¿Chistoso, verdad? Es Joseph Biden, a quien se festinó en masa porque había que parar a como diera lugar a Donald Trump. No hay quien no de por sentado que Biden es un hombre muy democrático, o al menos alguien más tratable que Trump. No hay nadie para decir de Biden que es imperialista, cosa que Trump no era, en los hechos. Pronto no habrá nadie tampoco para hacer ver la costumbre Demócrata estadounidense del fraude o estafa.
Biden acaba de estafar a los estadounidenses y "al mundo" al decir que "su" país se va de Afganistán. Se retirarán las últimas dos mil 500 tropas formales, pero ya se sabe que se quedarán o llegarán miles de "contratistas de seguridad" o, dicho de otro modo, mercenarios al servicio de Estados Unidos. Se calcula que serán entre seis mil y 20 mil, cifras muy superiores a las de los soldados que se retiran. Ya se están agrandando dos bases militares para recibirlos. Una parte de quienes se van no regresarán a Estados Unidos. Serán redesplegados en Siria, donde se les están ampliando pistas de aterrizaje en la región kurda. Esto es conocido desde que entró Biden a la Casa Blanca. Estados Unidos tampoco se irá de Siria, contra lo que era el deseo de Trump.
Es sabido desde hace rato que parte de los terroristas del Estado Islámico (EI) está en Afganistán. Está siendo entrenada por los estadounidenses. Se trata de un riesgo para la estabilidad del Asia Central, en particular la ex soviética. Los estadounidenses están buscando apoyos "de inteligencia" para "futuras acciones en la región", según lo reconoció el general Kenneth McKenzie Jr., jefe del Comando Central de Estados Unidos. El apoyo se está buscando en India, que parece ser el país dispuesto a cooperar.
Cabe recordar que fue Rusia, no Estados Unidos, que derrotó al EI en Siria. El EI tuvo en su momento el apoyo de políticos estadounidenses tan reconocidos como el senador John McCain, quien se entrevistó con los terroristas, al mismo tiempo que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, siempre supo que Arabia Saudita, país aliado de Estados Unidos, apoyaba al EI. El presidente Barack Obama no movió un dedo para sancionar estos apoyos al terrorismo. Ahora, Biden se prepara para alentar al EI en Afganistán.
Ni siquiera es su noche de debut y despedida. Con Biden, Estados Unidos vuelve a antiguas prácticas, puesto que se intentó hace poco asesinar al presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en una operación que habría involucrado a la Central de Inteligencia Americana (CIA) y a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). En la intentona estuvieron involucrados bielorrusos que también tienen la nacionalidad estadounidense. Es de suponer que tampoco es algo que deba llamar la atención. Los medios de comunicación masiva occidentales ya decidieron sobre la manera de "pensar", o más bien de hacerla de fonógrafos: Biden es un gran Demócrata y Lukashenko El Ultimo Dictador de Europa, en una visión del mundo que no pasa de las caricaturas o de las aventuras de un tal Borat. En todo lo enumerado, la estafa consiste en obtener una ganancia haciendo creer al mismo tiempo a otros algo erróneo. Después de todo, el presidente estadounidense que más tiempo estuvo en guerra, Barack Obama, recibió el Premio Nobel de la Paz. La "opinión pública" occidental ya no está en capacidad de ir más allá de la superficie de las cosas, tratándolas con frivolidad y calculando que, después de todo, si hay conflicto no le tocará. Ocurrirá sin duda en Oleoductistán.
Por si a alguien le interesa, una vieja canción de la república de Dondestán, please da click en el botón de reproducción.