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viernes, 23 de julio de 2021

CUBA: DESTILANDO AMOR

 En las protestas callejeras de octubre de 2019 en el Ecuador, de octubre del mismo año en adelante en Chile y recientes en Colombia, las fuerzas del orden no tuvieron una actitud especialmente amable. Lo que algunos quisieron ver en esas manifestaciones callejeras fue una vuelta con fuerza del progresismo, pero lo cierto es que condujeron a un importante relajamiento de las obstrucciones constitucionales chilenas al ejercicio de la democracia.

      Dicho lo anterior, cualquiera puede ver el siguiente video las ocasiones necesarias y suficientes para darse cuenta de la actuación tanto de los manifestantes como de las fuerzas del orden. Es necesario un poquito de atención:


Artísticamente hablando, no es genial, pero en gustos se rompen géneros. No todas, pero sí muchas de las imágenes muestran una actitud de las fuerzas del orden renuente a reprimir y objeto de vandalismo por parte de quienes protestan. Nunca deja de ser bello algo de lirismo para comportamientos lumpen, que a diferencia de otros países no parecen actos de provocación, como los de los "anarquistas" en México, sino realmente espontáneos y libertarios. Esto es lo que un ensayista en caída libre como Enrique Krauze llama el "heroico pueblo cubano en acción", después de haber rechazado con Carlyle el "culto al héroe" del chavismo venezolano (algo que no estaba descaminado) y de denostar como "populistas" a quienes reivindican al pueblo en lugar de la democracia "sin adjetivos". No se trata de santificar ni de demonizar, pero a veces hay cosas que debieran llamar la atención: es el caso del ex canciller mexicano Jorge G. Castañeda diciendo que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es un "admirador de Fidel Castro" que "quisiera que México fuera como Cuba". A partir de cierto momento, cualquier disparate está permitido y basta con un "nombre", tomado por "marca", para decir impunemente cualquier cosa. Aunque sea porque en Cuba, luego del 11 de julio pasado, desde luego que hubo represión, mientras que en la Ciudad de México las mujeres policías tienen que aguantarse delante de Palacio Nacional que las feministas pretendan quemarlas, literalmente, no figuradamente.

      Como la educación política dejó hace rato de existir, otros le piden al presidente estadounidense Joseph Biden que "pare las políticas de Trump" hacia Cuba, según lo hicieron en la carta "Deja vivir a Cuba" unas 400 personalidades, incluyendo desafortunadamente a la excelente historiadora francesa Annie Lacroix-Riz y a dos mexicanos que no han querido mojarse en nada ante el gobierno de López Obrador (Pablo González Casanova y Gilberto López y Rivas, comandante Perisur). !Al lado de los provocadores de Black Lives Matter!Biden no está siguiendo "la política de Trump", lo que no tiene sentido afirmar, sino la suya, que bien puede consistir en tratar de romper la unidad entre el pueblo y las autoridades cubanas: haciendo algunas promesas -mientras los 400 lo llaman a emular al mandatario Barack Obama-, que bien pueden ser cumplidas en su momento para "recompensar" al "pueblo" cubano, estimulándolo económicamente "hacia la libertad" (remesas, viajes, ofrecimientos de internet...) y castigando, como se acaba de hacer, al ministro de Defensa cubano, Alvaro López Miera, y a la Brigada Especial Nacional (BEN), del Ministerio del Interior, conocida como de boinas negras. No está mal: ahora se juega al mismo tiempo la zanahoria y el garrote calculando las posibilidades de un golpe "blando" o algo "de colores". Cada quien es libre de extraviarse tomando el camino erróneo que mejor le plazca: el presidente de Casa de las Américas, institución cultural cubana, Abel Prieto, acaba de negarse explícitamente al odio cuando la política desestabilizadora contra Cuba debería denunciarse como lo que es, odiosa (es decir, de odiar), en vez de peregrinar hacia Biden a la espera de un "favor" que dudosamente hará, el de levantar el bloqueo. Tal vez se le pida a Biden amor, mientras que del presidente Donald Trump, supuestamente, no podía esperarse más que odio. Ya que todo el mundo destila buenos sentimientos, es de pedirles a los manifestantes cubanos que para la próxima salgan a darles besos a la policía en vez de golpearla, apalearla, voltearle sus patrullas, arrojarle piedras y otras expresiones poco afectivas. De antemano, gracias por su pacifismo.

FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...