Los medios de comunicación masiva se basan en "sensaciones", por lo que necesitan "impresionar" y hacer sensacionalismo, que es la manera de captar la atención y de convertirla en rating. Al final, se crea hábito, corriendo de coyuntura en coyuntura y de peligro en peligro, para llegar a lo más primario. Estar propague y propague el miedo, además de contribuir al sensacionalismo y al rating, por una buena dosis de morbo, desemboca en la contraparte: "que no me toque a mi", por lo que al mismo tiempo la seguridad es también un negocio (basta ver en ciudades medio enjauladas la cantidad de gente uniformada cuidando por un mísero salario el beneficio de otros). Si se transmite al mismo tiempo una masacre y la posibilidad de comprarse "un gustito", en nombre del principio de placer, este se impone y vuelve indiferente a la masacre, que no es nada frente a la posibilidad de darse el "gustito", por mínimo que sea. Morbo y adicción: el beneficio está en el "gustito" y contra la masacre no se puede nada, así que el peligro se convierte en coartada para fabricar gente nihilista -que no cree que pueda hacer algo- e indiferente, a la que "todo lo humano le es ajeno".
Pese a que en México acaba de pasar otro sexenio violento, en la Ciudad de México la jefatura de gobierno dió buenos resultados. Es lógico que un policía se encargue de seguridad, por lo que el recién nombrado para la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en México, Omar García Harfuch, puede extender al país los buenos resultados de la capital, y con una persona de trabajo y experiencia, con buenos títulos. Sustituirá a Rosa Icela Rodríguez, que pasará a la secretaría de Gobernación, algo no desligado del cargo anterior, aunque se trata de alguien con mediana preparación. Pese a lo que quisieron transmitir la oposición y muchos medios, Rodríguez dió algunos buenos resultados: una baja espectacular en secuestros y otra significativa en feminicidios, habiendo por lo demás conseguido mapear bien los segundos. No es un problema generalizado en el país, sino que el 42 % se concentra en apenas 15 municipios, según lo dió a conocer Rodríguez y lo reprodujo por ejemplo El Heraldo. Hay una relación entre número de feminicidios y de habitantes, con Guadalajara y Monterrey en lugares importantes, además de la muy populosa alcaldía de Iztapalapa; pese a que en la lista están la alcaldía Gustavo A. Madero y Ecatepec, también está Benito Juárez, que se ostenta como el segundo mejor lugar para vivir en México; están dos ciudades del Bajío, Morelia y León, una ligada al crimen organizado, Culiacán, dos fronterizas, Tijuana y Ciudad Juárez, y San Luis. No hay relación de causa a efecto entre pobreza y feminicidios, aunque sí tiende a haberla entre proliferación del vicio (frontera) y del crimen organizado y feminicidios. Dejando de lado lugares tradicionalmente inseguros (Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero), hay cierta relación entre algunos lugares populosos y pobres y feminicidios (Iztapalapa, Ecatepec y León). Si se suman lugares de vicio, crimen organizado y lumpen, este submundo está más ligado a los feminicidios que el de la pobreza). También hay varios lugares gobernados por la oposición (Guadalajara, Monterrey, León, Ciudad Juárez, Cuauhtémoc). El nombramiento de Rodríguez probablemente fue falsamente atribuido al presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, para ver si es posible "manita de puerco" con la electa Claudia Sheinbaum.
Dejando de lado estos dos nombramientos (Sheinbaum ya había expresado su aprecio por Rodríguez), a la educación la remataron con Mario Delgado a la Secretaría de Educación Pública, que sufre tales nombramientos que pareciera que la educación (que NO es la función de la Secretaría creada para la señora Ruiz) es la última de las preocupaciones, salvo para meter desorden y terminar de tirar el nivel. Detrás del premio político hay algo más grave: Delgado fue reconocido Young Leader del Foro Económico Mundial (2011), además de estar formado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), por lo que se trata de una concesión más al exterior. A reserva de lo que suceda en Trabajo y Previsión Social, todavía está la posibilidad de que el giro culmine en Cultura, con otra metida de pata más. Las excepciones de Rodríguez y García Harfuch son positivas, habida cuenta de que es gente de resultados, y Sheinbaum los quiere, por honesta y por científica (es el motivo del ascenso de Clara Brugada: entrega buenas cuentas, puntuales, así sea de cosas inútiles). ¿Pero resultados de qué? Es decir, tal vez sea preferible que Marx Arriaga o Mario Delgado se abstengan de dar resultados. Es el problema de ser científico. Es experimento, y México, el "laboratorio del segundo piso de la Cuarta Transformación" (da click en el botón de reproducción). Y la pareja del sexenio entrante. Si dura.