Las evidencias de fraude han seguido saliendo en Estados Unidos en medio del silencio sepulcral de los medios de comunicación masiva. La novedad es que el estado de Texas, que, hay que recordarlo, se opuso en tres ocasiones a la instalación de las máquinas de conteo de votos de Dominion, ha interpuesto una demanda ante la Justicia (Corte Suprema) para que no sean reconocidas las votaciones en los estados de Michigan, Georgia, Pennsylvania y Wisconsin. La demanda texana ha sido apoyada por otros 17 estados de la Unión Americana y por el gobierno del mandatario Donald Trump. Lo que argumenta Texas es que el uso intensivo de votos por correo volvió el proceso "propenso al fraude" aprovechando la epidemia del coronavirus. De manera más concreta aún en el plano jurídico, Texas ha acusado a los cuatro estados mencionados de haber modificado la ley electoral de manera inconstitucional (para permitir el voto por correo), lo que ya ha sido demostrado punto por punto por una jueza de la Mancomunidad en el estado de Pennsylvania. Por lo demás, y siempre en relación con el alegato de Texas, nunca había sucedido en la historia de Estados Unidos que cinco estados decidieran exactamente al mismo tiempo parar el conteo de votos (a las 3:30 de la madrugada) y mandar a casa a los representantes de casilla Republicanos, para luego seguir contando sin éstos (!). La Corte Suprema está autorizada a dirimir disputas entre estados, aunque lo hace en contadas ocasiones. Esta vez falló contra el recurso interpuesto por Texas.
Entretanto, cabe señalar que se ha ido recortando la posibilidad para el público de tener acceso a diferentes fuentes de información. Youtube, en particular, anunció que suspenderá los contenidos relacionados con el fraude. Twitter pone un cintillo indicando que cualquier información ligada con el tema está en tela de juicio y las grandes cadenas televisivas y de prensa no recogen las pruebas concretas expuestas por el equipo de Trump, como si no se tratara de hechos.
Trump recibió 12 millones de votos más que en las elecciones pasadas y cerca de 75 millones de votos, el mayor número de votos para un presidente en la historia de Estados Unidos (si se deja de lado el supuesto triunfo del candidato Demócrata), por lo que no deja de resultar extraño que sea ignorado por los medios de comunicación masiva. Barack Obama, el tan popular, recibió menos votos para su segundo mandato. Curiosamente, es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente que logra más votos que para su primer mandato sale derrotado. Rarezas como ésta hay muchas: es un hecho que el candidato Demócrata Joseph Biden no era especialmente popular en vísperas de las elecciones. Así las cosas, no es descabellado sugerir, como lo han hecho algunos analistas, que de llegar definitivamente Biden habrá sido gracias a un "golpe blando". En fin, que tratándose de Texas, da click en el botón de reproducción, sin olvidar que más del 40 % de los hispanos votó por Trump: