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martes, 1 de diciembre de 2020

EU, FUERA DE LA LEY

 No queda muy claro en qué creen muchos latinoamericanos, más de izquierda, al apresurarse a gritonear contra el mandatario estadounidense Donald Trump y dar por "presidente electo" al Demócrata Joseph Biden, a reserva de que finalmente lo sea. No es muy elegante que ahora la que se presume como la gran democracia del mundo, lista a "liderar de nuevo", se haya estado dedicando en estos días a amenazar de muerte no nada más a abogados del presidente como Jenna Ellis (le llenaron el celular de amenazas), sino también a testigos comunes y corrientes del fraude electoral en Estados Unidos. Si algunos están pensando en el "bonachón" de James Carter, presidente estadounidense en los '70, resulta que advirtió en una comisión bipartidista en 2009, junto al ex secretario de Estado James Baker, que permitir el voto por correo era hacerlo con un día de campo para el fraude. Tal vez hay quien crea que algo positivo puede haber desde el momento en que Bernard Sanders es Demócrata, pero le roban las elecciones en su propio partido sin que chiste. Puede que se crea que en Estados Unidos está "el imperio de la ley", olvidando que está en todo caso el reino del negocio a ultranza, así haya que pasar, justamente, por encima de la ley.

       No hubiera estado mal que algo se difundiera de la audiencia del equipo de abogados de Trump en el estado de Arizona. Rudolph Giuliani sugirió que, aunque tiene gente honesta, el partido Demócrata no es el mismo desde la época de William Clinton. Está secuestrado por gente con una gran codicia por el dinero y el poder. Agreguemos que es de esperar que no sea justamente lo que fascina en un mundo no exento de arribistas, que por definición están entonces dispuestos a dejar de lado su propia integridad. Lo siguiente es algo muy claro de la audiencia de Giuliani, y viene de un gringo, no de Karl Marx: "es el gran negocio que se beneficia del sistema en la forma en que funciona en este momento. El deseo es hacer no que Estados Unidos sea primero, sino que se ponga donde sea mientras ellos puedan hacer beneficios. Podríamos ser terceros, podríamos ser quintos, podríamos no existir siempre que estén obteniendo ganancias. No tienen ningún sentido de lo importante que es este país para la sobrevivencia de este mundo como un lugar decente". Es de esperar que algunos no se estén creyendo que el ex mandatario Barack Obama es, como lo dijo equivocadamente el presidente ecuatoriano Rafael Correa, un "buen tipo". No lo es, sino que es parte de la codicia y basta con ver la forma escandalosa en que se ha enriquecido.

     Podría seguirse durante un buen rato con las pruebas: en Pennsylvania, por ejemplo, se expidieron un millón 800 mil votos para que se sufragara por correo, pero se contaron 2 millones 500 mil votos por correo. Es el tipo de cosas que se están "certificando" en los estados con gente "de ley" que, siguiendo al analista Paul Craig Roberts, no está preparada para ser imparcial, sino entrenada para favorecer a las minorías, las mujeres y este tipo de asuntos. Es de la misma manera en que, siempre siguiendo a Craig Roberts, un gringo, se han sustituido los intereses de la gente que trabaja por los de "las identidades", la misma confusión que comparte más y más la izquierda latinoamericana, al unísono con quienes se autodenominan "demócratas liberales". Si se menciona Pennsylvania, es también porque ahí la jueza de la Mancomunidad, Patricia McCullough, hizo notar que en realidad se hizo de tal suerte que se aprobara un voto por correo contrario a la Constitución, la local al menos, pero de tal forma que deja mal parados a otros estados. Se invocó un Acta para que pudieran distribuirse masivamente votos por correo, pero de acuerdo con la ley de Pennsylvania sólo se puede "votar en ausencia" a petición expresa, individual, y explicando los motivos para no presentarse, mientras que ahora se enviaron en cambio boletas masivamente so pretexto de la emergencia del coronavirus. Hasta el mismo fiscal general de Estados Unidos, William Barr, evocó los riesgos de un gran fraude electoral y se alegó que nunca se había visto un uso de las papeletas como el que se propuso, no a partir de peticiones individuales desde una dirección específica, sino del envío a todo el mundo a partir de listas de votantes conocidas por lo demás por su imprecisión. Barr había advertido contra este absurdo desde principios de septiembre. Al parecer, este fiscal cercano a George Bush padre prefiere ahora no insistir demasiado.

     Giuliani debe conocer bien su país. Con tal de hacer grandes negocios, se está cerca de pasar por encima de la ley que según muchos es sagrada en Estados Unidos. No tanto: parece que las "reglas" no escritas pudieran imponerse, y que se está castigando no jugar el "juego que todos jugamos" (games people play...), al menos como lo presentan los medios de comunicación y ciertas redes sociales que han borrado (Twitter lo ha hecho) denuncias clave. En adelante se puede pensar entonces que quienes corrieron a festejar a Biden y estuvieron practicando el linchamiento de Trump no lo hicieron por nada que tenga que ver con la ley, sino con la posibilidad de lucrar y hacerse de poder. Queda "High Sierra": Emmylou Harris, Linda Ronstadt y Dolly Parton (da click en el botón de reproducción).



    

LO QUE HAY QUE TENER (THE RIGHT STUFF)

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