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sábado, 30 de marzo de 2024

LA NIÑA HÉROE

 Ateniéndose a la idea, expresada en El rey viejo, de Fernando Benítez, de que en México no hay misericordia para el vencido, más de uno, considerando al ex presidente (hoy fallecido) Luis Echeverría alguien vencido, buscó al final de la vida de éste terminar de mancharle el nombre. Pese a problemas familiares y los típicos de herencia, Echeverría no terminó sus días "solo", lo que suele entenderse como castigo y es parte del malhadado linchamiento. Echeverría llegó al final de sus días rodeado de más de una amistad leal. Una de las personas que se equivocó sobre el asunto, montado por la revista Proceso, fue la periodista e historiadora Ángeles Magdaleno. Tiempo antes, y aún se hace erróneamente, al presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) le resultó sencillo involucrar a Echeverría en el asesinato del candidato priísta (del PRI- Partido Revolucionario Institucional) Luis Donaldo Colosio. Echeverria habría aprovechado la "ocasión" para proponerle un sustituto a Salinas, Emilio Gamboa. La investigación sobre el asesinato de Colosio fue tan mal llevada que no parece repararse en que las declaraciones de Salinas y Echeverría se contradicen abiertamente.  Tal vez se olvide que Echeverría era amigo del padre de Colosio, Luis Colosio Fernández, a quien fue a rendirle homenaje en 2010 hasta Magdalena de Kino. Fue una de las últimas apariciones públicas de Echeverría.

      Echeverría alguna vez admitió no haber logrado mucho en su presidencia. Mucho más tarde, se convirtió en el único presidente de México en ser juzgado y arrestado, encontrándose en prisión domiciliaria. Lo que dijo no fue mayormente reproducido. Ángeles Magdaleno es quien mejor conoce lo ocurrido en 1968 en México y quien trató de abrirle el camino a la verdad, aunque parte quedó inconclusa. Hurgando en el portal Buzos, gran parte de lo sucedido termina de esclarecerse, salvo en pequeños puntos: el autor intelectual de la matanza del 2 de octubre fue el regente del Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal. El movimiento mexicano del 68 se encontró en medio de una disputa por la sucesión presidencial en la que Corona del Rosal estuvo atizando el fuego -está muy bien explicado cómo en el video La conexión americana, fácilmente localizable en Youtube. El gobierno mexicano, por cierto, no podía celebrar las Olimpíadas mientras hubiera disturbios, por reglamento del Comité Olímpico Internacional, lo que puede explicar parte del 2 de octubre, pero de ninguna manera las muertes (muy pocas de estudiantes, por lo demás). Nunca existió ni por asomo genocidio ni nada por el estilo.

      Corona del Rosal logró "secuestrar" el expediente del caso y, para curarse en salud, entregarlo luego incompleto a líderes del 68. De acuerdo con lo escribo en Buzos, el regente buscaba desplazar a Echeverría en la carrera por la sucesión, sirviéndose de que este último no era bien visto de los estadounidenses (por más que les pasara información con el código Litempo). De manera más sencilla, algunos aspirantes creaban problemas para desplazar a Echeverría. Dicho sea de paso, luego se intentaría inculpar a dos personas (Miguel Nazar y Luis de la Barreda Moreno) que no tuvieron que ver en el 68. Tal vez Ángeles Magdaleno se haya limitado un poco porque fue amenazada, se le quiso restar crédito a su trabajo y más de un inculpado seguía vivo. Fue designado como principal culpable alguien, Echeverría, a quien en realidad se le quiso "sembrar" un problema para "sacarlo de la jugada". El culpable quedó impune, y unos pocos líderes estudiantiles se cubrieron de gloria: entre ellos, Raúl Álvarez Garín, cuyo libro, La estela de Tlatelolco, está lleno de falsedades. Los libertarios no encontraron nada mejor, al fabricar un culpable, que empalmar con el odio cerril de los empresarios a Echeverría por lo que no fue sino un resto de populismo e incluso de pura demagogia, aunque no en todo, antes de ir a caer en la corrupción galopante de José López Portillo (1976-1982), nunca tocado.

      Corona del Rosal y otros políticos tenían conexiones con organizaciones estudiantiles, como la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), de enorme influencia en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). En un programa de radio, Ángeles Magdaleno dejó entrever pero ya no quiso ir más lejos, relegando el asunto a lo que consta en archivos. Uno que otro líder pudo haber tenido alguna forma de cercanía con el regente. A uno que otro se le ocurrió mentir flagrantemente sobre el 2 de octubre y hoy es alto funcionario gubernamental. Sobre uno, hay un nexo importante faltante que Magdaleno ya no quiso abundar. Pudo bastar una conexión que en beneficio propio sugiriera o insinuara luz verde. Lo que se quiere decir es que la candidata oficialista mexicana a la presidencia, Claudia Sheinbaum, se ha jactado de haberse codeado con la trascendencia cuando creció de la mano, si no de la mentira, sí de la total incapacidad para la autorreflexión, el reconocimiento de los errores cometidos y un modo de vida más honesto que el de hacerle un monumento a la "renta de la causa" -causa de la renta, claro-, a la calumnia (sin ignorancia que la justificara) y la creencia de que "estar en lo justo" es licencia para el atropello. Ya casi todo está dicho: falta el punto para decir "ahí está el detalle" (da click en el botón de reproducción).





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