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viernes, 3 de septiembre de 2021

MÁS MENTIRAS DE BIDEN...Y MÁS SILENCIO

 Sin que se haga mucho ruido, el presidente estadounidense Joseph Biden ha estado lanzando iniciativas aparentemente favorables a los negros estadounidenses, aunque aquéllas también pueden interpretarse como demagogia electorera.

     La administración Biden financia el "proyecto  1619", según el cual Estados Unidos habría sido fundado no en 1620, año de llegada de los "padres peregrinos" (en realidad son las primeras colonias y se celebran con el Día de Acción de Gracias), ni en el Día de la Independencia, en 1776, sino con la llegada de los primeros esclavos en 1619, sin que importe que no haya estadounidenses en el asunto: aquéllos fueron "importados" por portugueses (aliados con los africanos imbangala contra los ndongo) y no por británicos, lo que contribuye a que el "proyecto" mencionado sea una falsificación de la Historia. Sin embargo,  el secretario de Educación del actual gobierno de Estados Unidos, Miguel Cardona, hijo de puertorriqueños, ha sido encargado de crear becas en las escuelas que enseñen el "proyecto 1619", pese a que también hay que decir que los esclavos fueron llevados por un corsario holandés. La ocurrencia del "proyecto" fue del periódico The New York Times en 2019 y fue muy pronto cuestionada por historiadores. No es lo único que ha hecho Biden: creó un día festivo, como feriado federal, para el 19 de junio, conocido como juneteenth, que corresponde a 1865, año en que los últimos esclavos se enteraron de que eran libres, informados por un general de Texas, en Galveston. En ambos casos, se trató del resultado oficial del activismo de izquierda.

     El asunto de la esclavitud es espinoso en el modo en que es manejado por los activistas. Cabe señalar que, en la Historia, la peor esclavitud no fue la que impusieron colonizadores blancos del sur de la actual Norteamérica, de las Antillas y de Brasil, sino la larguísima trata de esclavos negros por parte de los árabes, que duró mucho más tiempo. Todas las sociedades musulmanas han sido esclavistas, lo que no impide que bastantes negros estadounidenses se conviertan al Islam. El comercio árabe de esclavos se prolonga desde el siglo VII hasta el XX.

     Luego está la trata intra africana. Resulta por lo demás que los colonos blancos no siempre tenían que irse a "cazar" negros, por la simple y sencilla razón de que, por la trata mencionada (entre negros africanos), eran reyezuelos negros los que les vendían a los blancos los esclavos, luego de guerras tribales.

       La trata árabe superó en tiempo y número de esclavos a la trata blanca, amén del papel ya mencionado de los propios africanos negros, sin que nadie les haya dicho a los árabes que pidan perdón, ni a los africanos negros que se perdonen a sí mismos. Lo dicho no justifica de ningún modo la trata blanca y sus brutalidades, pero lo que no se puede hacer es dejarle el asunto en exclusiva a los blancos, a la manera en que se trata el asunto en Estados Unidos y mientras se llega a perseguir por ejemplo a quien quiera enseñar algo con La cabaña del Tío Tom, o a sesgar juicios como el hecho al policía Derek Chauvin por la muerte de George Floyd. En este último caso, en vez de reivindicarlos como eternas víctimas, es probable que sea mejor darles a los negros estadounidenses las capacidades suficientes para alejarse de las drogas, del pandillerismo, de los asesinatos entre sí mismos -que son más graves que las agresiones recibidas de los blancos- y de una cultura que los relega al deporte y les niega el acceso a otras potencialidades que no sean la música. En suma, habría que hacer de los negros seres humanos en vez de pasarse el tiempo racializando las cosas y cualquier debate, así se quiera disfrazar con lo "políticamente correcto" de llamar a aquéllos "afrodescendientes". El problema actual de los negros estadounidenses, porque con frecuencia tienen uno (aunque no todos), no es la esclavitud y no está lejos de lo que los mismos negros creen que es su supuesta "cultura". La "acción afirmativa" o la "discriminación positiva", por lo demás basadas incluso en inventos como los de Biden, no cambiarán mayor cosa si no se reconocen por ejemplo, como lo hiciera en su momento el político y sociólogo estadounidense Daniel Patrick Moynihan, problemas como los de las disfuncionalidades de las familias negras, de las que Floyd fue un magnífico ejemplo. Tampoco se trata de usar a los negros estadounidenses como carne de cañón, al estilo de la "organización" Black Lives Matter. Los problemas sociales y culturales difícilmente se resuelven racializándolos, lo mismo que se ha estado haciendo en América Latina no nada más con los afrodescendientes, sino también con los "pueblos originarios", al grado de afirmar falsamente, como lo hace un cambio constitucional, que la nación mexicana, por ejemplo, "está sustentada originalmente en sus pueblos indígenas". Era el caso del mundo precolombino, pero no de la nación mexicana cuando surgió a principios del siglo XIX, y tampoco tiene Estados Unidos mayor cosa que ver con el "proyecto 1619". Por lo demás, españoles (en Florida y las Carolinas) y británicos ya habían llevado esclavos a América del Norte antes de 1619. Temptations, da click en el botón de reproducción.



     

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