Mi lista de blogs

sábado, 5 de noviembre de 2022

DE ENRIQUE SERNA, LECCIONES PARA CANALLAS Y PAÍSES DE PECADORES

 El escritor afamado terminó por decírselo a Carlos Puig, del periódico mexicano Milenio: "la vida se mueve por instintos y no por ideas".

    El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, casi siempre tuvo una relación desafortunada con la intelectualidad, salvo en Tabasco. Elena Poniatowska terminó dándole la espalda al mandatario. Fue desde la intelectualidad que se le enchufó a la señora. López Obrador ha tenido a su lado desde populacheros dudosos como Carlos Monsiváis hasta hijas de papá con comportamiento de hacendadas como Raquel Sosa, El más reciente en poner en tela de juicio los resultados de la autodenominada "Cuarta Transformación" fue Juan Villoro, a quien López Obrador no entendió, aunque tenga razón en decir que el hijo de Luis Villoro es gelatinoso. En un error, entró al quite el actor Joaquín Cosío, tuiteando que el presidente "no le llega ni a la suela de los zapatos" a Juan Villoro. Cosío supo componerla con un lance muy norteño: "si usted me dice Cochiloco yo le digo Peje, ¿va?". No termina de quedar claro el tiempo dedicado por el presidente mexicano a un grupo muy amplio de intelectuales y artistas que no actúan por cuenta propia ni con comprobable independencia de criterio, sino "pegados" con algo así como material efectivamente gelatinoso a los medios de comunicación masiva predominantes, rápidamente decididos a hacerle la vida de cuadritos a López Obrador. ¿Alguna creencia de que ponerse al tú por tú con ciertos "nombres" es "estar a la altura"?

     Si hubo error, consiste en creer que hay altura en quienes no le dieron oportunidad de nada al presidente, y se pusieron, cada uno a su modo, a buscar demostrar que, a fin de cuentas, "siempre es lo mismo". Es muy visible   en  el pseudoperiodista y sociópata Carlos Loret de Mola: no hace falta ser muy avizor para percatarse de que intenta a como de lugar "demostrar" que el lópezobradorismo no es sino un capítulo más -para algunos, de los peores- de que "la corrupción somos todos", como se estilaba decir en tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI). No debe haber testigo ni espejo de la corrupción propia, asumida no como tal, sino como "licencia" -con impunidad- en un mundo terrenal en el que "todos tienen cola que les pisen", es decir que todos están "en el pecado". Unicamente falta la última del cineasta Luis Estrada, experto en mostrar que México es un callejón sin salida para nadie.

     Son, en fin, para decirlo con el nombre de un filme mexicano reciente, "lecciones para canallas". Lo que acaba de hacer el escritor Enrique Serna en Lealtad al fantasma es apuntalar su fama. Es él quien le hizo la supuesta "revelación" a Puig. Como en todo país conservador, la libertad es la de transgredir, ser permisivo con las costumbres y provocar, de ser posible. El problema es que no es muy original hacerlo so pretexto de que todos somos "pecadores". Escritor a quien le tomó 10 años aprender el oficio, que maneja muy bien, salvo en excepciones como El vendedor de silencio, Serna, amante de los derechos y las libertades, no ha hecho más que descubrir que "la carne es débil", para repetirse sin temor aparente de acabar  provocando hastío en los lectores. El mensaje es el mismo: todos somos corruptibles o, lo que es más, corruptos, sin necesidad siquiera de hacer algo ilegal: basta "dejar fluir" la creencia de que "la carne es débil", hasta caer en la vulgaridad. No se trata, desde luego, de apreciación artística, que no es el saber aquí, ni corresponde. Tampoco de irse al otro extremo y negar que José Martí tuviera amante, o de acostarse con la Revolución o ser el mejor don juan del socialismo. Es sólo cuestión de que el mensaje, al final de cuentas, es bastante insulso. Soso, sin gracia ni interés. Como la mayoría de las descalificaciones ad hominem contra un presidente acomplejado. Con las justas supo librarla Cosío. Y da click en el botón de reproducción.



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...