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domingo, 30 de abril de 2023

JÁLALE PARA ACÁ

 Entre los nacidos después de la Segunda Guerra Mundial, los libertarios, no falta la habilidad para torcerles el brazo a los de generaciones anteriores, que a veces caen redondos. Sucede en la izquierda, que no exime, al parecer, de encontrar ocasiones para tomar ventaja o sacar provecho, sí haya que hacer cosas no muy de aprobar. Dejamos de lado el caso de doble cara de "Elenita" (?) Poniatowska, que por algún motivo no llegó a "doña Elena". Alguna vez, dijo de Pablo González Casanova, sociólogo e historiador recientemente fallecido, que tenía "póker face" (cara de póker), algo probablemente inexacto, pero ahora salió la "señora" a contar sus lazos de amistad eterna con el difunto, en asuntos de familia que carecen de mayor interés. Hace rato que "Elenita" es la de las "noticias de la sección de sociales" de la izquierda.

     Ya le han encontrado a González Casanova más libros que nunca escribió, tratándose de antologías de cosas ya escritas (incluyendo rarezas como "sociología de la operación" o "sociología de la explicación"). Pero quien se mostró más astuto fue Luis Hernández Navarro, cercano a Cuba y a Venezuela. En efecto, este periodista del rotativo mexicano La Jornada encontró la manera de fabricar un González Casanova "libertario". No era necesario insistir en ciertas cosas: el ex rector de la universidad pública mexicana corrió en 1989-1991 a deslindarse de "los comunistas", y se ha hecho de tal manera que no se cite un libro importante, La nueva metafísica y el socialismo. Lo que hizo Hernández Navarro es sugerir que "Don Pablo", gracias al entorno, logró salir de lo que supuestamente lo caracterizaba todavía en los años '60, un "estilo lombardista" (!), que no aparece en ninguno de sus trabajos de grado y que no es lo propio del libro La democracia en México. Hernández Navarro parte de la descalificación para apropiarse de "su" González Casanova y ligarlo a la Nueva Izquierda, la Cuba de José Martí y otros asuntos posteriores. Ya no es el González Casanova del "dogma", sino otro que se atrevió a la "herejía", para que podamos colgarnos de su nombre y tomar las licencias necesarias para autoglorificarnos.

     Hijo de hacendado, González Casanova no estaba exento de modos de hacendado, salvo que alguien se crea que el "Don" salió de la pura academia (así se lo cree Lorenzo Meyer). Lo dicho no le impidió al ex rector tener iniciativas generosas, desde la creación de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCHs), ahora maltrechos como el resto de la universidad pública, hasta el recibimiento de exiliados latinoamericanos. Sin embargo, el "agarrar la onda" hizo que el sociólogo e historiador fuera el precursor de la "maquila" en la universidad pública, algo de no muy buen ver, pero además de la introducción de toda la obra de Immanuel Wallerstein que llevó a la destrucción de las construcciones disciplinarias y a temas "inter", "multi" y "trans", "trans-versales" incluidos, que destruyeron la autonomía del pensamiento ante la sincronización con los medios de comunicación masiva. "Abrir las ciencias sociales" e "impensar las ciencias sociales" fue parte de todo un proceso universitario que favoreció formas encubiertas si no de privatización, sí de acatamiento de instancias ajenas al sentido de servicio público. Al mismo tiempo, quienes hoy cubren de gloria a "Don Pablo" ya parecen haber olvidado el interés del difunto por un buen conocimiento no sólo de América Latina, sino de lo que era el Tercer Mundo en su conjunto.

     Si algo por sus logros se ha hecho, por así decirlo, de "dominio público", no es para servir a intereses particulares. Ni "Elenita" ni Hernández Navarro están interesados mayormente en González Casanova: algunos de antes, pero bastantes de nuevas generaciones, sin perder hábitos clientelares, han aprendido a usar la libertad como licencia para salir indemnes del uso faccioso de figuras públicas, para fines de poder y ajenos a cualquier valoración y diríase que estimación de las mismas. Bueno: ya tenemos rocanrol. Salvo que los "libertarios" tengan algún proyecto de algo. Esto es lo más martiano que hay (da click en el botón de reproducción), fuera lombardistas:



sábado, 29 de abril de 2023

CHIN

 Con todo y sus ínfulas, Guillermo Sheridan, piloto de la fuerza aérea universitaria (al mismo título que Lorenzo Córdova: sin la menor sanción), fue a servir de tonto útil de LatinUs y del "periodista" Carlos Loret de Mola, conocido por sus montajes. Acaba de lograr otro: supo utilizarlo en el momento adecuado, para que la ministra Yasmín Esquivel Mossa no fuera presidente de la Suprema Corte, y en pleno periodo de sucesión en la universidad pública. Para que quede claro, ésto no es una tribuna de defensa de Esquivel: su manera de sacar su tesis de doctorado realmente no convence.

      Al parecer, los comités de ética, al menos los universitarios, tienen por función dar un jalón de orejas en vez de aplicar la ley y viceversa. Nada los faculta legalmente para un proceso que pueda dar por resultado la revocación de un título de Licenciatura. El problema va más allá, si es que no hay más ética que la que dicta el rating. El comité universitario de ética, luego de atribuirse funciones que no le corresponden, decidió llevar a cabo algo así como un proceso que fue cantado en los medios de comunicación masiva como “el plagio de la ministra": ya se ha dicho, teniendo el fallo y la sentencia antes del juicio y el proceso. En realidad, es todavía más grave. Dicho comité no permitió en ningún momento el desahogo de pruebas, en particular, siendo que hay unas 20, muy especializadas, que demuestran palmariamente que Esquivel Mossa NO plagió. Inició su tesis en algún momento de 1985 y la terminó en otro de 1986, cuando la directora del trabajo lo puso en manos de Edgar Báez, quien hace rato admitió ser el plagiario. Las pruebas se pueden consultar en www.pruebasirrefutables.com con una línea del tiempo. En todo caso, el comité de ética universitario tuvo que haber demostrado, si ya emitió un dictamen, que las pruebas presentadas por la defensa de la ministra carecen de valor, al igual que el testimonio de la directora, Martha Rodríguez. De otra manera, cabe decir que los linchamientos no son muy éticos que digamos, sino algo deleznable, pero frecuente en los medios de comunicación masiva. Y pues, a propósito: si son ciertas las pruebas de Esquivel Mossa, Carlos Loret de Mola tiene un montaje más en su haber, por si le interesa decir que "no sabía". Queda por saber si la universidad pública se explicará, o confundirá las cosas con una sentencia de medios de comunicación masiva que sistemáticamente desconocen los más elementales Derechos Humanos, como el de la presunción de inocencia. Curiosamente, no se ha estado discutiendo si Esquivel Mossa es o no la plagiaria, sino el tipo de sanción que debiera dársele. No sirve de nada pasar Presunto culpable o una serie de Netflix sobre el caso Cassez: se reincide tranquilamente en el linchamiento y en procedimientos por completo ajenos al menor sentido de justicia.

     Y es que, si las 20 pruebas (Báez no tiene ninguna, que se sepa) fueran válidas, el comité de ética debería ver la situación de Guillermo Sheridan y la manera en que ha puesto en riesgo la reputación universitaria, confundiéndola con la del grupo Paz. Además, podría revisarse la no muy ética de Lorenzo Córdova, otro asiduo de LatinUs. Al menos que, en la rimbombante universidad, que suda ética hasta por los poros, no preocupe en lo más mínimo la impunidad, para que salgan del agua sin mojarse tanto Sheridan como Báez. ¿Otra vez sin tantita pena? (da click en el botón de reproducción).



viernes, 28 de abril de 2023

EL AMOR BONITO, FOR SURE

 BlackRock es un gigante financiero. Mueve una riqueza -para tener una idea- del doble de la producida anualmente por Alemania. BlackRock posee el 88 % de las acciones de las 500 mayores empresas estadounidenses. Gestiona activos de tanto valor que, en el fondo, sólo Estados Unidos y China podrían competir con este gigante. Tiene la mayoría de acciones de empresas como Microsoft, Amazon, Apple, Coca Cola, Twitter, PepsiCo, Ferrari, Bank of America, JP Morgan, Pfizer, Uber o McDonald's.

      Para más señas, y ya hubo ocasión de dar nombres muy precisos, BlackRock contribuye en mucho a "pilotear" al presidente estadounidense Joseph Biden, cuyas facultades están limitadas, lo que no le ha impedido candidatearse para un segundo mandato. BlackRock ha tenido  vínculos con Barack Obama y Hillary Clinton, y es una empresa con ademanes de "izquierda", como los del magnate húngaro-estadounidense y especulador George Soros. El partido Demócrata estadounidense es el de la alta finanza, sin que deba ser idealizado el partido Republicano (otra cosa son los intereses que representa Donald J. Trump). No es nuevo que los Demócratas son, por lo menos desde la época de John F. Kennedy, capaces de distintas trampas para ganar las elecciones. Al mismo tiempo, los Demócratas se presentan como el partido "inclusivo".

     Es en la medida de lo dicho que Julie Chávez, nieta del sindicalista campesino chicano César Chávez, será la encargada de dirigir la campaña para la reelección de Biden. Julie Chávez nació en 1978 en Delano y es la primera latina que hará el papel que se le ha encomendado. Ya había trabajado en la campaña de Obama. Los latinos son el 15 % del censo electoral y más del 50 % viven en California, Florida y Texas, con el inconveniente de que los dos segundos estados no son muy Demócratas que digamos. Son 29 votos electorales. Julie Chávez estudió Estudios Latinoamericanos en Berkeley. Recuerda que el "tata" César le decía: "una vez que el cambio social comienza, no hay vuelta atrás", lo que seguramente también cree BlackRock. Por cierto que al acto de celebración del nacimiento de Chávez, en Delano, asistió en 2021 Jill Biden. 

     Dato curioso, César Chávez es el inventor del "Sí, se puede" en los mítines del sindicato de agricultores (United Farm Workers), y lo retomó entre otros Obama ("Yes, we can"). Julie Chávez es también muy cercana a Kamala Harris, por si alguien la ha visto. Ha declarado Julie Chávez : "ya no tenemos que derribar las puertas del gobierno; ahora contamos con espacios en los pasillos del poder para hacer lo correcto para nuestra comunidad", algo en lo que puede estar de acuerdo BlackRock. "El futuro es nuestro", dicen la nieta y tal vez también BlackRock. Digamos que, más que de cualquier lucha, se trata de arrancar votos en Texas (con una fuerte población de origen mexicano) y en Florida, para seguir garantizando los privilegios de los negocios financieros, lo que no excluye volver a agitar el disparatado fantasma del "fascista Trump", cuando no es aquí que hay que buscar ciertos parecidos (y nada más, porque el fascismo era "productivo" y aquí se trata de especular en grande). Recordemos, pues, a ese gran luchador que quiso departir con los grandes de este mundo, como lo hace su nieta. ¿Really? (da click en el botón de reproducción).



miércoles, 26 de abril de 2023

LOS PRIMERÍSIMOS

 Los nazis alnanes solían ser, fuera de broma, finísimas personas. No nada más llegaron al poder apoyados en un grupo nutrido de homosexuales en las tropas de asalto (SA) de Ernst Rohm, y toleraron el lesbianismo, sino que se les debe, en 1933, la primera ley por la protección de animales salvajes y domésticos.

     Heinrich Himmler, ejecutor de las SS, salió vomitando al ver sangre en una corrida de toros en la plaza española de Las Ventas, en 1940, así que hoy se sumaría sin duda a quienes abominan ese tipo de crueldades. Hitler tuvo una docena de perros, siempre pastores alemanes, los machos "Wolf" y las hembras "Blondi". Es más, para el fuhrer, su última "Blondi", adoptada en 1942, era su ser más querido, antes que algunos dirigentes nazis y que Eva Braun. Himmler se lamentaba con su masajista de que se mataran caracoles y Hermann Goering  tenía tigres y leones (tuvo hasta siete), a los que daba biberones. Si acaso, a los gatos no les fue tan bien, al ser considerados "los judíos entre los alemanes" por el bardo nazi Will Vesper, habida cuenta de que el carácter altivo y huraño gatuno no casaba con el ideal de sumisión al amo. Con todo, fueron tolerados como cazadores de ratones. Walter Darré, el ministro de Agricultura nacido en Argentina, consideraba al cerdo como el animal que ilustraba la superioridad de las razas nórdicas sobre las semíticas (colonos contra nómadas). Los niños eran conminados a criar gusanos de seda para combatir las plagas de escarabajos de las patatas. El caballo era para Hitler todo un motivo artístico. Himmler buscó prohibir la caza de animales. Hitler planeó prohibir los mataderos de animales. Las leyes de 1933 duraron en Alemania Occidental hasta 1972. Desde 1931, el partido nazi había pedido en el Reichstag la prohibición de la vivisección, lo que se aprobó a partir de 1933. Ningún animal podía ser tampoco sacrificado sin anestesia. Así es: los nazis detestaban que se torturara a animales o que se experimentara con ellos. Cabe agregar que fue prohibido el consumo de langostas y cangrejos. De la misma manera en que hoy se prohíben animales en el circo, los nazis prohibieron usarlos para rodajes cinematográficos y otros eventos públicos. No se podía arrancar los muslos .de una rana viva.  Alemania fue el primer país en poner a los lobos bajo protección del Estado.

     Los nazis eran ecologistas, puesto que consideraban soberbio tratar de "dominar la tierra" y Himmler decía que había que "reaprender a considerar el mundo con un respeto sagrado". Junto con ésto, el lado esotérco del nazismo no es ningún secreto, y científicos nazis fueron enviados al Tíbet para averiguar el origen de la raza aria. Tal vez quepa recordar que con el nazismo eran legales ciertas drogas, como el Pervitín, y que Hitler era vegetariano, al menos por necesidad de cuidar un estómago frágil. Y pues, a fin de cuentas, estos caballeros eran fanáticos de la música clásica de Wagner..



lunes, 24 de abril de 2023

GAI HITLER

 Difícilmente se ignora que, con frecuencia, y si cabe la expresión, el culto a la virilidad y la homosexualidad van de la mano. Se trata de un asunto de dominación en el que no es rara la bisexualidad.

     Se ha tratado de construir la historia de un "Holocausto rosa" provocado por el nazismo contra los homosexuales, pero es una banalización del Holocausto. En un principio, poco antes de ascender al poder en 1933, no faltaban entre los nazis los homosexuales, en particular en las filas de las tropas de asalto (SA) paramilitares de Ernst Rohm. El antecedente está en tiempos anteriores: Berlín llegó a ser considerada como una de las ciudades sexualmente más libres de Europa y los homosexuales tenían abiertamente sus clubes, publicaciones, lugares de diversión (casi un centenar de bares y cafés de ambiente gay o lésbico durante la república de Weimar), etcétera, sin que se hubiera sabido que todo fuera erradicado de la noche a la mañana.

     En 1934, ya en el poder, Hitler y algunos dirigentes más nazis decidieron deshacerse de Rohm y sus seguidores, de manera violenta. Fue la "noche de los cuchillos largos". Uno de los temores, confesado por Joseph Goebbels, era que, para adquirir más poder, Rohm y su gente extorsionaran a la dirigencia nazi "cantando" lo que sabían sobre tendencias homosexuales en ésta. Junto con la purga contra Rohm, se hicieron desaparecer muchos documentos comprometedores.

     Luego se endureció la ley penal existente contra la homosexualidad, pero para fines de extorsión, y para asegurar el culto a la virilidad que garantizara la procreación en una Alemania que aspiraba a hacerse demográfica y racialmente "grande". Lo dicho no impide que, pese al endurecimiento legal, fuera conocido que en la dirigencia nazi se alternaba una sana vida en familia con orgías y la persistente homosexualidad. Simplemente, la cifra de "recluidos por homosexualidad" (entre cinco mil y 15 mil) en la Alemania nazi, sin ninguna precisión sobre muertos, no da para un Holocausto. Por lo demás, el lesbianismo fue totalmente tolerado, siempre y cuando la mujer permaeciera dispuesta a engendrar bebés arios. En suma, si la vida en familia debía seguir la obediencia al Reich, el resto del tiempo era "libre", si cabe decirlo.

     Tan es así que recientemente se descubrió una colección de fotos, más de 200, que muestran una peculiar afición de los soldados nazis, o al menos parte de ellos: la de vestirse de mujeres y pintarse los labios, lo que sugiere algo más que un carnaval, la atracción por el travestismo. Tampoco es algo desconocido que la dominación masculina, además de no ser ajena al homosexualismo, no lo es a la atracción por los travestis. El problema está en que no se quieran ligar los fenómenos, pese a la recurrencia de pruebas a través de la bisexualidad. La recopilación de fotos de Martin Damman sobre la soldadesca travesti no es "la verguenza de Hitler", contra lo que se ha sugerido, sino la manifestación de un fenómeno de doble cara.

     Curioso: Mónica Alvarez, investigadora de este fenómeno nazi, ha dicho que la homosexualidad no era bien vista en el Tercer Reich, "y eso, a pesar de que algunos miembros del gobierno tuvieron sus deslices (heterosexuales y homosexuales) y llegaron a hacer orgías en la intimidad. Los jerarcas se saltaban la norma y la ley. Lo que hacían era obligar a los que no eran arios a que la cumplieran". Cualquiera sabe que esta "doble cara" existe y es tolerada en determinados contextos históricos, que no impiden ocasionalmente darse de puñaladas. Hay padres de familia diríase que ejemplares -muchos nazis lo eran- que al mismo tiempo tienen un amante masculino y participan en fiestas con travestis, para dar en una buena combinación de ultraconservadurismo y carácter liberal y de "mente abierta". Algo debiera llamar la atención en las poco carnavalescas marchas del Orgullo: el atavío que muestra doble cara.

     Quedan como especulaciones las declaraciones del sobrino nieto de Hitler sobre su bisexualidad y su sadomasoquismo, que harían hoy de él un hombre normal, y de quien lo criticara un anormal.



jueves, 20 de abril de 2023

Y LA MAÑA SIGUE...

 Hace rato que la universidad pública mexicana está en descomposición. No es "la universidad de la nación", ni una universidad "al servicio de la sociedad", sino del Estado, lo que no debe ser confundido con el gobierno. En términos estrictos, la universidad pública es un organismo descentralizado del Estado, con las prerrogativas que ésto supone, y los riegos también: de que se convierta en feudo, que es lo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo, y de manera más acentuada en las últimas administraciones. Basta con ver como la universidad en cuestión, sin el menor pluralismo, pese al juego de las apariencias, organiza por ejemplo un Coloquio de Primavera que es apenas disimuladamente de un grupo muy específico y para la promoción de un candidato (creamos la amenaza y nos hacemos cargo de resolverla, claro...)

     En México sí hay periodistas honestos:se puede citar a Anabel Hernández, María Idalia Gómez, Laura Barranco o Viridiana Ríos. Maria Idalia Gómez ya dió a conocer información clave sobre el supuesto plagio de una tesis por parte de Yasmín Esquivel, ministra de la Suprema Corte. Hay por lo demás algo muy sencillo, para lo que basta con entrar al registro de tesis de la universidad pública: el título de la tesis de la ministra es el correcto, mientras que el de Edgar Báez es una aberración. Si Esquivel plagió, diríase que al menos lo hizo bien, mientras que el supuesto plagiado no supo ni qué puso por título, puesto que no hay sindicatos en los trabajadores de confianza.

      Ahora, a lo principal. La universidad pública acusa que no recibió recursos federales para otorgar las becas Elisa Acuña, que se otorgan a alumnos de Licenciatura, básicamente como apoyo a la manutención. En estas circunstancias, la universidad dijo que pondría "de su bolsillo", palabras más, palabras menos, para garantizar el otorgamiento de las becas.

     En años anteriores, el presupuesto para estas becas se otorgaba (ya que todo es cosa de "bienestar") a través de la Coordinación Nacional de Becas Benito Juárez, pero el modo de operación cambió para el año fiscal 2023, pasándose directamente por la Secretaría de Educación Pública y la de Hacienda y Crédito Público, y sin la intermediación de la Coordinación mencionada. Cuando dos periódicos mexicanos fueron a ver las cuentas de esta Coordinación, se encontraron en ceros el presupuesto: totalmente lógico, puesto que la vía de entrega fue otra, pero los periódicos dijeron que la asignación del monto para las becas se había cancelado, lo que es una falsedad. En algunos casos, como el del Instituto Politécnico Nacional, incluso se incrementó el monto de las asignaciones, destinadas a nueve universidades.

     Lo anterior quiere decir que la universidad pública sí recibió el recurso (pese a la exhibición de un oficio descontextualizado, para el engaño), aunque puede usarlo "a su manera", dada la autonomía de este órgano. Lo que resulta deplorable es que la universidad pública haya declarado que no recibió nada, orientando de esta manera a los beneficiarios, estudiantes, contra el gobierno.. Pareciera que el gobierno no insistió en alegar habida cuenta de la situación delicada en la universidad, por tratarse de un año de sucesión del rector. Cuando la Secretaría de Educación Pública dió a conocer el monto asignado, la universidad hizo un desmentido recurriendop a un documento en el que la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez afirma que el programa no cuenta con recursos presupuestales, lo que es totalmente cierto, puesto que fueron asignados por otra vía. No es muy difícil entender lo ocurrido, pero es despreciable y ruin de parte de quienes tienen a su cargo la universidad pública, sobre todo al utilizar al estudiantado de carne de cañón en una maniobra política de feudo.. Además, claro está, de que no se acostumbra saludar con sombrero ajeno. El daño a la universidad pública por esta politización es, desde hace mucho tiempo, algo grave, lo que no quiere decir que el gobierno deba meter las manos, porque es más maña. ¿Por qué no dejarla con otro extraviado (da click en el botón de reproducción?).



miércoles, 19 de abril de 2023

MURIÓ CARLITOS MARX

 "La maña" es el nombre que gente de México le dió alguna vez al crimen organizado. Aquí no se trata de crímenes, pero sí de mañas. "Bulos de indulgencias", como decía el poeta Octavio Paz, es lo que se gana con la maña. Ya se ha dicho, los seguidores de Paz no están exentos, como no lo estaba el mismo Paz.

     La izquierda hace lo mismo, con el mismo ánimo de "trascendencia" mal entendida: para cubrirse de gloria, hacerse de clientelas, pasarla bien, ahorrarse cualquier crítica -ya no se diga contradicción- e irse al cielo para tener fieles eternos. Puede tomarse el caso de un "ideólogo" de la autodenominada Cuarta Transformación mexicana, Enrique Dussel, filósofo, no exento de cargos ni de vínculos con universidades estadounidenses. De acuerdo con su Wikipedia, que seguramente tiene revisión "oficial", Dussel es autor de "más de 50 libros", lo que, aunado a otros logros (400 artículos, sin que se precise de qué tipo), lo convierten en "uno de los más prestigiosos pensadores filosóficos americanos del siglo XX". El problema está en que los 50 libros simplemente no existen: en Wikipedia están enlistados 41, en algunos casos con llamativas repeticiones, y sin que falte una antología, algo distinto de libro de autor. Cuando se aborda la minuciosa página Web del autor, los libros pueden contarse varias veces, si se incluyen las traducciones. El típico método de la maña es contar un solo libro varias veces, según el número de traducciones: un libro en español traducido al inglés y al coreano da así por resultado la supuesta autoría de tres libros, aunque no es exactamente el truco de Wikipedia con Dussel, considerado en una reciente antología universitaria como "el Hegel de Coyoacán", sin corrección alguna por parte del pensador. Si fuera un ser humano, Dussel podría ser visto en sus virtudes y defectos, y quedaría al tiempo decidir su sitio en la historia de la filosofía, latinoamericana, mundial o lo que se quiera. No parece que a Dussel le incomode la lisonja ni la construcción del "personaje".

     Recientemente falleció, también cubierto de gloria, el sociólogo e historiador mexicano Pablo González Casanova. El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) , en su "Adiós a Pablo González Casanova", escribió que éste "fue autor de más de una veintena de libros editados por CLACSO", aunque no hay mención más que de tres con opción a descarga en el sitio Web de la organización. Luis Hernández Navarro, en otra despedida, "un gigante llamado Pablo González Casanova", lo señala como autor de 24 libros. El problema está en que en Wikipedia hay 12, que, para quien la conozca, corresponden aproximadamente a la obra del también ex ocupante de numerosos cargos. No queda claro cómo hicieron las cuentas CLACSO y Luis Hernández Navarro, para llegar a 20 o 24, cuando pueden llegar aproximadamente a 13, 14 o 15. En medio de estas mañas, la universidad lo declara "hombre que influyó determinantemente en la vida democrática de nuestra nación", y su antiguo centro de trabajo destaca "su vasta obra académica  fundamental para el desarrollo de las ciencias sociales en México y el mundo" (!). No queda claro si la gente que se dedica a estas mañitas también es, desde luego, tan crítica del culto a la personalidad como lo era Paz (!), o si siente la irresistible necesidad estadounidense de convertirlo todo en Mac, Súper, Mega, Freak o Combo. Dussel es un monstruo de las ciencias sociales, y González Casanova lo era, aunque se cuela el provincianismo de nombrar a uno el "Hegel de Coyoacán".

      No es que en las Américas se tenga un especial sentido de la medida, del laconismo o de los límites. No es nada especial contra los ejemplos mencionados. Es nada más que el tiempo decide (como decide de lo humano y lo inhumano), y los Hombres no pueden tomarse por dioses. Se sabe, por lo demás, pero se dirá de manera "lateralizada" (en rumores y por la espalda, también para rebajarlo todo), según la expresión que usaba Luis Donaldo Colosio Murrieta. Y sin que importe lo más mínimo la persona, aunque del segundo quepa esperar que no terminen de perderse los Colegios de Ciencias y Humanidades (con click en el botón de reproducción).

PD: los tabasqueños tienen fama de no ser zalameros ni ganagracias, así que tal vez el presidente López Obrador, o su personaje, crean que es normal declarar a Elena Poniatowska "la mejor escritora de nuestros días" y una "santa laica". No es tan seguro, ni tan ajeno al amiguismo.


martes, 18 de abril de 2023

CHILE: TIEMPO PARA EL CIGARRITO

 Muchos países latinoamericanos, con excepciones contadas, viven en un clima de inseguridad permanente. Es lo que le ha estado ocurriendo a Chile, pese a que se supone que es un "modelo". El presidente chileno, Gabriel Boric, no logra lidiar con muchos de los problemas del país sudamericano, aunque da lecciones internacionales de democracia.

     América Latina es una de las regiones del mundo donde más y peor (con alto estrés laboral, como en México) se trabaja. Sin embargo, Chile acaba de lograr la reducción de la jornada laboral a 40 horas. Tal vez Boric quiera colgarse la medalla, pero la iniciativa fue presentada en 2017 por las diputadas comunistas Karol Cariola y Camila Vallejo, hoy portavoz gubernamental. Dicho sea de paso, Vallejo ha dicho, con razón, ver con buenos ojos a Rafael Correa, hoy ex presidente ecuatoriano, y Evo Morales, ex mandatario de Bolivia. Habida cuenta de la juventud de estas dirigentes, no son ajenas a ciertas modas, pero tal pareciera que no se ha agotado la capacidad organizativa de uno de los partidos comunistas tradicionalmente más fuertes de América Latina, con muy poca experiencia comunista. Para redondear, fue la actual ministra del Trabajo, la también comunista Jeanette Jara, la que entabló negociaciones con la oposición para que saliera avante la reforma de la jornada laboral. Nada más dos países de América Latina tienen una jornada laboral igual: Ecuador y Venezuela. Muchos otros están en las 48 horas.

     Contra lo que pudiera creerse, la reducción de la jornada laboral no es para el ocio, aunque también cuenta. Trabajar menos supone, por ejemplo, tener más tiempo para ocuparse de los hijos, educarlos y acompañarlos en sus tareas escolares. También puede ser tener más tiempo para que la persona que trabaja pueda, si lo desea, estudiar o seguir haciéndolo. Es igualmente menos tiempo en transporte para llegar al lugar del trabajo. No es nada más cuestión de hacer más agradable el trabajo, aunque también cuenta (menor deserción, mayor puntualidad, etcétera). Pese a reticencias, las empresas tienen la forma de adaptarse al cambio, en particular modificando turnos.

     La aprobación de la ley, que sufrió modificaciones, se aplicará progresivamente en los próximos cinco años y beneficiará a casi cinco millones de trabajadores, en un país de poco más de 19 millones de habitantes, así que no es algo menor. Tampoco es algo que consista en sembrar el terror o instalar la penuria: las caricaturas sobre lo que hacen los comunistas no son más que éso, y es libre quien quiera de quedarse con una mentalidad no muy capaz de ir más allá del cómic. En recuerdo de Víctor Jara (da click en el botón de reproducción).



sábado, 15 de abril de 2023

ADENDA

  Como ya se ha dicho, en 1939, en previsión de una agresión a Leningrado, ciudad a 32 kilómetros de la frontera con Finlandia, la Unión Soviética quiso negociar un intercambio de territorios con el país escandinavo. Fracasadas las negociaciones, estalló la "guerra de invierno" -llegaba a darse con temperaturas de hasta 43 grados bajo cero- y a principios de 1940 se saldó con la victoria soviética. Se ha retratado esta guerra como una heroica resistencia finlandesa frente a un ejército soviético incapaz.

     Si bien Finlandia se mantuvo formalmente neutral durante la Guerra Fría, abandonó esta posición desde los años '90, no desde que tropas rusas entraron en el Este de Ucrania. Para deshacer ciertas creencias, es necesario señalar lo siguiente.

     La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, que es muy joven, es totalmente ignorante, al grado de que declaró en la televisión que "Finlandia fue a la guerra con Rusia y ganó", hablando de "Rusia" por "Unión Soviética", y ya mencionados los resultados de 1940. En 300 años, Finlandia no ha ganado ni una sola guerra de las que ha librado. Marin tiene alrededor de 37-38 años. Tenía 34 al llegar en 2019 al cargo. Marin llegó a la cabeza de una coalición de cinco partidos, todos liderados por mujeres. Marin puede tener el país más feliz del mundo, pero no parece importar mucho, como tampoco en otros lugares, no tener ni idea de cosas básicas de Historia.

     Al parecer, tampoco hay gran idea de lo que pide Estados Unidos, que ha tenido históricamente su "pequeña América", sede de espionaje, en un país de apariencia neutral como Suecia. Finlandia tiene que estarle comprando armamento a Estados Unidos, pagando de su bolsa -la finlandesa, claro- la pérdida de independencia.

     Todo ésto viene sucediendo no nada más en países escandinavos, sino también gracias a políticos mujeres: Magdalena Anderson en Suecia, Marin en Finlandia, pero también Kaya Kalas en Estonia e Ingrid Simonite en Lituania (Báltico), sin contar con las maneras agresivas de la alemana Ursula von der Leyen, a la cabeza de la Unión Europea (Comisión Europea) y ex ministra de Defensa germana. No es cosa de mujeres, pero, en este caso, se han mostrado más agresivas que hombres en los cargos.

     El entendimiento convenido de Finlandia (Memorándum) directamente con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) data de 2014, antes de la entrada rusa en Ucrania, y tuvo lugar mientras el Parlamento finlandés estaba de vacaciones. El texto, después de todo, jamás fue presentado al Parlamento. En orden de aparición, primero surgió el acuerdo "contra la amenaza" y luego "la amenaza", lo que no deja de ser un poco extraño. Estas cosas pasan gracias a que, desde 2014, los medios de comunicación masiva finlandeses (periódicos y TV) han estado bajo un control riguroso, asumiéndose además como algo superior al "cuarto poder" que ya es. Hay formas sutiles pero efectivas de censura.

     La OTAN ya tiene derecho de actuar en suelo finlandés, e incluso de "ataque", pese a que Finlandia no es miembro pleno de la organización militar. Todo indica que, a veces, se tienen creencias erróneas sobre los escandinavos, porque mucho indica que quienes dirigen actualmente Finlandia no tienen una idea clara de lo que hacen, ni la cabeza mínimamente despegada de los medios de comunicación masiva.



miércoles, 12 de abril de 2023

BIENESTAR PARA LA FAMILIA

 Ha llegado a causar sorpresa que Suecia y Finlandia hayan anunciado su incorporación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), porque se asocia todo lo que sea escandinavo con "neutralidad", aunque es inexacto. Lodos dos países mencionados tienen problemas inveterados con Rusia, aunque éste país no los ha amenazado de nada y tienen una situación diferente de la de una parte de Ucrania.

      Uno de los recuerdos que queda en la historiografía es la penosa "guerra de invierno" de 1939 entre la Unión Soviética y Finlandia, de la que este país ha querido salir embellecido. En realidad, a finales de 1939, los soviéticos buscaron negociar un itercambio territorial que protegiera con una "zona tapón" la ciudad de Leningrado (hoy San Petersburgo) de un eventual ataque. Resulta que Finlandia se alió con los nazis, cosa poco dicha, y que desde 1935 acogió aeródromos militares para atacar a los soviéticos. Los nazis y países occidentales presionaron a Finlandia para hacer fracasar las negociaciones propuestas por la Unión Soviética, que efectivamente invadió el país escandinavo en noviembre de 1939, y se llevó una victoria difícil algunos meses más tarde, en marzo de 1940. La "pobre Finlandia" no había sido neutral, sino muy amiga del nazismo alemán. Antes, había formado parte del "cordón sanitario" antibolchevique, a partir de 1918-1919.

     Suecia fue neutral desde el siglo XIX. Hubiera podido permanecer completamente neutral durante la Segunda Guerra Mundial, pero no fue del todo así. En junio de 1940, Suecia permitió el paso de equipo militar y personal alemán para atacar Noruega. A raíz de la ofensiva nazi contra la Unión Soviética en junio de 1941, una división de infantería alemana llegó a Finlandia desde Noruega, a través de territorio sueco. Suecia no dejó de comerciar con Alemania durante la guerra. Hacia el final de la guerra, Suecia prefirió ayudar a los aliados. Lo dicho no quita que Suecia haya llegado a tener una política exterior positiva durante la Guerra Fría, y que encarnara Olof Palme, socialdemócrata, pero sin dejar de cooperar estrechamente con la seguridad estadounidense y la OTAN. Apenas terminada la Guerra Fría, Suecia se fue involucrando en la política de "defensa" de la Unión Europea (UE), a la que se adhirió en 1995.

     Islandia nunca ha sido neutral. Noruega fue atacada por los nazis, y no ofreció mayor resistencia (los alemanes se tomaron el territorio noruego en dos semanas). Hubo voluntarios noruegos al lado de los nazis contra los soviéticos. El nazismo no se privó de tomar represalias contra los noruegos que se le opusieran. Invadida casi al mismo tiempo que Noruega, Dinamarca se rindió a los nazis en un santiamén. Con ello, la Alemania nazi se aseguró el control del acceso al mar Báltico y, dado que no se interrumpió el comercio con Suecia, el transporte del mineral de hierro sueco a territorio germano.

     El tema del bienestar en los país escandinavos es harina de otro costal, y tiene que ver en parte con lo contrario de lo que pregona el llamado "neoliberalismo". Baste comparar el alto gasto público noruego con el mínimo de Sudán del Sur.



domingo, 9 de abril de 2023

LO QUE ES Y LO QUE NO ES

 El socialismo es un sistema originalmente pensado no para "los pobres", ni para "l pueblo", sino para los trabajadores, algo bastante distinto. No todos los trabajadores son pobres, ni todos los pobres son trabajadores. El pueblo es más vago aún, designando algo así como "los de abajo", pero no remite al trabajo, por lo que también hay parte del pueblo que no trabaja. Además, cuando se habla de trabajadores, es de los productivos que se trata, no de los improductivos: es decir, de los que crean un "plus", si se lo quiere llamar así, para quienes lo convierten en ganancia para beneficio propio. Han existido intermitentemente experiencias socialistas, pero, al darse en países atrasados, se han mezclado con reivindicaciones más amplias, de corte nacional-popular. China no es hoy un país que reivindique a los trabajadores, y a bastantes los trata mal. Cuba y Vietnam son sobre todo resultado de movimientos de liberación nacional, incluso anticomunistas (como el movimiento 26 de Julio que triunfó en Cuba en 1959). Se trata de procesos "populares", a riesgo de que se confundan además con "las masas", siendo que éstas no fueron del interés del marxismo fundador, tampoco, como no lo fueron "los pobres" ni "el pueblo", ni siquiera "los asalariados", contra lo propuesto en éticas comunitarias como las de Enrique Dussel. No todo asalariado es un trabajador productivo.

     Los "demócratas liberales" no tienen más que caricaturas sobre el tema, reduciendo el socialismo a "terror y escasez" (y a falta de papel higiénico), a estas alturas, e incluso pese a lo que revelan de verdadero los trabajos de archivo: mucho menos terror y, también, periodos de relativo bienestar social. En algún momento, en los inicios, los trabajadores del campo y la ciudad fueron privilegiados, como en la Constitución soviética de 1936, antes de que el sovietismo fuera a dar simplemente un régimen "de todo el pueblo", una vaguedad y con demagogia.

     Fuera del "terror y la escasez", lo propio de la caricatura de "demócratas liberales" y de la izquierda progresista, está la creencia de que el socialismo, confundido además con "el comunismo", puesto que se trata de descalificar e infundir temor -no ha habido jamás país comunista alguno-, se apoderará de toda propiedad privada. Ya entradas en sembrar ellos el miedo, los clasemedieros "momios" de Chile en tiempos de Saklvador Allende (1970-1973) o de avance electoral de Andrés Manuel López Obrador propalaron -en la alcaldía mexicana Benito Juárez, por ejemplo- que de lo que se trata es de expropiar desde las viviendas de la clase media hasta de que el Estado se lleve a los niños (decían los "momios"). No ha sucedido. El marxismo no postula la abolición de la propiedad privada sino de manera muy general: se refiere no a la vivienda, el automóvil o propiedades por el estilo, sino a otra cosa, los medios de producción, algo muy distinto, de tal modo que la propiedad privada nunca ha desaparecido en los regímenes socialistas, pese a su tendencia, por motivos diversos, a ser socialismos de Estado. El problema de la propiedad privada no es "en sí", sino cuando sirve de instrumento para que unos pocos, por ser dueños de medios de producción, se adueñen de la riqueza producida por muchos, a quienes se les niega la posibilidad de disponer del fruto completo de su trabajo. El problema, dicho de otra manera, está en los mismos que hacen creer -lo que además les funciona- que es "la riqueza que crea riqueza", mediante la decisión de invertir y crear ingreso y empleo. Es decir, se cree que es el dinero que crea dinero, o que "el dinero trabaja". La idea socialista no está reñida con el derecho del propietario privado a disfrutar de lo ganado con su trabajo: en este caso, la propiedad privada no plantea problema. Otra cosa es disfrutar de lo que no se ha ganado con el trabajo propio, sino con el de otros, para limitarse a "cortar el cupón", lo que ocurre en el capitalismo actual que, no es ningún secreto, es un "capitalismo de accionistas", lo que da por cierto cierta ilusión de que la crisis se resolvería con "capitalismo productivo".

     En el sentido de lo dicho, no hay problema en reconocer los derechos legales a la propiedad privada, con toda certeza jurídica, lo que no implica, en cambio, en el socialismo (a diferencia de lo que ocurre con los regímenes nacional-populares), evitar la propiedad privada de medios de producción (para convertir ésta, y nada más ésta, en área de propiedad social). La "dictadura del proletariado" no es más que una fase transitoria (y dictadura no quiere decir forzosamente "terror", como lo mostraron por ejemplo algunas dictaduras militares reformistas en América Latina, pero ni siquiera se trata de militarizar, si se considera el sentido exacto de la palabra "dictadura", proveniente del mundo romano: los dueños de medios de producción pierden sus privilegios, que suelen incluir la protección del Derecho, comprado). Esta transición debe garantizar el paso de la propiedad estatal a la social, lo que se buscaba por ejemplo a finales de los años '30 en el sovietismo. No es así en los regímenes nacional-populares. La propiedad social no es que "todo sea de todos", algo sobre lo que Marx fuera enfático (son más bien los hippies, los partidarios hoy del "poliamor" o los destrampes de la alta sociedad que socializan hasta las mujeres, de lo que se burlaba Marx, llamando al respeto de la vida privada de cada uno). En la propiedad social hay una parte muy personal para cada uno, inviolable, de acuerdo no a la "redistribución" desde arriba, sino al reconocimiento del mérito en el trabajo, a las capacidades y, de ser ineludible, a las necesidades de cada uno. No es una comuna, ni Woodstock.

     Desde luego, mucha gente es libre de preferir otro sistema y optar por uno en el que se toman decisiones sin consultarla, sin brindarle siquiera certeza en la propiedad, y sin valorar el trabajo ni recompensar el mérito, incluso contra las primeras orientaciones del capitalismo. Lo que no es seguro es que esta opción carezca de consecuencias, pero puede ser necesario que terminen de aparecer para que se deje de creer por conveniencia, o por ignorancia (juntas son dinamita) que, después de todo, se está en el "menos malo" de los mundos. Es el mejor camino a la deshumanización, si la humanización se gana en la idea de que siempre puede haber algo mejor.

     Socialismo no es "obrerismo", porque trabajadores productivos los hay en muchos sectores, y no nada más en el industrial, ni es "campesinismo", por el mismo motivo. No es "miserabilismo": muchos trabajadores productivos no viven en la miseria, y ni siquiera en la pobreza, por lo que tampoco es pleito casado con "la clase media", en la que hay de todo. Es, en lo fundamental, rechazo a las relaciones de explotación, es decir, al hecho de que quien trabaja no pueda decidir del fruto completo de su trabajo, porque se trata de una injusticia, por más que no falten quienes estén dispuestos a aceptarla por necesidad, o por ambición. La explotación se define de manera simple como "utilización de una persona en beneficio propio", o para la Real Academia, como "aprovecharse injustamente de otro para su propio beneficio"en particular en el ámbito del trabajo. Tras la fachada de "tener intereses" y perseguirlos, en el capitalismo está legitimada la relación de explotación -más si el egoísmo está de lo más naturalizado- en las más distintas dimensiones de la vida social, incluso en aquéllas en las cuales el explotado tiene muy buenos ingresos, pero difícilmente ignora a costa de qué.



jueves, 6 de abril de 2023

ENCUENTRAN LA CUADRATURA DEL CÍRCULO

 Por Constitución, Rusia no puede asumir ninguna ideología. Si en Occidente se declararan valores oficiales por decreto, la gente se ofendería: muchos, en el relativismo más absoluto, creen que la definición de valores es un asunto estrictamente personal. Es así porque se ha perdido de vista el espacio público, copado por los intereses privados de grandes medios de comunicación masiva.

     Por extraño que parezca, Rusia ha decretado oficialmente, desde finales del año pasado, cuáles son los "valores tradicionales" y cuáles rechaza. Contra lo que se cree, no es tanto un asunto religioso. Lo de "tradicionales" suena absurdo, habida cuenta de lo que era la Rusia zarista, pero la definición oficial no se refiere nada más a ésa. Entre los "valores tradicionales" decretados en Rusia están colocados de tal manera el colectivismo (lo está), al igual que la ayuda mutua, que por momentos pareciera copiar el Código Moral del Constructor del Comunismo, de 1961. Curiosamente también, se defienden valores cívicos, ganados durante el periodo socialista (aunque los turistas rusos tengan los peores modales, junto con los estadounidenses), el patriotismo y la defensa de los más débiles y desprotegidos.

      Pese a que la Federación Rusa es capitalista, se opone, oficialmente, al egoísmo (mencionado tal cual), la permisividad y la inmoralidad. Cuando le hablan de moral, lo único que entiende Occidente es del derecho de cada quien a decidir lo que hace del ombligo y la espalda para abajo, así que, ciertamente, en Rusia se defiende la familia fuerte, la pareja de hombre y mujer y el rechazo a los asuntos LGBTTTIQ+. Uno de los motivos es que Rusia hace lo que puede para detener la caída de la natalidad y premiar las familias numerosas.

     Es interesante que se promueva el respeto por la gente mayor,el cuidado especial de la niñez, el respeto mutuo y la continuidad de las generaciones. También se incluyen la justicia y el trabajo creativo, otra prolongación del socialismo.. De raigambre religiosa están "la prioridad de lo espiritual sobre lo material" y la misericordia. Herencia también de un pasado no muy remoto, más que del zarismo, es el objetivo de una buena convivencia entre las nacionalidades y las religiones que integran la Federación Rusa.

      Puede parecer extraño, pero en parte se expresa en estos "valores tradicionales" el rechazo a lo que era el socialismo en las dos últimas décadas o poco más, antes de caer: el materialismo más chato, la falta de escrúpulos, la carencia moral y la disposición a la chapucería (el embuste) de buena parte de la burocracia, pero también de buena parte de la población, bastante vulgar. El mercado negro, el enriquecimiento súbito y la mafia no salieron de la nada. Por algo, quienes no vieron más que "éso" creyeron que esa descomposición, con un poquito para todos, era el socialismo. Un escritor como el bielorruso Vasil Bykov consideraba en estas circunstancias que había que "fusilar a todos los comunistas". Es decir, acabar con los campeones de la chapucería, sin que exista un solo texto de marxismo o leninismo que la alabe.

     No deja de llamar la atención que sea por decreto oficial que se deben difundir los valores descritos, si hay alguien para hacer caso: en la educación y en los medios de comunicación masiva locales. Lo que tienen de especial estos valores es que van en sentido contrario de un capitalismo que tiende más bien a propagar el egoísmo, la falta de misericordia en la competencia por el estatus, la injusticia en la explotación, la dificultad para el trabajo creativo y todos los medios que sean para hacerse de dinero, además del muy tranquilo atropello a los débiles y los desprotegidos. Rusia dice no tener ideología, pero sí, es la cuadratura del círculo. De todos modos, son valores que hacen cierto sentido frente a lo que impera en el capitalismo. El Documento oficial ruso habla de humanismo, algo muy deseable, pero no muy compatible con la descomposición del socialismo, el capitalismo salvaje de los '90 y la carrera posterior por entrar a una vaga abundancia.




sábado, 1 de abril de 2023

A LA RUSA

 Nikolai Pátrushev es un hombre muy poderoso en Rusia, cercano al presidente Vladimir Putin y secretario general del Consejo Nacional de Seguridad. Palabras más, palabras menos, esta personalidad declaró recientemente que Rusia puede volar Estados Unidos si la existencia del Estado ruso se encuentra amenazada.

     Hay un tema que tal vez sea difícil de entender: la Constitución rusa prohíbe que las autoridades asuman cualquier postura considerada "ideológica", por lo que es entendible que no quede más que ceñirse oficialmente a la "defensa del mundo ruso". Lo que no queda claro es el contenido, puesto que no es sencillo definirlo sin caer en la "ideología". Para Pátrushev, lo que distingue a Rusia es "un equilibrio razonable de valores espirituales y morales y desarrollo socioeconómico", lo que es bastante vago, aunque se entiende que gran parte de Occidente no se preocupa demasiado de valores espirituales y morales, al menos entre los gobernantes. Rusia se plantea así como moralmente superior frente a un Occidente decadente, en una visión que ya existía en el siglo XIX. "Rusia -ha dicho Pátrushev- molesta a un grupo de gobernantes mundiales porque tiene ricos recursos, un gran territorio, un pueblo inteligente y autosuficiente que ama a su país, sus tradiciones y su historia". Si se trata de la Federación Rusa, aún no queda clara su historia dentro de lo que fuera la Unión Soviética, y no hay con frecuencia más que una laguna de varias décadas, algo de nostalgia de "gran potencia" (para lo que cabe Stalin, mucho más que Lenin) y la muy ideológica costumbre de escupir sobre todo lo que sea socialismo. Lo que queda, habida cuenta de las restricciones constitucionales, es la alabanza de "valores tradicionales" de los que habría que saber si son exclusivos del "mundo ruso". Hasta cierto punto, hay un dejo de oposición del "espíritu" al "materialismo", reacción algo comprensible habida cuenta de lo que fueron los últimos tiempos de la Unión Soviética.

     Como no hay "ideología", las autoridades rusas no han definido lo que están construyendo, si lo hay, más allá del "desarrollo" de Pátrushev, un ex agente de seguridad a quien se le convenció que con el capitalismo es posible la "sociedad de dos tercios": en el socialismo alcanzaría para todos, pero muy poquito para cada uno, mientras que en el capitalismo 2/3 esta proporción tendría muchísimo más, aunque habría que ocuparse de ayudar a un tercio restante desfavorecido, vulnerable o como se quiera llamar. No lo dicen las autoridades, mucho menos a voz en cuello, pero Rusia es un país capitalista, queda por saber si de Estado, es decir, lo que para algunos era la Unión Soviética. Otros consideran que Rusia tiene, más simplemente, un capitalismo "político", al igual que China. 

     Parte del problema con este tipo de capitalismo está en que es corrupto, por más que Putin haya mantenido a ciertos oligarcas a raya, por cierto que por motivos de seguridad. Otros simplemente no encuentran más que dos maneras de hacer riqueza: la renta de hidrocarburos y otras riquezas minerales, y el muy poco halagador negocio de "sobreprecios" en los contratos con el Estado, pese a que algunas inspiraciones de tiempos zaristas veían con malos ojos la costumbre de hacerse de negocios desde arriba, es decir, desde el Estado. No es liberal, ni de libre competencia, ni desde abajo, aunque a diferencia de los 90 no es mafioso. Para decirlo con valores tradicionales, espiritual y moralmente: no se roba, sino que se obtienen "rentas", o "se gana al entrar" (nombre espiritual de la sobrefacturación de un proyecto con financiación estatal para luego comprar barato en el extranjero y entregar un producto de baja calidad). En perspectiva, la corrupción no disminuye, sino que los sobornos aumentan, pese a que hay dependencias encargadas de luchar contra la corrupción. No es un secreto que el gobierno de Putin no hace demasiado en esta materia, pese a que el mandatario ruso ha ofrecido "escupir como a moscas que revolotean cerca de la boca" a los oligarcas antipatrióticos. Tal vez una situación externa de menor presión permitiría hacer reformas en profundidad en el terreno mencionado, pero mientras tanto, escupir sobre décadas de pasado es una manera de mantenerse en dos cosas: la promesa de 2/3 y los privilegios para unos cuantos. Claro que el robo no tiene mayor ideología.  Así va el sano equilibrio ruso entre el gobierno y la gente, lo que no implica aprobar la creencia de que es nada más algo "a la rusa". Son maneras distintas de hacer negocios, considerando que en "Occidente" se está lejos de lo impoluto. (en la foto: Pátrushev).



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...