Lo que parece haber sucedido es que al presidente colombiano, Iván Duque, con el confinamiento lo salvó la campana, al menos temporalmente, puesto que antes del mismo estaba estallando el peligroso Neñegate, que vinculaba al mismísimo Duque con un narcotraficante conocido de todos, justamente El Ñeñe, José Guillermo Hernández. Este estuvo apareciendo como "ganadero" en distintos actos oficiales, sin ningún problema, y habría metido dinero en la campaña electoral que llevó a Duque al gobierno, al menos en el noreste de Colombia, en Cesar y La Guajira (el Ñeñe terminó muerto "en extrañas circunstancias" en Brasil). El Ñeñe habría sido en última instancia testaferro del narcotraficante Marquitos (sic) Figueroa, un "legendario" de la etnia Wayuu (guajiro), a quien temían incluso en el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), paramilitares. La historia del Neñe, conocido de la "socialité" de Valledupar, tuvo tiempo de remontarse a lejos, al estar casado con María Mónica Urbina, ex Señorita Guajira y ex Señorita Colombia, alguna vez casada...con John Fabian Vélez Beltrán, metido en el cartel del Norte del Valle y socio del jefe de dicha organización, Wilber Varela, Jabón. Varios de estos nexos era investigados por Estados Unidos desde 2007 e involucrarían al líder de extrema derecha Alvaro Uribe, ex huésped de la Casa de Nariño, el palacio presidencial colombiano. !Pero si Uribe casi llora con la muerte del Neñe, por lo demás miembro del Centro Democrático! Tuiteó el ex mandatario: "causa mucho dolor el asesinato de José Guillermo Hernández, finquero del Cesar, asesinado en un atraco en el Brasil , donde asistía a una feria ganadera". No escasean las fotos del Ñeñe con Uribe, Duque y altos mandos militares, pero ninguno supo nada, mucho menos algo sobre quien se colaba sin problema en tanto evento oficial y ceremonia social. ¿Que el padre de Duque fue amigo del Ñeñe, quien tenía abierto un expediente por homicidio desde 2015? Ni Duque ni Uribe sabían, y "nada prueba nada".¿Que el Ñeñe fue invitado a la toma de posesión de Duque? Tampoco, no es prueba de nada. ¿Que los audios revelan a una cercana de Uribe pactando el trasiego de plata con el Ñeñe? Muy condenable, Uribe nunca ha sabido nada. La oligarquía colombiana sigue en pleno, mientras Londoño confiesa, y mal, los "vínculos" de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con los negocios ilícitos. Colombia no quiere divisiones: quiere ser lo que ya es, una gran familia unida. La sangre llama, al menos según los Hermanos Zuleta (dejemos de lado al narcocantante de vallenatos Jorge Oñate o al hijo de uno de los que cantan aquí abajo, Poncho, por lo menos da click en el botón de reproducción para ahorrarte con música colombiana un ratito de confinamiento).
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viernes, 24 de abril de 2020
COLOMBIA....PUES ES COLOMBIA
En plena crisis sanitaria, el país con la gente más simpática de América Latina, como lo ha llamado el ex mandatario ecuatoriano Rafael Correa, no ha perdido sus costumbres, un poco menos agradables. A las afueras de Medellín, una multitud se congregó hace poco para el entierro del traficante de estupefacientes El Oso, y entretanto, el narcoparamilitarismo siguió asesinando a líderes sociales, uno en la región del Putumayo y otros dos, indígenas, en la del Cauca, pese a que en general se registran menos homicidios. Dichos líderes son fáciles de "cazar", puesto que se los puede hallar en sus casas por el confinamiento. Hasta antes de la cuarentena, Colombia estaba registrando un aumento en el asesinato de estos líderes sociales (50 % más en 2019 que en 2018), incluyendo 36 masacres en las cuales murieron 133 personas, desde 2014. Entretanto, los Acuerdos de Paz de La Habana difícilmente avanzan, aunque el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos y el ex líder guerrillero Rodrigo Londoño estén casi a los arrumacos (foto, con un Londoño emocionado a la derecha) cuando se encuentran en lugares como la Feria Internacional del Libro (FIL) de la ciudad de Guadalajara, México, claro, bajo el patrocinio de CNN (Cable News Network).
Lo que parece haber sucedido es que al presidente colombiano, Iván Duque, con el confinamiento lo salvó la campana, al menos temporalmente, puesto que antes del mismo estaba estallando el peligroso Neñegate, que vinculaba al mismísimo Duque con un narcotraficante conocido de todos, justamente El Ñeñe, José Guillermo Hernández. Este estuvo apareciendo como "ganadero" en distintos actos oficiales, sin ningún problema, y habría metido dinero en la campaña electoral que llevó a Duque al gobierno, al menos en el noreste de Colombia, en Cesar y La Guajira (el Ñeñe terminó muerto "en extrañas circunstancias" en Brasil). El Ñeñe habría sido en última instancia testaferro del narcotraficante Marquitos (sic) Figueroa, un "legendario" de la etnia Wayuu (guajiro), a quien temían incluso en el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), paramilitares. La historia del Neñe, conocido de la "socialité" de Valledupar, tuvo tiempo de remontarse a lejos, al estar casado con María Mónica Urbina, ex Señorita Guajira y ex Señorita Colombia, alguna vez casada...con John Fabian Vélez Beltrán, metido en el cartel del Norte del Valle y socio del jefe de dicha organización, Wilber Varela, Jabón. Varios de estos nexos era investigados por Estados Unidos desde 2007 e involucrarían al líder de extrema derecha Alvaro Uribe, ex huésped de la Casa de Nariño, el palacio presidencial colombiano. !Pero si Uribe casi llora con la muerte del Neñe, por lo demás miembro del Centro Democrático! Tuiteó el ex mandatario: "causa mucho dolor el asesinato de José Guillermo Hernández, finquero del Cesar, asesinado en un atraco en el Brasil , donde asistía a una feria ganadera". No escasean las fotos del Ñeñe con Uribe, Duque y altos mandos militares, pero ninguno supo nada, mucho menos algo sobre quien se colaba sin problema en tanto evento oficial y ceremonia social. ¿Que el padre de Duque fue amigo del Ñeñe, quien tenía abierto un expediente por homicidio desde 2015? Ni Duque ni Uribe sabían, y "nada prueba nada".¿Que el Ñeñe fue invitado a la toma de posesión de Duque? Tampoco, no es prueba de nada. ¿Que los audios revelan a una cercana de Uribe pactando el trasiego de plata con el Ñeñe? Muy condenable, Uribe nunca ha sabido nada. La oligarquía colombiana sigue en pleno, mientras Londoño confiesa, y mal, los "vínculos" de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con los negocios ilícitos. Colombia no quiere divisiones: quiere ser lo que ya es, una gran familia unida. La sangre llama, al menos según los Hermanos Zuleta (dejemos de lado al narcocantante de vallenatos Jorge Oñate o al hijo de uno de los que cantan aquí abajo, Poncho, por lo menos da click en el botón de reproducción para ahorrarte con música colombiana un ratito de confinamiento).
Lo que parece haber sucedido es que al presidente colombiano, Iván Duque, con el confinamiento lo salvó la campana, al menos temporalmente, puesto que antes del mismo estaba estallando el peligroso Neñegate, que vinculaba al mismísimo Duque con un narcotraficante conocido de todos, justamente El Ñeñe, José Guillermo Hernández. Este estuvo apareciendo como "ganadero" en distintos actos oficiales, sin ningún problema, y habría metido dinero en la campaña electoral que llevó a Duque al gobierno, al menos en el noreste de Colombia, en Cesar y La Guajira (el Ñeñe terminó muerto "en extrañas circunstancias" en Brasil). El Ñeñe habría sido en última instancia testaferro del narcotraficante Marquitos (sic) Figueroa, un "legendario" de la etnia Wayuu (guajiro), a quien temían incluso en el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), paramilitares. La historia del Neñe, conocido de la "socialité" de Valledupar, tuvo tiempo de remontarse a lejos, al estar casado con María Mónica Urbina, ex Señorita Guajira y ex Señorita Colombia, alguna vez casada...con John Fabian Vélez Beltrán, metido en el cartel del Norte del Valle y socio del jefe de dicha organización, Wilber Varela, Jabón. Varios de estos nexos era investigados por Estados Unidos desde 2007 e involucrarían al líder de extrema derecha Alvaro Uribe, ex huésped de la Casa de Nariño, el palacio presidencial colombiano. !Pero si Uribe casi llora con la muerte del Neñe, por lo demás miembro del Centro Democrático! Tuiteó el ex mandatario: "causa mucho dolor el asesinato de José Guillermo Hernández, finquero del Cesar, asesinado en un atraco en el Brasil , donde asistía a una feria ganadera". No escasean las fotos del Ñeñe con Uribe, Duque y altos mandos militares, pero ninguno supo nada, mucho menos algo sobre quien se colaba sin problema en tanto evento oficial y ceremonia social. ¿Que el padre de Duque fue amigo del Ñeñe, quien tenía abierto un expediente por homicidio desde 2015? Ni Duque ni Uribe sabían, y "nada prueba nada".¿Que el Ñeñe fue invitado a la toma de posesión de Duque? Tampoco, no es prueba de nada. ¿Que los audios revelan a una cercana de Uribe pactando el trasiego de plata con el Ñeñe? Muy condenable, Uribe nunca ha sabido nada. La oligarquía colombiana sigue en pleno, mientras Londoño confiesa, y mal, los "vínculos" de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con los negocios ilícitos. Colombia no quiere divisiones: quiere ser lo que ya es, una gran familia unida. La sangre llama, al menos según los Hermanos Zuleta (dejemos de lado al narcocantante de vallenatos Jorge Oñate o al hijo de uno de los que cantan aquí abajo, Poncho, por lo menos da click en el botón de reproducción para ahorrarte con música colombiana un ratito de confinamiento).
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