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jueves, 19 de agosto de 2021

AFGANISTÁN: LA ESTAFA SIGUIENTE

 Las reacciones occidentales a raíz de lo ocurrido en Afganistán son maravillosas. Muestran cuánta gente no está dispuesta al destete ideológico.

      Son las propias autoridades estadounidenses, bajo presión para desclasificar documentos, las que terminaron por admitir que fueron funcionarios sauditas los que estuvieron, en gran parte al menos, detrás de los "atentados" del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Lo saben los familiares de las víctimas y saben, también, cómo el presidente estadounidense  Barack Obama se encargó de no seguir desclasificando demasiado. Después de todo, Arabia Saudita tiene suficiente dinero invertido en Estados Unidos para amenazar con un gran problema financiero si es demandada.

      El asunto podría acabar ahí para llevar a la conclusión de que la ocupación de Afganistán consistió en algo así como un "error de país", puesto que es a Arabia Saudita que se debía atacar. Muchos años después, familiares de las víctimas del 11/S le han pedido al presidente estadounidense Joseph Biden que no haga otro show en esta fecha si ni piensa seguir desclasificando lo que falta. 

     No entremos en "teorías de la conspiración", sino simplemente en evidencias: la familia saudita Bin Laden era gran amiga de la familia petrolera Bush, pero también de altos funcionarios de la administración de George W. Bush, como Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, o más aún Richard Cheney, para algunos el "vicepresidente más poderoso en la historia de Estados Unidos".Hay algunas cosas de lo más simpáticas: Bush hijo fue accionista de la petrolera texana Arbusto Bush Exploration junto con Salem Bin Laden, hermano mayor de Osama Bin Laden. Cheney, por su parte, dirigió la petrolera Halliburton, contratada para construir un oleoducto desde el mar Caspio hasta el Indico pasando por Afganistán, para lo que se contaba con la ayuda de los talibanes. Tal vez se haya olvidado, pero en los años '90 Estados Unidos era un gran patrocinador de los talibanes con tal de conseguir el negocio. Los Bush, Cheney y otros hicieron negocios con el Bin Laden Group, con millonarios contratos, a raíz del conflicto en Kuwait, la primera guerra del Golfo Pérsico...y en Afganistán.

     Al-Qaeda le brindó a Estados Unidos más de un servicio, mandando a Osama Bin Laden a los Balcanes, y también a combatientes a Chechenia. Luego de que los talibanes no lograran apoderarse en aquellos años de todo el territorio afgano, los estadounidenses buscaron otros aliados para que la Union Oil of California pudiera realizar sus planes. Los ocupantes instalaron de remate como primer ministro a un funcionario afgano de la petrolera Unocal, Hamid Karzai, hombre de confianza de la Central de Inteligencia Americana (CIA). Bush hijo nombró como enviado especial para Afganistán a Zalmay Khalidzad, para conversar...con los talibanes sobre la posibilidad de construir oleoductos y gasoductos. Estaba en ciernes un proyecto de oleoducto de Turkmenistán  hasta un puerto de Pakistán pasando por Afganistán. Para que quede más claro: Bush Jr. estaba negociando tranquilamente con los talibanes acusados de proteger a Al-Qaeda, organización culpada del 11/S. En resumidas cuentas, los estadounidenses se aliaron con Al-Qaeda, los talibanes y agreguemos que con el Estado Islámico a conveniencia La amistad ha perdurado, puesto que la actual retirada estadounidense, que no tiene nada que ver con un Saigón o un Vietnam del Sur, fue pactada desde principios de 2020, y no se está haciendo más que cumplirla. Había manera de detener ahora a los talibanes, que no cuentan ni con papalotes, siendo que Estados Unidos podía disponer de una imponente fuerza aérea. Qué importa: la labor de control de Asia Central puede seguir haciéndose desde el Centcom (Comando Central) en Catar, donde los militares estadounidenses y los talibanes deliberan tranquilamente sobre el futuro afgano.

      Dejando de lado las historias del periodista Seymour Hersh, quien fuera primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, dijo en 2007 que Osama Bin Laden había muerto años antes (recordemos que el presidente estadounidense "lo mató" en 2011), aunque víctima de la seguridad pakistaní, muy ligada a la CIA. Como sea, son distintas fuentes que fijan la muerte de Bin Laden bastante antes de que Obama "lo matara", después de haber mantenido el señuelo vivo para justificar la permanencia en Afganistán. Benazir Bhutto fue asesinada al poco tiempo de revelar la muerte de Bin Laden. Este sirvió un buen rato para evitar que surgiera la idea de que el 11/S pudo ser un "trabajo interno" estadounidense. Como sea, después de que Obama supuestamente "matara" a Osama, el asunto en Afganistán siguió por 10 años más. Por ejemplo, para montar un gigantesco trasiego de heroína vía Kosovo hacia Occidente, algo que se descubrió en la base militar estadounidense de Bagram en suelo afgano.

      En suma, Estados Unidos y sus "socios y aliados", que hoy se hacen los indignados, estuvieron en Afganistán para negocios, lo que es propio de un sistema que se rige por los negocios: para hidrocarburos, tráfico de droga y disputarle la cancha a Rusia en el Asia Central ex soviética (hay talibanes que son uzbekos o tadzhikos). Tal vez sea algo que pueda seguir haciéndose.

     Hay por lo menos 30 funcionarios sauditas metidos en el asunto del 11/S, según documentos desclasificados estadounidenses. Lo que no termina de desclasificarse son las declaraciones juramentadas de sauditas: están en el más completo secreto. Los miembros del Congreso estadounidense que reciben cierta información sobre el tema no pueden ser acompañados al consultar los desclasificados (que tienen tachaduras), ni sacarles fotografías. Insistamos: fue el buenazo de Obama el que más bloqueó el avance de las indagatorias.


     En fin, que a Estados Unidos le da por invadir los países equivocados, puesto que todo indica que debía bombardearse para empezar Arabia Saudita y seguir después con Texas. Un error lo comete cualquiera, así que es mejor agarrarla con la "derrota del imperialismo" o con algo emotivo sobre las pobres mujeres afganas. Hay formas de apego ideológicas que tienen algo de obscenas, pero son inevitables si la Web no sirve ni para indagar un poquito y hacerse una que otra pregunta sobre las ondas raras del patrón. Desde aquí agradecemos desde ya que toda la información vertida, que está en la misma Web a condición de saber buscarla, sea el motivo para erradicarnos del buscador de Google. Para que se sepa, en los años del mandatario estadounidense Donald Trump al menos teníamos paz.

La bandera de Afganistán en los '80, comprenda quien quiera:



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...