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domingo, 28 de agosto de 2022

PERÚ: ONCEAVO MANDAMIENTO, NO GOBERNARÁS

 La figura del presidente peruano, Pedro Castillo, alguien con una forma de sentido común, no ha atraído mayormente a la izquierda latinoamericana, salvo a Evo Morales, también de origen popular, a reserva de que sea utilizado. El Congreso del Perú no atiende 47 iniciativas de ley mandadas por Castillo porque aquél está más interesado en sacarlo de la presidencia, luego de haberlo "moderado", al grado que tuvo que hacerse a un lado de su partido de origen.

     Sin mucho tiempo en el gobierno, Castillo ha tenido que remplazar a decenas de ministros y va para la quinta investigación en contra suya. Pero veamos lo que escribió hace poco Keiko Fujimori en su cuenta de twitter: "el tiempo es el mejor amigo de la verdad. En momentos tan complejos como los que vivimos, los peruanos recordamos y valoramos más que nunca tu sencillez, tu fuerza y tu eficiencia para trabajar por el bienestar de todos. Feliz cumple Pa, a pesar del encierro y la injusticia". Desde luego, este mensaje tan cariñoso está dirigido a Alberto Fujimori. No está de más recordar que Keiko Fujimori, disputándole la presidencia a Castillo, tenía cargos en su contra y había estado en prisión preventiva.

      El asunto no es de recoger una palabra en inglés, lawfare, y de denunciar el uso de la Justicia para deshacerse de opositores. Castillo lo puede ver con mayor amplitud de miras: "algo insólito pasa en el Perú, los corruptos juzgando a un inocente de corrupción". Dicho de otro modo, no es lo principal que se atrevan a buscar enjuiciar a tal o cual gran figura, sino que la Justicia no existe: en efecto, no puede existir desde el momento en que está en manos de corruptos, salvo que se considere normal que sean delincuentes que administren Justicia. ¿"Guerra política" por la vía judicial-mediática? Sí, aunque no desde un aparato judicial-mediático neutro, sino desde un nido de delincuentes apoderados del mismo. Pareciera que el progresismo lo está descubriendo, cuando es en realidad antiguo en América Latina que sean los corruptos con poder los que busquen lo que sea para enjuiciar a inocentes. Tenía que ser alguien del pueblo como Castillo para recordar algo que para muchos, en distintos países de América Latina, es el pan de cada día. Castillo recordó algo que no tienen en cuenta "los de arriba": que se le enseñó a ganarse la vida honradamente, trabajando, y a no robar. Lo que cabría preguntar es si la misma enseñanza se transmite en la clase media y la gente acomodada de los países latinoamericanos. Esto es por cierto algo muy distinto del juego al self made man en el que alguien como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se dedica a tocar las fibras emocionales del advenedizo. Ni Evo Morales ni Pedro Castillo hacen este tipo de cosas. Es en todo caso notoria la falta de "movimiento" en la izquierda para respaldar a Castillo, como ha ocurrido por igual con el ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas Espinel.

      Se ha estado logrando crear la imagen de un Castillo incapaz, siendo que lo es el Congreso que no atiende los problemas del país y lo es quien festeja el cumple de su Pa con un cinismo envidiable. Alegría desde el Mantaro, Peru (da click en el botón de reproducción).



EL BALBOA QUIERE DÓLAR

 No queda claro por qué algunos se lanzan a anunciar triunfos imposibles: como era de prever, la candidata popular Maribel Gordón obtuvo en ...