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lunes, 6 de mayo de 2019

VENEZUELA EN EL DIA DEL NIÑO

En la madrugada del 30 de abril, un puñado de soldaditos fue convocado a un punto del distribuidor vial Altamira, cerca de la base aérea La Carlota, en Caracas, capital venezolana, so pretexto de recibir "condecoraciones" y cosas por el estilo. Para el mediodía de esa misma fecha, los uniformados ya se habían dado cuenta de que habían sido engañados para una escenificación por un grupúsculo de tenientes y capitanes y alguna gente más. En efecto, a los soldaditos se les dijo: "ésto es un golpe de Estado". Así que terminaron por largarse del lugar, simplemente porque no tenían ganas de un enfrentamiento entre militares ni de ningún otro tipo de baño de sangre. Luego, el "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, convocó a manifestaciones que no pasaron de tres mil personas, y en los barrios de clase media y alta de Caracas (tipo Chacao).
     He aquí cómo el censor, anticomunista y mentiroso serial Jorge Fernández Menéndez opinó en el periódico mexicano Excélsior, en "La hora final en Caracas" (sic), el primero de mayo: "al momento de escribir estas líneas nada estaba definido en Venezuela, luego del levantamiento popular en la madrugada, que comenzó con la liberación del líder opositor Leopoldo López, en una acción encabezada por el presidente interino Juan Guaidó, acompañado por un grupo de militares opositores al régimen de Nicolás Maduro (...) Lo que hemos visto después son tanquetas atropellando manifestantes, actos de represión de grupos civiles armados del régimen y una multitud que está convencida de que no hay posibilidades de dar un paso atrás".!Ni un paso atrás! Como siempre, he aquí un protofascista hablando un lenguaje de ultraizquierda...Desde luego que no hubo ningún levantamiento popular ni existió esa "multitud convencida de que no hay posibilidades de dar un paso atrás", ni tampoco mayor grupo de "militares opositores al régimen". En cuanto al asunto de la tanqueta, José el Pepe Mújica, el "filósofo" tupamaro y ex presidente del Uruguay, recomendó: "no hay que ponerse delante de las tanquetas". Se supo después, por otras tomas, que fue un grupo de encapuchados el que se puso delante de una tanqueta cuando ésta ya se estaba preparando para retirarse.
      Los hechos en un punto muy localizado de Caracas (y no desde La Carlota) dejaron varias víctimas. En primer lugar, el "experto" y eterno "ex asesor de Hugo Chávez", Heinz Dieterich, quien ha previsto desde hace tiempo "la caída de Maduro" ante la acelerada Carmen Aristegui y falla en sus pronósticos con mucho brío, la verdad sea dicha. Y en segundo lugar, el profesor argentino Atilio Borón, quien ya no se aguantó las "ganas" e intituló en el portal de Rebelión "Trump, émulo de Hitler", sin la menor distinción entre imperialismo y fascismo.
     "Nuestro país -concluía Fernández Menéndez- no dudó en desconocer la dictadura de Pinochet en Chile, a la de los años '70 en Argentina, Uruguay y otros países, a la de Anastasio Somoza en Nicaragua y fue, junto con Francia, clave al reconocer al FMLN en El Salvador para llegar a los acuerdos de paz. No se entiende que ante la dictadura de Maduro se actúe de forma diferente". Debe ser porque esa supuesta "dictadura" todavía no ha arrestado al criminal Guaidó para desaparecerlo y tirarlo en calidad de cadáver en alguna fosa común, el tipo de cosas que hacen las dictaduras.
     Entretanto, mandatarios como el de Colombia, Iván Duque, o el brasileño Jair Bolsonaro apoyaron el golpe de Estado inexistente saltándose las leyes internacionales y con la creencia de que bien podría vivirse sin derecho. Otros ya empezaron a ver "la mano del Kremlin" en Venezuela cuando Rusia no les dice a los venezolanos a qué "presidente" obedecer y a cuál desconocer, ni tiene sancionado al país sudamericano, etcétera. Lo único que trata de evitar Rusia es un baño de sangre como el que pudo haber provocado el mismo Guaidó, a quien la oposición venezolana moderada (Concertación por el Cambio), con Enrique Ochoa Antich a la cabeza, por ejemplo, tachó de "irresponsable y ridículo". Pues hasta ahora ahí sigue libre Guaidó con sus llamados a las armas (intentó ir a tocar a las puertas de los cuarteles para poner en un riesgo mayor a Venezuela) y planes similares.

LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

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