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domingo, 4 de junio de 2023

JEFE DE JEFES

 A cuatro años de haber asumido la presidencia de El Salvador, Nayib Bukele ha tomado nuevas iniciativas, luego de haber liquidado el pandillerismo. Como dichas iniciativas son contra la corrupción, quienes no quieren al presidente salvadoreño ya han encontrado algo nuevo para atacarlo, con la acusación de estar usando la ley para deshacerse de "enemigos personales", en particular del ex presidente Alfredo Cristiani (fue mandatario entre 1989 y 1994), de la extrema derecha de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), representante de la oligarquía local. Las propiedades de Cristiani, corrupto y ladrón, han sido intervenidas por la Fiscalía General de la República (FGR), y Bukele ha prometido cárcel para los delincuentes de cuello blanco. Que Armando Bukele, padre del presidente, se la "haya jurado" a Cristiani no cambia el asunto, si el segundo es corrupto. Por lo demás, esta iniciativa es salvadoreña, por lo que no le corresponde a Estados Unidos designar a conveniencia quién es corrupto y quién no en el país centroamericano.

     Una segunda medida consiste en bajar el número de diputados, de 84 a 60, que fue los que normalmente hubo, hasta que luego de los Acuerdos de Paz de 1992 se quiso dar cabida a una nueva clientela. Esa medida no tiene nada de extraordinario.

     Lo llamativo es la reorganización administrativa del territorio, bajando el número de municipalidades de 262 (para el país más pequeño de América Latina, con 21 mil km2) a 44, conservando sus respectivos consejos municipales (los municipios se convertirán en distritos de las 44 alcaldías, más fáciles de fiscalizar). Las municipalidades eran lugar de cotos de poder y de clientelas a costa del erario -superando incluso la recaudación de impuestos y para hacer obras-, con síndicos, concejales, tesoreros, secretarios, asesores, suplentes, gerentes, asistentes, asistentes de los asistentes, jefes de prensa, directores jurídicos, planillas y "colaboradores de confianza" en el reparto de plazas. Los empleados municipales no serán despedidos, pero sí el personal de confianza. Además de reducir la carga presupuestaria, bajando la corrupción se trata de redigirir los recursos para que los lugares más pobres puedan recibir más. Habrá mayor uso de fondos públicos en obras y no en planillas. Para más señas, éste es el terreno local en el que no están claros los resultados del lópezobradorismo en México: si de seguir a la analista Viridiana Ríos se trata, a partir de datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el reparto corrupto, si bien cesó arriba, no lo ha hecho en gubernaturas y municipalidades, lo que no permite esclarecer los motivos del ascenso del Movimiento de Regeneración Nacional (MoReNa), oficialista.

      Los "demócratas liberales" no están muy contentos con Bukele, ya que creen que la división de poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) está no para "corregir excesos", sino para impedirse entre sí actuar para el cambio, paralizándolo todo y conservando el actual estado de cosas. Hasta los pandilleros servían: la nota roja hace ganar a los medios de comunicación masiva. La izquierda calla sobre Bukele, en parte por la actitud del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que no supo gobernar sin clientelismo ni nepotismo, y en parte por la incapacidad del progresismo para salir de la endogamia y el amiguismo. Así queda, para variar (da click en el botón de reproducción).



FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...