El vídeo (esta vez para hispanohablantes) que se presenta a continuación es una buena muestra de los problemas de la Revolución Cubana. Otra buena muestra es la forma en que se resolvió el reciente 8avo Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC). Al rendir su último informe como primer secretario de esta organización, Raúl Castro consideró necesario separar las funciones del partido de las del gobierno. De otro modo, se corre el riesgo de hacer del PCC una escalera obligada para trepar en puestos gubernamentales. Los hay listos, a la espera nada más de que la llamada "generación histórica" -la que hizo la Revolución- haga el favor de salir de escena. De inmediato y en un sentido contrario a lo considerado por el secretario saliente, se volvieron a mezclar los asuntos del partido y del gobierno al ser nombrado el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, primer secretario del PCC. No es difícil saber, por ejemplo, que a los "lobitos" les incomodó el nombramiento de segundo secretario, hace tiempo, para el "histórico" José Ramón Machado Ventura, al grado de soltar incluso la especie venenosa de que su apellido era el mismo de un dictador de Cuba (Gerardo Machado, para no mencionar a Esteban Ventura, un gran asesino al servicio de otro dictador, Fulgencio Batista). Esto fue dicho por miembros del PCC.
Raúl Castro fue clave en la organización de la Revolución Cubana, en particular de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), y luego en la tentativa de institucionalizar el proceso, mientras Fidel Castro iba en sentido contrario y consentía un culto a la personalidad que acabó durando medio siglo (el tiempo de "Fidel" en el liderazgo de la isla), superando con creces al de Stalin en la Unión Soviética. Todo ésto se hizo por parte de gente...opuesta desde luego al culto a la personalidad y muy abierta a las denuncias del mismo que se hicieron en 1956 en el XXavo Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). De Armando Hart a Roberto Fernández Retamar, no estaría de más tal vez enumerar algún día a quienes se hicieron vitalicios en nombre de la "originalidad" anti-estalinista de la Revolución en la isla. Mientras tanto, a Raúl Castro le tocó sacar a su país de más de un apuro. Ahora, más allá de una apertura económica que algunos "lobitos" esperan con ansias, aunque es bienvenida, Raúl Castro logró consolidar la institucionalización de la Revolución, y con la nueva Constitución Díaz-Canel no podrá eternizarse a la cabeza del Estado.
En principio, quien se quiere acercar a una mujer que le interesa no le dice:
-!Oyeme, lo que más me gusta de tí es tu hermana!
Los cubanos, alejados del culto a la personalidad (nunca se ha denunciado nada parecido en la isla) tienen cierta dificultad para no caer en la grosería: el vídeo sugiere de entrada que lo mejor de Raúl fue todo lo que hizo por Fidel. ¿Lo mejor de Raúl fue Fidel? Los valores que se le reconocen a Raúl Castro son ciertos. También lo sería que en alguna ocasión llegó a expresar su descontento con el lugar que le asignaban algunos...como su hermano, quien por lo demás era un histrión y abrazó un marxismo-leninismo del que nunca supo gran cosa, mientras que Raúl Castro se enroló temprano en las Juventudes Comunistas. Como sea, pocos entre las "vedettes" culturales de la isla se detuvieron en las conquistas de Raúl Castro: no hay manera de terminar con una repetición incesante de frases de "Fidel" y de Martí (José), que tienen algo, como se dice, para toda ocasión.
El otro asunto llamativo es que, como ocurre con frecuencia en América Latina, la vida pública se concibe como prolongación de la familiar. No falta entonces quien crea que Raúl Castro ha sido como "su abuelito" o "su padre". Es de desear que los candados establecidos por Raúl Castro eviten en el futuro estas comedias de enredos dando paso a formas de poder más impersonales, aunque siempre extremadamente difíciles de lograr en América Latina, donde se suele marchar a la adulación o la zalamería para tener derechos en el reparto (de favores, puestos, etcétera...). Afortunadamente, a la larga prevalecerá probablemente lo que Raúl Castro cimentó, si la capa burocrática intermedia lo permite y no da un golpe mortal. Esta capa es fácil de reconocer: no puede sino decirle a la muchacha en cuestión !oye, lo que más me gusta de tí es lo que dijo Fidel de tí y lo que escribió Martí de tí! ¿Qué, no es patanería? Quien haya leído los discursos de Raúl Castro habrá notado las diferencias con una parte del funcionariado cubano y sus epígonos en la cosa nostramericana. Cuba no es ajena a la tradición latinoamericana de utilizar la palabra para "marear el punto". Porque lo que dice el video no es que "Raúl es Raúl", sino que es "el hermano de Fidel" y el abuelito, el papi, el tío o el hermano de sabrá Dios cuánto cubano hay por ahí. De la honestidad de Raúl Castro para tratar los problemas internos, de manera abierta, con franqueza, nada, ni un eco: el socialismo fidelista y martiano, que en realidad no pasa de cierto antiimperialismo y tiene las taras del subdesarrollo, usa la palabra para acallar y evitar cualquier asomo de desacuerdo. Las cosas no se dicen: los ex cancilleres cubanos Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque deben saberlo, las cosas “ se cocinan”, y no se hablan públicamente. Se “hablan en casa de...” y de espaldas al pueblo. Como sea, ya se sabe que Raúl es Fidel...