Es algo muy bello. En Haití, luego del asesinato del presidente Jovenel Moise, entró en vigor el estado de sitio, que de acuerdo con la legislación local sitúa a las fuerzas armadas como máximas garantes de la seguridad e implica la instauración de tribunales militares, al tiempo que abre la puerta al control de los medios de comunicación, pero la dizque "opinión pública" occidental se movilizó de inmediato para la defensa de "los derechos y las libertades" !pues en Cuba! Esto sucedió incluso en medio de versiones dudosas sobre la muerte de Moise.
Basta ver las imágenes, sea en fotografía sea en video, incluyendo las reproducidas por la bloguera Yoani Sánchez, para darse cuenta de que un analista como Rafael Rojas mintió: en Cuba no salieron "decenas de miles" a manifestar nada ( no hubo ninguna concentración con más de 500 personas), e incluso podría pedírsele a CNN (Cable News Network) que no muestre manifestaciones de apoyo al régimen -por ejemplo, de empleados del Ministerio de Economía- como protestas antigubernamentales, de la misma manera en que se mostraron escenas de descontento en Argentina y en Egipto como si fueran en Cuba. Se nota a leguas, pese a la sincronización en varias ciudades, que las protestas en Cuba no fueron para nada masivas.
De manera muy concreta, las protestas, que no tuvieron mayor eco entre la gente, fueron instigadas desde el exterior y no nacieron del hartazgo de la población cubana con nada. La instigación se hizo en redes sociales con uso intensivo de bots, granjas de trolls, algoritmos y cuentas creadas al vapor. 2 millones de tuits con la etiqueta #SOSCuba tuvieron su origen en España, y la automatización se hizo de tal manera que arrojara incluso cinco retuits por segundo (por lo que se utilizó inteligencia artificial, dado que ninguna mano humana puede hacerlo). Más de mil 500 cuentas que participaron en la etiqueta #SOSCuba fueron creadas en los dos días de protestas. Uno de los orquestadores de la campaña fue el argentino Agustín Antonneti, miembro de la Fundación Libertad, pero también tuvieron un papel importante laboratorios mediáticos de alta tecnología del estado de Florida, en Estados Unidos (ADN Cuba y Proactivo Miami Inc.). Se llegó, en nombre de la "asistencia humanitaria", a asegurar que en la base militar estadounidense de Guantánamo se estaban recibiendo flotillas de embarcaciones a la espera de la orden de intervención. Todo lo anterior se hizo violando las reglas de funcionamiento de Twitter ("no se pueden usar los servicios de Twitter con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial, ni llevar a cabo acciones que obstaculicen la experiencia de los usuarios de Twitter"), que entre otras cosas no activó sus cuentas antispam ni bloqueó ninguna de las cuentas falsas, pese a que se hicieron denuncias. Luego de que el gobierno de Cuba tuviera que censurar Internet (se estaban incluso alterando desde el exterior perfiles de geolocalización para que se pensara que se activaban las redes desde Cuba, se sabe que hasta en un 60 %), comenzó un llamativo bloqueo sobre los sitios cubanos que denunciaron cómo fue hecha la operación. El acoso a la isla tuvo financiamiento del Departamento de Estado estadounidense y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Hace rato que el ex secretario general del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro, mencionó entre los candidatos a pasarse del lado estadounidense a los marginales, los intelectuales y los cuentapropistas. No faltaron artistas dentro de Cuba que salieran a lamentar la "falta de libertad" y la "represión", mientras la misma Yoani Sánchez decía en su cuenta de Twitter que los "desaparecidos" pues ya habían aparecido y que los detenidos ya habían sido liberados. Entre los artistas estuvieron personas favorecidas por el gobierno de Cuba, como la hija del cantautor Pablo Milanés, Haydée Milanés; los Van Van (una auténtica lástima), Jesús Chucho Valdés, fundador del otrora famoso Irakere, Leo Brouwer y otros.
Este no es un servicio de análisis de Cuba, así que sin duda hay cosas que no van en la isla, a tal punto que probablemente no se pueda invocar de manera eterna el bloqueo para justificar fallas graves denunciadas por los propios líderes cubanos. Pero como Cuba no es Haití, no necesita ayuda humanitaria (a raíz del asesinato de Moise, las "autoridades" haitianas corrieron a solicitar la injerencia de Estados Unidos y Naciones Unidas, en el extraño entendido de que la súperpotencia no tuvo nada que ver en los hechos). Esto no es un motivo para, en nombre de alguna unidad monolítica, justificar los problemas de desabasto de alimentos o de medicamentos, o el descuido en el manejo de la epidemia de Covid 19. Si hubo vandalismo en las protestas recientes, ¿cómo explicar que el socialismo cubano produzca vándalos, de la misma manera en que produce oportunistas enquistados en pleno aparato y gente con espíritu rapaz clasemediero? Si el sistema de salud es tan bueno, ¿qué ocurrió recientemente con la epidemia?
Dado que como en todas partes lo que ocurre en Cuba es contradictorio, salvo en la cabeza del gobierno de la isla y en la de sus detractores, tan positivamente reaccionó este país que ya fue capaz de fabricar sus propias vacunas (Abdala y Mambisa, Soberana), en fase final de ensayos y con eficacia probada. Cuba podría estar en la situación de ser uno de los países que puede cubrir sus necesidades de vacunas con producción propia, lo que por lo demás es cuestión de seguridad nacional. El Instituto cubano Finlay de vacunas incluso exporta. Dicho sea de paso, y a reserva de lo que haya pasado en la provincia de Matanzas (en particular, falta de personal médico), los contagios volvieron a aumentar con el relajamiento de las condiciones de entrada y el turismo (más o menos desde noviembre pasado) y Cuba se mantiene entre los países del mundo con menor mortalidad por la Covid 19..
En la proverbial ineptitud local para el trabajo, en particular cultural, que desde hace algún tiempo ha tomado en algunos la forma de admiración por lo lumpen - riesgos de andar viviendo del turismo y las remesas-, cabe preguntarse cómo pudo ocurrir que lo siguiente circulara como "expresión artística", cuando es una oda a la provocación. Son las sempiternas concesiones de Cuba a "las libertades" (da click en el botón de reproducción) y un ladito burdelero que persiste a más de 60 años del triunfo de la Revolución. Con el Tropicana ya era suficiente como para poner a un émulo de stripper a pedir libertad, ¿es mucha la putería?.