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martes, 15 de noviembre de 2022

RUSIA EN TROCITOS

 El presidente estadounidense Joseph Biden y su homólogo chino Xi Jinping aprovecharon la reunión Cumbre del G20 en Balí, Indonesia, para reunirse y acordar seguir llevando la fiesta en santa paz. Biden aprovechó para mandar el mensaje de que Estados Unidos "seguirá comprometido en todo el planeta". Nada nuevo.

     Al mismo tiempo, debe saberse que se han ido conociendo mejor algunos de los planes de Occidente contra Rusia. Lo nuevo es que, a la sombra de la Central de Inteligencia Americana (CIA), algunos consideran que podría intentarse la "descolonización" de la Federación Rusa, fragmentándola a partir de la creencia de que los rusos se han impuesto para someter a la miríada de nacionalidades que viven en el inmenso territorio euroasiático. Si antes el halcón Demócrata Zbigniew Brzezinski pugnaba por sacar a Ucrania de la órbita rusa (lo que está en gran medida logrado) y dividir a Rusia en tres partes, ahora la emoción es mucho mayor y no falta quien quiera la completa implosión de la Federación, como lo muestran algunos mapas.


Aquí arriba están dos propuestas. Las comparten líderes occidentales que le han dicho abiertamente al mandatario ruso Vladimir Putin que no hay razón para que exista un país tan grande en el planeta. Al parecer, sería mejor que Rusia hiciera "implosión" con varias esperanzas, a partir del debilitamiento económico y militar: un cambio de régimen, para volver a lo más parecido a los años '90, y la conversión completa de la Federación en una estación de gasolina occidental. Alguna vez el líder bolchevique Lenin quiso prohibir la diplomacia secreta con la idea de que arrastraba a los pueblos a catástrofes que no habían escogido. Lo que se sabe es que el cerco contra Rusia no es inocuo y, si la "implosión" se produjera -lo que es muy improbable-, los sueños de Hitler se quedarían muy cortitos, él que nada más quería llegar al Caúcaso y a lo sumo a los Urales. Pese a que los mapas del desmembramiento de Rusia están y algunos guiones previos también -de Irak a Yugoslavia-, la atención se concentra en Putin y sus supuestas "locuras" e "irracionalidades", seguramente con la creencia de más de uno, no sin raigambre sesentaiochera, de que efectivamente el presidente ruso no es "racional" ("es que uno no puede oponerse al sistema", etcétera). A esto se suma una imagen primitiva de Rusia, expresada por más de un presidente Demócrata estadounidense.
     Los planes para Rusia, pues, son varios para debilitarla al máximo, sacar el mejor provecho del debilitamiento e impedirle convertirse en un polo euroasiático, para lo que bien vale la pena ir a los mimos con Xi Jinping, lo que contradice todas las conjeturas sobre el futuro luminoso chino que supuestamente pondrá en jaque a Estados Unidos.
     En medio de la confusión, Rusia le ha cerrado por ahora al capitalismo en crisis dos posibilidades: la de una Tercera Guerra Mundial, habida cuenta de la superioridad en armamento rusa, y la de un mercado gigantesco de recursos naturales, en particular hidrocarburos y minerales, pero también alimentos como el trigo. Con China, en cambio, ciertas "salidas de mercado" están garantizadas. En las condiciones descritas, el mundo euro-atlántico y su periferia pueden encontrarse ante una profundización de la crisis que mine la creencia en que se trata del "único modelo" de todo y para todo. Las sociedades occidentales están gravemente divididas. No es de descartar que se siga buscando el "trofeo" ruso a manera de "salida" -para la crisis propia, no por el bien de los rusos-, pero no hay nada escrito, aunque unos y otros se declaren dueños de un futuro que no pueden delinear, en rigor, ni en la diferencia esbozada entre "globalistas" o "cosmopolitas" y "soberanistas" o "nacionalistas". No es más que una de las caras de una crisis más honda. Por cierto, ésta es la imagen que más de uno tiene de Rusia en Estados Unidos (da click en el botón de reproducción):


LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

 La Internacional Progresista (IP) del político Demócrata estadounidense Bernie Sanders se ha tragado a buena parte del progresismo latinoam...