Entre los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, los libertarios, no falta la habilidad para torcerles el brazo a los de generaciones anteriores, que a veces caen redondos. Sucede en la izquierda, que no exime, al parecer, de encontrar ocasiones para tomar ventaja o sacar provecho, sí haya que hacer cosas no muy de aprobar. Dejamos de lado el caso de doble cara de "Elenita" (?) Poniatowska, que por algún motivo no llegó a "doña Elena". Alguna vez, dijo de Pablo González Casanova, sociólogo e historiador recientemente fallecido, que tenía "póker face" (cara de póker), algo probablemente inexacto, pero ahora salió la "señora" a contar sus lazos de amistad eterna con el difunto, en asuntos de familia que carecen de mayor interés. Hace rato que "Elenita" es la de las "noticias de la sección de sociales" de la izquierda.
Ya le han encontrado a González Casanova más libros que nunca escribió, tratándose de antologías de cosas ya escritas (incluyendo rarezas como "sociología de la operación" o "sociología de la explicación"). Pero quien se mostró más astuto fue Luis Hernández Navarro, cercano a Cuba y a Venezuela. En efecto, este periodista del rotativo mexicano La Jornada encontró la manera de fabricar un González Casanova "libertario". No era necesario insistir en ciertas cosas: el ex rector de la universidad pública mexicana corrió en 1989-1991 a deslindarse de "los comunistas", y se ha hecho de tal manera que no se cite un libro importante, La nueva metafísica y el socialismo. Lo que hizo Hernández Navarro es sugerir que "Don Pablo", gracias al entorno, logró salir de lo que supuestamente lo caracterizaba todavía en los años '60, un "estilo lombardista" (!), que no aparece en ninguno de sus trabajos de grado y que no es lo propio del libro La democracia en México. Hernández Navarro parte de la descalificación para apropiarse de "su" González Casanova y ligarlo a la Nueva Izquierda, la Cuba de José Martí y otros asuntos posteriores. Ya no es el González Casanova del "dogma", sino otro que se atrevió a la "herejía", para que podamos colgarnos de su nombre y tomar las licencias necesarias para autoglorificarnos.
Hijo de hacendado, González Casanova no estaba exento de modos de hacendado, salvo que alguien se crea que el "Don" salió de la pura academia (así se lo cree Lorenzo Meyer). Lo dicho no le impidió al ex rector tener iniciativas generosas, desde la creación de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCHs), ahora maltrechos como el resto de la universidad pública, hasta el recibimiento de exiliados latinoamericanos. Sin embargo, el "agarrar la onda" hizo que el sociólogo e historiador fuera el precursor de la "maquila" en la universidad pública, algo de no muy buen ver, pero además de la introducción de toda la obra de Immanuel Wallerstein que llevó a la destrucción de las construcciones disciplinarias y a temas "inter", "multi" y "trans", "trans-versales" incluidos, que destruyeron la autonomía del pensamiento ante la sincronización con los medios de comunicación masiva. "Abrir las ciencias sociales" e "impensar las ciencias sociales" fue parte de todo un proceso universitario que favoreció formas encubiertas si no de privatización, sí de acatamiento de instancias ajenas al sentido de servicio público. Al mismo tiempo, quienes hoy cubren de gloria a "Don Pablo" ya parecen haber olvidado el interés del difunto por un buen conocimiento no sólo de América Latina, sino de lo que era el Tercer Mundo en su conjunto.
Si algo por sus logros se ha hecho, por así decirlo, de "dominio público", no es para servir a intereses particulares. Ni "Elenita" ni Hernández Navarro están interesados mayormente en González Casanova: algunos de antes, pero bastantes de nuevas generaciones, sin perder hábitos clientelares, han aprendido a usar la libertad como licencia para salir indemnes del uso faccioso de figuras públicas, para fines de poder y ajenos a cualquier valoración y diríase que estimación de las mismas. Bueno: ya tenemos rocanrol. Salvo que los "libertarios" tengan algún proyecto de algo. Esto es lo más martiano que hay (da click en el botón de reproducción), fuera lombardistas: