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sábado, 16 de octubre de 2021

HACER LA LIMPIEZA (DESDE WALL STREET)

 Una cosa debe saberse hoy: el ecologismo no es una reivindicación popular y, andando el tiempo, se ha convertido en el último grito de la moda en Wall Street, por una razón sencilla. El capitalismo no se recuperó plenamente de la crisis de 2008 y había barruntos de una nueva crisis en vísperas del 2020, es decir, antes del problema sanitario. Lo que le interesa al capitalismo es encontrar nuevos nichos de actividad para recuperar la ganancia, aunque nadie puede afirmar que conozca a un capitalista que diga: "lo que me interesa es ante todo mi ganancia", así sea la realidad. El arte está en presentar un interés particular como general y, hasta cierto punto, tampoco es falso que el Hombre deba aprender otra relación con su entorno natural, garantizando su reproducción, aunque sin dejar de dominarlo.

      La reconversión ecológica en ciernes es entonces un interés en gran medida financiero, que está dispuesto a quebrar buena parte de la economía real, aunque en cierta medida el carbón, y sobre todo el petróleo y el gas sean fuentes bastantes seguras de energía. Un dato clave puede ser el paso de Larry Fink, director ejecutivo de la inmensa casa de fondos de inversión BlackRock, al Foro Económico Mundial que encabeza el alemán Klaus Schwab, partícipe de ver en la crisis sanitaria una "ventana de oportunidad" para la reconversión del capitalismo. También se pueden poner las cosas de otra manera: se trata de ver en la crisis de la Humanidad una gigantesca oportunidad de negocio.

     Uno de los "argumentos" socorridos, y que está cada vez más en boga, es el cambio climático: no es que sea inexistente, pero tampoco se explica la búsqueda de una histeria de masas por un cambio de temperatura al alza de un grado centígrado, atención, de 1850 para acá. La misma Organización de Naciones Unidas ha reconocido que algunas previsiones han sido exageradas y no se acabaría de hacer el listado de previsiones erróneas desde hace algunas décadas. Al parecer, no se quiere evaluar el impacto humano de cancelar la producción de carbón, petróleo y gas.

      Como la idea es la de lograr un "planeta limpio", debe decirse desde ya que Alemania, el país que avanzó más en el remplazo de dichas energías por la solar y la eólica, hasta ahora ha fracasado en el intento, entre otras cosas porque las "energías limpias" no son seguras, aunque el asunto suene de lo más bonito. Alemania es la economía más industrializada de la Unión Europea. En Estados Unidos, el presidente Joseph Biden busca lanzarse en la misma dirección., todo detrás de lo que se llama "inversión ESG" (ambiental, social y de gobernanza) y que pretende ser "socialmente responsable". El negocio ha sido formidable sobre todo para la especulación en Wall Street. En su gran avance hacia el "Cero carbono" para 2050, Alemania contaba con hidroeléctricas de Suecia y Noruega cuya capacidad de suministro no alcanzó. La otra idea ha sido ir cerrando las plantas nucleares. Vamos, el asunto tomó tal cariz que hubo que volver a poner en marcha incluso plantas carboníferas. Como mucho de lo "planeado" no funciona, cabe preguntarse, como lo hizo el presidente ruso Vladimir Putin, si los europeos están buscando calentarse con leña en el invierno.

     Para tener una idea de cómo funcionan ciertas mentes, habría que oír a gente como el junior mexicano Enrique De la Madrid Cordero, ya algo entrado en cargos en gobiernos anteriores: el modelo que llevó a México a la ruina, si es que se la quiere reconocer, no debe ser desechado, sino !mejorado!, y éso sí, lograr "distribuir mejor", aunque el modelo esté probadamente reñido con una mejor distribución, luego de haber estacionado a más de la mitad de los mexicanos en la pobreza. Igual se pueden ver las cosas de otro modo: el modelo estaba funcionando, así requiriera ajustes, sólo que al cabo de casi cuatro décadas llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador y en dos años y medio hundió al país. Pues bien, quienes se acercan a este tipo de visión promueven también toda "energía limpia" seguramente porque "limpia" les suena, sin ver nada más. No hay necesidad de argumentar: sucede que cualquier otra alternativa que consista en conservar, restaurar y reconstruir no es más que "suciedad". No lo es, pero ésto...parece un molino de viento.



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...