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martes, 20 de junio de 2023

Y AHORA, CON LA GENÉTICA

 De la misma manera en que en México hay gente que cree que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador trae algún "gen" del pasado, en Bolivia no ha faltado el intelectual que critique al gobierno y al Movimiento al Socialismo (MAS) creyendo que traen el "gen" del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), surgido de la Revolución -a medias- de 1952. Se trata de la manera en que los medios de comunicación masiva y una intelectualidad bastante podrida tratan de aprovechar las divisiones entre el gobierno de Luis Arce y el MAS con el liderazgo de Evo Morales.

     No está de más señalar que algunos en Bolivia, en el oficialismo, andan con un discurso fuera de lugar. Si aparece corrupción en el gobierno de Arce, es porque "los blancos" y "los mestizos" (karas) son "traidores" por naturaleza. Es el tipo de afirmaciones que salen de Gerardo García, vicepresidente del MAS, o del dirigente masista Antonio Quispe. No habría más que establecer un país de indios, nuevo qollasuyo. En esas andanzas está el vicepresidente David Choquehuanca, quien, sin embargo, al ser antes ministro de Exteriores, pudo ver cómo se le infiltraba la corrupción en la cancillería.

     La corrupción y el prebendalismo tienen un origen señorial, que al mismo tiempo se apoyó en formas caciquiles de funcionar de las comunidades indígenas, muy diversas. El clientelismo se conoce en Bolivia como llunkerío, que remite a "rebañar". El llunk'u es el lisonjero, adulador que la comunidad rechaza, y que termina siendo individualista. A veces, Morales da en la crítica al mérito personal, si quien lo tiene no se inclina ante la comunidad, se entiende que también para repartir. Es, como en más de algún lugar de México, un interminable ritual de flores del cuello y la cabeza a ires y venires de bastones de mando que quieren decir: "hoy por tí, mañana por mí". El llunk'u se dirige al ascenso personal por encima de la comunidad, en vez de considerar que se lo debe, como lo cree Morales. Sin embargo, no todo mérito personal -que también se critica fuertemente por ejemplo en el oficialismo mexicano- es atribuíble a un origen comunitario, de tal modo que tenga que ser desconocido, cuando no estigmatizado, por la comunidad misma. Bolivia no es propiedad de "señores", pero tampoco de las comunidades indígenas, ya que hay más diversidad que ésa. En este sentido, es comprensible que el gobierno actual de Arce se haya abierto a otros sectores y protagonistas, sobre todo considerando que, salvo excepciones, los triunfos progresistas suelen darse en sociedades divididas. Es posible pensar que hay gente que no ve con buenos ojos que el esfuerzo individual tenga que terminar en ofrendas perpetuas a "la comunidad".

     Lo dicho no coloca en el error y la "traición" a Arce ni a Morales. Contra los creyentes en el "gen" clientelar, hay sectores del MAS que han expresado su cansancio con el otorgamiento de cargos según se sea o no el amigo o compadre de tal o cual. También hay en el MAS crítica a tendencias al prebendalismo y la corrupción en el gobierno de Arce. Acusado tal vez erróneamente de "aliarse con la derecha", fue Arce quien encarceló al funesto líder cruceño -de ultraderecha- Luis Fernando Camacho, hasta 2022 gobernador de Santa Cruz. Luego de denuncias de corrupción, es también Arce quien se encargó del arresto del ministro de Medio Ambiente, Juan Santos. Arce propuso levantar el secreto bancario de tal forma que se pueda saber cómo se hacen las licitaciones en las empresas. Ya hubo antes otros ministros arrestados, y no siempre tan blancos ni ajenos al MAS, como Edwin Characayo, ex dirigente campesino y quien fuera ministro de Desarrollo Rural y Tierras (ocho años de cárcel por extorsión). Morales puede decir lo que quiera, pero no estuvo exento de problemas similares en su presidencia, pero sin que interviniera el aparato Judicial con mayor firmeza. Después de todo, "Evo es pueblo" tuvo que torcer la ley para buscar la reelección. Hay un asunto de mayor gravedad: "arcistas" y "evistas" se han estado acusando erróneamente de narcotráfico.. Como sea, Morales ha puesto en entredicho a Choquehuanca, cuyas ideas son francamente dudosas.

     La actuación del gobierno de Arce tiene que ser competente y no está al servicio del MAS, si bien éste se encuentra para criticarlo si es necesario, pero también para persuadir en la sociedad. Lo que no puede ocurrir es que los medios de comunicación masiva orquesten diferencias naturales, por duras que sean, para debilitar políticamente a la izquierda, cuando el tema es otro: el debilitamiento del clientelismo, el llunkerío y la corrupción, la meta. Algo no va en el "gen" politiquero de ciertos medios, cuya función, como la del onegeísmo y de Estados Unidos, es desestabilizar. Es de esperar que se deje pasar al relevo, sin menospreciar a Morales, y sin cargar contra Arce. De racismo al revés ya se tiene suficiente en países como Ecuador o Guatemala, salvo que se olviden las características caciquiles de muchas comunidades indígenas. En algo se apoyaron los españoles. Es mérito de Arce si con firmeza toma cartas en asuntos de corrupción y contra la extrema derecha. (da click en el botón de reproducción).



EL BALBOA QUIERE DÓLAR

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