Al final de cuentas, probablemente lo perdonen, si el caso se plantea (lo que es muy improbable), porque no se trata de resolver problemas sino de taparlos. Si lo que acaba de hacer el mandatario estadounidense Joseph Biden lo hubiera hecho el presidente Donald Trump, ya se hubiera ganado el infierno.
Biden acaba de acusar en estos días a Rusia de interferir, desde ya, en las elecciones estadounidenses de medio término (legislativas) de 2022. El presidente estadounidense, quien dijo sentirse como "líder del mundo libre" al estar sentado frente a su homólogo ruso Vladimir Putin, agregó sobre la supuesta injerencia: "es una violación a nuestra soberanía". Hasta aquí, es cosa de los estadounidenses y de sus vasallos creerle o no a Biden, luego de que quedara probado, para quien quisiera enterarse, que Rusia no intervino en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, por lo que todo el tiempo se le estuvieron inventando cosas a Trump.
Biden ya había acusado de "asesino" a Putin, sin importar ciertas reglas mínimas de la diplomacia. Pero esta vez, el presidente estadounidense dijo, refiriéndose a los supuestos ciberataques rusos: "es probable que terminemos en una guerra, una guerra con tiros de verdad". Es difícil saber por qué no se le reprochó a Biden una declaración tan temeraria, puesto que involucra a las dos principales superpotencias nucleares del mundo. Esa "guerra con tiros de verdad" simplemente no debiera concebirse, porque entre uno de sus resultados podría llevar al aniquilamiento de la Humanidad. No hace falta recordar a la cantidad de gente que anunció a tientas y a locas la Tercera Guerra Mundial con Trump. También hubo quien, como la lideresa Demócrata de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, llamara abiertamente a los militares de su país a quitarle el maletín nuclear a Trump. Gracias a medios de comunicación masiva dedicados a enajenar a la gente, y a gente dispuesta a consumir cualquier cosa con tal de no arriesgarse a salir de la manada, no faltaron quienes creyeron o fingieron creer que con Trump el mundo estaba a|l borde del apocalipsis. Biden puede anunciarlo sin que pase nada. Así de tranquilo el asunto. Cabe recordar que el maletín nuclear estadounidense está por lo demás en manos de alguien que padece de una forma de demencia que lo lleva a cada rato a confundirse en sus discursos o alocuciones. En rigor, se tendría derecho a saber cómo está siendo atendido médicamente Biden.
Algo de lo que la opinión pública no ha querido enterarse es de la superioridad militar de Rusia sobre Estados Unidos, que es como mínimo de unos 10 o 20 años, gracias al armamento hipersónico. No lo pueden mencionar ni quienes en América Latina se acercan al problema del armamentismo, lo que resulta sorprendente en alguien como por ejemplo Claudio Katz.
Biden dijo también que "Putin sabe que somos mejores que su equipo y éso le molesta muchísimo". Es un invento de cabo a rabo, pero no acaba ahí. "El presidente ruso -prosiguió Biden- tiene un problema real, es el jefe de una economía que tiene armas nucleares y pozos de petróleo y nada más", otra falsedad (alguien puede hurgar entre otras cosas entre los primeros exportadores mundiales de trigo, por ejemplo). "El sabe que está en problemas -remató Biden- y a mi juicio ésto lo hace aún más peligroso". Aquí estamos de nuevo en las puras tonterías, pero pueden servir para autoengañarse, y el autoengaño no es algo bueno cuando se tiene entre las manos el botón nuclear, creyendo que enfrente no hay más que debilidad, cuando en realidad, si no acaban con la Humanidad, los "tiros de verdad" ofrecidos por Biden podrían terminar en una catástrofe. Para Estados Unidos, que dada la fenomenal modernización de la Armada rusa ya no es siquiera el rey de los mares. No habría nada más idiota que aventurarse a los "tiros de verdad" con Rusia.
Al parecer, a la opinión pública occidental, incluyendo el progresismo, no le importa ni un cacahuate que alguien que está mal de sus facultades mentales haga este tipo de declaraciones. De paso, puede decirse que la gratitud es lo último que le pasará por la cabeza a dicha opinión: el grueso de la ayuda a Cuba, unas 88 toneladas (en particular de material médico, porque no urgían tanto latitas de frijoles La Costeña), en medio de las dificultades actuales se las envió la Federación Rusa, que procura conducirse con hechos y no con palabras huecas y gestos o ademanes para la galería y la fantasía o el autoengaño. Qué estado tan deplorable de cosas y qué incapacidad para expresar valores existentes, pero que la enajenación ha hecho desaparecer de la cabeza de muchos, muchos. Si quieren "tiros de verdad", podrían tenerlos: por la culata, para que dejen de creerse seres superiores a los demás. No todo en el mundo se reduce a problemas de dominación. ¿La de la foto es la democracia que quieren, o no se atreven a decir nada de Biden por conveniencia?¿O es que en verdad creen que no les tocaría? Podría tocarles incluso más que a Rusia, por lo que Biden parece capaz de arriesgar a los suyos sin que se den cuenta. El sistema vigente no crea seres responsables. Es lo peligroso de estafadores como Biden.