con la búsqueda incluso de prerrogativas jurídicas por encima del Estado, indígenas como muchos de los ecuatorianos han adquirido "mentalidad de reservación", y no precisamente de un cuarto de habitación. Que quede el testimonio del uruguayo con su caricatura de América Latina (da click en el botón de reproducción), aunque igual podría ser Ricardo Arjona:



martes, 10 de noviembre de 2020

EU: QUE SEA...

 El presidente cubano, el tecnócrata Miguel Díaz-Canel, se equivocó de cabo a rabo cuando tuiteó lo siguiente: "reconocemos que, en sus elecciones presidenciales, el pueblo de EEUU ha optado por un nuevo rumbo". Al parecer, el tecnócrata no entiende de cifras o está mal informado: lo que las elecciones estadounidenses mostraron es que "el pueblo" estadounidense está dividido, casi partido a la mitad, a juzgar por los sufragios recibidos por el candidato Demócrata y el Republicano, que logró casi un 48 % de los votos populares (no electorales). Nadie aplastó a Trump, salvo en las encuestadoras previas a las elecciones que demostraron ser un fracaso, al anticipar hasta 10, o incluso 15 puntos de ventaja del Demócrata Joseph Biden sobre su rival. Más bien pareciera que dichas encuestadoras estuvieron buscando inducir el voto a favor de Biden, salvo que no sirvan para nada. Ni siquiera pudieron anticipar que la comunidad latina en Estados Unidos quedó, ella también, partida a la mitad.

     Mientras el ex mandatario Evo Morales salió a tuitear que había sido derrotado un "racista y fascista", sin que hasta el momento se le haya demostrado a Trump ningún hecho fascista, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se puso a festejar que "el mundo respira aliviado con la victoria de Biden". Es una declaración idiota por ajena a los hechos: ya se ha dicho que bajo la presidencia de Barack Obama -cuyo vicepresidente fue Biden- Estados Unidos se la pasó en guerra, incluyendo la ampliación del despliegue de fuerzas militares en el exterior (las fuerzas de operaciones especiales aumentaron en un 130 %, con presencia en 138 países, 70 % de las naciones del globo) y el uso de drones para matar por aquí y por allá (Obama estuvo lanzando unas tres bombas por hora durante 2016, y 4 mil 700 personas murieron por ataques de drones estadounidenses en Paquistán y Yemen, entre otros lugares), mientras que Trump no agredió prácticamente a nadie y se estuvo cuatro años en paz, incluso repatriando tropas. ¿El mundo respira aliviado por la vuelta del complejo militar-industrial o debiera más bien inquietarse porque Lula simplemente no sabe lo que dice? El brasileño agregó que "el pueblo norteamericano se manifestó contra el trumpismo y todo lo que él representa, de rechazo a valores humanos, odio, abandono de vida y agresiones contra nuestra América Latina". Otro que hace desaparecer los hechos

      En efecto, hasta antes de la epidemia del SARS-Cov-2, los resultados económicos de Trump en materia de empleo y de ingreso, incluyendo a las minorías, fueron espectacularmente mejores que los de Obama: los mejores resultados desde 1967 (es decir, antes del inicio de la crisis) para el aumento del ingreso medio de los hogares. Este aumento fue 50 % más alto que el logrado durante los mandatos de Obama.Cuatro millones de personas salieron de la pobreza con Trump y la pobreza misma cayó a su nivel más bajo desde 1959, no según "otras cifras", sino según la Oficina del Censo estadounidense. 

       Pero volvamos a la imbecilidad de Lula: no es Trump quien estuvo espiando a la ex mandataria Dilma Rousseff, sino Obama con la NSA (Agencia de Seguridad Nacional, por sus siglas en inglés), hasta colaborar con la caída de esta "hijita" de Lula. Fue Obama quien declaró a Venezuela "una amenaza para la seguridad nacional estadounidense" y por cierto que fue Juan Guaidó quien terminó felicitando...a Joseph Biden. En cuanto al ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa, parece haberse olvidado de cómo lo chantajeó Biden con el caso de Edward Snowden y aquél se puso a tuitear en inglés, "!good luck!" para el Demócrata, de la misma manera en que la alcaldesa de París, capital francesa, Anne Hidalgo, tuiteó "Welcome back America!" junto a otros socialistas que parecen desconocer que en Francia se habla francés, como en América Latina se habla español. ¿Quién sino Biden implementó el Plan Colombia?¿No fue con los Demócratas que tumbaron a Manuel Zelaya en Honduras? Por cierto, Puerto Rico refrendó nuevamente su deseo de convertirse en el estado 51 de la Unión Americana. Para uno que otro panameño imbécil, no está de más recordar que George W. Bush, hijo del George Bush que decidió invadir Panamá, se inclinó por Biden, felicitándolo antes de tiempo, porque el asunto no era entre Demócratas y Republicanos sino entre gran parte del pueblo estadounidense y el establishment y su "Estado profundo". 

     No faltaron quienes, como el columnista mercenario "mexicano" Ariel González Jiménez, se olvidaron de lo que marca la ley, para imponernos, al igual que José Woldenberg (quien confunde la ley con los modales), "las reglas" de "la civilidad democrática", que no siguieron en ningún momento quienes desde el principio del mandato de Trump, totalmente legal, quisieron hacerlo caer, recurriendo a todas las mentiras al alcance, al grado de terminar en la vileza del linchamiento, en el cual se esconden tantos cobardes pero valentones en grupo, así tengan que coincidir Díaz-Canel y "Evo es Pueblo" con los ex mandatarios derechistas "mexicanos" Felipe Calderón y Vicente Fox, que corrieron a agarrarse de Biden. ¿No fue con Obama que se decidió la llamada "guerra contra las drogas" en México?

      Pero ya que los medios adujeron que Trump alegó fraude "sin pruebas" y el mismo González retuiteó al artero y patológico Pablo Hiriart, para quien las denuncias del actual mandatario estadounidense no pasaron de la falsedad de un tuit sobre un inexistente mini incidente en Virginia Beach, he aquí algunos hechos, porque no deja de ser raro saltarse los hechos a la torera y acusar a los demás de estar "fuera de la realidad". Desde septiembre, y sin que se hiciera nada, Judicial Watch dió a conocer que en 29 estados de Estados Unidos (353 condados) estaban inscritos para votar más electores que ciudadanos en edad de votar (prácticas comunes desde hace años de los Demócratas en ciudades como Detroit o, más aún, Chicago). En Nevada, 200 mil boletas de voto fueron mandadas a direcciones equivocadas. En Detroit, justamente, votaron 32 mil 519 personas más que las registradas. En 19 condados de California hubo un millón 600 mil electores más que los inscritos. 50 mil boletas de voto fueron enviadas a direcciones equivocadas en Ohio. En Pennsylvania se tuvieron que rechazar 336 mil demandas...!de doble voto!. Hubo electores que pudieron pedir boletas para votar !hasta 11 veces! Un "error" en Utah dejó 13 mil votos sin firma. En varios lugares de Estados Unidos, los trabajadores electorales se vieron rebasados por demandas de voto provenientes con frecuencia de una misma persona. 39 condados de Colorado tuvieron más electores que habitantes (!). Mil personas votaron dos veces en Georgia. El conjunto de las elecciones al norte de Nueva Jersey fue anulado por fraude electoral. 200 mil personas fueron "expurgadas" de las boletas de votos en Nueva York. Hubo quien pidió "recuperar" los votos de 400 mil boletas mandadas en California a gente residente fuera del estado o ya fallecida. 80 mil boletas de voto desaparecieron como por arte de magia en Baltimore. Un cuarto de los funcionarios electorales dimitió por la nueva ley electoral y el caos en las boletas de voto por correo. La lista es muchísimo -pero de lejos- más larga, e incluye el uso del fraude con aplicaciones en las máquinas de conteo y transmisión de datos para convertirlos de favorables a Trump para Biden en cuestión de microsegundos (hammer/scorecard, de invención por Dennis Montgomery, a lo que hay que sumar las fallas del Dominion software system). No suena a "civilidad democrática" y no debería mover al linchamiento de Trump con la bajeza en la que han coincidido tantos, desde la derecha (¿1988, 2006 o 2012?) hasta una izquierda que se felicita de que hayan ganado Wall Street, el complejo militar industrial, las empresas Big Five y del Big Pharma, etcétera, confundiendo, como lo hizo Cristina Fernández de Kirchner. estos intereses con "la voluntad del pueblo estadounidense" (el presidente argentino Alberto Fernández se quedó por su parte en un lamentable elogio de "la primera vicepresidenta de Estados Unidos").

     Si Trump perdió, no es muy fino que digamos patear a quien está en el suelo. Quienes se abstuvieron de felicitar a Biden hasta que no sea legalmente declarado vencedor, y no por los medios de comunicación masiva que se toman por "la opinión pública", están en la razón. Los demás no han hecho más que "quedar bien para ganarse favores", agregando a la cobardía de escudarse en los medios de comunicación masiva la conveniencia más ramplona, y en casos como el del quintacolumnista González, conjugando de modo proverbial prepotencia y crasa ignorancia, con el agravante de querer decretar desde las reglas y no desde las leyes quién está dentro y quién fuera de "las instituciones democráticas". Resulta que la "civilidad democrática" la deciden quienes hacen fraude, quienes matan, quienes imponen prácticas monopólicas y quienes se instalan militarmente en el mundo como Pedro por su casa. Por si no se sabe, en uno de sus acostumbrados lapsus dadas sus condiciones cognitivas (ya tuvo dos accidentes vasculares coronarios), Biden afirmó que con Obama "se había creado la organización de fraude electoral más vasta e inclusiva de la Historia de la política estadounidense" (véase por ejemplo en RNC Research "Joe Biden brags about having 'the most extensive and inclusive voter in the history of American politics'"). Se le puede perdonar por los problemas de salud lo que de otro modo haría las delicias de Diván el Terrible. Lo demás es una colección bastante sorprendente y muy deplorable de reacciones abyectas. Aquí el lapsus de Biden para los angloparlantes (da click en el botón de reproducción). Que sea.



 

    

domingo, 8 de noviembre de 2020

EU: CERRANDO CON BROCHE DE ORO...

 Se sabía en Estados Unidos desde antes de las elecciones del 3 de noviembre que el voto por correo se presta al fraude. Hubo quien declaró en The New Yok Post que en este caso el fraude tiende a ser la regla, más que la excepción, y en el mismo periódico, el 29 de agosto, se publicaron las revelaciones de un defraudador anónimo de Nueva Jersey que explicó cómo proceder, aprovechando que en este procedimiento el voto no es secreto, por lo que se le podía arrancar por ejemplo a personas de la tercera edad o a enfermos. Antes de seguir con el tema, cabe señalar hechos como los siguientes:

     -el voto de gente de la tercera edad funcionó tan bien las últimas elecciones estadounidenses que se encontraron votos emitidos por gente nacida en 1900 o incluso...en 1823.

     -ya entrados en gastos, se encontraron votos emitidos por gente fallecida (Nevada),

    -y en un asunto aparte, al estado de Nevada se fueron a presentar más de 3 mil votantes fantasma, es decir, inmigrantes ilegales.

Cabe señalar que ciertos estados ni siquiera requirieron una pieza de identidad a los electores. Los Demócratas ya habían instalado desde hace algunos años esta muy peculiar forma de votar. Desde diciembre de 2019, en Detroit, Michigan, una ciudad en manos Demócratas, se habían encontrado en elecciones locales dobles inscripciones en las listas de electores. Por cierto, desde 2016-2017 el actual mandatario estadounidense Donald Trump buscó instaurar una comisión sobre el fraude electoral: los 15 estados Demócratas de entonces rechazaron la iniciativa y la posibilidad de reducir los riesgos de trampa. En estas mismas circunstancias, cabe señalar lo siguiente, junto con el hecho de que, so pretexto de la epidemia de coronavirus, se distribuyeron unos 80 millones de boletas de voto a gente que no las solicitó, por lo que pudo suceder que algunos recibieran más de una boleta y/o la posibilidad de votar en otro estado:

     -que hubo circulares Demócratas solicitando que en los lugares de recuento se impidiera a los republicanos acercarse a las boletas. En principio, los votos que fueron contados sin presencia equitativa de los partidos debieran ser anulados,

     -se aceptaron boletas sin firma o sin cotejo de firmas,

     -algunos estados tomaron en cuenta votos por correo llegados después del 3 de noviembre, lo que es ilegal (a partir de las 20 hrs de ese día) y explica que Trump haya pedido que pararan el conteo y que los Demócratas, en cambio (que votaron por millones por correo), salieran con el retintín de que "todos los votos cuentan". ¿Incluso los ilegales?

Sin que se difundiera en los medios de comunicación masiva, la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) abrió investigaciones sobre la base de testimonios de fraude (el FBI abre investigaciones cuando ya hay ciertas pruebas).

     El Demócrata Joseph Biden fue declarado vencedor por los medios de comunicación masiva, no por ninguna instancia oficial. Se trata de una forma de intimidación desde la opinión pública hacia los abogados y jueces que tienen un trabajo que hacer hasta diciembre no para saber si hubo fraude o no, porque lo hubo, sino su alcance, a reserva de que Biden sea declarado finalmente vencedor. No se trata de imponer a Trump, sino de un mínimo respeto por lo que marcan las instancias legales, sin dejar por lo demás de señalar algunas cosas: el actual mandatario obtuvo más votos que en 2016, llegó a los 71 millones de sufragios y obtuvo un voto importante de la comunidad latina, además de mejorar puntajes entre los negros.

     El hecho de que Twitter haya censurado un alegato de fraude de Trump y que las cadenas ABC, CBS y NBC hayan cortado una transmisión del mandatario es parte del plan, ya descrito en otra ocasión aquí, para hacer caer a Trump por los medios que sean.

      Los elementos presentados sugieren que, en estos momentos, un alegato de fraude en Estados Unidos no es "un disparate", contra lo que sugirió por ejemplo el pseudoperiodista cultural y golpeador político"mexicano" (malinchista a más no poder, salvo cuando descansa en Paz, y que además confunde las leyes con sus propias reglas)  Ariel González Jiménez, llamando por lo demás a suspender los derechos de supuestos "enemigos de las libertades", siendo que nadie -menos si opositor- fue perseguido bajo Trump y no lo está siendo tampoco bajo el mandato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Dice bien aquí perseguido, cuando cualquiera entiende hasta por las formas de "humor" que la temporada de cacería en los medios de comunicación masiva es justamente contra Trump o contra López Obrador, no contra los opositores. En el caso de México, cabría preguntarse si son medios de comunicación masiva sin ninguna representatividad social los que decidirán censurar...¿al presidente, por ejemplo?

(y luego de coquetear con una outsider, en Honeysuckle rose, Willie Nelson volverá con su señora el establishment, da click en el botón de reproducción).



jueves, 5 de noviembre de 2020

EU: EL BASTARDO EN CAMPAÑA

 Se entiende por "bastardo" con frecuencia a un hijo ilegítimo. Desde luego, quienes han lucrado con la supuesta "globalización" creen que los legítimos son ellos, porque el dinero se los permite, así sea malhabido. Es típico de los advenedizos darse aires de pureza con suficiente bombo y platillo para ocultar su ilegitimidad. Emplean una moralina fuerte, pero curiosamente no contestan nunca sobre hechos, menos si se les imputan y tienen que ver con el origen de sus privilegios. No les parece raro, por ejemplo, un conteo en el cual llegan cerca de 140 mil votos seguidos para un candidato (para el caso, Joseph Biden), en una caja, sin un solo voto para el rival (Donald Trump), algo que se antoja imposible desde el punto de vista estadístico (Michigan). Tampoco debe ser raro que, en otro ejemplo, haya tres millones 288 mil 771 votos contados pero sólo 3 millones 129 mil votantes registrados (Wisconsin). ¿Y las cajas con votos que nunca se enviaron encontradas en California?¿Y las fotografías de votos tirados a la basura o escondidos?¿Y el video del hombre quemando 80 votos para Trump? No tiene mayor caso un diálogo con gente que deniega todo lo que la acusa, y en particular hablar de hechos. Así que mejor informar de algunas otras cosas.

     El Proyecto para la Integridad de la Transición (PIT) está integrado por élites gubernamentales, militares y de la comunicación que planearon desde antes de las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos hacerle la vida imposible -y la reelección también- al mandatario Donald Trump. Es un grupo de globalistas que incluye a gente como John Podesta, de la Comisión Trilateral (y ex gerente de campaña de Hillary Clinton), y al Republicano Michael S.Steele, negro, pero también desde Republicanos como Condoleezza Rice hasta Demócratas como William Clinton, pasando por Eric Schmidt  (ex director ejecutivo de Google) y...el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, cuya gente no es ajena al actual gabinete del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde Esteban Moctezuma, secretario de Educación Pública, hasta Olga Sánchez Cordero, de Gobernación. Entre las figuras clave del PIT está el multimillonario Nicolás Berggruen, con un Instituto que lleva su nombre (en el que no faltan socialdemócratas y partidarios europeos de la "Tercera Vía", desde Anthony Blair hasta Felipe González y Gerhard Schroeder, pasando por los economistas Joseph Stiglitz y Amartya Sen), y que buscaría aplicar la Agenda 21 de Naciones Unidas y un programa para "una economía próspera, un medio ambiente de calidad y la equidad en la comunidad", junto con una "gobernanza global". Suena tan bien como el "Gran Reinicio" capitalista que prepara para principios de 2021 el Foro Económico Mundial de Davos.

     El TIP es el que propuso emitir millones de votos por boletas de correo, "atascando" el conteo, y calculó, en algo que se sabía desde antes del 3 de noviembre, puesto que apareció en las páginas de Alainet (Walter Fomento y Wim Dierckxsens), que los gobernadores demócratas armarían algún problema en estados federales indecisos, entre los cuales ya se mencionaban estos tres: Michigan, Wisconsin y Pennsylvania. La idea sería, en caso de litigio entre Trump y Biden, tratar de poner a Estados Unidos en manos de la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para pasar a decidir la presidencia por las delegaciones estatales en la misma Cámara. Es un escenario entre otros. En caso de reclamo por parte de Trump, se planeó activar las plataformas de comunicación (las virtuales incluidas), las Big Five, el liderazgo demócrata y la comunidad de inteligencia para presionar a Trump a que renuncie, desatándole al mismo tiempo la protesta en las calles (reanudando hasta donde aún tienen popularidad con grupos como Antifa y Black Lives Matter). El asunto es impedir como sea la reelección de Trump, bloqueándole la ventaja en la decisión de la Corte Suprema de Justicia(6 a 3).

     No queda clara la indignación de los vasallos del Sur ante los reclamos de Trump, como si nunca hubiera existido el fraude en Estados Unidos. Se dió cuando George W. Bush le ganó  a Albert Gore, con una resolución del Tribunal Supremo a partir de un conteo extraño en Florida (conteo con punch cards). Twitter no tiene por qué censurar un reclamo de fraude por parte de Trump (salvo que esté en marcha el plan TIP), ya que el mandatario está en su derecho y el asunto se tiene que resolver mediante el sistema de Justicia. Otra cosa es que se quiera el madruguete forzándolo mediante la opinión pública. Como sea, lo que hay que tener en cuenta es que el TIP planeó cerrarle el paso a Trump con distintos "escenarios". El "Estado profundo" vuelve a la carga así haya que instalar a lo que en términos bananeros se llama un "pelele". O dicho de otro modo, así haya que "gobernar" a partir de la ilegitimidad, acusando al mismo tiempo de "ilegítimo" a quien lo denuncia, en un típico fenómeno ideológico. Todo lo descrito aquí ha sido cuidadosamente omitido por la inmensa mayoría de los medios de comunicación masiva que orquestan lo mismo por doquier: quien discrepa de la corriente dominante en la "opinión pública" está fuera de "la realidad", es decir, chiflado. Así no hay debate posible, porque no se discute con un chiflado, y menos arguyendo que supuestamente lo está. Como tampoco se discute con una "opinión pública" que cree consensuar "mayorías"y un punto de vista único (porque "pensamiento" no es), en realidad no se está en ágora ninguna.

Algo de música popular estadounidense...





martes, 3 de noviembre de 2020

MEXICO: INTELECTUALMENTE, DE QUE NO SE PUEDE, NO SE PUEDE

 Definitivamente, al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no le va bien con los intelectuales. Sigue siendo inexplicable que se enfrasque en debates con gente que no tiene ninguna representatividad, y que hace ruido en la medida en que lo permiten los medios de comunicación masiva.

     Recientemente, AMLO criticó al académico e intelectual Roger Bartra, de quien dijo que "se cansó de ser de izquierda" y fue cooptado por Enrique Krauze. Es probable que Bartra haya sido premiado por converso. El hecho es que en una reciente entrevista con el periódico El Universal, Bartra dijo que AMLO "no debate, él insulta". En rigor, ya se ha dicho anteriormente, fue Héctor Aguilar Camín quien se refirió explícitamente a AMLO como "un pendejo". Nada parecido se le ha escuchado al mandatario mexicano mientras académicos, periodistas e intelectuales de oposición se desgañitan con cualquier cosa con tal de hacer creer que México está en el peor de los mundos.

     Bartra adujo en concreto lo siguiente: que contra treinta intelectuales que firmaron una carta en su contra, AMLO afirmó que "lo único que pueda reprocharse a tan famosos personajes es su falta de honestidad política e intelectual". "¿Eso es debatir?" Se preguntó Bartra y se contestó a sí mismo: "!No! Eso es insultar". En rigor, insultar es "ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones". Lo que resulta curioso es que decir de alguien que es deshonesto sea tomado como un insulto.No es una provocación.

    Para más señas, Bartra fue señalado a mediados de los años '80, por un muy prestigioso intelectual mexicano, y ni más ni menos que en la revista Nexos, por su deshonestidad ("Los pies de Greta Garbo o la cultura de la deshonestidad polémica"). El texto se encuentra en Internet. Algo tiene Bartra que, llegado el momento, no puede mantener un criterio propio y se va con el montón, que le aplaude su renuncia. Decir de alguien que es deshonesto no es, en rigor, insultarlo (y por cierto que AMLO dió argumentos para imputar el hecho, señalando una trayectoria, la del imputado, que fue del Partido Comunista Mexicano e Historia y sociedad a Letras Libres).Nótese bien, el presidente de México no dijo de Bartra que fuera "un traidor": lo señaló como parte de "los conservadores". La objeción concreta es que, por algún motivo del que no están excluidos los privilegios recibidos (y es un hecho que los de Roger Bartra no fueron pocos, antes al contrario), estos intelectuales callaron o no dijeron mayor cosa sobre la monumental corrupción en México durante los últimos sexenios. Es un hecho que es el caso de Bartra, así que lo que hizo AMLO fue un juicio de valor. Y la valoración la tomó Bartra por un insulto, en vez de demostrar simplemente alguna honestidad. Al menos que el intelectual confunda los juicios de valor con los insultos, lo que significa que no se le puede decir a nadie que es deshonesto...o corrupto, porque es una ofensa. Genaro García Luna, Salvador Cienfuegos, Emilio Lozoya o Rosario Robles pueden considerarse ahora parte de "un México de gente agraviada" (sólo falta que agregue el "periodista donde los hay"Carlos Marín, hoy gran defensor de la presunción de inocencia y el debido proceso: "por las distorsiones que imponen a la ley quienes debieran de servirla"). En realidad, el efecto corruptor está en hacer pasar por insulto un juicio de valor. Una mexicanada: un delincuente me asalta y yo debo quedarme callado, porque si le digo "!ratero!" entonces sí se siente agraviado y me mata de un plomazo. !Pum! Además AMLO "se nos quedó mirando feo".

     En realidad, no queda claro, salvo por ciertas razones familiares, por qué AMLO, en vez de poner a trabajar a los intelectuales que se le dicen afines (y son en realidad una desgracia), se enfrasca con gente como Roger Bartra quien, véase bien, un día escribe que AMLO es como el presidente mexicano Luis Echeverría y al otro acusa al actual presidente de "retropopulista de derecha" que ejecuta "una política económica de derecha neoliberal". AMLO es, según Bartra, "extravagante", una persona "de delirios", "autoritario", "infatuado", "restaurador", de "impulsos retrógrados", de "ideas disparatadas", "estrambótico", etcétera. Y es que, retomando a Héctor Aguilar Camín: ¿no es un poco pendejo esperar de un pendejo que deje de hacer o de decir pendejadas?¿No es medio pendejo hablarle a un pendejo?¿Y no es también poco válido meterse  a discutir con sofistas, como lo hace López Obrador, que descalifican al interlocutor diciéndose ofendidos y escurriendo sistemáticamente el bulto, porque no contestan en concreto sobre los casos de corrupción, sino que sólo ven la paja en el ojo ajeno?


(aquí abajo, el ballet intelectual de "la república").

     

      

domingo, 1 de noviembre de 2020

FRANCIA ANDA VOLANDO BAJO

Samuel Paty fue un profesor de Historia y geografía de la localidad de Conflans-Saint-Honorine (Yvelines, a unos 30 kilómetros de París) en Francia que fue decapitado hace poco en la calle por un joven checheno musulmán. Paty había dado un curso sobre la libertad de expresión y había mostrado en él una caricatura del profeta del Islam, Mahoma. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la muerte de Paty fue un "ataque contra la república y sus valores" y el ex primer ministro Manuel Valls llamó a "toda la prensa" a reproducir el 2 de noviembre la caricatura. Paty había pedido que los alumnos musulmanes que no quisieran verla salieran de clase. Valls considera que hay que mostrarla a toda Francia. He aquí la caricatura en cuestión, salida de Charlie Hebdo (2012), y cualquiera puede pensar lo que ocurre si no es dibujo ("Mahoma: nace una estrella") sino fotografía o si la retratada así es la Virgen María:



Seguramente no es muy difícil de entender que, si son "la república y sus valores", Francia es, ante todo, una república porno. El dibujo es insultante y podría serlo para cualquier otra religión. El artículo 99 francés de 1881 castiga el insulto y la difamación. Considera que "toda expresión ultrajante, términos de desprecio o invectiva que no encierre la imputación de algún hecho es una injuria". El artículo 227-24 del código penal sanciona el hecho de mostrar imágenes pornográficas a menores de 15 años (los alumnos de Paty eran de 13-14 años). Por lo demás, la Carta de la Laicidad en la Escuela francesa garantiza la pluralidad de convicciones y "la cultura del respeto y la comprensión hacia el otro". Finalmente, la ley de 1905 sobre la laicidad garantiza la práctica de todos los cultos. Casi nadie reprobó lo que estaba mostrando Paty, curiosamente.

     Pero el asunto es todavía más absurdo, puesto que en los recientes conflictos de Oriente Medio, Francia tomó partido por el fanatismo islamista, en particular en Siria y en Libia, en algo que no tiene nada que ver con "la república y sus valores". Con una mano se defiende "la república y sus valores" y con la otra se apoyan prácticas terroristas -o migratorias- contrarias a la misma. Las cosas llegan tan lejos que un antiguo atentado contra el semanario Charlie Hebdo pudo haber sido por lo menos "permitido" por las autoridades francesas. Los perpetradores, los hermanos Kouachi, eran conocidos de la Inteligencia francesa. Por cierto, la cuenta de Twitter del checheno había sido señalada desde tiempo atrás como extremista. ¿Por qué Twitter no cerró la cuenta y el ministerio del Interior francés no hizo nada?

     Se puede ir incluso más allá. Hubo negligencia de las autoridades francesas en la admisión del joven checheno como refugiado, ya que había sido previamente rechazado dos veces por Polonia. Este tipo de negligencias es frecuente con tal de no tocar a los inmigrantes, a quienes ya no se pide mayormente adaptarse a "la república y sus valores": prueba de ello es que el joven checheno haya optado por decapitar a Paty. Ni siquiera se trató realmente de un acto terrorista (no es la definición de "terrorismo"), sino de la venganza de un hijo -Abdulak Abuezidovic- de guardaespaldas checheno que tampoco entendió nada de "la república y sus valores". Charlie Hebdo tampoco: el dibujante Wolinski de este semanario de extrema izquierda (en el mejor de los casos) llegó a decir "creo que somos inconscientes e imbéciles  que hemos provocado un peligro inútil. Eso es todo. Nos sentíamos invulnerables. Durante años, incluso decenas de años, nos dedicamos a la provocación y un día la provocación se vuelve contra nosotros. No había que hacerlo". Es de suponer que hay un límite entre la libertad de expresión y la provocación.

      Macron dejó en claro que no se prohibiría la caricatura y encima acusó al Islam de "separatista" y de ser "una religión que está en crisis en todo el mundo" (en Francia viven 6 millones de musulmanes y no todos son "separatistas", pero se sabe que 8 mil son extremistas y no se hace nada contra ellos porque la Unión Europea lo impide a través de la Corte Europea de los Derechos Humanos, etcétera...). Cabe recordar que en el pasado centenares de franceses viajaron vía Turquía a Siria para unirse...a los extremistas islámicos que se dedicaron a torturar, violar y matar a civiles desarmados, y para más señas, musulmanes.

      Los intereses que han hecho guerras contra regímenes árabes moderados, apoyando al extremismo islámico, y los que favorecen la inmigración desbocada son los mismos, como lo recordó recientemente en un programa de Los Patriotas su líder, Florian Philippot. Dicho sea de paso, son tal vez los mismos intereses que creen que la libertad de expresión es, en nombre de "los derechos y las libertades", "hacer lo que a uno le dé la gana" y sin límites.

 
 
 

 

 

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...