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sábado, 23 de marzo de 2024

EN EL EXTREMO CENTRO

 En más de una cabeza latinoamericanista, Chile era hasta 1970 un país de una supuesta larga tradición democrática, aunque no es exacto. El estudioso Jorge Larraín demostró en su momento cómo la identidad chilena se construyó en torno a la hacienda y la tradición militar en la "frontera sur" con el territorio del pueblo originario mapuche. Hasta la fecha, incluso con un gobierno de izquierda, se responde con encarcelamiento y juicios a los reclamos mapuches. El mandatario chileno Gabriel Boric había prometido "desmilitarizar" el problema mapuche, pero al poco tiempo hizo lo contrario. Decretó el estado de excepción en el sur de Chile (provincias de Arauco y Bío Bío).

      Llamado a hacer reformas sociales, Boric ha terminado teniendo que enfrentar también un problema de delincuencia creciente en Chile. El mandatario ha recurrido más a las fuerzas armadas que a carabineros, la policía militarizada. Carabineros se ha visto envuelto en escándalos que Boric ha preferido no enfrentar. Es un hecho que los delitos se han incrementado en Chile y Boric afirmó hace poco que "las familias tienen miedo". No se trata de hechos aislados, sino de bandas organizadas, según lo ha reconocido Boric en conferencias de prensa, retransmitidas en la Web, para implementar entre otros el programa "Calles sin violencia". Muchos de los delitos son ajustes de cuentas. No es del todo nuevo que Chile se vea envuelto en problemas con el narcotráfico, puesto que Augusto Pinochet, el dictador chileno, fue uno de los iniciadores del "negocio", según lo han demostrado estudiosos mexicanos del tema. Lo más nuevo es el uso de rutas por Chile para enviar droga a Europa y el narcomenudeo. No se trata de problemas creados por la izquierda, pero tampoco parece que la derecha asuma la herencia completa de Pinochet. Algunas versiones periodísticas en la Web atribuyen parte de la fortuna de Pinochet al narcotráfico, pese al discurso sobre la preservación de las "buenas costumbres" en la "civilización occidental y cristiana". No es un secreto cierta tendencia de la gente de dinero a ser la primera en meterse...en asuntos de dinero, puesto que es de lo que trata el narcotráfico, pese a lo que quiera creerse una parte de la "clase media". Siempre se cree amenazada por todo, menos el régimen socioeconómico que idolatra, sin querer darse cuenta que es el mismo que recrea condiciones de inseguridad y precariedad. No es problema de pobreza, al no ser Chile un país muy pobre, aunque sí extremadamente desigual: es cuestión de cosechar los frutos de la indiferencia social al mismo tiempo fomentada y escogida por interés. Es sencillo creerse que la "subversión" no tuvo más que su merecido y que "no pasa nada", pero es más complicado meterse droga o a la droga y creerse que los asuntos propios son ajenos. En fin, que Boric se encuentra en un papel inesperado y con muy poco en su haber

      De acuerdo con Rebelión, muchos de los delincuentes son personas con apenas algo más de 18 años, dejando de lado los delitos de cuello blanco. Los jóvenes no apuestan al cambio, sino a lo que se les muestra como oportunidades de hacer dinero rápido y fácil. No deja de llamar la atención, en Chile, que sea el camino escogido en medio de un gobierno constituido básicamente por gente joven y más de uno que, como sugiere el portal antes citado, está en la incompetencia y se bambolea "entre la nada y cosa ninguna", después de la reducción de la vida en sociedad a "lo social" como asunto residual, "en el margen". No parece que haya querido quedarse en ese lugar: en el margen mapuche hay violencia, en el margen norte la hay por la inmigración y en el margen centro porque ya se volvió envite del narco, que se "disputa la plaza". (da click en el botón de reproducción).






FANÁTICAMENTE MODERADOS

 En varios países de América Latina, la izquierda, que tiende más bien a ubicarse en el centro-izquierda (del que no queda excluida Venezuel...