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sábado, 12 de noviembre de 2022

HOY MIRASTE UN MAPAMUNDI

 El mundo estaba al borde del precipicio cuando llegaron las elecciones intermedias estadounidenses. Como eran la gran oferta del momento, nadie se acordó del riesgo de holocausto nuclear que no tuvo lugar, ni siquiera con bombas nucleares tácticas. El presidente ruso, Vladimir Putin, jamás había amenazado con el uso del arma atómica y lo descartó, a diferencia de algunos políticos y militares occidentales. Lo que podía suceder es que Ucrania lanzara una provocación con bombas "sucias", pero los rusos parecen haber logrado detener el riesgo a tiempo, sobre todo que les iban a colgar la autoría del ataque, de producirse.

      La doctrina militar rusa autoriza el uso del arma nuclear únicamente para casos defensivos. En cambio, desde principios de siglo, la doctrina estadounidense se reserva el derecho de un primer "golpe nuclear preventivo" en caso de "amenaza" (para Estados Unidos como para sus "socios y aliados"), lo que es muy fácil de fabricar. El riesgo, luego de que en la reciente Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Madrid Rusia fuera declarada la "amenaza principal", es que llegue el día en que se haga caso erróneamente de lo que creen algunos miembros del equipo del presidente estadounidense Joseph Biden y probablemente más de un republicano no-MAGA (Make America Great Again): que se puede ganar una guerra nuclear, no contra cualquiera, sino contra Rusia, aunque esta creencia no sea compartida por todo el "Estado profundo" de Estados Unidos. Un desastre así es posible, pero no inevitable. El caso es que, si la doctrina rusa es defensiva, la estadounidense y de la OTAN es ofensiva, aunque como suele hacerlo la ideología trate de mostrar las cosas al revés: claro, se estrecha el cerco contra Rusia por "defensa propia", sin que nadie se detenga siquiera a ver un mapa. Biden, por cierto, confundió el conflicto de Ucrania con la guerra de Irak, donde -dijo- murió su hijo Beau, lo cual es un error. No ha salido ni una sola línea en la dizque opinión pública occidental en que alguien muestre su preocupación por quien puede "apretar el botón". Y nadie le reprochó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la "ocurrencia", qué casualidad, de sugerir un ataque nuclear preventivo contra Rusia.

     El riesgo de un chantaje nuclear mayor contra Rusia existe, aunque no quiere decir que se vaya a producir forzosamente. Por lo pronto, no está de más recordar que la OTAN realiza regularmente ejercicios con armas nucleares cerca de las fronteras rusas: los Steadfast Noon, que tuvieron lugar recientemente a finales de octubre. Esto no ocurre en la frontera con China, para quienes se agarran del país asiático como de un clavo ardiendo. El problema está en saber si Estados Unidos renunciará algún día, junto con la OTAN, al sueño de "decapitar nuclearmente" a Rusia para tener lo más cercano al monopolio de 1945. Teniéndolo, Estados Unidos es el único país que ha usado armas atómicas. Lo que está por verse es qué sucederá con la Ucrania no ocupada (80 % del territorio ucraniano) y la voluntad de más de uno de seguir con las provocaciones, a reserva de que pueda pensarse que Rusia cayó en una. El tiempo dirá. Biden, claro está, es el candidato ideal para repetir (da click en el botón de reproducción).



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